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VIERNES, 26 SEPTIEMBRE 1969 LA VANGUARDIA ESlPAÑCLA Página 41

EN TORNO * LAS LEYES


UN «POP ART» HETERODOXO
POCOS SEACUERDAN DELOS MUERTOS
EL IRREALÍSIMO LÍRICO Nuevamente lia saltado al plano de la siguiente. Tal vez aun entonces el cadá-
actualidad la muerte de tantas perso- ver de su víctima no se hallaba ente-
nas cansadas por accidentes de la cir- rrado, acaso aun se oían las lágrimas
culación. Tal actualidad la han dado de sus familiares. ¿Cómo pudo darle al

DEBENEYTO
El «Pop art», que comenzó su auge en
personajes famosos con sus coches No- balón? Podría suceder asimismo que la
sotros apreciaremos esta tremenda car- procesión, según se dice vulgarmente,
ga de sangre, dolor y lágrimas del trán- fuese por dentro del famoso internacio.
sito motorizado a través de un imagina- nal. tal vez debió esforzarse para apa-
rio periplo entre España y América del rentar ante su hinchada indiferencia por
Norte. Nuestros viajes de siempre son tanta desgracia causada.
Estados Unidos e Inglaterra ya en asi de baratos. Pues los famosos de aquí
1958-1960, ha tenido repercusiones y de allí han descubierto la general in-
amplias en el mundo. Pero cómo pro- diferencia de las gentes por estas vie-
¡Vivamos deportivamente!
ducto dé una sociedad determinada, Pues algo, tal vez por el estilo, pasa
timas dp la .motorización de la vida. en tema gastado a costa de ser tan tra-
mucho más influida que la nuestra Tanto es asi 'que ni aiín ciertos auto- tado de la muerte de la joven Mary
por el realismo y la «oferta de feli- res de homicidios por supuesta impru- Jo en ocasión del accidente del tránsito
cidad», a poco precio de la propagan- dencia punible en la conducción aparen- causado por el senador americano «Ted»
da, en otras comarca!? ha cambiado tan quedar muy afectados por tan irre- Kennedy Deliberadamente silenciamos
de signo, pudiendo incluso transfor- parables consecuencias humanas. Suce- nuestra pena por tantas maniobras dila-
marse en algo esencialmente distinto de que las pólizas de seguro obligatorio torias para desviar la investigación ju-
que. paradójicamente, se expresa a y voluntario suelen cubrir las respon- dicial. Ahora bien, la atención pública
través de la imaginería «Pop». sabilidades civiles que puedan derivar- americana y aun mundial se han preo-
En España es donde las versiones se de estos homicidios involuntarios. En cupado mayormente por la carrera po-
de ese arte se han modificado más el orden personal, por lo general nadie lítica del presunto homicida por impru-
profundamente. Un ejemplo perfecto va a la cárcel. Tanto es así, que la san- dencia que por su propia víctima. Tanto
de metamorfosis lo ofrece la obra ción suele quedar reducida a la priva- es así, que hasta sus padres manifesta-
actual de Antonio Beneyto (1934), re- ción de unos meses del permiso de con- ron haber quedado complacidos por las
sidente en Barcelona, pintor y es- ducción. Un seguro especial autorizado declaraciones del joven senador ante la
critor que liga íntimamente ambas cubre los perjuicios económicos de la re- televisión. El suceso sigue aún envuelto
actividades (incluso en alguna obra tirada del carnet. Por lo demás, ape- en las peripecias judiciales, oculto por
pictórica sugiere el mundo literario nas» queda vinculación moral, carga en las intervenciones políticas de Kennedy
por inserción de signos gráficos y las conciencias, dolor que crea amor ha- sobre el Vietnam y Oriente Medio. De
otros*. Aficionado al color y a la for- cia las víctimas y sus familiares. Tanto la muchacha sólo se habla por si pue-
ma desde antes que a las letras, ad- es así que aun en la terminología fo- de ser exhumada a los efectos de una
quirió, en cambio, más rápida profe- rense suele advertirse verdadera confu- autopsia por los médicos forenses. Una
sionalidad en éstas y solamente en sión en la imputación del sujeto de la autopsia que ahora no descubriría nadn.
los tres años últimos su pintura, sobre misma desgracia. ¿Quién es el victima- ¡Ah! La pérdida de una joven vida ha
tela y papel, ha adquirido una den- rio? ¿Quién es la víctima? Recordamos afectado a poca gente. De regreso a
