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2006
https://doi.org/10.25145/j.pasos.2006.04.002
www.pasosonline.org
Resumen: El presente artículo se dedica al análisis de las imágenes turísticas de Barcelona: imágenes
promovidas e imágenes percibidas a veces se contradicen y a veces se corroboran, pero unas y otras
tienen en común su peculiar forma estereotipada y superficial. La imagen de la Barcelona turística es una
representación (una proyección ideal) de la propia ciudad; esta idealización de Barcelona ofrece una
imagen reducida a tópicos y estereotipos que proveen a la ciudad de una identidad especial. La imagen
promovida se dedica a seleccionar y exhibir una serie de fragmentos de la ciudad que al mismo tiempo
consigue convertir en identificaciones naturales de la misma. Si bien la conversión de recursos en refe-
rentes resulta eficiente para la creación de imágenes, también puede confundir la realidad. Así, la mirada
del turista que pasea por Barcelona es una mirada rápida, efímera y superficial que acaba asumiendo
como representativas las abreviaciones promovidas. El paso de la imagen vendida a la imagen percibida
perjudica la identidad de Barcelona; las imágenes hegemónicas favorecen la consolidación de estereoti-
pos de todo tipo.
Abstract: The current article is focused on tourist pictures of Barcelona. Those highly sponsored pic-
tures of the city that some times match the reality and some others do not; however true or false they
share the same stereotyped and fake image. The picture of the tourist Barcelona shows a general image
(an ideal representation) of the city, and this idealization creates several clichés that provide the city with
its own special flavour and identity. This widely spread picture of Barcelona selects and presents several
pieces and corners of the city that naturally become direct associations to it. This procedure of making
reference points out of the resources the city has is not only efficient but can also confuse its real façade.
A façade that most tourists can only glance at turning it as superficial and ephemeral as it is portrayed
and assuming this sponsored image of Barcelona. The gap between such tourist pictures and the reality
damages the identity of the city as this type of imposed pictures aid the creation of such clichés.
†
• Saída Palou Rubio es doctoranda del departamento de antropologia social de la Universitat de Barcelona. E-mail:
saidapalou@ub.edu
fectos, que olvidan adrede las incoheren- gado (1999: 100) matiza que “la morfología
cias, el desorden y la suciedad inherentes a social y los sistemas colectivos de represen-
toda ciudad. La Barcelona ideal, así como la tación no se corresponden de manera per-
religión, nos diría Drurkheim (1987 [1912]), fecta”; es decir, la Barcelona real no corres-
es la Barcelona real pensada y representa- ponde de forma precisa con sus representa-
da idealmente. Los intereses y las formas ciones turísticas. La memoria de los indivi-
evocadas de Barcelona (promovidas por las duos es incapaz de dibujar imágenes exac-
instancias dedicadas al turismo) son como tas de la realidad. La memoria se caracteri-
los intereses sociales y morales que, de za por su dispersión, por su pluralidad, por
acuerdo con Durkheim (1987 [1912]), bus- sus múltiples incoherencias, inestabilida-
can en la religión un mundo perfecto que des y desordenes. Constantemente ata y
supere las imperfecciones del mundo real. desata referencias sin llegar a elaborar
Sin embargo, no existe una exclusión entre imágenes permanentes ni coincidentes con
ambos planos, sino que su relación tiene la realidad. Las imágenes son pistas que un
que ver con la complementariedad: una individuo o una institución fijan para “re-
Barcelona existe gracias a la otra. La Bar- presentar” la realidad. Las instancias dedi-
celona turística se puede entender como el cadas al sector turístico aprovechan esta
reflejo perfeccionado de la Barcelona real, lógica para crear todo tipo de identificacio-
de la Barcelona ordinaria y vulgar. La so- nes. Es oportuno en este sentido traer a
ciedad ideal (en este caso la Barcelona tu- colación las consideraciones de Terradas
rística) forma parte de la sociedad real (de (2000), que formula muy elocuentemente
la Barcelona cotidiana); forma parte porque una distinción entre las identidades cultu-
es su abstracción, es su idealización. La rales y las identificaciones políticas. Mien-
Barcelona turística que coexiste dentro de tras que las identidades son vivas y expre-
la Barcelona real no es su contrario, no es san la creatividad propia de los individuos
su oposición, no es irreal. La Barcelona y de los lugares, las identificaciones no son
turística sólo es su idealización. La Barce- más que instrumentalizaciones efectuadas
lona turística es la ciudad fingida. des del poder, que generan un proceso de
El arte de la mnemónica enseña que pa- alineación, reducción y conversión abstrac-
ra recordar es necesario adjuntar una ima- ta de una memoria de vida en un signo de
gen sensible de aquello que se quiere recor- pertinencia o estigma político. Según Te-
dar. O sea, si se pretende recordar Barcelo- rradas (2000: 32), “en nuestra sociedad, la
na, es necesario elaborar referentes sensi- identificación actúa de forma triunfalista,
bles que permitan evocar la ciudad. Estos sometiendo y distorsionando la identidad”.
