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372 POR EL BIEN DE ERIO fin a la intervencién de la Unién So- de diciembre de 1988 que p viética y de Cuba en Angola dejé sin justificacién internacional alguna tuna politica que se habia escudado hasta entonces en la supuesta ame- naza del comunismo. El nuevo presidente de la reptiblica, Frederik Willem De Klerk, iberé a Mandela y legalizé tanto a su partido, el ‘Congreso Nacional Africano (ANC), como al Partido Comunista en febrero de 1990, ¢ inicié a partir del afio siguiente la demolicién del sistema de apartheid, hasta llegar en 1994 a unas elecciones democriti- cas en que el ANC de Mandela obtuvo una victoria total, con el 62,65 por ciento de los votos (sin embargo, Mandela permanecié en la «lista de terroristas» de los Estados Unidos hasta 2008). Mandela alcanz6 durante su presidencia (1994-1999) un éxito con- siderable en la tarea de transicién a una sociedad integrada. No tuvo el mismo acierto su sucesor Thabo Mbeki (1999-2008), quien fracas6 en su actuaci6n frente al problema de la pobreza de la poblaciGn «negra» —en junio de 2008 se decidié calificar como «negra» a toda la pobla- cién de color, india y china—, y fue obligado finalmente a retirarse por su propio partido, el ANC. De nada sirvié el programa de Black Economic Empowerment (que, en opinién de The Economist, fue promovido inicialmente por grandes empresarios blancos para preve- nirse contra las propuestas post-apartheid de nacionalizacién», y que no ha hecho més que acentuar la desigualdad social, enriqueciendo a un pufiado de negros), ni una reforma agraria basada en la compra de tierras por el gobierno para adevolverlas» a cultivadores africanos. El resultado seria que en 201 1, bajo la presidencia de Jacob Zuma, a Repiblica Sudafricana pudiese ser calificada como un pafs en que un gobierno corrompido malgastaba en la celebracién de la Copa del ‘mundo de fitbol cinco mil millones de délares que hubieran sido nece- sarios para aliviar sus graves problemas de desigualdad, paro y pobre- za. Al tiempo que se preveia que iban a producirse invasiones de tie- ras, y que el Movimiento de desempleados denunciaba que el ANC «continiia hablando el lenguaje del nacionalismo y de la liberacién na- cional, pero ha degenerado en una asociacién de élites rapaces, decidi- das a sar el estado para saquear la sociedad», y justificaba por ello wla revuelta de los pobres». La forma en que el gobierno traté de hacer frente a esta situacién fue la de dar a la policia poderes paramilitares equivalentes a los de la era del apartheid, y votar una ley de Proteccién dela informacién destinada a impedir que los periodistas denunciasen la corrupcién politica. LAS REVOLUCIONES FRUSTRADAS DE LOS ANOS SESENTA Elde 1968 fue un afio de grandes conmociones. En enero se produjo en Vietnam la ofensiva del Tet, que convencié a los norteamericanos de que no podian ganar aquella guerra (en marzo tuvo lugar la masacre de My Lai, en que la compaiia mandada por William L. Calley asesind acerca de quinientos civiles vietnamitas indefensos; pero e! piblico no se enteré de ello hasta mucho més tarde). En abril comenz6 la prima- vera de Praga (el frustrado intento de instaurar un «socialismo con rostro humano», que la URSS no iba a tolerar), murié asesinado Mar- tin Luther King (a lo que siguieron graves disturbios raciales en diver- sas ciudades norteamericanas) y en Berlin se atenté contra la vida del lider estudiantil Rudi Dutschke. En mayo se prodajo Ia gran revuelta delos estudiantes en Paris. En junio asesinaron a Robert Kennedy, en agosto las tropas del pacto de Varsovia aplastaron el deshielo en Che- coslovaquia, en octubre la expulsién del Partido Comunista de Liu Shaoqui sefialé un momento culminante de la revoluci6n cultural chi- 1a, mientras en la ciudad de México se producfa la matanza de estu- diantes en la plaza de Tlatelolco y pocos dias después, en las olimpia- 4s, Tommy Smith y John Carlos saludaban en el podio con el signo el poder negro. En noviembre, finalmente, Richard Nixon gané las clecciones norteamericanas. Era, dird en sus memorias un agente del época mas rumultuosa de nuestra historia desde la guerra ci- fi nocesmercas lo mismo podfa decirse en muchas otras partes Setrataba, de hecho, de una secuencia de acontecimientos que cul- ninaba la evoluei6n de una década de cambios, la de los afios sesenta, cxyos origenes habrfa que buscar, sobre todo, en una sensacién global de frustracién, tanto en «Oriente» como en «Occident ‘guerra mundial se habia hecho en nombre de le deme nop. 374 POR EL BIEN DEL IMPERIO ci6n de los pueblos y las