La Edad Media se caracteriza por su larga duración en comparación con
otras épocas de la Historia y además, por las numerosas guerras y
contiendas que se libraron en aquellos momentos. Todos estos conflictos bélicos hicieron que las fronteras y la política estuvieran en continuo cambio, configurándose nuevos mapas a menudo conforme los señores feudales ganaban o perdían territorios. Esto implicó además que los guerreros medievales tuvieran que innovar en cuanto a sus armas para tratar de vencer a los enemigos, adaptándose a nuevas formas de lucha.
Las armas ya conocidas de épocas anteriores mejoraron
ostensiblemente especialmente en cuanto a los materiales. El empleo del acero y la aplicación de nuevas formas de fabricación de las espadas, por ejemplo, hicieron que éstas fueran más flexibles, mortíferas y resistentes. En la Edad Media se empezó a sustituir el hierro por el acero Índice del artículo 1 Principales cambios en las armas medievales 2 Ballesta 3 Arco 4 Maza 5 Espada 6 Lanza 7 Mangual 8 Armas de asedio: catapultas o 8.1 Balista o 8.2 Mangonel o 8.3 Onagro o 8.4 Trebuchet Un arma es una herramienta de agresión útil para la caza y la autodefensa, cuando se usa contra animales, y puede ser utilizada contra seres humanos en tareas de ataque, defensa y destrucción de fuerzas o instalaciones enemigas, o simplemente como una efectiva amenaza. Un arma es por tanto un dispositivo que amplía la dirección y la magnitud de una fuerza. Según otra interpretación, podrían definirse como los dispositivos más sencillos que utilizan ventajas mecánicas para multiplicar una fuerza. En ataque, las armas pueden ser utilizadas como un instrumento de coacción, por contacto directo o mediante uso de proyectiles. Estas herramientas, por tanto, van desde algo tan sencillo como un palo afilado a un complejo aglomerado de tecnologías, como un misil balístico intercontinental. En sentido metafórico, cualquier cosa capaz de causar un daño puede ser entendido como arma, y en este sentido se interpreta el desarrollo de la guerra psicológica durante las guerras del siglo XX. Además de este significado, tener un arma en la Edad Media era la simple diferencia entre estar vivo o muerto, ya que quien no tenía un arma en el ejército se podría ya dar por muerto. Era el instrumento para llevar la guerra. Hay una gran variedad de armas en la Edad Moderna y me centrare en las más importantes, como el trabuco, arcabuz, pistola, fusil o carabina, cañones, entre otras. En el siglo XIII, los chinos habían utilizado la pólvora como propelente para proyectiles de bambú, y estos conocimientos, gracias a los avances del comercio, y a los viajes de algunos europeos hasta estas tierras, llegaron a Europa. Los primeros datos acerca del uso establecido de armas de fuego personales en Ejércitos nos llegan desde el siglo XV, siendo estos modelo muy rudimentarios, siendo a veces tan peligroso para el usuario como para el enemigo. Pero es en los siglos subsiguientes que las armas de fuego se van desarrollando y perfeccionando, posicionándose como arma primordial de largo alcance en los Ejércitos, superando a arcos largos y ballestas en cuanto a letalidad y alcance efectivo. Una descarga simultánea de arcabuces podía anular cualquier intento de flanqueo o carga de la caballería enemiga, con desastrosas consecuencias para la misma. Este mismo avance hizo que las armaduras de los grandes nobles quedaran obsoletas, y con ello muchas tácticas derivadas de la Edad Media. Ya con los gloriosos Tercios españoles se incluye un componente estable de arcabuceros, portando un arma que era mucho más potente, con mayor alcance y más fácil de manejar que la ballesta, aunque menos precisa, pero devastadora a corta distancia. Con este tipo de armas, los mismos Tercios, se impusieron claramente a la mejor Infantería hasta entonces de su tiempo, en Biccoca, y la mejor Caballería, en Pavía, dando el honor de considerar a la Infantería así armada como “la Reina de las Batallas”.