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Agradecimientos
Equipo de Trabajo
Sinopsis
Capítulo Uno
Capitulo Dos
Capítulo Tres
Capítulo Cuatro
Capítulo Cinco
Capítulo Seis
Capítulo Siete
Epílogo
Disfruta del mundo de la lectura tal Página | 4
Carly y Miki nunca olvidaran las historias que Grim les contó sobre el
Gran Raptor, el símbolo de su nuevo mundo natal en Luda. Sin
embargo, es la comparación que una vez hizo su madre del Gran
Raptor con Grim lo que les da el coraje de ayudar al pájaro herido
que encuentran en el jardín.
Lisa solo sonrío cuando Grim, por tercera vez, verificaba para
asegurarse de que su capa estuviera bien cerrada contra el ligero frío
en el aire antes de hacer lo mismo con las chicas. Las capas no eran
las mismas grises que habían usado en la Ceremonia de Unión.
—Sabían que era el deseo de su Reina, así que se hizo—, le dijo Grim,
refiriéndose a la arena como si no la sorprendiera.
—Me doy cuenta de que esto les sorprende—, dijo ella tomando la
mano de Grim. —Creen que solo al enfrentar toda su fuerza y
habilidad contra sus hermanos Guerreros podrán demostrarle a la
Diosa que son machos aptos y dignos—. Dejó que sus palabras
colgaran allí por un momento, y vio a muchos de los guerreros
asintiendo con la cabeza. —No creo que sea verdad. No creo que
ganar una competencia sea suficiente para demostrar que eres un
macho apto y digno—. Ella vio que no entendían.
Una vez que se paró frente a ellos, colocó su brazo sobre su pecho y Página | 13
les hizo una profunda reverencia. Enderezándose, soltó el broche que
mantenía su espada en su lugar y envolvió las correas ahora sueltas
alrededor de la cuchilla cubierta con vaina. Colocándolo contra la
pared debajo de donde estaban Lisa y Grim, eligió el aguijón que
mejor se ajustaba a su agarre. Girándose, caminó hacia el centro de la
arena y esperó.
Lisa parpadeó para contener las lágrimas que querían llenar sus ojos
mientras se sentaba. Ella debería haber tenido más fe en los
Guerreros de Luda. Debería haber sabido que lo entenderían y
estarían dispuestos a cambiar. Realmente eran hombres aptos y
dignos.
—¿Mi Lisa?— Grim preguntó en voz baja, con los ojos llenos de
preocupación mirándola.
—Estoy bien—, aseguró ella, dándole una sonrisa acuosa. —Son solo
las hormonas.
—¿De verdad?
—¿Si bebé?
—Sí, Ion y Nairn te escoltarán—. Los dos guardias que nombró Página | 16
inmediatamente se movieron a los escalones.
∞∞∞∞∞
—Como si caminar por una pared hubiera afilado las tuyas—, Tagma
respondió.
Carly guardó silencio por un momento, y todos los hombres que los
rodeaban pudieron ver que estaba pensando.
∞∞∞∞∞
Al mirar un poco más allá, Lisa vio a Padma con Gossamer y Dagan a
su lado. Todos habían abandonado la arena juntos durante el
descanso entre rondas, pero se habían separado mientras
deambulaban por los puestos.
—¿No quieren ver más del torneo?— Cuando las chicas se miraron,
Lisa frunció el ceño. —¿Chicas?
—No nos gusta verlos pelear, mami—, susurró Carly mirándola con
ojos arrepentidos. —Sé que Manno dijo que en realidad no están
siendo lastimados, pero todavía están siendo lastimados.
—Ya veo.
—Solo porque he sido madre por más tiempo que tú. Algún día van a
querer mirar, y no vas a querer que lo hagan.
—¡No!— La negación de Grim era fuerte y tenía las cabezas girando en Página | 21
su dirección. —Eso no pasara. Ningún hombre podrá estar apto o ser
lo suficientemente digno para nuestras niñas.
Miki era la más joven y la más pequeña de las tres. Debido a eso, ella
nunca llegaba a ninguna parte primero, pero lo intentaba. Ahora
estaba ganando a Carly, pero cuando miró hacia atrás para ver cuán
cerca estaba Dagan, descubrió que todavía estaba en el árbol pero
ahora de rodillas.
—Hay algo allí—, dijo inclinándose hacia delante para mirar entre las
ramas colgantes que tocaban el suelo.