referentes obviamente deben de poseer La Barcelona turística está hecha basándo-
algún tipo de conexión con aquello que se se en identificaciones que apagan la vivaci-
debe recordar, tanto si es porque se le pare- dad inherente de toda identidad. Pujadas y
ce como si no, deben establecer algún tipo Comas (1982) se basan en la idea de que no
de conexión con Barcelona. Podemos trazar existe una esencia simbólica en las identi-
un claro paralelismo entre los postulados dades, ya que consideran que los símbolos
de Durkheim (1987 [1912]) y lo que nos apelados en nombre de la identidad no son
enseña el arte de la mnemónica. En su obra más que manipulaciones del pasado que
culminante, Las formas elementales de la acaban provocando un espejismo de conti-
vida religiosa, el sociólogo francés postula nuidad histórica y de existencia de unas
que existen dos categorías básicas de raíces identitarias esenciales. En el caso de
hechos, la diferencia entre los cuales es el Barcelona, Gaudí no solamente aparece
pensar y el actuar. Por una parte, existen integrado dentro del paisaje urbano de la
las creencias, los estados de opinión. Por ciudad, sino que, además, aparece resaltado
otra, existen necesariamente las formas y es presentado positivamente como un
concretas de acción, los hechos. Así, para símbolo esencial de la ciudad.
pensar y recordar Barcelona es necesario Manuel Ribé, quien fue Presidente de la
representarla, trasladarla al terreno de los Federación de Sindicatos de Iniciativa de
hechos, es necesario conectarla a alguna Cataluña en tiempos de la II República,
experiencia sensible. De todas formas, alu- comparaba la actitud que adoptaba una
diendo al pensamiento de Durkheim, Del- ciudad turística con la actitud de una mujer
predestinados a convertirse en memoria del que pasaba una semana en Barcelona con-
viaje. Simonicca (1997: 142) se refiere a taba que ella y sus amigos no dedicaban
estos productos de forma elocuente cuando demasiado tiempo a las visitas culturales.
apunta que la presencia física de estos obje- Por este motivo, la joven decidió comprar
tos ayuda a localizar, definir y congelar en un libro de la ciudad en el cual podía con-
el tiempo una experiencia transitoria y templar todo lo que no podría ver en direc-
momentánea. En principio, el producto to. Afirmaba que, a su regreso en casa, lee-
adquirido no contiene ninguna propiedad ría el libro y podría admirar todos los mo-
intrínseca que lo califique como souvenir; el numentos que durante sus días en Barcelo-
objeto pasa a ser recuerdo precisamente a na no había podido visitar. Comentaba que,
causa de su intención y motivo de compra. de una u otra forma, el libro le permitiría
En este caso, el objeto primero es recuerdo, “estar” en los lugares en que no había esta-
después es objeto. La finalidad del objeto es do realmente. En esta ocasión el souvenir
precisamente su medio, su uso como re- actúa compensando y supliendo la visita.
