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ano tej ioe favor, tuvimos que usar los remos para darle direccién a La Nia. Lo que nos cost6 diffcultad al principio det viaje, ahora Io haciamos con ‘mucha sencillez y pericia. Los remos parecian luna extensién de nuestras manos y maniobraba- ‘mos como marinos expertos en su oficio. Cast ‘como habiamos ealculado, aunque con algunas horas de retraso, llegamos a donde el Tam ddescargaba sus aguas, junto con lodo y todo tipo de objetos minerales, animales y vegetales, al ‘gran Golfo de México. Ahi todo era ancho y bello. ‘Una sorpresa nos tenia reservado el destino: nuestros padres, enmuinados y dispuestos a ‘damos un castigo ejemplar, nos esperaban en la ‘desembocadura, Pese a que de locos y pentontos rho nos bajaron, con excepcién de Benito Montal- vo, alias Monserga, a quien sie dieron una bola de cinturonazos por haber dejado asus hermanl- tos solos: con el resto de nosotros no pasé de un buen cuerazo, un regafo inclemente y luego una felletacion por habemos atrevido a realizar se- ‘mejante hazana. No descubrimos nada, no abr ‘mos una nueva ruta comercial para ningin lado. Sencillamente habiamos logrado una aventura fl que, paralossiete tripulantesdeLaNina Seria inolvidable. MISEGUNDO BESO MISEGUNDO BESO slejandko pleating rgie, que asi se hacia llamar, no fue una ‘como todas en esa edad en la que los barros y las espinillas delatan la comision de un lapubertad, mejor conocida como adoles- ©, mas especificamente, la época en la ‘queno solo se terminé laninez sino que, también ¥ para coimo, empezé la secundaria, Mi novia no era como todas, simplemente, porque tenia muchos afos mas que yo (digamos tres 0 cuatro) y porque su amor alcanzaba para jo, tanto como para ser mi amiga, mi hermana jayor © mi guardaespaldas. No es que fuera ida nifea. Tenia el pelo largoyylacio, tan rubio ue seguramente se lo pintaba; de repente cami como si fuera Peléa la hora de ‘driblar aun fensa en los limites del rea grande; se esme- 9 en el maquillaje y en cultivar ufas largas y slcjurro pletion le acerca de mis titimos descubrimientos, y a ‘que me gulara por una ciudad inmensamente ‘grande y casi desconocida, llena de tanetes. ver dedores, gritos, basura,algarabiay prisa. Fuealli, cen medio de esta cludad y bajo tierra, entre las. estaciones Btiopia y Eugenia de la linea tres det Metro, cuando Angie tomé lainiciativay me llend latboca de besos, de esa sensacion de calor tibio y hiimedo: y yo que me quardaba para la mas aplicada dei salén y que me imaginaba que estas, ‘cosas se hacen siempre con declaracion de por ‘medio; yo que moria porimaginar cémo se bana- ba Sofia, ahi estaba, correspondiéndole a Angie, mientras escuchaba que alguien deciaque loque estabamos haciendo era una cochinada. ‘Salimos del Metro abrazados. For mi parte, Nevabaen el bolsillo una certeza que me dediqué ‘acariciar desde entonces, asi como se hace con lo recién adquirido: la vida es més sencila de lo que parece, sin importar que no nos quste ser ‘como somos, ‘A veces, al recordarlo, pienso que cuando tuno es joven no puede darse el lujo de intentar Jo que los grandes: sin embargo, tuve a Angie, su vvoz cruda, su negativa a que las cosas legaran ‘mayores; ademés, ni ella ni yo teniamos dinero. 