—¿Qué?
—La verdad—, murmuró Miki, —pero entonces tal vez él es el hijo del
Gran Raptor.
—Así que curar a uno más grande debería ser más fácil—, le dijo Miki. Página | 26
—Bueno, eso es lo que es, ¿no es así, si es el hijo del Gran Raptor? El
Gran Raptor protege a Luda tal como lo hace Manno, y Manno es un
Rey. Así que el Gran Raptor es un Rey. Y su hijo es un Príncipe, tal
como somos princesas.
—Tenemos que irnos, Miki—, susurró Carly, mirando entre las ramas
una vez que sus guardias habían pasado.
∞∞∞∞∞
—Miki—, Lisa esperó hasta que la mirada de su hija más joven se alzó
del plato. Ambas chicas habían estado inusualmente calladas durante
la comida. —Ion dice que perdiste tu capa hoy. ¿Cómo?
—Sí mami.
—Yo...— Grim se dio cuenta de que tenía razón. Eso no debería haber
sido posible. —Tienes razón. Encontraré mejores guerreros para
proteger a nuestras chicas.
—Grim, no, eso no es lo que quise decir. Ion y Nairn son los guardias
perfectos para las chicas—. Ella instantáneamente defendió a los dos
Guerreros. En sus ojos, se habían demostrado con creces cómo se
sacrificaron para que ella y las chicas pudieran escapar cuando
Luuken había tratado de llevárselas. —Les dan el espacio que
necesitan para jugar y explorar, para ser niñas pequeñas, y al mismo
tiempo protegerlas. Lo que estaba tratando de decir, y aparentemente
no estaba haciendo un buen trabajo, es que nuestras niñas son
inteligentes y si quieren ocultarnos algo, lo van a hacer.
—Sí.
—Entonces iré a que nos digan qué es—. Grim se puso de pie, con la
intención de ir tras sus chicas.
—No, Grim.
—¿No?— Él se volvió para fruncir el ceño. —¿Qué quieres decir? No
deberían estar ocultándonos las cosas. ¿Qué pasa si es algo que las
perjudica? Página | 30
—Las mujeres...
—Significas todo para mí, mi Lisa. Tú, nuestras chicas y la que está
por venir—. Él se agachó pasando una mano cuidadosa sobre su
estómago sobresaliente.
—¿Manno?
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—¿Sí, mi Miki?— Preguntó Grim, sentándose a su lado en la cama
que compartía con su hermana.
—¿Su qué?— Grim miró a Lisa, que estaba al otro lado de la cama
junto a Carly y frunció el ceño.
—Oh—, Volvió a mirar a Miki. —¿Por qué crees que tiene un hijo,
Miki?
—Yo...— Grim se dio cuenta de que en toda su existencia era algo que
nunca había considerado. El Gran Raptor simplemente lo era. Pero
mirando la expectativa en los ojos de sus hijas, sabía que no podía
decepcionarlas.
—El hijo del Gran Raptor lo ayuda a proteger los cielos de Luda...
∞∞∞∞∞
Lisa soltó un suspiro cansado mientras descansaba su cabeza sobre el
pecho de Grim con una pierna sobre la de él, su mano descansando
sobre su corazón, mientras su estómago redondeado se acurrucaba
contra el suyo. Grim la acercó, su mano acariciaba suavemente su Página | 33
vientre.
—¿Con él?— Ella inclinó la cabeza hacia arriba para mirarlo. —Pensé
que era solo con Ull con quien me reuniría.
—Yo también, pero parece que hay una nave Kalisziana viajando con
él.
—Lo sé—, le dijo bruscamente, sus dedos apretando los de ella. —Me
convierten en el hombre más bendecido en todos los universos,
conocidos o desconocidos. Ahora descansa, mi Lisa.
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—Sí, mami—, dijeron, pero Lisa captó la mirada que se dieron. Sí,
definitivamente había algo que no querían que Grim o ella supieran.
Tendría que vigilarlas de cerca.
—¿Ya?
—¿General Rayner?
—¿Verdadera Compañera?
—Olvidé que aún no has conocido a un Kaliszian.
—No, no hay razón para que lo hagan. Si bien los kaliszianos tienen
más que suficientes hembras, no han tenido Compañeras Verdaderas
desde que se produjo la Gran Infección.