cuerdo. Es la intención la que transforma Se puede constatar que su poder evocador
un objeto cualquiera en recuerdo. Augé es tan grande que no sólo es usado como
(1998 [1977]: 26) señala como estos produc- soporte y refuerzo de la mirada turística,
tos cobran todo su sentido en un futuro, sino que puede llegar a suplirla. Otra si-
una vez finalizado el viaje. Una pareja de tuación ilustra perfectamente dicha consta-
turistas de Oviedo expresaba bien a las tación: una pareja de turistas de Navarra
claras esta misma idea: “una taza de Gaudí decían que los únicos souvenirs que com-
nos permitirá recordar Barcelona: los pa- praban eran postales y libros. Las postales,
seos, las plazas, los parques... Al mirar el para mandar a amigos y familiares, no ne-
objeto nos sentiremos orgullosos de haber cesariamente tenían que mostrar imágenes
estado en Barcelona”. de la ciudad que ellos hubieran visto en
El souvenir no contiene únicamente la directo, sino que lo único que les interesaba
capacidad de exponer y presentar la idea de era que se notase que procedían de Barce-
Barcelona, sino que a su vez tiene la capa- lona. Argumentaban que la función de la
cidad de generar un discurso alrededor de postal no consistía en describir perfecta-
Barcelona. En este sentido es importante la mente la ciudad, sino en recordar que no
imaginación y la intención que acaban con- les habían olvidado durante sus vacaciones.
virtiendo estos productos en recuerdos. Si Esta pareja también compró algunos libros
bien los turistas justifican el tránsito de de Barcelona con el fin de poder capturar
estos productos de un país a otro en la me- todo lo que no habían vivido en directo. Los
dida de su utilidad como recuerdos de viaje, turistas afirmaban que dedicaban más
también muchos turistas les confieren una tiempo a pasear por La Rambla que a visi-
función de intercambio. Las postales, por tar monumentos u otros lugares de interés.
ejemplo, tienen que ver con esta deuda de Las posibilidades de convertir objetos en
intercambio de tipo moral y de obligación. recuerdos son infinitas. Donde no llega la
Un matrimonio de Irlanda que viajaba en el realidad, llega la imaginación: cada turista
Bus Turístic de Barcelona admitía que nin- dota de significados propios a los objetos.
guno de los objetos que compraban servían Obviamente, estas decisiones están in-
para nada, pero explicaban que los compra- fluenciadas y validadas por la comunidad
ban para regalar a familiares y amigos, turística, que incluye vendedores y consu-
para que supieran que les habían recordado midores. Las identificaciones que se produ-
durante sus días de estancia en Barcelona. cen entre Barcelona y determinados artícu-
Lo que buscaban de particular en estos los son completamente arbitrarias. La
objetos es que tuvieran alguna relación alianza entre la intención del consumidor y
evidente con Barcelona. de los comerciantes en favor de la creación
Según los turistas, los souvenirs tam- de imágenes de Barcelona permite enten-
bién cuentan con otra dimensión que tiene der la presencia y el éxito de ciertos produc-
que ver con una función de suplementos: tos comercializados que, desde el punto de
estos productos llegan donde no llega la vista del local, poco tienen que ver con la
visita. Los souvenirs capturan simbólica- identidad de la ciudad. Para el visitante, un
mente la ciudad. Una joven turista de Bari objeto típico y auténtico de Barcelona no lo
es por motivos genuinos. Los habituales las terrazas de los bares, los parques, los
sombreros mejicanos, que se encuentran en bancos... y no tanto el Templo de la Sagra-
muchos comercios dedicados al turismo, son da Familia”. Y la mujer añadía “de hecho,
identificados como productos típicos de lo que nos gusta a nosotros es pasear. Diri-
Barcelona. En la mirada del turista, estos girnos a la Sagrada Familia y perdernos
souvenirs contienen una cierta identidad de por el camino, sentarnos en cualquiera pla-
Barcelona4. Algunas constantes permiten la za y pasar el rato”. Son muchos los turistas
construcción de esta identificación: en pri- que afirman que pasan la mayoría de su
mer lugar, la abundante presencia de tales tiempo en espacios de aire libre, en la calle,
sombreros en comercios turísticos; por otra sin hacer nada en especial. Muchos turistas
parte, el hecho de ver y conocer a otros tu- que entran en el interior de los monumen-
ristas que los usan o los llevan a sus casas tos pasan una mayor cantidad de tiempo
de recuerdo. En definitiva, el hecho de es- deambulando por sus entornos que en el
perar y desear el producto ayuda a conver- propio interior del sight. No es infrecuente
tirlo en producto típico. Muchas personas escuchar argumentaciones en el sentido de
que compran estos productos consideran que permanecer alrededor de la Sagrada
que son representativos de Barcelona; aun- Familia (paseando, comiendo, descansando
que desconocen los motivos de su supuesta en la terraza de algún bar o comprando)
“tipicidad”, los compran y los identifican significa igualmente visitar y conocer el
con Barcelona. La propietaria de un comer- monumento. Realmente como si la sensa-
cio de souvenirs ubicado cerca del Templo ción de presencia del monumento fuera
de la Sagrada Familia explicaba que, en un suficiente como para considerar que han
principio, se negaba a vender estos sombre- visitado el sight en cuestión. Igualmente
ros en su tienda, ya que ella, como barcelo- otros turistas manifiestan que el hecho de
nesa, no encontraba en ellos ningún sentido capturar el monumento mediante una foto-
identitario, sin embargo la vendedora tomó grafía o un souvenir ya es suficiente como
la decisión de venderlos porque constante- para considerar que lo han conocido.