's6lo las palabras y los besos. los abrazos en el transbordo del Metro Balderas, todos los tineles de la cludad a nuestra disposicion yla pintura de labios que me limplaba culdadosamente antes de llegar a casa. ©, s1egudo too “Nor soli deci Angle al odo aa hora ice meade abril se me meta ena sangre en fn parque. "No. plenso ahora, Angle no crt bre como deci lasmalsengus,"n0- me to, quén sabe culntos alos despuce, ahora jeme lacncontréen un supermereado Vesta ‘a manera. "No aunque qui sabe ors se lamaba Caron SECRETO A VOCES eguramente alguien ya lo habia leldo. Irene nolo encontré en su mochila, donde a veces fo traia con el temor de que en casa su hermano abriera. El diario no tenia llave, asi es que lo taba con una liga a la que colocaba una del plumero~ con la curva hacia el lomo lalibreta. De esamanera, cualqulercambioen scolocacion de la pluma, delataba una intromi- 9. Nunca pens6 que en la escuela alguien se. a sacarlo de su mochila, Se acordé de la tia Beatriz con rabia, Cémo hhabia ocurrido regalarselo. ‘Ami me dieron, jo a los quince ahos, asi es que decidi Io mismo contigo.” Dese no haber tenido ese libro de tapas de piel roja. Ahora ireulando por el salon, quién sabe por ‘manos, por cudintos ojos. Miré de sosla- nin Iva yo, sin alreverse a un franco recorrido de las Caras de sus compaferos que resolvian los pro- blemas de trigonometria. Temia toparse con ‘alguna mirada buriona, poseedora de sus pensa- ‘mientos escondidos. Repasé las numerosas paginas donde estaba escrito cudnto le gustaba German, como le pare- ‘clan graciosos es0s ojos color micl en su cara pecosa y cémo se le antojaba que la sacara a ballar et las fiestas del grupo. Mas lo pensaba y se ponia colorada. Menos mal que habia notado fa perdida en la ditima clase del dia. No podria haber resistido el recreo, ni las largas horas de clases de la mitad de 1a manana, sabiéndose tentre los labios de todos y que su amor por German era un secreto a voces. ‘Justo el dia anterior, German se habia senta- do Junto a ella a la hora de la biblioteca. Debian hhacer un resumen de un cuento leido la semana anterior. Como no se podia hablar, German le ‘pas6 un papelito pidiendo ayuda. “SOS, yo anal- fabeta.’ Con dibulitos y flechas, Irene le conto la historia que German a duras penas entendia y se empezaron a reir. La maestra se acercé al lugar del ruido y atrapé el papelito cuando German lo ‘rrugaba de prisa entre sus manos. La salida de la hora de biblioteca les valié una primera piatica extra escolar y dos puntos menos en lengua y Iiteratura. ‘Todo eso habia escrito Irene en su tlbreta roja el miércoles 23 de abril, mencionando tam- & seareto a voces bien qué bien se te vela el mechén de pelo Casto sobre la ene y cme em su somiog Inentas Te peaia daclpas'y le intabe at Helo, el viemes porta, cono desgravio los mismos ltdos agtatos de ou corason dart el tron. eataban consgnade cn ean tine gn pada dc craronen com say tna T que ahora, todos, induso el momo ez ‘man, conocian. = fl sonar ia campana, abandon de pia ‘salon, y hasta fue grosera con Marisa. iene “eQue te pasa parece que te pls a Fe siento mal-contestosin mitra sgsera ypreparando su ausencia el da sguest nla can porintare, condo encmenjuje aque fe dieron una ver para que devouies o témago. Agua mineral un pan ny stad Sal:todo cna ictadora, Cuando eg su acre trabalo la encontrinclinda sobre ef cs oy conlapaldezdequienhncchadoeraloa as a manana del vemes en pas, inten. to leer £Heonciado Wer era trea ‘tlmes lgulentepero decckndese por Las nes de acale Morgue putin a cavo aba volvermisaeaasecundaia Foose ue ahora cran del dominlo pbc pl ido la manera de argumentar en su pies jode escuela Eratalsu voluntad de olvidar salon de clases, que nl sigulerreparsen si ni ‘queeraviernesy que habiaquedadocon German ‘de tomar un helado hasta que son6 el telefono. Te llama un compafero, ene ~gité su madre. Tho pudo negarse a contestar, haba tenido que daruna expleacion asumadre,asiesquese ‘esii2d con pesadez hasta el tetfono det pasilo. Lo tengo ld para que su madre colgara. “Bueno. ola, soy German, Qué te past? “He enferme del estomogo. SY todavia te animas al Helado? se le oy ‘con cierto temor. Trene se quedo callada buscando una