∞∞∞∞∞
Mirando sobre sus hombros para asegurarse de que Ion y Nairn no
estaban mirando, Carly y Miki rápidamente se deslizaron debajo de
las ramas donde descansaba el raptor.
—Hola, Príncipe. Estamos de regreso—, dijo Miki moviéndose hacia
el pájaro que estaba acurrucado en el nido que había hecho con su
capa. —¿Te sientes mejor? Página | 39
—No nos hará daño, Carly—, le dijo Miki con toda la confianza de un
niño de tres años. —Lo estamos ayudando.
∞∞∞∞∞
Lisa no hizo ningún comentario cuando Grim se paró frente a ella,
haciendo una pausa por un momento mientras él abría las puertas de
su Sala de Comando. Ella sabía por qué lo estaba haciendo. Aunque
Ull y el general Rayner eran considerados hombres dignos, Grim no
se arriesgaría con la seguridad de ella y su hija por nacer. Después de
varios momentos tensos, se movió a un lado y le puso una mano
protectora en la parte baja de la espalda, guiándola hacia la Página | 40
habitación.
—Majestad.
Grim miró a Ull con dureza antes de llevar a Lisa hacia el otro
hombre. —Lisa, este es el general Treyvon Rayner, comandante
supremo de las defensas kaliszianas. General Rayner, mi reina, Lisa
Vasteri.
—Se creía que cuantos menos Tornians supieran que había hembras
de la Tierra en el Imperio Kalisziano, y que podrían ser nuestras
Compañeras Verdaderas, mejor—. Treyvon miró fijamente a los
guardias en la habitación.
—Sí.
—¡Oh Dios mío!— Lisa abrazó de inmediato a Jennifer antes de que Página | 42
cualquier hombre pudiera moverse. —¿Kim lo sabe? Por supuesto, lo
sabe. ¿Qué estoy diciendo? ¡Te envió aquí. Debe estar extasiada!
Pero espera...— Lisa se retiró un poco, frunciendo el ceño. —¿Por qué
estás aquí? ¿Por qué no estás con ella y Destiny? Te ha extrañado
tanto y ha estado tan preocupada por ti.
—Es por eso que primero tenemos que ir a Pontus—, Jen fulminó con
la mirada a Ull. —Para conseguirlas y devolverlas a la Tierra, junto
con los hombres que fueron llevados con Mac y conmigo.
∞∞∞∞∞
Más tarde ese día, Lisa se encontró caminando por los pasillos de
Luanda, distraídamente pasándose una mano por el estómago
mientras pensaba en todo lo que había aprendido ese día. Jennifer
era realmente una mujer increíble. Se sentaron y hablaron mientras
Grim, Treyvon y Ull discutían lo que consideraban importante, pero
lo que ella y Jennifer habían discutido era mucho más.
Sí, había sido una mañana ocupada pero informativa, y aún quedaba
mucho por decidir. Pero primero, necesitaba ver a las chicas. Al
levantar la vista, vio a Nairn acercarse.
—Por supuesto—, Lisa sonrió. Nada mantenía a sus hijas fuera de la Página | 46
cocina cuando el Guerrero Tagma estaba haciendo galletas. —¿Miki
encontró su capa?
—Sí, majestad.
—¡¿Qué?!
—Sí, majestad.
—No, majestad.
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—¿No hay nada en el jardín que pueda dañarlas, Nairn? ¿No hay
animales salvajes?
—Sí, majestad.
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—Lo sé, pero también sé que hay muchas otras cosas que debes ver
mañana. Podrías hacer que Ion o Nairn revisen y te informen lo que
encuentren.
—Eso es verdad, pero es algo que debo ver—, Grim extendió la mano
tocando las huellas digitales de cristal en el collar que llevaba. —
Después de todo, soy su Manno.
—Lo eres—, ella estuvo de acuerdo, sonriéndole adormilada.
—Y yo te amo, mi Lisa.
—Entonces muéstrame.
∞∞∞∞∞
Lisa, completamente descansada y completamente satisfecha, sonrió a
Grim al otro lado de la mesa a la mañana siguiente mientras las chicas
comían. Finalmente, sabiendo que necesitaba alejar sus pensamientos
de lo que habían hecho juntos en la cama la noche anterior, miró a
sus hijas. —Entonces, chicas, hay alguien a quien me gustaría que
conocieran esta mañana.
