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“Han sido elegidos dos

gobiernos de la Concsrtación.
Cambiaron los titulares del
Acerca del gatopardismo y el apartheid de un amplio
ceguera, pero no querer
apreciar los cambios reales
puede ser una nueva expresión
de ideologismo.
poder, pero no la sociedad. Se
h a realizado el principio sector de chilenos. No cabe ¿Cuáles eran, vistas las
central del gatopardismo: que duda que el sello de esa época cosas con algún realismo, las
todo parezca cambiar para que fueron los crímenes contra la posibilidades de otra transi-
todo siga igual”. Así concluye humanidad y que la dictadura ción? El propio libro se refiere a
Tomás Moulian su ensayo representó ante todo una crisis los devaneos del PC respecto de
“Chile actual. Anatomía de u n de civilización. una ilusoria rebelión popular
mito”, que h a figurado por No es casual que el libro que, de haber triunfado, no
varios meses entre los libros dedique varias páginas a sabemos adónde habría condu-
más vendidos en nuestro país. describir la maquinaria de cido. Los chilenos hemos tenido
Se trata de u n texto suge- terror que articuló la dictadura que caminar por el pedregoso
rente y provocativo, cuya y a señalar la responsabilidad sendero de las negociaciones y
repercusión quizás se relaciona de las FF.AA. e n las violacio- las transacciones ( o sea, la
con el hecho de que sintoniza nes de los derechos humanos. incómoda ética de la responsa-
con cierto sentimiento de Precisamente por eso h a sido bilidad), y de allí ha surgido
desasosiego, bastante extendi- tan importante el restableci- este proceso, imperfecto y todo,
do, respecto del sentido del miento de las libertades pero que ha puesto las bases
crecimiento económico y el tipo fundamentales. Por eso tuvo para discutir y discrepar. Es
de sociedad que va surgiendo u n inmenso valor moral el valioso, por ejemplo, que hoy
ante nuestros ojos. Cuestiona Informe Rettig, aunque tengamos libertad de prensa y
algunos mitos y, casi inevita- Moulian diga que cuando que haya desaparecido la
blemente, pone las bases para Aylwin pidió perdón en nom- censura de libros.
otros. bre del Estado, se configuró u n Moulian incita a ser exigen-
El libro embiste contra el acto simbólico, “pero también tes en la tarea de la democrati-
‘‘Chile triunfador”, aquel que u n espectacular acto de eva- zación, lo que es muy positivo.
rinde culto al libre mercado y sión. Allí se consagró, a través Pero algo nos dice también que
al individualismo, y que, según de una cuidada liturgia, la su reflexión tiende a distan-
el autor, h a creado u n disposi- instalación del eufemismo ciarse de la experiencia concre-
tivo de poder y de saber que como respuesta a los ta que hemos vivido en estos
obliga a moverse estrictamente crímenes”(pág. 67). Cuesta años. Quizás el autor de “Chile
dentro de sus coordenadas. también aceptar, respecto del actual ...” se enamoró demasia-
Moulian pone en evidencia las caso Letelier, una afirmación do de su tesis y ello lo llevó a
contradicciones del pais como esta: “La puesta en desplegar ingentes esfuerzos
supuestamente moderno, e n el escena de ese juicio y de ese para hacer calzar la realidad
cual la tarjeta de crédito se va castigo es u n episodio más, con su esquema de razona-
convirtiendo en nueva creden- No faltan los mstiwos de insatisfacción hoy en aunque decisivo, de la opera- miento. E s probablemente uno
cial de ciudadanía y se sigue ción blanqueo” (pág. 691, luego de los riesgos de intentar abrir
profundizando el abismo entre
día, pero es difícil aceptar la afirmación de que de lo cual agrega que el propó- nuevos senderos a la compren-
ricos y pobres. Sostiene que los los cambios conseguidos son puro maquillaje. sito de la condena de Contre- sión de nuestra historia. E n
cambios que han tenido Lugar ras era demostrar la inocencia todo caso, ello no es tan grave.