res: puesta tajant. . “Ho, no me siento bien. “Enionces voy a vistare ~dljo decidido—, asitellevoeltemade ainveatigacion de bologia, Phos tocd juntos. No uivo mas remedio que dartesudieccién. banarse a toda psay vestise. Esa intempestva voluntad’ de Genmén por veria era una clara [prueba de que a sabla susplrando por él. Ahora {endria que serra, desmentiraquellasconfesio- ‘nes escita en el dario Como si fueran de ota ‘German lleg® puntual y con una cajta de hhelado de limon pues era bueno paral dolorde festémago’, Irene se empeno en estar seca, di tantey sin mucho entusiasmo por el abajo que hharian juntos. La cara de German fue perdiendo la sonrisa que a ella tanto le qustaba. te dismindo deapcs dea eusta fe hela elon, German fe ple Para los ‘eximenes fines puts ty iaperldo rene sub ala recamaray rg mucho éxito por ios cajones del esctonicy st mocha. 3 aco te ponte qu apeses Jueves habia cambiado todo fa mocha ev Dente del hee oscar; mei a mano Ts mocha vein y ae topo con alo duro: Ls despacio, emel diario atapasrojascon feurva Ge uma hace efor Bao de pris ns excleras, Lo encotr aoaiviads, pero temay ‘German am sin entender na. “ts que yao ibm a voter ala escuela il turblamente=ueres lado? ia me ba conte German, ain dots. =o, too ha sido um maentendio. Me te oiler, pero qu po avin “Est blen-conest emt con esa somsa cla tanto le gustaba ye mechoncastao arene sinsaber que esa ane queda nun ire de taps oj AQUELLOS TERRIBLES E INOLVIDABLES GEMELOS Jp his sorloe los gemelos las chavas los marcaban a pre- sion portoda la escuela. No los dejaban nia | ni sombra. La mas cargadita de todas era ra. Se tomaba del brazo de uno o del otro y no queria soltar ni para ir al bao. A veces ni y cualquier babosada que hicieran o dijeran Jas festejaba estentéreamente. Pero no solo ‘También la Gdera Enriquez, Lilia la Sotaca y la Tortona se desvivian por atender a los ¥y por andar echando relajo con ellos, ide ia entrada, durante el recreo y ala hora como si fueran sus etemas damas de ia 0 no sé qué. Jp hit ores ‘También habla dos 0 tres babosos que la hhacian de sus vasallos, pues, pa’cabarla de amo- lar, los gemelos siempre traian dinero a manos lenas y los mandaban que por los refrescos o las tortas, que por los helados o las palomitas o que por un antojito tonto para las chavas, las cuales hada mas se estremecian cuando uno de ellos © los dos se dignaban a tomarlas del talle 0 ajalar- las de la manita para moverlas de uno a otro lado de su pecaminoso circulo de amistades. Yo nun- ‘ca supe, por mas que me arrimaba y levantaba oreja, de qué tanto platicaban, pero de pronto rompian en estruendosas carcajadas y se empe- zaban a empujar unos a otros y las muchachas a agritar peor que si las estuvieran violando y ellos Ja, ja, ja. JiJlt... jo, Jo. Jo, tisa y risa, con sus ‘chapitas bien prendidas, su cabello rubio ensor- tijadoy sus suéteres de color vino igualitos. Pare- ‘cian gatos siameses, pues lo que hacia uno el trode inmediato lo secundabay las chavas, pues, Jos seguian incondiclonalmente. ‘Ast era, digo, antes de entrar, durante los recreos y después de clases: la banda jugando futbol, frontén ocorriendo como desaforados por doquiery los gemelos ahi, estiticos en un rincon, nes, bien, bien, espantandoles las moscas y sit viendoles degatos, elcasoes que parecian jeques Arabes, potentados o artistas quésé yo, yyaso oy dejandose querer y casi con todas las mejores ‘chavas de la escuela paraellos solitos. pues unas ‘se {ban y llegaban otras, y sus cuates lambisco- quel temBese inchidablen gemeloe que fs aptauieran o les egarana ptr t6grafos,pa'cabaria de amolar, Francamente, todos nos caian como patada de mula, «EI Chispiro se quejaba amargamente de que tno dejaban nada pa’ los