Lisa miró a Grim y se dio cuenta de que era algo que ninguno de
ellos había considerado, al menos no en toda su extensión. Sí,
Jennifer ahora estaba relacionada con ellos a través de Kim, pero era
más que eso. El general Rayner también era familia porque era el
verdadero compañero de Jennifer, y el general Rayner estaba
relacionado con la sangre de Liron, el Emperador del Imperio
kalisziano. Los dos imperios ahora estaban conectados para siempre.
—Sí, Carly, lo es. Así que tenemos que darle la bienvenida a la familia.
—Pero...
—¿Por qué deseas esto tanto, Miki?— Grim preguntó en voz baja.
—El hijo del Gran Raptor—, le dijo Miki como si fuera obvio. —Se Página | 53
lastimó el ala, así que lo estamos ayudando a mejorar.
—¿Y cómo están haciendo eso, Miki?— Grim preguntó con cuidado,
descubriendo que se necesitaba todo su control de Guerrero para
mantener la alarma fuera de su voz. Las aves raptor eran criaturas
solitarias que rara vez atacaban sin causa. Mataban solo cuando era
una cuestión de supervivencia. Eran el símbolo de la Casa Luanda
debido a esto. Pero este Raptor resultó herido, e incluso las criaturas
más nobles podían atacar sin pensar cuando estaban enloquecidas
por el dolor. La idea de que sus dulces e inocentes hijas estuvieran
expuestas a semejante criatura hizo que su sangre se enfriara.
—Al hacer lo que haces por nosotros, Manno—, le dijo Miki. —Nos
estamos asegurando de que esté a salvo, manteniéndolo caliente y
llevándole comida para comer. Y está funcionando. Parecía mejor
ayer. ¿No, Carly?
—¿Lo encontraste el día del Festival?— Lisa miró a sus hijas. —¿Es por
eso que 'olvidaste' tu capa?
—Tú lo eres, Miki, siempre serás digna, mucho más digna que yo. Tú
también, Carly.
∞∞∞∞∞
Estaba gris y nublado cuando las chicas llevaron a Lisa y Grim a 'su'
árbol. Grim cayó sobre una rodilla, luego se inclinó aún más para ver
debajo de la rama baja que había levantado. Detrás de él, Lisa y las
chicas esperaron junto con Nairn e Ion. Podía entender por qué el
Raptor había elegido este lugar. Estaba bien oculto, y sus Guerreros
no pensarían que podría existir una amenaza en un área tan
compacta. No entraría ningún Tornian mayor de cinco años, pero sus
hijas eran mucho más pequeñas que la juventud tornian.
Con una rapidez que nadie esperaría de una criatura tan grande y
presuntamente herida, el Raptor se abalanzó para aterrizar
directamente frente a Miki.
Lisa jadeó.
Ion y Nairn avanzaron.
Lisa contuvo el aliento cuando el pico agudo y mortal del Raptor bajó
hacia la piel suave y desprotegida de los dedos de su hija más joven.
Pero solo mordió al rashtar, pareciendo saber que podría dañar a
Miki si no tenía cuidado.
∞∞∞∞∞
Que sus chicas hayan estado tan cerca de una criatura tan peligrosa.
Tuvo que luchar para no sostener las pequeñas manos de sus chicas
con demasiada fuerza mientras caminaban hacia la Sala de Comando
de Grim. Pensó que había sido consciente de todos los peligros que
contenía su nuevo hogar, pero todos los días se encontraba
aprendiendo algo nuevo. Como cómo un pájaro peligroso podría
estar en su jardín. Grim había entendido que necesitaba asegurarse de
que sus bebés estuvieran bien y se había adelantado para encontrarse
con el transbordador que contenía a Ull, al general Rayner y a
Jennifer. Al entrar en la sala de mando de Grim, vio que todos
estaban allí.
Ull frunció el ceño cuando la más alta de las jóvenes le habló sin
permiso.
—Es más guapo—, Lisa corrigió en silencio a sus hijas, mientras trataba
de mantener la sonrisa fuera de su rostro. Especialmente cuando vio
el rango de expresiones cruzando las caras de los machos.
—Sí, así es, general Rayner. A veces nuestras chicas olvidan sus
modales—. Su mirada volvió a sus hijas. —¿No, chicas?
—¡Bienvenida a la familia!
—Pero Príncipe...— Miki lo miró con los ojos muy abiertos y llenos de
miedo.
—Oigan, ¿les gustaría que Ion y Nairn les llevaran junto a Tagma?—
Lisa preguntó mientras frotaba suavemente la espalda de cada una de
las chicas. —Sé que está planeando hacer más galletas hoy.
