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1.

DETERMINAR SI LA DEMANDA INCURRE EN LAS CAUSALES DE


IMPROCEDENCIA ARTICULO 5 INCISOS 1 Y 3.
La presente demanda debe declararse improcedente por el artículo 05 inciso 01 y
03 del Código Procesal Constitucional.

 INCISO 01 “Los hechos y el petitorio de la demanda no están referidos


en forma directa al contenido constitucionalmente protegido del derecho
invocado”.
Luis Alberto Rojas Marín de 26 años argumenta que se han cometido actos
contra su persona (física, moral y psicología) por la orientación sexual que
tiene, hechos protagonizados por tres agentes de la policía siendo esta
afirmación actos de controversia debido a que “Azul” asegura que estos
actos cometidos se ocasionaron por la supuesta “homofobia” que sentían
los agentes por su orientación sexual. En esta coyuntura y de acuerdo con
lo establecido en nuestras normas, leyes y constitución de nuestro país, las
afirmaciones por parte del recurrente son incompatibles con el derecho
invocado y con nuestra doctrina ya que se declaró que estos supuestos
actos cometidos fueron por su orientación sexual y no por su condición de
ser humano.

Sobre esta causal Figueroa, E. (2015) explica que, “Mucho de lo


determinado a nivel de la justicia constitucional ha sido expresado en clave
negativa, en el sentido de que las situaciones analizadas en estos supuestos
no inciden en un nivel de gravedad manifiesto en el ámbito del contenido
constitucionalmente protegido”.

Abad, S. (2017) opina: A nuestro juicio, para determinar el contenido


constitucionalmente protegido de un derecho, entendido como una causal
de improcedencia del amparo y no de fundabilidad, se debe tratar de
delimitar los alcances del derecho fundamental que sustenta la demanda
de amparo; es decir, el intérprete debe definir en qué consiste el derecho
fundamental alegado y lo que no forma parte de aquel. Esto implica
determinar los sujetos del mismo, las facultades o prestaciones que
involucra; en definitiva delimitarlo. Para ello resulta indispensable acudir
a lo dispuesto por los instrumentos internacionales sobre derechos
humanos, la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, así como los precedentes y la doctrina jurisprudencial del
propio Tribunal Constitucional. En igual sentido se pronuncia Castillo, L.
(2006): […] para el caso peruano, el contenido constitucional de los
derechos constitucionales se configura según lo que la norma internacional
sobre derechos humanos haya dispuesto del derecho o libertad cuyo
contenido se intenta delimitar. No se puede formular el contenido
constitucional de ningún derecho constitucional al margen de lo que las
normas internacionales o resoluciones de Tribunales internacionales
vinculantes para el Perú hayan dispuesto.
Asimismo, del artículo 5.1 del código se desprende que la demanda
resultará improcedente si los hechos y el petitorio alegado no se refieren
al contenido constitucionalmente protegido del derecho invocado, pues
todo proceso constitucional pretende proteger frente a una lesión o
amenaza a los derechos fundamentales; en el caso del proceso de
cumplimiento –conforme a lo anotado antes- la demanda deberá estar
referida al derecho constitucional "a asegurar y exigir la eficacia de las
normas legales y de los actos administrativos". Cuando el proceso
planteado no busque tal finalidad, sino que se pretenda la protección de un
aspecto no protegido del derecho constitucional invocado, el juez deberá
declarar la improcedencia de la demanda.
No procede la demanda constitucional si se refiere a aspectos secundarios
o accesorios de los derechos constitucionales. Será aplicable únicamente
a los procesos constitucionales que persiguen la defensa de derechos de
rango constitucional.
Las pretensiones que no se refieren de manera directa al contenido
constitucional del derecho fundamental reclamado, sino a su contenido
legal, deben ser discutidas en la vía procesal ordinaria.

STC 03227-2007-PA/TC caso Abad Paredes:


Que sobre el particular cabe precisar que este Colegiado en reiterada
jurisprudencia ha sostenido que el artículo 5°, inciso 1), del Código
Procesal Constitucional constituye un presupuesto procesal de
observancia obligatoria cuando se trata de identificar la materia que
puede ser de conocimiento en procesos constitucionales como el amparo.
En efecto procesos como el amparo, por la propia naturaleza del objeto a
proteger, sólo tutelan pretensiones que están relacionadas con el ámbito
constitucional de un derecho fundamental susceptible de protección en un
proceso constitucional. De este modo, no pueden ser conocidas en un
proceso como el amparo: i) pretensiones relacionadas con otro tipo de
derechos (de origen legal, administrativo, etc.), lo que requiere
ciertamente de una precisión: el hecho de que un derecho se encuentre
regulado en una ley, reglamento o acto de particulares no implica per se
que carezca de fundamentalidad o relevancia constitucional y que
consecuentemente no sea susceptible de protección en la jurisdicción
constitucional, pues existe un considerable número de casos en los que la
ley, el reglamento o el acto entre particulares tan sólo desarrollan el
contenido de un derecho fundamental de manera que este contenido, por
tener relevancia constitucional, sí es susceptible de protección en la
jurisdicción constitucional. Lo que no es protegible en un proceso
constitucional es aquel contenido de una ley, reglamento o acto de
particulares que carezca de fundamentalidad o relevancia constitucional.
Así por ejemplo, es un derecho sin relevancia constitucional el derecho de
posesión regulado en el artículo 896° del Código Civil o los beneficios de
combustible o chofer para militares regulados en el Decreto Ley N.°
19846; y ii) pretensiones que, aunque relacionadas con el contenido
constitucional de un derecho fundamental, no son susceptibles de
protección en un proceso constitucional sino en un proceso ordinario. Así
por ejemplo, no se protegen en el amparo contra resoluciones judiciales
aquellas pretensiones mediante las cuales se persigue una nueva
valoración de la prueba o la determinación de la validez de un contrato,
entre otras.