cuates, Almarar los Imiraba con un odio silenciosoy la Morsa Felix a da ratomascllabaque se esiaban pasando de 8. que ya era hora, hijo. de que algulen les weara el ato ¢no? No0o, pus si, decian dos, alargando el hocieo de perro, pero nae atrevia a mirartos squiera fos ojam, arules ofundes,inlivoseintolerablessimplemen: nos ragdbamos a fustracion ei corajedever Tos gemetos feices como tombrices y alas ejoreschavas de a sec legando por racimos Tenclles pleltesia. Pa’ cabarla de amolar Un dia. sin embargo, el Negro, Lucas se ecidié a hacerle justia los pobres, pues ya inguna de las chavas queria plticar con noso- E> lagu pore allen es hala cise jos gemelosmnos caiangordos yen venganza hacianelfeo, asi que elmentado Negro tome jon de baskety. haciendo como que se le -yse hicieron a un lado, los dos al mismo Po. pues ya dije y lo repito: siempre reaccio- juntos. Yel balén que rebotaen una pared y elevando su velocidad al cubo que i2a con dos o tres de las viejas de cuerpo entes, unadelas cuales cayé de espaldas, 5 {Jone hin morales ‘como regla, fulminada en el acto, victima mas de la insana pasién en que se consumia que del bombazo recibido. 2 Ese dia se hizo tal alboroto que pa'qué les ‘cuento, sélo falté que llegaran la cruz roja y tos bomberos, porque la chava dizque se desmay6.0 le estaba dando el patattis, aunque nada zonza, pues en cuanto salld det mundo de los suenios instintivamente se refugi6 en los solicitos brazos de uno de los gemelos (el primero que atrapé). quien en unarranque de caballerosidad suprema la levanté en vilo y la levé cargando hasta la ‘enfermeria para que fuera atendida de emergen- cia, en tanto que reponiéndose ya del atentado Eloisa la Tortona requisaba de un manotazo el balén del Negro Lucas hasta que se aclararan los, hechos, dijo, comosi ahi se hubiese cometido un horrendo crimen, y el Negro Lucas pues nooo, que devuéiveme mi balén, él qué culpa tiene, y ella, echando espuma porla boca, que nooo, que consignado, y el Negro Lucas, prendido como horroroso Negro le dice que a una mujer no se Is pega, y el Negro ya con la mirada enturbiada 6, lorecogieraen ladireccién, adonde loibaallevar ‘mecha, que me lo regreses méndiga Torto0000- nat, y la Tortona que nooo, maldito Negro. y él ‘que explotay la empuja contra ia pared y ella que abre la boca y tamaios ojos de espanto, y hete aqui que, impulsado por los resortes de su necia. ¢ inexperta juventud, el gemelo que merodeaba por el lugar salté raudo y veloz y enfrentando al pots tembles¢inoidables gonclon coraje, piafando y con dos productivas fabricas de mugre y porqueria en las comisuras de los labios, no le contesta sino que le grita: ipues centonces te pego a tll, marical, yisopast, que se le va encima como perro chato, pero con tanta rabia y ala vez mala punteria que solito se comié laifinta que el gemelo isle hizo y también solito ysu alma negra fue a estrellarse contra la pared, tan dura y violentamente que noms soné jcrun- chi su cabezota y que comienza a sangrar a chorros del testuz el buey. Eltiro ya estaba hecho y también la ruedita y las viejas le gritaban al gemelo bis que no se dejara, que le diera duro al Negro, y la banda, como en dias de fiesta, animaba y empujaba a Lucas para que desquitara su coraje y de paso vengara el rencor acumulado de tanta gente y, sobres, duro con él, es barco, es barco, pero bre Negro, mejor ni lo hubiera intentado, ue apenas se lanz6 de nuevo contra el elo éste lo esquivé otra vez con una especie -verbnica andaluza, pero ahora si, Inmisericor- le atizo tremendo Izquierdazo que hasta a mi dolié en el alma, y le partié la boca en sabe .cuntos gajos al desastroso Negro, botando- }como hilacho viejo poralla, que mas de uno se los ojos para no ver lo que estaba