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1. CONCEPTO:
El concreto es una mezcla de arena o grava, roca triturada, u otros agregados unidos en una
masa rocosa por medio de una pasta de cemento y agua.
2. ANTECEDENTES:
El concreto (u hormigón) comenzó a utilizarse desde épocas primitivas. En la búsqueda de
un espacio para vivir, el hombre desarrolló técnicas precarias de construcción.
Desde el 7000 a.C., distintas civilizaciones (los persas, los babilonios y los sumerios),
edificaron ciudades humanas al borde de los ríos.
Para levantar los muros de las viviendas, cocinaban la piedra caliza a fin de obtener la cal.
Luego, la mezclaban con derivados de los animales (yema de huevo, manteca de cerdo). Así
obtenían los morteros, mezclas aptas para la construcción.
Con el paso del tiempo, fueron los egipcios los que desarrollaron estas técnicas. Para
construir las pirámides, realizaban mezclas de materiales compuestos (arena, piedras, paja,
arcilla del Río Nilo) para obtener los ladrillos.
A pesar de ello, los Romanos fueron los primeros en construir con lo que conocemos como
concreto, y nuestra palabra concreto viene de la palabra latina concretus, que significa que
crecen juntos.
El Imperio Romano desarrolló la técnica del concreto, aligerando el peso de las estructuras
diseñadas. Reforzaban los cimientos con barras de metal, como se puede observar en
míticos monumentos como El Coliseo romano y El Partenón. Por ello, el estilo romano del
concreto se extendió a diversas regiones de Europa, pero hubo que esperar hasta los
comienzos del siglo XIX para ver su desarrollo final.
El “boom” de los rascacielos de concreto se extiende a otras ciudades del mundo, como el
caso de la Greenland Square (China), o la Torre de Pemex (México).
En la década del ’80 aparecen nuevos métodos como el “Room Tunnel”, que permite la
construcción de paredes curvas utilizando un tipo de concreto flexible. Este tipo de
estructuras fueron utilizadas para el diseño del Museo de John F. Kennedy en Boston
(Estados Unidos), bajo la dirección del arquitecto chino Ieoh Ming Pei.
Inaugurado en 1993, se destaca por sus rasgos angulares en las paredes de concreto blanco,
aprovechando la inclinación del terreno.
En 2007 se inaugura la Torre Burj al Arab de Dubai. Con 512 metros es el edificio más alto
del mundo, con un diseño de vanguardia y paredes de concreto de gran resistencia.