mejoras sociales ligadas al estado de bienestar. ero al cabo de veinte afios el panorama distaba de responder a las ex- rrollados y de los de la Europa del este, la guerra de Vietnam (donde nala cifra América Latina y las dificultades de la lucha por la integraé 1 en los Estados Unidos. Mientras en Europa occidental se extendfa la insatisfacci6n por la escasa entidad de las conquistas sociales alcanza- das, y la evidencia de que el sistema que se habia instalado en algunos pafses después de la guerra, incluso cuando se presentaba como una estaba hecho para llevar a cabo las viejas prome- 30 para frenar las acciones que pretendiesen ir ‘modo, la revolucién cultural china, cuyo atraigo entre las snderse como una respuesta al malestar social causado por la frustracién de las promesas de ripido crecimiento del «salto ade- ante» y por la burocratizacién de una politica que parecfa insensible a las necesidades colectivas, podria integrarse en este cuadro de ruptura laconsideraremos en otro h n prendié sobre todo en los j6venes y se manifest6 ‘0s de protesta que carecian de proyectos razonables para cambiar las cosas, y que acabaron en todas partes en la desesperaci de la impotencia. Nien Praga se podia pensar en vencer a los tanques soviéticos con manifestaciones pacificas, ni en los Estados Unidos los, _universitarios, los chippies» o el epoder negro» podfan amenazar seria- ‘mente el sistema, ni en Paris el entusiasmo milenarista de los estudian- tes podia transformar la sociedad. Como tampoco los «guardias rojos» chinos iban a poder acabar con el viejo mundo del maoismo para crear otro enteramente nuevo. id que cobraron estos movi jo no supo reaccionar inicialmente a unas amenazas que no habia previsto. Los afios cincuenta habjan sido de satisfaccién y ‘mansedumbre, y nada anunciaba las conmociones que iban a producir- se. El caso de los Estados Unidos puede servir de ejemplo. La década de los con los ocho afios de presidencia de Eisen- hower. que abandond el poder con un indice de popularidad de cerca ientos se debié a que el o- LAS REVOLUCIONES FRUSTRADAS DE LOS ANOS SESENTA 5 del sesenta por ciento, Su discurso final del estado de la nacién le per- enyanecerse de que la economia habia crecido en un 25 por cien- to.en sus ocho afios de gestién, los salarios reales habjan aumentado y se habian construido escuelas y carreteras por todas partes. Herbert Marcuse teoriz6 en El hombre unidimensional la decadencia del potencial revolucionario en las sociedades ca s, donde una organizacién aparentemente tolerante habfa creado nuevas formas de control social que conseguian desmovilizara la clase obrera, estimulan- do su afin de consumo y facilitando que se integrara plenamente. Las capas medias de la poblacién y los niveles superiores de los trabajadores se adaptaron a un sistema que les ofrecia la posibilidad de poser bienes y servicios que antes estaban reservados los ticos. Los miembros dela eneracién del baby boom de postguerra se casaban llenos de esperanzas yy compraban, cargiindose de hipotecas, casas en las aferas de las ciuda- des, en los nuevos barrios suburbanos que el automévil hacfa accesi- bles. En 1960 una mayoria de las familias norteamericanas eran propie- tarias de su casa y William Levitt decia: «Ninggin hombre que sea propietario de su casa puede ser comunista. Tiene demasiado que ha- cem. Por otra parte, los numerosos nacimientos crearon una nueva conciencia de preocupacién por los hijos y por la familia. Latelevisién no solo fue importante como instrumento de publici- dad y veh‘culo pata la difusién de pautas de conducta (el control de sus contenidos era tan riguroso que un eritico pudo decir que «casi tod desde el embarazo a la ibertad religiosa, se consideraba un tema peli- .gr030, lo que dejaba poca cosa mas que el homicidio como adecuado para entrar en los hogares»), sino por el hecho de que encerr6 inicial- ‘mente a las familias en sus hogares y destruyé muchos elementos de la vieja sociabilidad. Pero también, en contrapartida, a difusién de acon- os en transmisiones directas por satélite contribuy6 a crear ica més viva a través de una informacién mas rica. una coneiencia po Un aspecto importante del nuevo consumismo era que se basaba en el erédito: en la hipoteca para la adquisicién de la vivienda y en la tarjeta de crédito —que comenz6 con Diners en 1949, pero que se ex- tendié sobre todo con American Express y con BankAmericard, que en 1976 cambié el nombre por el de ZS4— para el consumo ordinario. ¥ el crédito era un factor que aseguraba la continuidad de la depen- dencia, La mayor parte de los americanos se