—Verdad.
Las chicas se miraron por un momento, luego se movieron en los
brazos de Grim para ser liberadas. Y después de cada beso en una de
sus mejillas, se habían ido.
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∞∞∞∞∞
Lisa puso una mano gentil sobre el brazo de Grim, sabiendo que no
le iba a gustar la forma en que el general le estaba hablando.
—Es algo increíble de la Tierra—, dijo Lisa, con los ojos fijos en
Jennifer.
—¡¡¿Qué?!!— Fueron los ojos de Grim los que se abrieron esta vez. Página | 67
∞∞∞∞∞
—¿Cook?— Carly levantó la vista del cuenco que estaba agitando hacia
el viejo guerrero que estaba ayudando a su hermana.
—¿Qué sabes sobre el Gran Raptor?— preguntó ella, dejando su tazón Página | 68
a un lado.
—Uh Huh.
—Oh, sí. Manno nos cuenta una nueva historia todas las noches.
—Sí, el hijo del Gran Raptor—, respondió Carly como si fuera obvio. Página | 69
—¿Qu ... por qué estabas molesto?— Miki preguntó, su pequeña voz
temblando.
—Como mamá.
—¿De Verdad?
—El Ojo del Raptor. Aquí—. Tagma abrió la mano y señaló un punto Página | 71
sin marcar en la palma de su mano entre el pulgar y el índice donde
dos líneas se unían y se parecían ligeramente a la cabeza de un pájaro.
—Le permitió al Guerrero sentir el mal y tener el poder de destruirlo,
protegiendo a los que están bajo su cuidado. Como lo hace el Gran
Raptor.
—Sí.
∞∞∞∞∞
—¿Crees que esta 'grabación' será suficiente?—, Preguntó
escépticamente Ull después de que Lisa había terminado de hablar.
Eso hizo que Ull cerrara la boca porque sabía cuán cuidadosamente
el Rey Grim protegía a sus hembras. Que incluso se le permitiera
verlas lo había sorprendido.
—Así que tendrás que acercarte cuando esté sola y convencerla de que
vea la grabación antes de que sus guardias ataquen. ¡Y no! — Lisa le
dirigió una mirada aguda. —No puedes simplemente matarlos. Estás
tratando de construir una relación entre el Imperio Tornian y la
Tierra. Tu primer acto allí no puede ser matar gente.
—Es una mujer notable—. Lisa lo interrumpió. —Se puso de pie por lo
que creía, por lo que quería y por lo que amaba. Que no puedas
apreciar eso es lo que me hace preguntarme si eres el hombre
adecuado para esta tarea. Trisha ha tenido que sobrevivir y lidiar con
muchas cosas. Ella es fuerte e independiente. Ella no va a tolerar tu
actitud de mierda hacia las mujeres. Ha lidiado con suficientes
imbéciles en su vida.
—Hombres indignos e incapaces—, Lisa aclaró para él. —Los que solo
quieren usarla para sus propios beneficios.
—Ynyr—, las palabras se deslizaron de sus labios antes de que pudiera Página | 75
detenerlas.
∞∞∞∞∞
—Tal vez debería ser yo quien vaya a la Tierra—, Lisa susurró más
tarde esa noche mientras yacía en los brazos de Grim, una mano
acariciaba distraídamente su pecho mientras miraba por las ventanas
el cielo lleno de estrellas.
—No.
—Pero, Grim...
—No me gustaría.
—¿Y las chicas? ¿Las otras hembras? ¿Las dejamos atrás? ¿Quién las
ayudará y protegerá si lo hacemos?
El corazón de Lisa se apretó ante la idea de estar tan lejos de sus
bebés si la necesitaban. Sabía que algún día llegaría el momento, pero
ese no era el día de hoy. Luego estaban las otras hembras de la
Tierra. Los hombres invitados habían comenzado a llegar, y ella Página | 76
necesitaba estar aquí para ayudar a supervisar las reuniones y calmar
los temores. Soltando un profundo suspiro, ella lo miró. —Tienes
razón. Mi lugar, nuestro lugar está aquí en Luda, pero Ull todavía está
muy enojado, y no entiendo por qué.