mente entraban turistas con la intención de La visita turística al sight, ya sea desde
hacerse con uno de estos sombreros. el interior o desde el exterior, no siempre se
caracteriza por una contemplación exhaus-
Los paseos de los turistas tiva y profunda, aunque la percepción de
los visitantes así lo considere. En el interior
El turista deambula por la ciudad a tra- del Templo de la Sagrada Familia son mu-
vés de nodos y arcos, aunque, en principio, chos los turistas que se paran a contemplar
los nodos o sights acaparan especialmente los trabajos de los albañiles que están cons-
la atención del turista. Si bien la acumula- truyendo el Templo. Durante algunos ins-
ción de turistas en torno a los principales tantes, el trabajador pasa a ser objeto de
sights de Barcelona es evidente, resulta atención de la mirada del turista. Así, en el
interesante contrastar esta evidencia con interior del Templo de la Sagrada Familia
los discursos de los propios turistas y pre- conviven varios tipos de miradas: el turista
guntarse si realmente la calle es sólo un es capaz de contemplar tanto lo extraordi-
espacio de paso, un arco, o, de hecho, actúa nario como lo más vulgar o cotidiano, y es
como nodo. Por otra parte, es preciso pre- que la mirada turística también implica
guntarse también si, en correlación, el sight cierta atención a las actividades no comer-
actúa más como nodo o, en realidad, con- ciales. En este sentido, Urry (1990: 12) sos-
forma un espacio de paso. Algunos turistas tiene que “la mirada visual convierte en
han afirmado que la calle, entendida como extraordinarias actividades que en otro
espacio de transición entre un lugar y otro, caso serían corrientes”. Un grupo de turis-
concentra más fuerza de atracción que el tas de Brasil (unos médicos de Río de Ja-
propio sight, de tal forma que las calles neiro acompañados de sus esposas) perma-
acaban transformándose en el propio nodo, necieron durante una hora y media por los
en el propio centro de interés de la mirada alrededores del Templo de la Sagrada Fa-
del turista. La pareja de turistas de Oviedo milia; no entraron en su interior, sólo la
mencionada sostenía claramente que “la fotografiaron y la “vivieron” desde el exte-
esencia del viaje son las calles, la plazas, rior; aun así, los médicos expresaban su
satisfacción por la contemplación del mo- maba que ella era muy consciente de la
numento y sentían que, de una u otra for- comercialización de la Barcelona turística,
ma, también lo estaban viviendo. Es signi- que sabía perfectamente que se trataba de
ficativo en este sentido el caso de un visi- una manipulación del paisaje y aseguraba,
tante procedente de Pisa que, llegado en convencida, que a ella no se la engañaba.