 INCISO 03 “El agraviado haya recurrido previamente a otro proceso


judicial para pedir tutela respecto de su derecho constitucional”
La parte demandante ya acudió a órganos jurisdiccionales en nuestro país
para pedir tutela procesa efectiva siendo esta denegada porque el escrito
que presentaba no cumplía con los requisitos de forma establecidos. De
acuerdo con este inciso el supuesto agraviado ya acudió a un proceso
judicial para pedir protección del derecho supuestamente vulnerado
debiendo declararse improcedente la demanda.
Esta causal de improcedencia tiene como objetivo evitar que se emitan dos
decisiones, contradictorias o coincidentes, sobre una misma controversia.
En tal sentido, si el propio demandante acudió a un proceso judicial para
tutelar su derecho, esto implica que esta es el mecanismo más adecuado
para la tutela del interés en juego. Carece de sentido entonces, iniciar un
proceso constitucional cuyo objetivo sea tutelar este mismo derecho.

Este caso supone que la demanda no procede si en realidad ya se inició un


proceso judicial que persiga tutelar el cumplimiento de una norma legal o
acto administrativo. En cualquier caso, este proceso judicial debe
perseguir el mismo propósito que el proceso constitucional; es decir,
regresar las cosas al estado anterior a la vulneración alegada en el relato
de los hechos contenidos en la demanda.
No se pude pedir en la vía constitucional lo que es objeto de proceso en la
vía ordinaria.

Resoluciones apelables

El artículo 365 del CPC, señala cuales son las resoluciones que pueden ser
objeto de apelación o mejor dicho aquellas que pueden ser examinadas por
el órgano superior.

Contra las sentencias. Las únicas sentencias susceptibles de apelación


son aquellas que han sido emitidas en primera instancia, y ello debido a
que las sentencias en segunda instancia que ponen fin al proceso
(específicamente las expedidas por las Salas Superiores) solo pueden ser
objeto de casación (art. 387, inciso 1 del CPC), y de aclaración o
corrección (art. 406 y 407 del CPC).

Respecto a lo anterior, es necesario precisar que existe la hipótesis que la


sentencia de primera instancia resulta inapelable, y se produce cuando
existe renuncia de las partes a formular recurso contra las resoluciones que
ponen fin al proceso (art. 365, inciso 1 del CPC). No obstante, también
existe la hipótesis donde, a pesar del acuerdo de renuncia, la sentencia
puede ser apelada, y es cuando se alegue la concurrencia de un “vicio in
procedendo”.

Requisitos de procedencia: Fundamentación del recurso

El art. 366 de CPC establece: “El que interpone apelación debe


fundamentar la indicando el error de hecho y derecho incurrido en la
resolución, precisando la naturaleza del agravio y sustentando su
pretensión impugnatoria”.

El texto de este artículo es una réplica del artículo 358 del CPC, y establece
como requisitos de procedencia los siguientes: 1) Indicación del error de
hecho o de derecho incurrido en la resolución impugnada; 2) Precisión de
la naturaleza del agravio y 3) Sustentación de la pretensión impugnatoria.
1. Indicación del error de hecho o de derecho. El apelante tiene la
exigencia de explicitar los errores de hecho y/o de derecho incurridos en
la resolución apelada. El error de hecho, desde nuestro punto de vista, se
encuentra relacionado a la incorrecta percepción que el juez tiene sobre
los hechos; mientras que el error de derecho se encuentra relacionado con
vicios in procedendo.
2. Precisión de la naturaleza del agravio. El agravio viene a ser la lesión
o perjuicio que la resolución apelada causa a una de las partes. Para la
doctrina nacional, cuando hablamos de sentencias, “agravio” es sinónimo
de “decisión desfavorable” a una de las partes originarias o sobrevenidas
(tercero legitimado).
3. Sustentación de la pretensión impugnatoria. El apelante debe precisar
el objeto de la apelación, es decir el extremo de la resolución que no
consciente, delimitando así, el ámbito de conocimiento (y
pronunciamiento) del órgano de segunda instancia (art. 370 del CPC).

04616-2009-PHD/TC
Se solicita al Octavo Juzgado Penal de la Provincia de Chiclayo-
Lambayeque y a la Primera Sala Penal Liquidadora de la Corte Superior
de Justicia de Lambayeque, copia autenticada del expediente Nº 061-
2007-8. En primera instancia se declara improcedente in limine la
demanda en aplicación del artículo 5º inciso 3 del Código Procesal
Constitucional. En segunda instancia se confirma la apelada. El Tribunal
revoca las resoluciones de grado al considerar que adolecen de un vicio en
la motivación, pues los procesos judiciales contra funcionarios del Estados
son siempre públicos, de conformidad con el artículo 139º inciso 4 de la
Constitución.

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