sentian ade clase media» y, en lo que se tefiere a sus ocupaciones, los trabajadores de «cuello blanco» 376 POR EL BIEN DEL IMPERI crecian en niimero en relacién con los de «cuello azul», hasta superarlos (lo que en alguna medida anunciaba el proceso de desindustrializacién, que se desarrollaria posteriormente). Este mundo feliz vio también un aumento considerable de la practica religiosa. Entre los programas mas populares de la televisién norteamericana figuraban los sermones del ly Graham, arrastraba grandes masas de se, ‘Los cincuenta fueron en los Estados Unidos, y en buena medida en Ja Europa occidental, un tiempo de conformismo social, con una acep- tacién sin discusién de la autoridad del gobierno, la familia y la reli- gién, hijos a los padres, un tiempo de racismo y de actitudes reprimidas res- pecto del sexo, Estos valores fueron reemplazados gradualment Io largo de los favor de los derechos civiles de los negros, el feminismo, la liberacién sexual y el nacimiento de una contracultura, animados por la fe sincera de los jévenes en la posibilidad de construir ‘un mundo mejor. Fueron precisamente los j6venes, y en especial los estudiantes uni- versitarios, quienes comenzaron esta nueva etapa de cambios. LA REVOLUCION DE LOS ESTUDIANTES impaciencia cin con el crecimiento y la masificacién de un alumnado que proce de capas so sidad no era ya, como antes, una etapa preparatoria para su integracién en las clases dirigentes. En los Estados Unidos las protestas de los estudiantes, que mente habfan prestado apoyo a la causa de los derechos ci ron nueva fuerza por su oposicién a la guerra de Vietnam. Estas cam- paiias comenzaron el 24-25 de marzo de 1965 con un teach-in (una asamblea abierta) en la Universidad de Michigan, con més de tres participantes; el 17 de abril los «Students for a Democratic Society» manifestaban en Washington y el 15 de mayo habia un eeach-in nac El movimiento sigui Jes mas amplias que en el pasado, y paraeel cual la univer- nal en que participaron 122 campus LAS REVOLUCIONES Fi SDELOS ASOSSESENTA 377 hasta alcanzar un maximo en 1967. En abril hubo més de 130.000 ma- en Nueva York y mas de 70.000 en San Francisco; seis me- ses después fueron 100.000 los que participaron en Was marcha sobre el Pentagono, y la violencia lleg6 al extremo durante la Convencién demécrata de agosto de 1968 en Chicago. Fue entonces cuando nacié la llamada «nueva izquierday, que mez- claba elementos marxistas y ibertarios con los de movimiento de jévenes blancos contra el imperialismo y el racismo y a favor de una democracia radical»). Su organizaci6n més importante era SDS («Students for a Democratic Society»), nacida de I Industrial Democracy», a la que Tom Hayden dio nueva conseguir que aleanzase los cien mil afl ponian en 1962 en un extenso documento —The Port Huron Statement of the Students for a Democratic Society— en que sus miembros comen- zaban definiéndose como de esta generacién, criados en un por Jo menos modesto lojados ahora en las universidades, que observamos con incomodidad el mundo que heredamos». Propugna- ban evolucién social, no revolucién; se oponian tanto al papel de los Estados Unidos en la guerra fria como al comunismo, y estaban muy Iejos de simpatizar con unos sindicatos que desde 1945 se habfan buro- cratizado y se limitaban a negociar sus beneficios. Como ha dicho Ke- vin Drum, a estos jévenes supuestamente izquierdistas «no les preocu- paban la seguridad en el trabajo o el coste de la vida, sino en un primer ios derechos civiles y la hostilidad ala guerra, y mas adelante, nifestant mom el feminismo, la revolucién sexual y el medio ambiente. Llevaban el largo, tomaban drogas y eran aborrecidos por los mandarines de na divisién que iba a esterilizar la capacidad transfor- ., Por otra parte, afacilitarla los madora de los estudiantes y que contribu progresiva destruccién de lo Su momento mAs alto fue la participacién en los enfrentamientos con la policia que se desarrollaron en torno ala convencién demécrata de Chicago en 1968, pero a partir de entonces comenzaron a aparecer ‘ensu interior fracciones maoistas, que culminaron en 1969 con el gru- po de los wheatermen —un término sacado de la cancién de Bob Dylan que decia «tii no necesitas un hombre del tiempo para saber de dénde soplael viento», que daba apoyo a los Black Panthers, proponfa una guerra de guerrillas contra los propios Estados Unidos, y que acabé poniendo bombas, antes de extinguirse en 1971. Con el SDS integra- ban la new lef? movimientos como el «Free speech movement», que tos». 