autocar procedente de Italia y con dirección Esta conciencia respecto a la comercializa-
a Marruecos, permanecía durante una hora ción le provocaba una cierta desilusión. Se
y media en Barcelona, precisamente en los sentía lejos del resto de turistas que pasa-
entornos de la Sagrada Familia. El hombre, ban las horas en una larga cola para acce-
que no entró a visitar el monumento (ni der al interior del monumento. Otro grupo
siquiera llegó a dar la vuelta entera a su de turistas jóvenes propugnaban la existen-
perímetro exterior), expresó sin embargo cia de dos Barcelonas: la “Barcelona autén-
una fuerte percepción emocional por su tica” y la “Barcelona turística”, aunque
visita (rápida y superficial). Se puede cons- aceptaban que su condición de turistas no
tatar que existe una confusión entre la su- les permitía acceder al conocimiento de la
perficialidad y el contenido: la aparente verdadera Barcelona.
superficialidad es, en definitiva, el propio
contenido. Por así decirlo, el turista siente El sight y una triple relación de vínculo
que su visita ha sido completa aunque no
explore en profundidad el monumento o El diseño de sights favorece la atracción
sight en cuestión. La clásica dualidad de los del visitante, de forma que el turista puede
conceptos de esencia y apariencia se torna recordar la ciudad a través de ideas y mo-
reversible, aunque de eso no se debe des- numentos concretos que resulten especial-
prender que no existan turistas que reali- mente extraordinarios, particulares y úni-
cen visitas exhaustivas y profundas de los cos. Para favorecer la atracción del visitan-
sights de la Barcelona turística. Por lo ge- te y garantizar la construcción de la IDT,
neral, puede decirse que la mirada del tu- los espacios turísticos ejercen una triple
rista no es exhaustiva, pero si satisfactoria. relación de vínculo: en primer lugar, el
En una gran ciudad como Barcelona, la sight actúa como propuesta de vínculo con
corporeidad del turista le delata y le distin- Barcelona, en segundo lugar el sight actúa
gue de los demás. El visitante no consigue como propuesta de vínculo con el propio
difuminarse con el resto de paseantes, su visitante y, en tercer lugar, el sight actúa
estigma no le permite una disolución total. como propuesta de vínculo con el resto de
Una de las repercusiones que conlleva la turistas. De esta triple relación de vínculo
estigmatización es que al individuo (en este se derivan algunas cuestiones importantes.
caso el turista) no le queda más remedio En primer lugar, la constatación de que los
que asumir como verdaderas las sentencias espacios turísticos son una propuesta de
atribuidas, hecho que puede condicionar en vínculo con Barcelona permite explicar el
buena medida sus actitudes. En este senti- efecto de los mismos sights como elementos
do, Goffamn (1963: 17) sostiene que “el provocadores de estereotipos. De entrada,
individuo estigmatizado tiende a sostener se establece que una mirada vale más que
las mismas creencias sobre la identidad que mil palabras. En efecto, con la selección y
nosotros”. Este deseo de deshacerse de los exaltación de determinados espacios queda
estigmas e identificaciones típicas de los garantizada la congelación de imágenes, y,
turistas tiene un denominador común, ba- por tanto, la formación de estereotipos.
sado en el hecho de que muchos visitantes Entender que los espacios turísticos actúan
se perciben a sí mismos diferentes del resto como propuestas de vinculación con Barce-
de turistas, ya que, según argumentan, lona permite comprender el hecho de que
ellos buscan cosas distintas. Algunas per- entre sights y la misma Barcelona se pro-
sonas entienden que las guías turísticas de duce una relación confusa, se establece una
la ciudad ofrecen una imagen irreal de Bar- dinámica de sobreidentificación. Los sights
celona. Lo demuestra claramente el caso de o lugares de interés son presentados como
una señora de Bolonia que, sentada en un responsables de la personalidad de la ciu-
banco en el Passeig de Gràcia, ante la Casa dad, se los convierte en portadores de una
Batlló, no se reconocía como turista. Afir- esencia de Barcelona que produce, en la
sino que escoge y destaca algunos retazos tra que los discursos de los turistas son
