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La importancia de la empatía

por Fernando Bermejo | Dic 5, 2016 | Actualidad y Psicología | 0 Comentarios

La habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de


los demás, poniéndose en su lugar y responder correctamente a sus
reacciones emocionales, se conoce como empatía.
La habilidad de experimentar emociones ajenas como si fuesen propias es
la base de la empatía. Averiguar qué emociones alberga nuestro
interlocutor, cuán fuertes son dichas emociones y qué las ha
desencadenado puede parecer una labor de adivino, pero hay muchas
personas que en un grado u otro pueden acometer esta tarea. No se trata
sólo de ser simpáticos. Podemos invitar a alguien a tomar café, escuchar
atentamente sus exposiciones y mostrarnos congruentes con su estado de
ánimo, aliviando sus pesares o reforzando sus alegrías… Peros eso es sólo
simpatía.
Si no entendemos las emociones que nuestro invitado expone hasta el
punto de identificar su origen, no seremos capaces de cuadrar el círculo
empático. La simpatía es un proceso puramente emocional, que tiene con la
empatía la misma relación que puede tener un dibujo con el objeto que
representa. La empatía involucra las emociones propias; sentimos lo que
sienten los demás porque compartimos los mismos sentimientos; no
captamos solamente la emoción ajena, la sentimos propia y la razonamos
con nuestra propia razón. Incluye perspectivas, pensamientos, deseos o
creencias que importamos de quien está sentado ante nosotros.
La mayoría de nosotros habla prestando más atención a las propias
emociones que a lo que nos dicen las emociones de los demás;
escuchamos pensando en lo que vamos a decir nosotros a continuación, o
pensando en qué tipo de experiencias propias podemos aportar a la
situación. Aprender a escuchar supone enfocar toda la atención hacia el
otro cuando habla, dejar de pensar en lo que queremos decir o en lo que
nosotros haríamos en su lugar. Las personas con gran capacidad de
empatía son capaces de sincronizar su lenguaje no verbal al de su
interlocutor. Son capaces de interpretar indicaciones no verbales por medio
de cambios en los tonos de voz, gestos o movimientos que realizamos
inconscientemente pero que proporcionan gran cantidad de información.
Sin embargo, conviene tener en cuenta que un exceso de empatía puede
también suponer un problema. Una persona tremendamente empática vive
expuesta a un complejo universo de información emocional, dolorosa y
puede que intolerable, que los demás simplemente no perciben. Los muy
empáticos triunfan en labores de enseñanza, asistencia sanitaria o ventas,
pero también deben hacer frente a una constante fuente de estrés.
Qué es Empatía:
La empatía es la intención de comprender los sentimientos y emociones,
intentando experimentar de forma objetiva y racional lo que siente otro
individuo. La palabra empatía es de origen griego “empátheia” que significa
“emocionado”.

La empatía hace que las personas se ayuden entre sí. Está estrechamente
relacionada con el altruismo - el amor y preocupación por los demás - y la
capacidad de ayudar.
Cuando un individuo consigue sentir el dolor o el sufrimiento de los demás
poniéndose en su lugar, despierta el deseo de ayudar y actuar siguiendo los
principios morales.

La capacidad de ponerse en el lugar del otro, que se desarrolla a través de la


empatía, ayuda a comprender mejor el comportamiento en determinadas
circunstancias y la forma como el otro toma las decisiones.

La persona empática se caracteriza por tener afinidades e identificarse con otra


persona. Es saber escuchar a los demás, entender sus problemas y emociones.
Cuando alguien dice "hubo una empatía inmediata entre nosotros", quiere decir
que hubo una gran conexión, una identificación inmediata.
La empatía es lo opuesto de antipatía ya que el contacto con la otra persona
genera placer, alegría y satisfacción. La empatía es una actitud positiva que
permite establecer relaciones saludables, generando una mejor convivencia entre
los individuos.

Empatía en psicología
Según la psicología, la empatía es la capacidad psicológica o cognitiva de sentir o
percibir lo que otra persona sentiría si estuviera en la misma situación vivida por
esa persona.

Empatía como valor


La empatía puede ser vista como un valor positivo que permite a un individuo
relacionarse con las demás personas con facilidad, y agrado, siendo importante el
relacionamiento con los otros para mantener un equilibrio en su estado emocional
de vida.

Por otro lado, la empatía permite a una persona comprender, ayudar y motivar a
otra que atraviesa por un mal momento, logrando una mayor colaboración y
entendimiento entre los individuos que constituyen una sociedad.

Empatía y asertividad
En primer lugar, la asertividad es expresar en el momento propicio, y de manera
apropiada las ideas y sensaciones tanto positivas como negativas en relación a
una situación.
Por lo tanto, la empatía y asertividad son habilidades de la comunicación que
permiten una mejor adaptación social, a pesar de que ambas habilidades
presentan diferencias.

El individuo asertivo defiende sus propias convicciones, en cambio el individuo


empático entiende las convicciones de las demás personas. A pesar de ello, se
debe de respetar y tolerar todas las ideas que surgen en la discusión con respecto
a una situación determinada.

CARACTERISTICAS DE UNAS PERSONAS EMPATICAS:

 Presentar una elevada sensibilidad social: les preocupan los


problemas de los demás, los sentimientos de los otros, etcétera.
 Captar la comunicación no verbal de los otros: saben leer en los
gestos, en el tono de voz, etcétera los estados emocionales de sus
semejantes.
 Ser respetuosas: saben aceptar los sentimientos y conductas de
los otros con independencia de que no las aprueben.
 Les gusta escuchar (no solo oír), y son buenos conversadores.

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