378 POR EL BIEN DEL IMPERIO ndo teach-ins y sentadas, de las. La lucha por los derechos civiles fue la segunda c miento, y la tinica en que consiguié victorias important razgo de Martin Luther King junior y su programa de lucha pacifica aunque junto a este movimiento surgiesen grupos negros cada ver. mas violentos, como el de los Black Panthers, que propugnaban la det armada. Una de las expresiones més representativas del mundo cultural de estos estudi ica, en que se integraba la cancién de protesta de Joan Baez 0 de Bob Dylan, salidos de la tradi- ci6n de la miisica wfolks y con ecos, a través de Pete Seeger, de las vie- jas canciones de la lucha obrera, que convertirian en un himno poco ‘menos que universal Ve shall overcome, un canto baptista que el movi- miento obrero adopté hacia 1930 y qi quienes luchaban en favor de los derechos ci en 1950 hieiero En Europa los movi s comenzaron en Alema- ia occidental, con Rudi Dutschke como dirigente mas destacado. Este, sidad en el Berlin Orient 3, estudiaba en la Universidad ola uni oblig6 a huir al oeste cuando se constrayé el muro. Como conse de su experiencia en ambos bandos, rechazaba tanto el régimen comu- nista que habfa conocido en el este-como el capitalismo occidental con sus residuos de fascismo, y propugnaba de emaneipacién social y nacional. El movimiento estudiantil, que con- denaba la guerra de Vietnam y la wocupacién» norteamericana de Ale- ‘mania, consigni6 con él un grado notable de actividad, con acci cespectaculares, basadas en la idea de que habia que provocar a un pil coapitico. F del Shah de Irén en ju- nio de 1967 hubo unos incidentes provocados por la banda de matones que acompafiaban al soberano, en qu até a un estudiante: el primer ma ia tercera via revolucionaria 1a manifestacién contra la iia alemén de paisano del movimiento. El segundo fue el propio Dutschke, gravemente herido por un perturbado. (Una pe- ae << LAS REVOLLICIONES FRUSTRADAS DE LOS AROS SESENTA 379) rar posteriormente a grupos de guerrilla urbana como la Rote Armee Frakt idada en 1970 por Andreas Baader y Ulrike Meinhof, entre 105). Estos movimientos si contra la guerra de Vi uieron en Italia, aunque aqui las protestas, 1am se asociaban a otros obj ivos concretos, a ensefianza adocenada y al sistema de exémenes, lo que dedicados a v6 a pe smpo entero, seminarios y becas para todos. Comenz6 privada como era la Universidad Catélica del Sa- indo se anuncié un alza considerable del grado Corazén de M coste de las matriculas, y siguié en los iltimos meses de 1967 por las de Génova, movimien a, se exten timatos de ensefianza secundaria janos no buseaban negociar con las autoridades académicas, sino el apoyo de la sociedad, yy lo obtuvieron de los sindicatos y de organizaciones como las juven- tudes de la democracia cristiana, En Francia la universidad v nuevo lider, Daniel Cohn-Bendit nia, encabezé las protestas contra la ley Fouchet, que se proponia res- paz hasta que en Nanterre un idencias de estudian- tes, lo que dio lugar aun incidente entre Col yel ministro dela Juventud, Missofe, cuando este inauguraba una Enero modo que hbo manifestaciones antinorteamericanas —conv cordar que en Francia habia muchos estudiantes vietnamitas— hi ddiantes ocuparon la torre mas alta del campus y organizaron entonces el llamado Movimiento del 22 de marzo, encaminado a lograr la liberacién de los estudiantes nidos, que consiguié movilizar a la ver 2 quienes se oponian al imperia- los que eran contrarios al capitalismo y alos que simplemente se oponian a laley Foucher. Durante las vacaciones de semana santa se intent poner en mar- tuna serie de detenciones. L 380 POR EL. BIEN DEL, IMPERIO 3 de mayo para someterlos a un comi iplinario; sus compafteros convocaron una concentracién para protestar. de los que protestaban, el rector di lamé a la policia un choque, prometié a los estu- diantes que se les dejaria salir tranquilamente del recinto universitario. Les engaiiaba; la policia los embarcé a la salida en sus camionetas y se luciGn de mayo, La indigna- jo en una lucha a pedradas con- al de Estudiantes de Francia (UNE! ‘orbona, para ev 18,30. Bste Germain, los estudiantes levaban las tapas de los grandes cubos de basura como escudos contra las balas de plastico de la policfa, y se ta- paban la boca para protegerse de los gases lacrimégenos. ‘Tras este primer y duro enfrentami ron el martes 7 de mayo una gran manifestacin que llevé de 30.000 a 50.000 personas a los Champs Elysées, con banderas rojas y alguna negra; una manifestacién que recorrié 20 km y siguié hasta la media . Fue entonces cuando se puso a la venta el primer mimero de Action, ¢| periédico publicado por la UNEF, el CAL