viendo. bre, y entonces si que el Negro se enoja, Se le vio en los ojos fuera de sus érbitas y \Jeta distorsionada por el trancazo, la furiay lor. y ya iba de nuevo a arremeter contra el gr {ott his sores ‘gemebestia bis cuando se le ocurre escupir y no escupe saliva sino que babea un liquido rojo ‘oscuro, leno de pasto, tierra y cochinada y media, y, entre toda esa porqueria que le barbo- taba del hocico, uno de sus dientes de mazorca flotaba solitaria y penosamente y como negando- ‘sea dejario con una ventanota, puesha de haber pensado: feo el Negro y ademas chimuelo, ahora meeenos lo van a saludar las chavas. No. si el relajito que armaron ese dia los hermanitos Heredia, mejor conocidos en la es- cuela como los gemelos, no se nos va a olvidar unea, pues no se conformaron con estar aca pando con el cuadro entre las viejas y buriarse de nosotros, sino que a leguas se veia que eran racistas y que disfrutaban discriminando a los ‘demas. El caso es que cuando todos esperaba- ‘mos que el Negro reaccionara como hombrecito y acabara de una vez por todas con el gemelo Il, ‘aay, condenado Negro, tomé su diente de ma- zorea con delicadeza inaudita y lo abraz6 contra Su pecho, luego se fue derrumbando sobre si mismo en camara lenta, triste, desamparado impotente, y, valiéndole absolutamente madres Jas miradas de oprobio y vergaenza que la banda le prodigaba incrédula, pa’cabarla de amolar. Infeliz Negro, se doblé como arana fumigada bajo el peso brutal de la derrota. Pero lo que mas coraje nos dio fue que las viejas empezarona burlarse de élen sudesracia Y que el gemeloco Dis se hinchara como globo ¥ 8 sqpetiostemblex inden gemelon nos barriera alos demas con una miradita medio ufanay displicente o deaver quién|e sigue ahora fen los madrazos. Y ejem, ejem, antes de que reacclondramos en tumulto al desafio, nitardo ni perezoso el Oso Reséndiz iplaffffl, que lo des- cuenta y ya iba sobres a rematario cuando las viejas que regresaban de la direcclén y las que estaban ahi en bola le cayeron como terremoto encima y, jnommmbre para qué les cuentol, lunas le pegaban con el pufo cerrado, otras 10 Jalaban de los pelos y las menos encabritadas le ‘gritaban a corito: icooobarde. cobarde, eres un maldito cooobardel, y dale, dale, dale no pierdas el tino, por mas que traté de defenderse el ‘susodicho Oso, Ilegé un momento en el que yani el corazén ni las garras le alcanzaron y el menso se fue desmoronando entre las hooliganstotona- ‘cas de los abusivos gemelos, que le rompieron el luniforme, lo cachetearon y lo humillaron a mas poder, hasta dejarlo como santocristo y. pa’ ue no hubiese diferencias, también como trapo jejo lo arvojaron junto al Negro lloricén, que ja lamentndesela por su difunto diente, 0 ‘el osote del Oso, 0 porque ya ninguna de las le hablaria jamas, tan feo que lo habla jo la violencia desatada del gemelo bis. Total, y para no hacerla mas larga, que 165 del nifio ahogado se aparecié la quardia de la escuela, discordante y torpemente sntada por el Frijol, el prefecto dela mana: ¥, vasidmonos, que jala con todos los quejo- 2, jn hi meals 508 alla direcci6n, pues las viejas se quejaban de ‘que habian sufrido una baja entre sus huestes; el Nearo, de que Jorge Heredia (asi se expres6 del ‘gemelo bis el maldito) lo habia agredido cuando €1s6lo estaba jugando basketcomo angelito; y el (Oso Reséndiz reclamaba que, por defender a Lucas de la furia irracional de aquel sujeto, las ‘muchachas (también asf les dijo el cobarde a las iejas) lo habian golpeado y le rompieron la ‘camisa y el suéter y que hasta un zapato per Al Frijol (e brillaban los ojos de hiena y se le escurtia la baba por la trompa nada mas de imaginar las expulsiones que decretaria la subdi- rectora, pero exclamaba