Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
T ú una flor del campo, ¡Oh mujer! ¡Tus ojos son el espejo
Yo quiero decirte mujer, que eh descubierto que el secreto para ser feliz
es amarte, y quisiera contarlo a todos y quisiera consagrar mi vida a
tu servicio. Tú me has envuelto en el mismo y único amor de Dios.
“Amarás al Señor tu Dios y a tu hermano”. Este es el mandato.
Cuando estoy junto a ti, sé que estoy cerca de Dios. Todo cuanto
hago por ti, mujer, lo hago por el Eterno, por el infinito, que es Dios.
Cuando te amo, estoy auténticamente amando a Dios. Porque la
expresión más auténtica de nuestro amor a Dios, es nuestro amor a la
mujer.