—Lo cual es inaudito. Sabes eso, mi Lisa. Una mujer podría quedarse
con el mismo hombre el tiempo suficiente para darle dos hombres,
pero ¿cuatro? Emitió un estigma en la Casa Rigel. Ninguna mujer
tornian consideraría unirse con nadie más que el futuro Señor.
—Sí.
—¡Diosa sí, Grim!— Lisa gritó cuando presionó sus manos contra su
pecho y arqueó la espalda, comenzó a montarlo. —Eres mío. Mi rey.
Mi Grim. Mi todo.
—¿Hermana?— Rebecca abrió mucho los ojos. —¿La que Kim estaba
buscando cuando los ganglians la capturaron?
—¿Dagan?
—Yo diría—. Finalmente, tomando una silla, Jen esperó y Lisa volvió
la mirada hacia Rebecca.
—Rebecca, la razón por la que quería que nos vieras aquí es porque
hay algo de lo que necesito hablarte. Y no puede ir más allá de esta
sala.
—Se han tomado más mujeres de la Tierra—, le dijo Lisa sin rodeos.
—No entiendo.
—Podrían porque saben dónde está la Tierra, y son los únicos, ya que
Wray ha mantenido su ubicación en secreto.
—Pero dijiste que los kaliszianos han estado interceptando sus naves.
—Lo sabemos, por eso Ull está siguiendo a Jen y al general Rayner a
Pontus primero, para recoger a las mujeres que rescataron y
devolverlas a la Tierra.
—Él se negó.
—¡Por supuesto que sí!—, Acusó Rebecca. —Lo has tenido bastante
cómodo, ¿no? Verdadera compañera de un general. Hermana de la
Emperatriz.
—Sí.
—Se suponía que debían estar haciendo eso antes—, los labios de Lisa
se torcieron mirando a Treyvon.
—¿Mi ayuda?
—Sí, como médico. Tú sabes que había otra mujer con nosotros
cuando nos llevaron. Mackenzie, Mac.
—Estuviste allí por más que eso. Kimmy me contó cómo tú, Rebecca,
tomaste un cuchillo en la espalda para proteger a Destiny y que tú,
Lisa, distrajiste a esa psicópata Risa el tiempo suficiente para que Kim
la sacara de la habitación.
—¿Es Nikhil tan grande como él?— Rebecca le indicó a Treyvon. Página | 88
—Más grande.
∞∞∞∞∞
—Realmente no veo por qué esto es necesario—, dijo Rebecca por
tercera vez mientras miraba a Lisa. —Los revestimientos que tengo
estarán bien.
—Apenas diría que estoy sola—, Lisa le dirigió a Rebecca una mirada
exasperada. —Hay tres transportes llenos de guardias con nosotros.
—Como dije, sola—, bromeó Rebecca. Su transporte se detuvo y
terminó la conversación.
—Sí mami.
—No, para Rebecca—, le dijo Lisa una vez que se cerró la puerta.
—Ya veo—, dijo Padma, pero no lo hizo. —Chicas, Dagan está fuera.
—Oh, mira, habla—, se burló Eero, el más pequeño de los tres. Él era
el que parecía disfrutar más lastimando a Dagan.
—No pensé que pudiera hacer otra cosa que llorar—, dijo Lalo, el más
grande.
—Veamos cuánto tiempo llevará esto —. Dal, el líder de los tres, se Página | 95
inclinó recogiendo un palo grueso mientras los otros dos se movían
para rodear a Dagan.
—Oh no, engendro no apto, esta vez no hay salida—. Dal levantó el
palo. —Tu Manno debería haberte acabado antes de que respiraras
por primera vez. Pero como no era lo suficientemente masculino
como para hacerlo, lo haremos—. Con eso, comenzó a balancearse, y
con un grito, Dagan cayó al suelo protegiéndose la cabeza.
∞∞∞∞∞
—Vamos, Miki—, gritó Carly sobre su hombro mientras corría por el
camino. —Creo que escucho a Dagan en el prado.
El camino en el bosque era uno que las chicas habían recorrido antes.
Conducía al pequeño horno que Gossamer había construido para su
primer hombre, Gahan, para que pudiera practicar sus habilidades de
fabricación de vidrio. Dagan se lo había mostrado en una de sus
visitas, confiando que le gustaba ir allí.
∞∞∞∞∞
Lisa levantó la vista, sorprendida cuando vio a Grim entrando a la
cabaña de Padma.
—Están afuera jugando con Dagan. Agee o Kirk están con ellos.