para disimular su gozo y serenar los dnlmos: ya veremos, ya veremos, y ‘uinando un ojo les hacia la sefal de que se ‘abrieran paso entre laturba de curiosos que yase habjan amotinado a su alrededor. En la direccién, las mujeres cacarearon mil acusaciones y reclamaron las cabezas del Negro ¥ del Oso que merecian ser linchados, aullaron, ¥ estos pobres y reverendos indtiles en lugar de Callarlas oreplicaries en el mismo tono nada mas atinaronadefenderse repitiendodébilmente: Pero (la Sotaca), pero Elofiisa (la Tortona), uste- dessabenmuchachasque estan mintiendo. Nooo, pues, si: banados en sudor, mugrosos, apestosos, ycon la cara de maleantes que ostentaban quién les iba a creer. No obstante, la subdi le grazné al, gemebundo bis que le contara detalladamente los hechos y éste, bien peinadito, bien fajado, Ko ‘ucts tember © inohidebles gems Fracsrncrencen jd Ses ster anemiontapcen cir a us pte ca oc isceaagt ence ae ogee ae Ee esr cee eee wet er sgt ga cerca arn i he ang vets pater cope ema i cee Tegouenie lc pemmaraa ge. we Eee Tart ae eegey en tena ee cate Conia Cr ane Pecan prc Soon aeeemcorenanyoe ea ls ten voce cony ee cee lia conteste. ore aie Se jon hi mores bien se daba cita ahi, cerca de su hermano como de costumbre, pero ni pio deca, nomas miraba. Y Laura, ay Laura, Laura desu eterno brazo, unida ‘en las buenas y en las malas con sus adorados ‘gemelos. La Tortona resoplaba como elefante Intoxicado y sus ojos endiablados disparaban rayos y centellas contra el Oso y el Negro. Lo estamos esperando, sefor Heredia, gruné de pronto la sub, ¢quiéééén tuvo la culpa de esto? El gemelo bis se mir6 la punta de los zapatos ‘como pensando que ya necesitaban bola, suspi- 16, y volviendo a levantar los ojos le sostuvo la mirada a la subdi y s6lo dijo: ya die. 2Ya dilije, 2yaaa dije?, se desganité la Peniche (la sub se pellidaba asi) escupiéndonos a todos, ipues se va usted dieeezzz diasss a su casa, a ver si asi aprende a contestarle a las autoridadeees! Larucaeraajita de estatura, morenay tenia la cara picada de viruela. Odiosa la vieja, pero el Negro y el Oso habian caldo sobre biandito. ya que a la subdl tampoco le pasaban los gemelos, ‘qué sé yo por qué: no que nos lo dijera, pero la risita babosa del Frijol y el rictus de pesar que se dibujo en los rostros de las fansgemelocas, asi nos lo hicieron comprender a todos los mirones amos colado a la direccién como En conelusin: 1a) Al Negro y al Oso los suspendieron tres dias por revoltosos y les hicieron firmar una carta aquctos tember inlidaben inlvicablee compromiso de la que dependia su est saludable en la escuela. = a ) Al gemelo lo echaron 10 dias por agrest- vo con sus companies ¢ ingolente: cam autoridades. va oa a ) Alas mujeres las regaharon ener n entrgicamen- te por no darse a respetary anvdar provocando confctos entre sus eompanteros (lediquense a estudiar en verde andar de loca, Semen prefecto con la aprobacion de ia subalrectora las risitas sardénicas de algunos). eS 4) Ala chava dlzque noqueada ni siquera la pelaron, pues se recupers instantaneamente et fos bazon del gemelo ty se abstuvo de hacer jeclaraciones para no romper el encanto. de aquel dia. “ irae ©) Elbalon de basket instrumento del deito, fue decomisado en defiritiva y pase m formar parte dela case de deportes 1) Al Oso Resénelz nadie le pags la camisa ni fuser que fe rompieron jes mas labo 1 El Regr Lucas, ras un periodo de bras, se acostumbrd a su nuevo apodo, imueinegro. si Bolsa la Tortona se autocriglo en una le de salvaguarda de los debiles en et 3 1uldadto con pisar en sus teens! 