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Trazabilidad

Trazabilidad es definida por la Organización Internacional para la


Estandarización (ISO 9001:2008), en su International Vocabulary of Basic and
General Terms in Metrology Como:

La propiedad del resultado de una medida o del valor de un estándar donde


éste pueda estar relacionado con referencias especificadas, usualmente
estándares nacionales o internacionales, a través de una cadena continua de
comparaciones todas con incertidumbres especificadas.

Según el Comité de Seguridad Alimentaria de AECOC:

“Se entiende trazabilidad como el conjunto de aquellos procedimientos


preestablecidos y autosuficientes que permiten conocer el histórico, la
ubicación y la trayectoria de un producto o lote de productos a lo largo de la
cadena de suministros en un momento dado, a través de unas herramientas
determinadas.”

A la hora de tener que entender la trazabilidad de un producto que se mueve


a través de su cadena de suministro o de su rama logística, el concepto de
trazabilidad se divide en dos tipos:

 Trazabilidad Interna, es obtener la traza que va dejando un producto


por todos los procesos internos de una compañía, con sus
manipulaciones, su composición, la maquinaria utilizada, su turno, su
temperatura, su lote, etc., es decir, todos los indicios que hacen o
pueden hacer variar el producto para el consumidor final.

 Trazabilidad Externa, es externalizar los datos de la traza interna y


añadirle algunos indicios más si fuera necesario, como una rotura del
embalaje, un cambio en la cadena de temperatura, etc.

Como consecuencia vemos que para obtener la trazabilidad de un producto,


hay que ir registrando los indicios que va dejando el producto mientras se
mueve por la cadena, ya sea en el sentido normal o en el sentido inverso
(como la logística inversa). Existen múltiples formas de registrar los indicios,
como sensores de temperatura, humedad, etc.; pero existen pocos métodos
de transmitir estos indicios de una forma estandarizada entre los diferentes
agentes de la cadena, entre los que destacan la codificación GS1-128 y
el código electrónico de producto.

Índice

 1Formato estándar para la trazabilidad

 2Aplicaciones

o 2.1Otras definiciones de trazabilidad

o 2.2Trazabilidad en el sector sanitario/farmacéutico

 3Identificación del producto

o 3.1Códigos de barras

o 3.2RFID

 4Transporte

o 4.1Cintas transportadoras

o 4.2Bandeja

o 4.3Palé

o 4.4Contenedor

 5Véase también

 6Enlaces externos

Formato estándar para la trazabilidad[editar]

En la actualidad existe una propuesta de formato estándar para contener,


transmitir y compartir la trazabilidad. Son los archivos ILE de trazabilidad
encapsulada. Estos archivos pueden contener la historia completa de
cualquier producto, de acuerdo con las restricciones formales de cualquiera
de las legislaciones vigentes en cuanto a trazabilidad y seguridad alimentaria.

Esta consiste en la capacidad para reconstruir la historia, recorrido o


aplicación de un determinado producto, identificando:

 Origen de sus componentes.

 Historia de los procesos aplicados al producto.

 Distribución y localización después de su entrega.

Al contar con esta información es posible entregar productos definidos a


mercados específicos, con la garantía de conocer con certeza el origen y la
historia del mismo. El concepto de trazabilidad está asociado, sin duda, a
procesos productivos modernos y productos de mayor calidad y valor para el
cliente final.

Hoy en día existe la tecnología que permite rastrear con precisión el camino
que recorre un producto en la cadena productiva y de comercialización. La
integración de Internet, redes de comunicación, acceso inalámbrico, software
especializado, dispositivos móviles, GPS, entre otros, hacen realidad la idea
de poder detectar el punto exacto y el momento donde se produjo un
evento.

Aplicaciones[editar]

La palabra «trazabilidad» ya existe en el español y ha sido aprobada por la


RAE; el término aparece en la edición electrónica del Diccionario de la Lengua
Española como artículo nuevo y como avance de la vigésima tercera edición.
Otro término apropiado es: «seguimiento del producto» o también se puede
utilizar «rastreo de producto». Tiene aplicación en diversas industrias y áreas,
se han impulsado el concepto de trazabilidad, particularmente en países con
mayor desarrollo en los que se han publicado normativas específicas.

La trazabilidad es aplicada por razones relacionadas con mejoras de negocio


las que justifican su presencia: mayor eficiencia en procesos productivos,
menores costes ante fallos, mejor servicio a clientes, etc. En este ámbito cabe
mencionar sectores como los de automoción, aeronáutica, distribución
logística, electrónica de consumo, etc.,

Esta práctica es factible de certificación, por ejemplo en los sistemas


de gestión de calidad, de gestión medioambiental y sistemas de control
conocidos como cadena de custodia.