y el Movimiento 22 de marzo, que contenfa las moderadas reivindicaciones de estos momentos: «Reapertura de las facultades, anulaci6n de todos los pro- ces0s y el Quartier latin para los estudiantes» (esto es, sin policia). Pero ya habia entonces provocadores que querian ir mucho més ‘como los situacionistas,* que tenfan uno de sus pocos afliados en- fa, cuando se organiz6 la manifesta 0, los estudiantes organiza~ conch ae eons wean ema cera ese lina wo lencuaie de las pintadas. sa emp que mostrasen > LAS REVOLUCIONES FRUSTRADAS DE LOS ANOS SESENTA 381 tre os siete estudiantes expedientados, quienes el 6 de mayo difundi laagresin fisica (wel precedente del brigadier Brun srudencian) y sostenian que «la contestaci6n a la universidad burguesa es insignificante, porque es toda la sociedad burguesa lo que hay que | miércoles 8 de mayo la agitacién se extendié plenamente a los Lycées de segunda ensefianza, mientras la UNEF y el SNESup celebra- ban un mitin, al que se adheria la FEN («Federacién de la Educacién Nacional | rector anunciaba la reapertura de la Sorbona, pero, al no acceder a las peticiones de los estudiantes, la huelga continué. Mientras tanto se producian los primeros contactos entre la FEN principales sindicatos obreros, con vistas a una actuacién conjunta. La culminacién de la revuelta se produjo en la noche del ro al 11 de mayo, «la noche de las barricadas». Los estudiantes se agruparon en el Quartier latin para ped racién de los detenidos, y la policia cor- 16 todas las calles. Se empez6 entonces a construir barticadas, unas se- senta, lo que no se habia visto en Parfs desde los lejanos dias de la | Commune, que los estudiantes evocaban en sus pancartas, Negociaron con las autoridades sin resultado y de las 2 alas 5,30 de la madrugada ‘combates en que la po gases y balas de plas- rudiantes y jo cual es un ‘aunque no hubo ningiin muert cial hizo nacer en los vecinos una simpatia los sindicatos, que tenfan sus propias reivindicacio- smaron a una huelga de 24 horas para 13 de mayo ya tuna manifestacién por la tarde, en solidaridad con los estudiantes y contra la represi6n policial. Aquella misma tarde el primer ministro, Pompidou, que regresaba de un inoportuno viaje a Afganistin, apare- Jas tres peti- ciones de los estudiantes: las universidades se abrieron el Iunes y los detenidos fueron liberados este mismo di catos y por los estudiantes reunfa 800.000 personas. El ntimero 2 de Action proclamaba «La calle venceré». Ahora se planteaban nuevas ‘rmacion, con pruebas, de que la poli- — 382 POR BL BIEN DEL IMPERIO fa gaullista ha usado en Ja represi6n contra los manifestantes del Quartier latin gases t6xicos mortales de los americanos en Vietnam, el SNESup, la UNEF, el Movimiento 22 de ‘marzo y los CAL deciden que I mente hasta que el prefecto de ps Fouchet, hayan dimitido. EI miércoles 15 los estaiantes ocupaban el teatro nacional del (Odéon para convertirlo en un centro de reuni sidad no funcionaré normal- ., Grimaud, y el ministro del Inte- mismo dia se ext paraba la televisién y se interrump: de se organizaron unos llamados «Estados generales: blicaron un manifiesto de denuncia de los abusos entre otros, por Doniol Valeroze, no podia seguir encerrada en una capilla, sino que debia abrirse al did logo con todos, incluso «eon aquel Ios est des, incluso eon aque 's que nos han despertado, esto es y los trabajadores, las profesiones liberales, ya Jabra con el espectador». P veneer El paso siguiente en la escalada habia de ser, en el programa de los estudiantes revolucionarios, la plena movilizacion de los trabajadores. icaban y un grupo I parecer de estudiantes de secundaria, el FER (uFederacién = Estudiantes Revolucionari mezclaba las rei icaciones de am- Jos colectivos como si fuesen una misma ‘«Ningan: sf nos de mil francos al mes» ened iadae I que «La lucha de los cha de as antes es parte integrante de la lucha de masas trabajadoras y explotadas * ™ '. El 17 de mayo los estudiantes decidieron ir en mai 1.