1) El prefecto y la subd signieron actuando tna y mugre en la ditt pero grandiooa jon hin morales tarea, decian, de hacer de sus alumnos hombres de provecho, y {))Alos mirones simplemente nos dijeron: zy ustedes qué? equé vela tienen en este entierro? jasu salon, sino quieren que también les demos vacaciones! Dictadas las sentencias y, vaaaya, atempera- dos los animos, el Osoasno evitd veral Negro y el Negro al Osoasno y cada uno se retird de la direcclon con a cola entre las patas; por su parte, ‘el gemelo | solidariamente abrazé a su hermano, le dio de palmaditas en los cachetes, ambos se sonrleron y, sin rebatir el veredicto en su contr porque sabian que el prefecto y la subdi Jamas entenderian de razones, abandonaron serena y resignadamente aquel sagrado recinto acompa- jhados de su séquito: la Guiera Enriquez, Lilia y Eloisa al frente, y, oh, desgracia: con Laura como slempre del brazo de los dos. Los demas reculamos en bola y salimos disparados con el chisme para el resto. Alguien hhabia hecho justicia por fin. Durante diez dias, pudimos descansar tran- quilamente de los gemelos, ya que ninguno de Tos dos se presenté a clases, y las viejas aunque ‘medio resentidas ¢ infulosas, pues como que se ‘empezaron a fijar un poco mas en nosotros. a fomamos algo en cuenta... Excepto Laura, claro, pa’eabarla de amolar. CUIRRE ff §.muy facil tan sencito que hasta un nino Puede improvisarlo ~dljo el profesor Arcadio vas, al mismo tiempo que levantaba el tubo. ensayo, lo agitaba y lo colocaba, con unas fas, sobre el fuego que brotaba de un me. La substancia amarillenta comenz6 a adqui- inatonalidad moraday un vaporcillo apestoso 26 a surgir lentamente del tubo de cristal, que mirabamos el experimento nos retira: lun poco, tratando de poner a salve nuestro y nuestros ojos. ‘sean miedosos, muchachos ~gruné el QUE clase de profesionistas van a ser ceuges agi ‘en el futuro, sialas primeras de cambio yatienen miedo. Aqui no pasa nada peligroso, es uno de os experimentos mas sencillos, mas elementa- es de la quimica Inorganica. Vamos, acérquense tun poquito para que vean la formacién de los ristales de sodio. Con cautela, arrimamos nuestros bancos ‘unos cuantos milimetros. La substancia burbu- Jeaba y su hervor provocaba un silbidosospecho- So. El color habia virado a un verde turquesa escandaloso. El rostro del profesor irradiaba una gran serenidad. Ahora viene el paso al matraz. donde el cloruro de potasio nos servira como catalizador y la reaccién que esperamos nos sorprenderd ‘con una integracion molecular esplendorosa. Rapido, hicimos las anotaciones pertinentes cen los cuademos cuadriculados que nos obliga aa utilizar el reglamento escolar: cuadriculados en tinta azul palido, marca Scribe, doce pesos ‘cada uno; se pueden, se deben adquirir forzosar mente en la administracién de la escuela. Se sancionarA con suspension temporal al alumno que no lo presente a los cursos en donde €s obligatorio. La reincidencia sera castigada con ‘expulsion. ‘Con mucho culdado, el profesor Cuevas vertié parte del liquido en una pipeta de preci: sién, colocé ésta sobre la boquilla del matraz de. vidrio esmerilado y dejé caer el liquid turqu gota a gota. rd tinea elemental ~1Abusados, muchachos, que ahora vlene lo més interesante 1 sublime de nuestra profesion Ge ingenterosquimicos:atransformaton de on Cuerpo en ote cuerpo totalmente diferente, con estructura atomieay cualidades absolutaronte Sistintas algo asl come a gestacion se un mula enelreino animal, que nies burro nies yeguas sino mula retobona, muy buena pera el takajol iAbusados, eh! % Dentro del matrazadivinamos, mas que vi mos, come el iquldo turauesa se espareis en el fondo, sobre Ia placa de coruro de potasio ¥ formaba unos extranos ombos anararjados que brincaban como saptos en un estangue de lose, Después los sap voritaron una exerecencia

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