Una nueva aplicación se encuentra en la rama de la construcción.


Actualmente, empresas constructoras y clientes finales, requieren un buen
rastreo de sus productos a utilizar en la obra. En cuyo caso, la trazabilidad
inicia cuando el producto llega a la obra, certificados de calidad, remisiones
de compra y datos del proveedor; como acto seguido, se registran pruebas
de laboratorio, fechas de embarque, habilitado, colado y gráficas de
comportamiento.

Por ejemplo: en un elemento estructural como una columna de hormigón, los


elementos a rastrear, serían el acero y el concreto básicamente. Para el
acero, se identifican certificados de calidad, número de atado, colada, peso,
número de piezas, pruebas de destrucción y fechas de habilitado. Para el
concreto tendríamos que registrar: Proveedor, Resistencia f'c, edad garantía,
tamaño de agregados, revenimiento, tipo de cemento, dosificación y aditivos
adicionales, en caso de haberlos utilizados. Una vez registrados estos datos
que por lo general se obtienen de la nota de remisión del proveedor de
concreto, se registran las pruebas de concreto y gráficas de comportamiento
para ese elemento en particular. En caso de existir, se incluye en el historial,
estudios de laboratorio más específicos como son, extracción de núcleos de
concreto, estudios de resonancia magnéticas y otros para comprobar el
estado físico y composición real del elemento.

Bajo este mismo esquema, podemos crear el historial de terracerías, obra


cívil, estructura metálica, laminación, y acabados que componen un edificio.

De esta forma, la finalidad y el resultado de la trazabilidad, se haría


indispensable cuando los elementos estructurales fallan. ¿Por qué falló?,
¿cuáles fueron los materiales? ¿en cuáles fechas se construyó? ¿quiénes
fueron los proveedores?, son respuestas que se encontrarán en el registro
adecuado y detallado para todos y cada uno de los elementos que componen
un edificio.

Las nuevas y exigentes regulaciones de la Unión Europea y Estados Unidos


demandan a los países exportadores de productos alimenticios contar con
sistemas de trazabilidad comprobables. Los tiempos de respuesta exigidos y
los volúmenes de información a administrar, convierte a la incorporación de
tecnología informática en una inversión que asegura la llegada de los
productos a los mercados compradores más exigentes.

Cuando se habla de trazabilidad para la exportación, uno de los escollos a


superar es el cultural, debido a la falta de acuerdo en cuanto qué significa y
cuál es el alcance del concepto. Muchas empresas creen que cuentan con
productos trazados cuando en realidad no es así, y solo se descubre el
equívoco en caso de ocurrir un problema en destino. Según la gravedad del
incidente, la práctica habitual indica el retiro del mercado de toda la
mercadería asociada al lote con problemas. Sin embargo, si la información de
trazabilidad no se aplica a nivel de cada caja, en lugar de retirar el lote en
conflicto, la empresa deba retirar la totalidad de sus envíos a todo destino.
Las consecuencias económicas son enormes, pero a esto se suma el impacto
negativo en la imagen y credibilidad comercial, tanto del la empresa como
del país. Incluso aunque sólo excepcionalmente estos eventos tengan
consecuencias sobre la salud del consumidor.

Cuando un sistema de trazabilidad está soportado sobre una infraestructura,


basada en las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), la
trazabilidad puede brindar importantes utilidades a los diferentes actores de
una cadena de valor como ser: gestión eficiente de la logística y del
suministro y aumento de la productividad.

Otras definiciones de trazabilidad[editar]


 Según la norma ISO 8402: La trazabilidad o rastreabilidad es la "aptitud
para rastrear la historia, la aplicación o la localización de una entidad
mediante indicaciones registradas".

 Según el artículo 3 del Reglamento Europeo 178/2002: La trazabilidad


es "la posibilidad de encontrar y seguir el rastro, a través de todas las
etapas de producción, transformación y distribución, de un alimento,
un pienso, un animal destinado a la producción de alimentos o una
sustancia destinados a ser incorporados en alimentos o piensos o con
probabilidad de serlo".

 Según el Comité de Seguridad Alimentaria: La trazabilidad son


"procedimientos preestablecidos y autosuficientes que permiten
conocer el histórico, la ubicación y la trayectoria de un producto o lote
de productos a lo largo de la cadena de suministros en un momento
dado, a través de unas herramientas determinadas".

Comúnmente, la trazabilidad alimentaria es el "diario" del producto en el que


podemos leer toda su historia. La trazabilidad actúa como una herramienta
para la calidad y seguridad alimentaria. Se puede referir a:

 El origen de los alimentos o componentes. Un producto o alimento al


que hay que seguir su historial. Trazabilidad es registrar todos los
elementos referidos a la historia del animal, desde el nacimiento hasta
la góndola o mostrador, es decir hasta el final de la cadena de
comercialización de sus cortes.