sidad notable y un estilo auténtica, un lance ocurrido hace muchos años en nuestro país, hemos visto repetido tal fe-
mente propio. Tras una fase (1967- la Audiencia Provincial de Barcelona. nómeno en ocasión del atropello de un
1968) experimental intensa, con todos Sucedió que el abogado defensor de un joven por el coche que guiaba el fanio
los medios y procedimientos, traba- automovilista causante de la muerte de so tenista Manuel Santana el día pri
jando lo mismo en amplios lienzos que un niño manifestó en su informe que «su mero de noviembre de 1968 en la carre
en pequeños soportes de papel, acer- patrocinado había tenido la desgracia tera de Madrid a Irún, a dos kilómetros
cándose a veces a formas monumen- de matar con su coche a un niño». Ter- de Vitoria. En efecto, el juicio oral que
tales y haciendo proliferar en otras minado el debate del juicio oral el pre- había sido señalado en el pasado mes de
ocasiones mundos microcósmicos- que sidente de la Sala, un buen magistrado agosto fue suspendido al menos según
pululan como los «gestos» de un Mi- andaluz, le observó paternalmente: ((Per- las noticias facilitadas por una agencia
chaux, Beneyto llegó a principios de mítame que le diga que no es el auto- porque el famoso tenista debía cumplii
1969 a cristalizar dos corrientes do- movilista quien ha tenido la desgracia sus compromisos en unas competiciones
minantes en su obra: la «serie azul» de matar a un niño, sino el niño que deportivas internacionales. Finalmente,
y la «serie negra». ha tenido la desgracia de ser matado el 17 del corriente mes se celebró el jui-
A nuestro juicio, ha conseguido más por el automovilistas. Parece que fue cio oral ante la Audiencia Provincial de
Antonio Beneyto, «Imagen azul», 1969 ayer. ¡Cómo pasa el tiempo!
claridad de imagen en la primera. Vitoria. El fiscal, según informaciones
Trabajando por reservas obtiene imá- vaivén de los juegos circenses en la apenas perceptible, que acritud. No leídas, le acusaba de un delito de im-
genes negativas que danzan en espa- presentación espacial de los persona- prudencia temeraria por el que pedía
cios celestes, dominados por el azul es esta ocasión para hablar de ¡a El famoso futbolista seis meses y un día de prisión menor y
jes, eso cuando éstos no adquieren vida del pintor-escritor, pero sí di- retirada del carnet durante otros seis
claro, pero en los que se varía del un significado netamente correspon- Por desgracia, en el correr de los años, meses.
remos que está eri plena consonan-
azul oscuro al gris blancuzco. Círcu- diente a la época de los alunizajes y cia con el impulso dominante en su ha venido generalizándose la sensación lemne eAimpresionante
las 48 horas del trámite so-
de un juicio oral
los negros, discos, trazos y triángu- de las experiencias humanas del «es- de ¡mpunisnio carcelario en los automo- por homicidio aquel famoso
los, alternan con «personajes» espec- pacio exterior». Pero Beneyto no bus- obra: rechazo de las constricciones vilistas. Las mismas estadísticas señalan el temple necesario de podertenista tuvo
actuar en
trales, ingrávidos, que proceden del ca el pavor del encuentro con lo ig- objetivas, busca, viajes, movimiento, frías e indiferentes el número de muer- las pistas de tenis barcelonesas.
mundo de la poesía tanto como del noto, ni siquiera parece interesarse capacidad para fijar las propias le- tos y heridos que habrá en cada mes Tal vez
pictórico, y que se aparecen entre gravemente por la búsqueda de ese yes. Unido esto a un gozoso interés y en cada una de estas festividades que durante el (anee del partido con Orantes
fulgores apagados y destellos neutra- factor desconocido que «viene» desde por lo que. algo paradójicamente, pu- motivan el éxodo motorizado al campo se enteró de que la Sentencia había sido
bastante benigna. La Audiencia Provin-
lizados en parte. En su versión tan .su- el futuro búdicamente, hace que sus diéramos llamar «anecdótico-signifi- de las gentes de la ciudad. Pues no ve- cial
blimada del «Pop art». que casi huye imágenes desarrollen una teoría de cativo»: el encuentro inesperado, lo mos ni siquiera externamente aflicción delitodedeVitoria le condenó sólo por el
