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Elecciones Cataluña
Elecciones Cataluña
Convergència i Unió gobernó Cataluña desde 1980 hasta 2003, bajo la presidencia de
Jordi Pujol, que fue presidente de la Generalidad de Cataluña hasta el 18 de diciembre
de 2003. Desde enero de 2001, cuando Artur Mas asumió el cargo de Conseller en Cap
de la Generalidad, se fue produciendo un relevo paulatino en el liderazgo de la
federación.
También en las elecciones de 2006 CiU obtuvo el mayor número de escaños, es decir 48
de los 135, pero evidentemente los resultados no le permitían gobernar por sí solo. Por
tanto, el gobierno salió de una coalición del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC),
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) e Iniciativa per Catalunya Verds-Esquerra
Unida i Alternativa (ICV-EUiA), conocida como el Tripartito catalán. El líder del PSC,
José Montilla, fue nombrado como Presidente de la Generalitat.
Se admite habitualmente que incluye dos tendencias en su seno, una catalanista y otra
más autonomista.
Como ya os he dicho antes, el primer secretario del PSC, José Montilla, fue nombrado
presidente de la Generalitat tras las elecciones de 2006, gracias a un pacto entre los
partidos ERC y IC-V i EUiA.
Sin embargo, este año el PSC sufrió la peor derrota de su historia en unas autonómicas,
a pesar de obtener 28 escaños y situarse en el segundo lugar tras CiU. En 2006 el
partido había logrado 37 escaños.
Hay varios elementos que podrían explicar la terrible derrota del PSC. Por ejemplo, los
electores han pasado factura al gobierno de Montilla por la mala gestión de la crisis
económica, pero también por otra crisis política más local, motivada por el recorte del
Estatuto por parte del Tribunal Constitucional. Asimismo, el PSC ha perdido votos
también como consecuencia de los desacuerdos internos de la coalición.
Montilla admitió su derrota sin paliativos, felicitó a Artur Mas y anunció que se abre
"un proceso de cambios" en el PSC comenzando por su propio liderazgo. No repetirá
como candidato a la primera secretaría del partido en el próximo congreso, que se
celebrará probablemente en 2012.
Después de su actuación en el debate del Estatut, contra el que presentó el recurso que
ha propiciado el recorte, este ascenso solo puede interpretarse como la antesala del
castigo que los electores españoles preparan contra Zapatero a causa de la crisis.
El apoyo del PP puede ser decisivo para que Artur Mas pueda llevar adelante algunas de
sus principales medidas.
Como habéis podido ver, el cuado político en Catalunya es bastante complejo, pero una
cosa es clara: los ciudadanos -que han acudido a las urnas más de lo que se esperaba-
han decidido evitar un nuevo Ejecutivo de coalición fruto de complicados equilibrios e
improvisadas alquimias y en cambio han otorgado un triunfo amplio a la federación
nacionalista CiU.
Pero lo que tiene Artur Mas por delante no es exactamente un camino de rosas. La
Generalitat está agobiada por las deudas y la economía española, junto con la catalana
está bajo el foco de los mercados internacionales, que en cualquier momento podrían
agravar la ya delicadísima situación.