 La historia de los procesos aplicados al producto o alimento. Un


proceso de transformación en el que intervienen distintos elementos.

 Los instrumentos o equipo de medida que se emplean en el proceso de


transformación. Estos instrumentos deben ser trazables para
garantizar una fiabilidad en sus resultados.

Cuando nos referimos a trazabilidad alimentaria, estamos hablando de los


dos primeros casos, pero no hay que olvidar que también los instrumentos
que empleamos en el proceso de transformación del alimento, balanzas,
refrigeradores, deben ser trazables y garantizar esta seguridad alimentaria.

El hecho de registrar los diferentes momentos críticos en el ciclo de vida de


un producto permite crear registros de trazabilidad "ascendente" y
"descendente" en función de si se está buscando el (o los) origen(es) de un
producto, o bien saber dónde se encuentra dentro de la cadena de
distribución. Al flujo físico de los productos, se añade entonces un flujo de
información, la que debe ser gestionada adecuadamente.

A los registros de los productos, se añade la dimensión de registro de los


procesos (etapas en la manufactura, almacenamiento, movimientos, etc.)
con lo que se obtiene una visión más integral del ciclo de vida del producto
(en sus diferentes iteraciones/lotes).

Cómo realizar esta trazabilidad:

 Registro de información: cada agente involucrado en la cadena de


suministro debe disponer de un sistema preparado para poder
generar, gestionar y registrar la información de trazabilidad necesaria
en cada momento.

 Correcta identificación de mercancías y características asociadas:

o Todas las unidades de consumo y agrupaciones deben estar


codificadas y simbolizadas con un código que las identifique de
forma individual y no ambigua.

o Todas las unidades de consumo y agrupaciones deben tener


impresas la fecha de caducidad o consumo preferente y/o
número de lote.

 La transmisión de información: La transmisión de la información de


trazabilidad necesaria al siguiente agente de la cadena de suministros.

Control de Acceso y Detección de Manipulación con RFID constructora:


Una constructora puede controlar y reducir los costos al proveer a cada
empleado una tarjeta o llave RFID para entrar y salir o para que etiquete y
monitorice artículos valiosos para detectar posibles manipulaciones o
movimientos no autorizados.

Trazabilidad en el sector sanitario/farmacéutico[editar]

El artículo 897 de la Ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional


de medicamentos y productos sanitarios, se refiere a la trazabilidad de los
medicamentos y establece un procedimiento con el fin de asegurar un
adecuado abastecimiento del mercado y reforzar la seguridad de los
medicamentos. La trazabilidad en el sector farmacéutico posibilita seguir el
rastro de un medicamento desde la fabricación a través de todas las etapas
de distribución hasta su consumo, contribuyendo a mejorar la eficiencia y la
seguridad del paciente en el proceso terapéutico. La identificación y la
prevención de los errores de medicación constituyen una prioridad para
profesionales sanitarios. La Administración pública ha elaborado en los
últimos años directrices que permiten obtener niveles máximos de seguridad
en estos aspectos. La primera directriz de obligado cumplimiento del Sector
Salud fue el RD634/1993, sobre productos sanitarios implantables activos, y,
posteriormente, el RD 414/1996, por el que regulan los productos sanitarios
y el RD 725/2003, por el que se desarrollan determinados aspectos del
artículo 100 de la Ley 25/1990, de 20 de diciembre, del Medicamento. Desde
la entrada en vigor de estos Reales Decretos, las organizaciones
generalmente han basado sus mecanismos para mantener la trazabilidad de
los productos en sistemas manuales o que precisan un alto grado de
intervención manual, como por ejemplo la producción
de citostáticos (quimioterapia), nutrición parenteral y fórmulas magistrales. A
nivel de la Unión Europea se ha publicado una nueva Directiva 2011/62/EU,
que crea un nuevo marco legislativo que entrará en vigor en la Unión
Europea el 9 de febrero de 2019, y que contempla la obligatoriedad de
adoptar sistemas de trazabilidad en la producción y suministro de
medicamentos .
Identificación del producto[editar]

Los productos pueden describirse en términos de sus características y


beneficios. Las características de un producto son sus rasgos; los beneficios
son las necesidades del cliente satisfechas por tales rasgos. Algunos ejemplos
de esos rasgos son: tamaño, color, potencia, funcionalidad, diseño, horas de
servicio y contenido estructural. Dentro de la empresa es importante la
correcta identificación del producto en cada uno de las etapas por las que
pasa el producto desde su entrada en su proceso, como materia prima, hasta
su salida como producto terminado. Para la identificación existen diferentes
métodos que permiten describir la ruta que ha hecho el producto y sus
características actuales, así como el tanto por ciento de trabajo realizado
sobre él antes de su salida (ya sea al mercado, a otro proceso dentro de la
misma empresa, etc).

