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L'interrogjant FUNDACIO NOU BARRIS PER A LA SALUT MENTAL Reece an ccly Wknica en les bee Ta mental. Deby ee ay cuidar, educar. La cultura Be Pest CMW E Tong tars. e Index Editorial Begonia Matila 1. CLINICA EN LES INSTITUCIONS DE SALUT MENTAL Diagnéstico diferencial ‘Carmen Grill y Montserrat Puig La experiencia enigmética Clara Bardén Un transexualismo femenino ‘Xavier Campana El suefio del nifio Buda ‘iia Tolhinsky De la conducta al sentido Ramin Mar Un sintoma de encopresis ‘Carmen Lafuente Il, PROTEGIR, CUIDAR, EDUCAR El lugar de la infacia en este fin de milenio Violeta Nez Paternidad y maternidad ‘Nida Estrela Algunas reflexiones sobre la protecci6n a la infancia Susana Brignoni La acogida familiar. Una medida de proteccisn a la infancia Prancesc Frigola La infancia y la discapacidad ‘Anna Fords IL, LA CULTURA I ELS SEUS MALESTARS Discursos y disciplinas de la salud Jean Salinas-Rasis Psicoandlisis y Ciencias Sociales ite Covasco L'interrogant Revista editada a Barcelona. Octubre del mil nou-cents noranta vuit. pag pag. pag. pag pie. pag. pag, pag, pag pag pag pag. pag pag 20 2B 28 32 37 40 4B 46 52 pag. 59 Direcciéd: — Begojia Matilla Redaccid: Clara Bordén, Roser Casalprim, Montserrat Puig. Secretaria: Reyes Nogués, lolanda Ayala Fotografia: Gloria Harranz. Disseny i maquetacid: _Jesiés Alvira Il. PROTEGIR, CUIDAR, EDUCAR EL LUGAR DE LA INFANCIA EN ESTE FIN DE MILENIO Dra. Violeta Niiiez E, los dltimos tiempos. la infancia adquiere en nuestra cultura un lugarsingularmente valora- do. Lugar que no esté desligado de las nuevas formas de estructura familiar y, por tanto, de la reciente conquista, por parte de las mujeres, del espacio sacial amplio. En el breve recotrido que hoy haremos, trataremos de mostrar ciertos itinerarios posibles asi como sefialar algunos de los interrogantes que esto planteay que el curso de posterada que hoy se inaugura puede ayudar.a despejar 1. La familia contempordnea: una construccién social costosa, En primer lugar afirmamos que la familia es un constructor social. Lejos de ser una cuestién “natural”, la familia es, en cada momento histérico. y en cada cultura, una construccién social que cobra, en los imaginarios de época, formas ¥ valores particulares. Se trata, pues. de una insti- tucién social y. en tanto tal, resistente a las trans formaciones. Pero también, en tanto tal, sujeta al destino de lo humano: los cambios le son inherentes. Son precisamente las transformacio- nes institucionales las que crean “actualidad histérica” (Carreteiro, 1992:232). Los primeras antecedentes en toro al profundo cambio que, en Europa, va a significar el pasaje pig 28 de la familia medieval, troncal, a la familia mo- derma, nuclear, se encuentran alrededor del siglo XVI Durante toda la edad moderna se van a entreme- zelar proceso’ de cardcter contradictorio (Revel, 1992. 169}. Por un lado, procesos que van a pro- piciar procedimientos de control social cada ver mas alinados, sustentados en las nuevas formas de socializacin: disciplinarizaci6n persuasiva de cuerpos y almas (Foucault, 1989), capilarizacién de los dispositivos de contral. estrechamiento de las redes de vigilancia (Donzelet. 1990}. Por otro lado, se constituyen, paredojalmente, espacios protegidos de la mirada colectiva: he aqui el dmbito doméstico, Y hacia el interior de este nuevo espacio, otros: las de la intimidad personal. El nuevo orden que se iré construyendo a partir de las fragmentaciones del anterior, de sus rear- ticulaciones y transformaciones, gestard una *profunda reorganizacién de las formas de la experiencia social” (Revel. 1992:172). De acuerdo con diversos autores, podemos afirmar que las transformaciones registradas en la con: cepcidn occidental de la institucién familiar, se realizan en tomne al eje de la individualizacién de los elementos que configuran dicha institucién, particularmente de la prole. En electo, en los albores del siglo XVI, se inicia un proceso que atravesard la cultura europea en los siglos subsiguientes. a saber: la progresiva individualizacién del nifio y su consideracién como persona, Se inicia asf la construccién social de una definicién que recién podrd ser conceptu- alizada a finales del siglo XVIll por Imanuel Kant: “Los setes racionales lldmense personas porque su naturaleza les distingue ya como fines en sf mismos, esto €s, como algo que no puede ser usado meramente-como medio y, por tanto, limita en este sentido todo capricha (y es un objeto de respetoy’ (1986: 44) En qué ha consistido este proceso?. Hay una obra que aparece come sintesis de los cambios cocurrides.en |a época y, a la vez, como precursora de los lineamientos de la nueva institucién fami- liar, me refieto @ la obra de Erasmo De civilitate morum puerilium, Este