Los agentes de la ~ l noNharán ~ desaparecer de Pinochet. Sin duda que es ir Siempre será necesario que
en estos años no son esencia-
les, pues han dejado intacto el esta noche a ningún chileno, y eso no es un demasiado lejos. haya quienes como él no teman
modelo económico-social, \as garantías No faltan los motivos de llevar sus deducciones -o s u
núcleo desde el cual se deriva insatisfacción hoy e n día, pero escepticismo- hasta las últimas
individuales es una con uista gigantesca. Es es difícil aceptar la afirmación consecuencias, aunque puedan
una cierta ideología conformis-
ta que cubre toda la sociedad. cierto que asumir una actitud conformista de que los cambios conseguidos extraviarse en el camino. Es
Desde ese foco malsano ven- son puro maquillaje. Los preferible esa aventura antes
puede ser una forma de ceguera, pero no querer agentes de la DINA no harán que el páramo de ideas y la
dría, entre otras cosas, el
fenómeno del apoliticismo. No apreciar los cambios reales puede ser una desaparecer esta noche a falta de imaginación. Que u n
le falta razón al señalar que el nueva expresión de ideologismo. ningún chileno, y eso no es u n sociólogo exagere es u n riesgo
neoliberalismo ha llegado a detalle. La recuperación de las menor al lado del que puede
ser. a los ojos de muchos, una tación se hayan esforzado por puesto que no estaba en juego garantías individuales es una representar una sociedad
especie de doctrina inapelable modificar la legislación laboral el área de decisiones funda- conquista gigantesca. Es cierto opaca y medrosa, que ni
y hasta una nueva forma de y por buscar la forma de mentales. “En realidad - que asumir una actitud confor- siquiera se atreve a reconocer
sentido común. apoyar a los sectores más afirma- hasta después del mista puede ser una forma de sus carencias.
Pero Moulian va más lejos. desprotegidos. El gran reto que triunfo no se captó la magni-
Acumula argumentos y biblio- tenemos por delante es, sin tud de la trampa. Antes no se
grafía para demostrar una duda, el de construir u n orden pudo percibir lo que había
intuición tenaz: la de que en más justo. dentro del caballo de
Chile no h a habido verdadera Pero la cuestión principal es Troya”(pág.344). Entre u n SI y
transición de la dictadura a la si hemos vivido un espejismo u n NO, la mayoría de los
democracia, sino una operación en los últimos 8 años, si es chilenos no se equivocó el ’88.
de transformismo, puesto que cierto, como dice Moulian, que Si está en duda la importan-
las relaciones de poder no han “cambiaron los titulares del cia de que haya terminado la
experimentado cambios poder, pero no la sociedad. No dictadura, es forzoso preguntar-
significativos. E n su opinión, agraviaremos al autor pensan- se qué representó específica-
la dictadura de Pinochet llevó do que él no reconoce diferen- mente Pinochet. No fue la
a cabo una revolución capita- cias entre Aylwin y Pinochet, o privatización de empresas, ni el
lista que condujo a establecer entre Frei y Pinochet, pero estatuto del inversionista
u n nuevo esquema de domina- hasta la izquierda dura está extranjero, ni la apertura del
ción, y por lo tanto, si la consciente de que hoy pisa mercado de capitales ni el
infraestructura no ha variado terreno firme, y que la actual estímulo de las exportaciones,
sustancialmente, todo lo institucionalidad, mal que mal, aunque todo ello fue gravitante.
demás cuenta poco. resiste hasta una querella El pinochetismo no fue la
E n realídad, los fimdamen- criminal contra el dictador. versión chilena del thatcheris-
tos sobre los que funciona la Desde la perspectiva del mo. Pinochet se identifica en
economía chilena no son libro, las fuerzas que se primer lugar con el proyecto de
demasiado distintos de los que oponían a la dictadura partie- borrar del mapa al “enemigo
operan en el resto del conti- ron equivocándose en 1988, interno”, o sea, a quienes
nente y e n el mundo. Nadie cuando decidieron participar encarnaban la amenaza revolu-
discute hoy que el mercado en el plebiscito: ‘.‘Empujados cionaria (política, económica,
existe. La discusión se refiere a por la historia, los opositores cultural, militar). Para cumplir
los contrapesos que es capaz de entraron e n el túnel que se les con ese objetivo, arrasó con el
establecer la sociedad para venía encima (...) Uno tras otro acervo democrático liberal que
evitar que el espíritu mercanti- se fueron alineando tras el constituía parte esencial de
lista nos avasalle. E n este voto NO” (pág. 343). Lo que nuestras tradiciones y buscó
sentido, no es u n hecho baladí allí hubo, según el autor, fue crear u n orden fundado en la
que los gobiernos de la Concer- u n ardid de la dictadura tutela militar sobre la sociedad

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