Las dos tecnologías más usadas en este ámbito son los códigos de barras y el
RFID.

Códigos de barras[editar]

Funciones técnicas de los caracteres contenidos en un código de barras:


1) Quiet Zone.
2) Carácter inicio (derecha); Carácter terminación (izquierda).
3) Carácter de datos.
4) Checksum.

Si bien, con el avance de las tecnologías, este método está siendo lentamente
desplazado por otro tipo de técnicas, tales como los sistemas RFID, lo cierto
es que hasta el momento la mayoría de las mercancías que ingresan al
mercado son identificadas a través del código de barras.
Con el paso de los años, su uso se ha expandido hasta convertirse en masivo,
incluso en las tiendas minoristas para realizar una facturación automática de
los artículos.

El código de barras consiste en una serie de números que representan


determinada información referente al producto, y que se encuentra
codificados en un conjunto de líneas paralelas verticales con diversos
grosores y espacios entre ellas. Tanto las líneas, como el grosor de las mismas
y de los espacio entre ellas, representan información exacta acerca de un
determinado producto, para poder ser clasificado e identificado durante toda
la cadena logística.

Su funcionalidad reside en que cuando un código de barras es leído por un


receptor de este tipo, se hace posible captar la información que se halla
codificada, por lo cual existe una correspondencia, denominada simbología,
entre el código y la información que éste representa.

El código de barras almacena los datos referentes al producto que acompaña,


los cuales una vez captados por el dispositivo lector son procesados y
enviados a un sistema mayor ubicado en una computadora, donde se
almacena la información del producto. Con el fin de centralizar la
información obtenida por medio del código de barras, generalmente se
interconectan diversos equipos informáticos, ubicados en lugares tales como
sucursales y demás, para que los datos se encuentren a disposición de quien
lo requiera.

RFID[editar]
RFID

Siguiendo la evolución de las nuevas tecnologías, hoy en día el RFID juega un


importantísimo papel a la hora de conseguir la trazabilidad de los productos a
lo largo de la cadena de suministro. Hoy se escanean códigos de
barras manualmente millones de veces cada día para introducir datos a los
ordenadores y poder registrar los indicios que necesita la trazabilidad,
actividad que puede ser ventajosamente automatizada utilizando la
identificación mediante tags RFID.

El RFID dinamiza la cadena de suministro, al permitir una identificación de los


productos más rápida y con mayor automatización que la que es posible con
la lectura de códigos de barras, y ofreciendo preparación para una cadena
inversa. El RFID ofrece así una respuesta a los retos planteados en una
economía global, sin olvidar cumplir con legislaciones vigentes en materia de
trazabilidad.

Transporte[editar]

Teniendo los productos controlados, ahora necesitamos un medio de


transporte dentro de la empresa o del proceso antes de llegar a manos del
cliente o consumidor. Existen numerosos tipos de transporte los cuales están
nombrados a continuación (ya que se encuentra citado en sus respectivos
artículos):

Cintas transportadoras[editar]

Una cinta transportadora es un sistema de transporte continuo formado


básicamente por una banda continua que se mueve entre dos tambores.

La banda es arrastrada por fricción por uno de los tambores, que a su vez es
accionado por un motor. El otro tambor suele girar libre, sin ningún tipo de
accionamiento, y su función es servir de retorno a la banda. La banda es
soportada por rodillos entre los dos tambores.

Debido al movimiento de la banda el material depositado sobre la banda es


transportado hacia el tambor de accionamiento donde la banda gira y da la
vuelta en sentido contrario. En esta zona el material depositado sobre la
banda es vertido fuera de la misma debido a la acción de la gravedad.

Bandeja[editar]

La bandeja es un recipiente bajo y ancho para el transporte y la presentación


de productos. La bandeja constituye un apropiado embalaje para el
transporte de productos autoportantes (latas, botes, botellas, etc.)

Palé[editar]

Un palé, palet o paleta es un armazón de madera, plástico u otros materiales


empleado en el movimiento de carga ya que facilita el levantamiento y
manejo con pequeñas grúas hidráulicas, llamadas carretillas elevadoras.

Contenedor[editar]

Un contenedor o container es un recipiente de carga para el transporte


aéreo, marítimo o fluvial, transporte terrestre y transporte multimodal. Las
dimensiones del contenedor se encuentran normalizadas para facilitar su
manipulación. Por extensión, se llama contenedor a un embalaje de grandes
dimensiones utilizado para transportar objetos voluminosos o pesados:
motores, maquinaria, pequeños vehículos, etc. Es conocido también por su
nombre en inglés, container.

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