imprudencia simple a dos me-
de la clasificación, Beneyto no man- variaciones no sometidas a otra cons- concentrado por breve, ló inventivo en muchos homicidas imprudentes. Esto ses
tiene de dicha tendencia sino el sen- tricción que la de la técn:ca y la del pasa acaso porque saben que no irán de retirada de arresto mayor y a cuatro meses
timiento gráfico de la imagen y la que se diría gratuito y no lo es por- del carnet y al pago de in-
concepto que dirige cada una de sus que brota del fondo de una actitud a la cárcel y que aquel óbito no les cos- demnizaciones complementarias. P o r
composición, junto con la plenitud de «series?. En la negra, que subtitula tará un céntimo por la prima de segu- cierto, dichos dos
las neofiguraciones incorporadas en «paisajes humanos» ni por el titulo de disponibilidad auténtica, de en- ro pagada. Y ahora vamos a recorrer habrán de cumplirsemeses de cárcel no
un espacio que ha heredado del ro- Se.acerca a esa confüsión^de la tierra trega a lo inmediato. por la remisión con
en un mamento «I imaginario periplo en- dicional de la pena. Después,
manticismo informalista la vaguedad ;jp los': Cuerpos que tomos tiacé años'" Por eso las imágenes de su «serie tre España y Estados Unidos sobre esta taristíMj, deportivos glosaron los comen
que acaso
tonal y la fluctuación de fondos ima- en un Dubuffet. azul» son únicas cada una de ellas, supuesta indiferencia por las muertes la derrota de Santana ante Orantes,
ginarios, sugerentes, nebulosos^,.' •:•' Domina por entero en Beneyto un '•• aunque hayan dado realidad a una causadas por los coefies guütdps por getf- bido a su floja actuación, se debiódea
Si Beneyto partió de una libertad factor «irrealizante» (idealizante + colección de apariciones que. por. me- té famosa Hacemos esta indicación con su estado de animo por aquel juicio <¡ra'
absoluta en su enfrentamiento con la nihilismo) que es lo que delata en él dio de una alquimia tan heterodoxa las consiguientes reservas mentales por- celebrado tan sólo cuarenta y ocho bo
realización pictórica, la palabra «se- al poeta, no al buscador de «calida- como el «Pop» de este artista de hoy, que admitimos la posibilidad de que tras ras antes. Admiramos su temple, su en
rié» significa que ha canalizado su des» ni al plasmador de texturas q de transmutan la «materia prima» no en la aparente indiferencia exterior pueda tereza. Pero no hallamos ninguna noti
fuerza en trayectorias disciplinadas, formas por su cerrado valor tectóni- oro, sino én un humo tintado de ani- haber un gran dolor silencioso. No pode- cia sobre la sangre, el dolor y las lágri-
no que trabaje con criterio de obra co y plástico. Un juego de vuelos y lina, capaz de adensarse, aligerarse, mos juzgar, si no queremos ser juzgados.
cuyo valor dimana de su pertenen- danzas que penetran en laberintos de fluir, derramarse, figurar, desfigurar, Pues recordamos que hace ya algunos mas de los familiares de la víctima. Al
cia a un «grupo». La serie es consti- espacios abiertos al infinito. Un arte fulgurar y silenciar a la postre cuan- años un famoso futbolista internacional fin y al cabo era un muerto más en
tributo a la civilización motorizada.
tuida sólo por la persistencia de unas imaginativo, pero sometido a una re- mató con su coche a un viandante. Esto
formas y colores, junto con la idea flexión estética que muestra una pu- to en el hombre es desesperación y ocurrió un viernes o un sábado. Pues
de variar al máximo, en el interior reza innata mejor que adquirida en lucha estéril. este futbolista jugó el partido que co-
de tal sistema, los ritmos y los ele- el crisol de la «ciencia» artística. Esto rrespondía a su equipo en el domingo
mentos figurativos o dibujísticos. Hay es lo que vemos en Beneyto, junto a Joaquín HOSPITAL RODES
pinturas que representan filas de bus- un anhelo de permitir que algunas Juqn-EDUARDO CIRLOT
tos de personajes que parecen toma- zonas de su iconografía se acerquen De la Academia del Faro de San
dos de un catálogo, o que evocan el a la sátira social, con más ironía, Cristóbal r

Los centros1 hospitalarios ; ':; '•'-'' "-'•••. • •"--•'.-

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