opiscule aparece pot primera vez en Basilea, en 1530 y es una obra tendiente a establecer los madales legitimos. a 1l- PROTEGIR, CUIDAR, EDUCAR orientar a los nifias acerca de qué se espera de ellos y cémo logratlo. No es la Gnica, otros max nuales propusieron incluso con anterioridad sus ofientaciones, Pero es la obra de Erasmo. tal vez por lo que pestula y por lo que anticipa. la que realizaré una verdadera revolucién en el campo de las formas de la socialidad, Lo cierto es que la familia tradicional, de cuto campesino, ha dejaco de funcionar como institu- «ign socializadora de las nuevas generaciones. Se requieren habilidades sociales nuevas, nuevas maneras de relacién social, estoves, nuevas formas ge soclalidad que se van a definir con un nuevo nombre, a saber: civilidad, Se trata de crear cierta observancia de nuevos tituales sociales. Erasmo parece propiciar un vinculo social basado en un cédigo comin de comportamientos, una nueva actitud social que requerird “un trabajo de si mismo frente al semejante” (Revel, 1992: 174), Hasta entonces, podemos decir que la funcién de lafamilia fue, primondialmente, perpetuat el linaje. Laprole venia a significar esa continuidad que ligaba a las generaciones. Meto enlace que venta a garantizar la permanencia de las alianzas, el mantener vivos los nombres y figuras de les an- tepasados. Se trataba de reproducir ad infinitum la ssaga familiar, sus logros y sus enemistades, La familia, en tanto tronco del linaje, se insertaba en la comunidad, Espacios compartidos, activida- des conjuntas para la celebracién de actas que hoy consideramos privados e, incluso, (ntimos. Desde tal Imaginatio social, no era pensable la consideracién del nifio como individue, con cu- estlones que le son propias e intransferibles. El nities situado en relacidn con los adultos en un medio rico en interacciones. La relaci6n interge- neracional permite la transmisién de valores, siendo la edueaciSn una responsabilidad colectiva. Esta es la via por la que se tealiza la reproduccidn social. Ahora bien, las migraciones del campo a las ciuda- des, la acelerada concentracién de recursos, la progresiva parcelacién de las tlerras, van a pro- mover un cambio en las reglas de la institueién familiar. “La instauracién de los lazas conyugales fuertes en detrimento de las mas vastas solidari- dades del linaje se debe a la iglesia cristiana asi ‘como a la insistencia sobre la pareja monégama™ (Segalen, 1992: 141). insistencia moral ante la tendencia al hacinamiento en las ciudades. Estos cambios traerén también aparejada la necesidad de solventar de alguna otra manera. y en especial en los sectores populares, el tema de los nifios Phillip Ariés ha expuesto lticidamente la revolucin que entonces se produce: la contracepeién que comienza a generalizarse a partir del siglo XVII ¥ que constituye una conmocién en las actitudes de las personas en relacién a su cuerpo, a la vida, ala muene. Se trata de la contracepei6n masculina © contracepcién de la ascesis, dice Ariés, ya que e| hombre controla su placer sexual para retirarse en el momento crucial. Con anterioridad, ne se podia siquiera pensar la posibilidad de intervenir sobre algo considerado estrictamente de la “naturaleza’, tal como se caracterizaba al acto sexual. Desde finales de! siglo XVII se generaliza el coltus interruptus, cuya mayor importancia, si bien produjo efectos estadisticos registrables. tal vex radique en el cambio que supone de la pareja respecto a su prole Recapituland, se trata, en primer lugar. de la ruptura de la idea medieval de familia, en el sentido de institucién fuertemente jerarquizada, donde los vinculas de lealtades comunales.con- figuran un horizonte Gnico para sus miembros. En segundo lugar, se trata de la emergencia dee nuevos vinculos e instituclones sociales que vie- nen a conformar diferentes “actualidades histéricas” desde el siglo XVIII hasta nuestros dias. Resulta sin embargo diffcil proponer secu- encias cronolégicas con |/mites claros, pues ciertas: cuestiones propias de un momento, reaparecen tuna 0 dos generaciones més tarde, En todo caso, la institucién familiar, come toda institucién, se transforma lentamente y de manera discontinua. En términos generales, podriamos seftalar que nuestra actualidad se caracteriza por la coexisten- cia de diferentes modelos familiares, que se cons- truyen a partir de la fragmentacién de los imagi- farios sociales del preindustrialismo e industrialismo. Se ha producido una reduccién drastica de las funciones econémicas de la insti- tucién familiar, pues hoy la produecién de bienes y servicios tiene lugar, mayoritariamente, en gran- des empresas dirigidas a mercados cada vez mas amplios y competitivos (Flaquer, 1994-64), Si bien pig 29

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