° 3 de Action de 21 de mayo decia en su portada: «El viernes por primera vez en Francia, una manifestaci6n de est tuvieran en la ipedir que las ocupasen los estudiant ‘quienes encontraron cerradas las puertas de Billancourt. Una hoja que wlas oreanizacjones “obreras adicionales, oportunistas y refor- [LAS REVOLUCIONES FRUSTRADAS DF-LOS ANOS SESENTA 383 risa, han demostrado su incapacidad para dirigir la hucha contra le burguesan, mientras el 21 la Juventud Comunista Revolucionarioy proclamaba todavia: «L.a bandera roja dela clase obrera flota sobre las facultades y sobre las fébricas». Sesabia que os sndicatos estaban negociando el retorno al trabajo acansbio de una serie de mejoras, peo los reyolucionarios de manifes- tucién y de ocavillaseguian ereyendo que estaban a punto de dersbar Invieja sociedad y que contaban para ello con el apoyo de los trabaja- ddores, La noche del 23 al 24 de mayo siguieron los enfrentamientos con la policia. El viernes 24 hubo una manifestacion de trabajadoves ¥ sora separada de estudiantes: la CGT habia fijado la marcha de a ps mera para que no coincidieran. esartollarse los acontecimientos sin enterarse ‘onvencido de que que la represién policiaca ‘oun viaje a Rumania para mantener conver caciones con Ceaucescu, Regresé el 18 de mayo (el periédico satirico sr conard enchainé dijo «De Gaulle ocupa el palacio de I Elysée>), in dignado por latoleranca de su jefe de gobierno, Pompidou, con la ‘da anarquia) y exigiendo medidas duras, in darse cuenta de que lo que proponia solo p 5 momentos con pata de sangre. El 24 un De Gaulle envejecido y cansado apareci6 levisidn anunciando un préximo referéndum, pero no entusias- ‘Aquella misma noche Tos estudiantes, que querian ditigirse hacia los grandes bulevates, se encontraron el camino cetrado pot 8 Pd isparaba bolas de acero. Intentaron incendiar la bolsay a co- ‘del Beaubourg, y mantuvieron grandes enfrenta- quiente el Quartier latin parecia 126, mientras el gobierno negociaba con Jos sindicatos, Paris estaba paralizado y empezaban a falta las provi siones. El 25 de mayo el Partido Comunista hizo una declaracién en que decia que la apertura de negociaciones con ta patronal y con el go- remo era un triunfo y lamaba a estudiantes y profesores a dedicarse a ula reforma democritica de Ja universidads. 127 los estudiantes hicieron un gran mitin en que pretendian se- guirhablando de la unidad con los t jadores pero silbaban a Jos re- presentantes dela CGT. Un De Gaulle deprimido# inquito do en. Tonees un golpede efecto: desaparecié, Mientras muchos pensaban que 384 POR EL BIEN DEL evistarse con el general Massu, que mandaba l jonadas en Baden-Baden, para saber si ejército. tropes nia el pleno apoyo del nquilizado en este decidié de improviso el 30 de mayo, amunciado ni siquiera asu primer ministro, anunciar por la (0 me retiraré. Tengo un mandato del pueblo y lo cum No cambine al primer ministro. Disuelvo la Asamblea naci produjo entonces una m: Champs Elysées, de Concordia a Etoile. Los manifestantes banderas tricolores y pancartas contra la revolucién en que det pelirrojo —Cohn-Bendit ‘sos estamos hartos»... No todos eran gaul 3s, pero la mayoria eran simplemente gen- n que se anunciaba, Los estudiantes y sus compaiieros de lucha no se enteraban. El mis- tes que tem rabajadores» en que decfan: taa Europa y pronto amenazara a todas las clases dominantes del mun- do, desde los burécratas de Moscét y Pekin s hecho estremecer @ proletariado internacional volvera al asalto de las capitales de todos los Y proponia un régimen de con- de todo poder exterior, la democracia directa y delegado re- s millonarios de estado: participacién creadora permanente de las masas, a extensi6n y coor. nacién internacionalistas». - Pero para entonces el gobierno habia recuperado la confianza, cfa desalojaba los locales ocupados por los es durante on negsna dea Rea. En srl de 969 De Gl ganiz6 un referéndum para pedir a aprobacién de una reforma c ucional yal obtener unre jo destvoabe, cn un guy po ciento de votos negativos, opt6 por dimitir. AS REVOLUCIONES FRUSTRADAS DE LOS ANOS SESENTA 385 ‘marzo de 1968, donde se com . En Brasil, en So Paulo, se di nilitar,y tavieron especial gravedad en la cindad de México. antes de comenzar los Juegos olimpicos, Ordaz que se reprodujera una agitacin estudiantil semejante ala de Pari, que creia originada por una diantes habian convocado 0, la Plaza de las Tres Culturas, el 2 de octubre de 1968, Acudieron ‘os seis mil estudiantes para lo que se habia planteado como tna con- a sin més trascendencia. Pero faltaban pocos dias paral inauguracién de conla agitacién, envis el ¢ tienen que fueron hombres del Bat sano que se econocian por el hecho de llevar guantes blancos, los que se sezclaron con los dirigentes estudiantes que se disponfan a hablar des- deel tecer piso del Edificio Chihuahua, y empezaron a disparar indiscri- adamente sobre la plaza, tanto sobre los estudiantes como sobre el ejército que vigilaba el acto, y que respondié a la agresién haciendo fue- goasu ver. Dos o mis horas de troteo produjeron un niimero de muer~ :os que las investigaciones recientes han establecido en 44, de los que 34 son conoeidos por su nombre y otros diez estin sin identifica. El responsable