Está en la página 1de 2

SANANDO LA CIUDAD

2 Reyes 2:19-22
Eliseo acaba de ser asignado como sucesor de Elías. Ahora es el
profeta del momento.
Ya gran parte del pueblo lo sabe. Los hombres de la ciudad piensan
que el Espíritu de Dios tomo a Elías y lo arrojo en algún monte y
deciden ir a buscarlo. Después de tres días regresan sin
encontrarlo.
Acuden a Eliseo.
A-Esta ciudad es muy buena, tiene muy buena ubicación geográfica,
es un lugar muy comercial, a ella llega gente de todos lados, es tan
especial que cruza una carretera que une a todo sur américa,
estratégicamente está muy bien ubicada, su clima es bueno, es
tierra de oro, gente amable. Etc.
Pero tiene un problema
Las fuentes que hay en la ciudad son aguas enfermizas. Nuestros
jóvenes están bebiendo de esas aguas llamadas. Sexo ilícito, drogas,
parrandas, alcohol, libertinaje, rebeldía.
Jesús le dijo a la mujer samaritana: El que bebiere de esta agua
volverá a tener sed.
Por causa de esas aguas enfermizas hay esterilidad, Los jóvenes
abortan sus sueños, gente sin propósito, muchos le han perdido
sentido a la vida.
Las aguas contaminadas están causando daño.

La solución
V 20 Poned sal en una vasija nueva.
Vasija nueva: personas procesadas, transformadas, gente sin
argumentos, odres nuevos.
Sal. Es usted y soy yo
Esta sal es llevada a los manantiales de aguas, (lugares estratégicos,
lugares de influencia) Allí serán derramadas para traer sanidad y
restauración.
Todo lo que ha estado trayendo descomposición será cortado.

Dios dice: Yo sane estas aguas y no abra allí más muerte ni


enfermedad.
Amada iglesia. Hay fuentes de aguas que necesitan ser sanadas. La
sal debe ser puesta allí para restauración.

Ministración

También podría gustarte