∞∞∞∞∞
Grim corrió por el camino que sabía que sus hijas habían tomado por
el tamaño de sus pequeñas huellas. Alejó el recuerdo de la última vez
que corrió en un camino como este, para encontrar a su Lisa
golpeada y casi maltratada. Sin embargo, esta vez no sería lo mismo.
No podía ser. Sus chicas eran demasiado jóvenes, demasiado
preciosas.
Cuando dobló una curva, tres cuerpos chocaron con él, cada uno
rebotando sobre él, volando hacia un lado. Mirando hacia abajo, vio a
tres de sus aprendices de primer año.
—Dal. Eero Lalo ¿Qué están haciendo aquí? ¿Han visto a las
princesas?
—S... solo estamos explorando, Rey Grim—, tartamudeó Dal, todavía
frenéticamente mirando hacia atrás por donde habían venido.
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—¿Princesas?— Tartamudeó Lalo.
∞∞∞∞∞
—Yo...
—Me alegro de que se hayan ido, Manno—. Grim miró hacia abajo Página | 104
para encontrar a Miki mirándolo mientras envolvía sus brazos
alrededor de su pierna.
—No duele—, dijo ella, abriendo su mano para que él pudiera verlo.
∞∞∞∞∞
—¿Qué significa, Grim?—, Preguntó Lisa más tarde esa noche después
de que las chicas estaban dormidas. Habían traído a Dagan de
regreso a Luanda y Hadar había curado cada hematoma y cada corte,
mientras que todas las hembras de la Tierra habían venido a verlo.
Dagan se había ganado cada uno de sus corazones con su manera
gentil y su sonrisa lista. Se había ido a casa más feliz de lo que Lisa
había visto al macho especial.
—El hallazgo de una pluma de Raptor es algo raro. Nadie sabe por
qué, así que encontrar una es un honor.
—¿Por qué?
—¿Verdaderos protectores?
—Sí, los que protegen, sirven y vigilan a los que no pueden hacerlo
por sí mismos. Como lo hace el Gran Raptor para la gente de Luda.
—El Ojo del Raptor—. La voz de Grim era mucho más baja esta vez,
casi pensativa.
—Pocos han oído hablar de él, y aún menos saben cuál es su regalo.
—¡¡¿Qué?!!
—Solo conozco a otro que haya recibido el Ojo. Se dice que si bien
salvó a muchos de las garras de Daco, tuvo un costo terrible.
—¿Qué costo?
—Eso no se sabe.
—Diosa, Grim. ¿Qué vamos a hacer?
—Pero...
—Mi reina aún duda de que seas el macho adecuado para esta tarea,
Guerrero Ull—, dijo Grim mirando a su Guerrero al otro lado de su
escritorio.
—No son tus habilidades las que ella duda, Guerrero Ull—, le dijo
Grim. —Es tu actitud desde la Ceremonia de Unión. Ella y Lady
Abby hablan con regularidad. Al igual que yo y Lord Ynyr.
—Están equivocados.
∞∞∞∞∞
—Sí, sí, sí. Entiendo. Así que mi tapadera es que me reuniré con Lord
Callen.
—¿Tapadera?
—¡No puedes irte!— Miki le dijo sin aliento. —No sin estos.
El ceño de Rebecca se convirtió en una sonrisa cuando abrió la bolsa
que Miki había metido en sus manos. —¿Me trajiste galletas?
—Sí, mamá siempre las hacía para nosotras cuando íbamos en un viaje Página | 114
largo, así que pensé que tú también deberías tener algunas.
Miki sonrió y luego se alejó de Rebecca hasta que se topó con las
piernas de su Manno. O al menos pensó que eran de su Manno, pero
cuando levantó la vista, se encontró mirando los ojos oscuros de
Guerrero Ull. Ojos que, por un momento, eran más oscuros de lo
que deberían ser.
—Adiós, tío Treyvon. Adiós, tía Jennifer. Adiós, Rebecca—. Miki Página | 115
saludó mientras se alejaban y Lisa no se molestó en corregirla porque
técnicamente estaba equivocada. Sus hijas habían aceptado
ansiosamente a Treyvon y Jen en la familia, y si esa era la forma en
que querían expresarlo, entonces ella las dejaría.
∞∞∞∞∞
Ull inclinó ligeramente la cabeza hacia un lado, mirando al grupo
decir adiós y no sintió nada. No, eso no era verdad, sintió algo... algo
oscuro.