dea matanza, como titular de a cartera de Goberna- cin, Luis Echeverria, sucedi6 a Diaz Ordaz en la presidencia en 1970 y alos seis meses de haber asumido el cargo, el 10 de junio de 1971, el di en que se celebraba la festividad del Corpus, envié a las bandas de «los Halcones», un grupo de matones a sueldo del gobierno, armados con palos y cadenas, para que atacasen una mani en presencia de la poliefa, que dejé actuar a los matones sin inmis seen una actuacién que caus6 25 muertos y numerosos heridos. stacién de estudiantes, CHA POR LOS DERECHOS CIVILES EN Los Estapos UNIDOS primero de diciembre de r955 Rosa Parks, una negra veterana lucha por los derechos civiles, que estaba cansada tras un largo le trabajo, fue arrestada en Montgomery, Alabama, por relusar 386 POR EL BIEN DEL TAPERIO ceder su asiento en el autobiis a un sutobis a un pasajero blanco, como mandaba las leyes del estado. El incidente inicié un boicot a los autobuses i tun afio y dio nueva fuerza a la lucha que hizo posibl ies n izo posible que, en el transcurso de una década, se conquistaran los derechos civiles que per- mitieron acabar con la segregacién racial en los Estados Unidos y ase- guraron el derecho al voto a los negros del sur. ; 7 lucha que iba a remover una sociedad que habia pretendido vivir de espalda a estos problemas. Por ejemplo, se estaba preparando conmemoracién del inicio de la guerra de Secesin —la «guerra ci- a de 1861 a 1865— que primavera de 1965 yguese pretendia presentar como una especie de : «entre dos grupos de americanos blancos amantes de libertad», sin hablar para nada de negros, @ emancipa in De lo que se trataba era de celebrar wel comienzo de una nueva ‘amet La Comisién del Centenario habia con- fa de comenzar en la esclat de los estados que habia de reunirse en Charleston, pero un delegado negro del estado de New Jersey se encontr6 con que le negaban aloja- miento en el hotel, debido a las leyes segregacionistas del estado de Carolina del Sur. Kennedy, que acababa de entrar en funciones como presidente, sugirid que se reuniesen en un centro de la estaba segregado, pero fue entonces la comision de Car sep ; del Surla «que se neg6 a acudir a un local federal, de modo que hubo que organi- zar dos reuniones separadas: una en el local del estado, segregada, y otra en el federal. La guerra racial seguia viva y la emancipacién de los afroamericanos no haba concluido. En las luchas de estos afios tuvieron un papel importante las nue- vas organizaciones de protest, como el Congreso por la Igualdad Ra- cial (CORE), el Comité de Accién No Violenta de los Estudiantes (SNCC) 0 la Confederacién de Iglesias del Sur (SCLC), dirigida por Martin Luther King junior, que reunfa a unas 8 : fis ain ther 5 organizaciones cris tianas stas o1 jones protagonizaron un nuevo tipo de acciones que sacaron la lucha a la ciones y de desobediencia civil pacifica. Los jéven¢ menzaron ahora a mo Ps Se elec. sas man cen una campaiia de manifesta- lizarse para manifestarse y resist la violencia. aciones pacificas acababan con frecuencia con sus organizadores en la cdrcel, como le ocurrié en mis de una ocasié ‘© exponian a los jévenes negros que participaban en ell nal rr, ae ONES FRUSTRADAS DELOS ANOS SESENTA 387 LAS REVOLU gendrando actitudes posiivas en grupos de jovenes blancos del norte Fe toér dos autobuses con blancos y negros, miembros del CORI vn de Washington para hacer una campafiaen el sur, fueron " Carolina del Sur recibieron una paliza y en Alabama pren- ss autobuses. Mientras los apaleaban, la poliefa lo miraba sin intervenir, y los agentes del FBL tomaban noras. ‘Los actos de protestafxeron en aumento hasta que culminaron en agosto de 1963 en la marcha de 250.000negros hacia ‘Washington, con ‘lapoyo de estudiantes y tebajadores, para presionar ue Congreso seretedo retcente. Fue entonces cuando King hizo su famoso dis- sane J have a dream... en que afieraaba: «No habré cama ni tranguili= salen América hasta el dia en que se concedan al negro sus derechos st cadadanon, «Suefio que mis cuatro hijos pequefos vivian un dia tevuna nacién en que no seran juzgados por el color de su piel, sino PAF roan ntjeza de su carécter» Un mes més tarde, un domingo por la snafana, estallé una bomba en una iglesia negra de Birmingham, en un atentado que caus6 la muerte de cuatro nifios. ‘En el verano de 1964 tres defensores de los derechos civiles, un negro y dos blancos, fueron arrestados en delphia, Mississippi jos dejaton en libertad por la noche y fueron asesinatos por quienes les esperaban fuera. Hasta este momento el gobierno 20 haba hecho nada para proteger alos