de la realidad. Figura y obra de Gaudí sir- idénticos independientemente de su forma
ven de excusa para vender Barcelona, y de visitar la ciudad. Las siguientes defini-
ambas son usadas de forma interesada por ciones lo confirman: “Barcelona es Gaudí”;
las instancias promotoras del turismo. “lo más significativo de Barcelona es el
Si bien existen símbolos hegemónicos Barça: otro año ya vendremos a ver la Sa-
compartidos, la imagen promovida por em- grada Familia y otras cosas e Barcelona”;
presas TTOO, por el Consorci de Turisme “Barcelona es arte, arquitectura, belleza... o
de Barcelona y por los comercios de objetos sea, la Sagrada Familia y todo lo relaciona-
souvenirs, es dispersa y discontinua en do con Gaudí; arte, sobretodo es arte”;
varios aspectos. Sin embargo, las imágenes “Barcelona es comercial, intercultural y
de las que hablan los turistas son todas cosmopolita”; “Barcelona es Gaudí”; “Gaudí,
ellas muy coincidentes, ya que parten de arquitectura y comercio”; “Barcelona es el
unas nociones comunes. Se trata de imáge- contraste y la convivencia entre la tradición
nes compartidas tanto por los turistas que y la modernidad”; “Barcelona es esencial-
usan material de promoción de la ciudad mente arquitectura”; “Barcelona es una
como por los que aseguran que no recurren ciudad viva; así me la imaginaba y así la
a estos soportes ni recursos. Así, turistas veo”; “Barcelona está hecha de gente vital y
que desean conocer una Barcelona más allá abierta... conocer Barcelona no significa
de la Barcelona turística, formulan defini- conocer solamente la Sagrada Familia, pero
ciones de la ciudad idénticas a las de los considero que conocer la Sagrada Familia
otros turistas, aunque la practiquen de ayuda a conocer Barcelona”; “lo más impor-
formas más particulares (habitualmente se tante de Barcelona es Gaudí. Pero Barcelo-
trata de personas que pasean por las calles na también es mar, turismo, espacio, am-
con el deseo de diluirse con su gente y de plitud, orden...”; “Barcelona es buen clima y
escaparse de los rituales turísticos al uso, tranquilidad para pasear”; “Barcelona es
como pueden ser las visitas a museos o fiesta y la Sagrada Familia una operación
sights en general). Las imágenes comunes comercial”; “la Sagrada Familia representa
aluden a conceptos relacionados con la Bar- Barcelona”.
celona cosmopolita y diversa, Barcelona A través de todas estas expresiones,
como ciudad vital, Barcelona situada entre puede entreverse el hecho de que las ins-
la modernidad y la historia, Barcelona del tancias que promocionas la ciudad, en rea-
arte, del diseño y de Gaudí. El significativo lidad, se dedican a aprovechar una serie de
hecho de que turistas que afirman no haber estereotipos más generales de la ciudad a
consultado material de promoción realicen fin de ofrecerla al cliente potencial.
unas definiciones de la ciudad idénticas a En el seno de la Barcelona promovida
las de los otros turistas, permite deducir coexisten muchas imágenes, con más o me-
que, más allá de la Barcelona promovida y nos continuidad entre ellas y con la misma
vendida, existe una imagen más general, Barcelona. No existe una armonía en la
vaga y estereotipada. Una joven pareja de simbología ni en las intenciones de sus
turistas admitía que, aunque antes de lle- vendedores, pero de este hecho no se des-
gar a Barcelona, no habían revisado ningún prende que todas estas imágenes sean in-
catálogo ni guía, la imagen que tenían de la compatibles; de hecho, se combinan ente
ciudad era el paseo de La Rambla. En cual- ellas a la perfección. Un sombrero mejicano
quier caso no sabían a qué o quién atribuir y un itinerario en el Bus Turístic no son
el origen de su imagen mental previa y prácticas excluyentes. En este sentido, San-
argumentaban que “son cosas que ya se tana (2003a: 51) afirma que las imágenes
saben”. Asimismo, la pareja de Oviedo co- de un área de destino son siempre plurales,
mentaba que “Barcelona es la Sagrada Fa- ya que estas no son inmóviles, sino que
milia y la Rambla. ¿Qué por qué? Es como viven adaptándose a los intereses y deman-
un flash; es lo que más suena de Barcelo- das del sector.
na”. Las formas como los turistas han defi-
nido la ciudad pone de relieve el valor de
esta mirada fragmentada, superficial y
estereotipada y, al mismo tiempo, demues-