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 El gobierno espiritual del pueblo Wiwa

Mucho tenemos que aprender de este pueblo que aboga porque aquellos con
autoridad sean probos.

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En un escenario geográfico y social caracterizado por la violencia sistemática y el


desconocimiento de sus derechos fundamentales, los miembros del pueblo Wiwa, uno de
los cuatro grupos amerindios que habitan ancestralmente la Sierra Nevada de Santa Marta,
se encuentran en un proceso de reafirmación de su organización política y religiosa. La
historia de este pueblo indígena, de unos 15.000 miembros, está caracterizada por la
aparición cíclica de periodos de violencia que en algunos momentos de la historia les han
llevado a procesos de desintegración social y al desplazamiento de sus tierras originales.

Para representar esa intermitente y dolorosa diáspora los Wiwa afirman que ante la
persecución de sus autoridades y de sus familias tuvieron que dispersarse sobre la tierra
como una mata de ahuyama. En los últimos seis años centenares de familias Wiwa se
asentaron en centro urbanos del Cesar y la Guajira. Tan solo en los barrios de Riohacha y
San Juan del Cesar se han establecido cerca de trescientas familias de este grupo amerindio,
muchos de ellos son sobrevivientes de las masacres cometidas contra las poblaciones
indígenas de El Limón, (2002); Potrerito (2003); Las Mercedes (2003) y La Laguna (2003).
Dispuestos a no dejarse derrotar por la violencia, a luchar contra el olvido y a evitar su
dilución en el gran conglomerado mestizo del Caribe colombiano se reagruparon en las
barriadas, lucharon por mantener su cohesión y revitalizaron su contacto con lugares
sagrados situados en el litoral, en las lagunas costeras y hasta en zonas que hoy son
avenidas transitadas por autos y miembros de la población criolla. Lejos de causar
conflictos interétnicos su pacifica presencia ha enriquecido culturalmente a la capital
guajira aportando una nota armoniosa a la polifonía de la ciudad.

Los Mamas han solicitado el apoyo de las entidades públicas y privadas de los
Departamentos del Magdalena, El Cesar y La Guajira para la reconstrucción material y
social de su pueblo y, especialmente, para el fortalecimiento de su autoridad política y
religiosa. En una reunión organizada por el núcleo de cultura tradicional siete de ellos
provenientes de las cuencas de los ríos Rancheria, Tapìas y Jerez así lo expresaron. Han
decidido perdurar como agrupación humana conservando la llamada Ley de Origen o ley de
Sè. Este es el principio espiritual de la existencia. Todo se construye primero en el
pensamiento y se pide permiso luego para poder materializarlo tomando las cosas que se
necesitan de la naturaleza y pagando tributo por ellas, por todo cuanto existe: la sal, los
arboles, las lagunas, las piedras, la lluvia. El ordenamiento y uso del territorio se hacen bajo
este principio organizador. La fundamentación de la autoridad política material y espiritual
se encuentra en este principio de su vida social.

Este pueblo indígena ha sido muy poco estudiado desde la etnografía colombiana pues la
imagen convencional de la Sierra es usualmente asociada con Koguis y Arhuacos. Sus
miembros tienen un amplio conocimiento de materiales costeros como bivalvos, caracoles,
pólipos, corales, pastos marinos y elementos líticos que equiparan con materiales presentes
en las montañas de la Sierra Nevada y emplean en su medicina tradicional.

Apoyemos y escuchemos a los Wiwa que nos dan material para reflexionar sobre los
asuntos públicos. Durante siglos cuando uno de sus Comisarios va a posesionarse en su
cargo debe bajar hasta la orilla del mar y buscar una piedra blanca llamada nikuma para
purificarse espiritualmente con ésta. El nombre nikuma sirve también para designar al
Comisario. Los Wiwa afirman que existe un material superior llamado kuirisina que
permitiría a todas las personas que ejercen algún tipo de autoridad ser probos, dedicados y
trabajar sin engaños. Abundante nikuma y kuirisina requerimos para el sector público de
nuestro país. Consuela pensar que, al menos en el Caribe colombiano, las sedes de algunas
entidades públicas no se encuentran lejos de la orilla del mar.

wilderguerra@gmail.com

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