negros de a violencia racists fue Is revuelta negra tenprotesta contra esta violencia la que le oblig6 a acta. v scsultado fue la ley de Derechos Civiles de 1964, axsancada al Congreso por Jotnson, y a de 1965, que eliminé los pretextos dus = saben en cl sur para impedir que los negros votasen, en estados en quemenos de la mitad de a poblacién con derecho avoro estaba regis- via. En 1967 se enviaron funcionarios para que se encargasen de re- 1a los votantes potenciales, con resultados espectaculares en re ‘Pere las cosas cambiaban en la realidad mucho menos de lo que prometian los textos legales, lo ewal vino a favorecer [a aparicién de ators de la poblacion negra que se inclinaban por el uso dela violen- tia, en una evolucién que llegé al maximo en 1967. King ert todavia respetado, pero la nfluencia pasaba a nuevos lideres més combativos. De hecho el propio King, que se fue consienciando gradualmente de que los problemas de la pobreza no se resolvian com la conquistt de low derechos civiles, empezé a hablar contra la guerra de Vietnam en a oe ree ee dliscurso de 4 de abril de 1967 en que afirmé que habia 388 desi nn Esto fue, ademas, lo que lo se- paré definitivamente de Johnson, con quien hasta entonces habia man- tenidc una buena relacién. King hablaba ahora conjuntamente de la guerra y de la pobreza, mientras el FBI —cuyo director, Hoover, le crefa manejado por los comunistas y le odiaba profundamente—le es- piaba y se preparaba para destruitlo. ‘Aunque todavia segu‘a proponiendo una actuacién no-violenta de a, King estaba adentrindose en terrenos peligrosos. Planed un Campamento de los pobres en Washington, para lo que no contaba con la aprobacién que la presidencia habia dado anteriormente a sus iniciativas, y decidié ir a Memphis para apoyar una huelga de los trabajadores de. fe ‘mos en una nacién enferma. Tal vez. hayamos de aceptar que ha llega- do el dia de la violencias. El 4 de abril de 1968 Martin Luther King jr. fe asesinado en Memphis por James Earl Ray, aunque siempre se sos- peché que podia haber alguien més tras la accién de Ray, quien neg6 su culpabilidad hasta su muerte en 1998. Lamuerte de King dio lugar a violentas revueltas negras en més de 120 ciudades norteamericanas, con incendios y saqueos, en una movi- i jue ayud6 a Johnson a conseguir que se aprobasen nuevas le- yes contra la discriminacién. Pero hoy sabemos que al mismo tiempo {que los gobiernos aprobaban concesiones legales en las cimaras, ac- tuaban a través del FBI para infiltrarse en los grupos mi (Ernest Whiters, el fotégrafo negro que gozaba de la confianza de King, era un informador a sueldo del FBI), perseguirlos y destruitlos. Entre 1956 1971 el FBI di cia (Cointelpro) que protagonizé 285 operaciones encubiertas contra grupos negros (y, més en general, contra los de izquierda, de cualquier color que fuesen, con una especial dedic: paz). La continuidad de esta persecucién y su exasperaci6n ante justicia que seguia pesando sobre ellos (los afroamericanos eran el por ciento de la poblacién, pero el 31 por ciento de los combatientes en ‘Vietnam) explica que apoyasen ahora a grupos cada vez més radicales, jeres como Stokely Carmichael, un nativo de Trinidad criado en los ghettos de Nueva York, que st pacifico de Martin Luther King. Carmichas distanciado del movimiento ‘que fue quien creé la ex- LAS REVOLUCIONES FRUSTRADAS DE LOS ANOS SESENTA 389) presién Black power, acabé rechazando cualquier colaboracién con los lerales blancos, hasta que en 1969, inspirado por ideas pana marché a Guinea, donde residié hasta su muerte en 1998. El més violento de estos nuevos grupos fue el de los Black Pan- thers, fundados en Oakland, California, en 1966 por Huey Newton y Bobbie Seale, que propugnaban una politica de defensa activa contra la violencia blanca y contra la Jo que les llevé a enfrentamientos armados y al encarcelamiento de sus miembros. Acabaron siendo vi timas, no solo de la represién policiaca, sino de su propia implic nel tafico de drogas, mientras la combatividad de quienes les habian seguido sufria las consecuencias de la difusién, posiblemente delibera~ a, de drogas (y muy en especial del «crack») en los barrios negros de has ciudades més conflict Entre quienes se negras figuraban también los grupos de musulmanes negros, con diri- gentes como Malcolm Little, conocido como Malcolm X (con la X en cl lugar del ignorado nombre de sus antepasados afticanos), que fue asesinado en 1965 ese a todos los avances legal diseriminacién se mantendrian en los aios siguientes, con un aumento del encarcelamiento de negros —que representan en la actualidad una proporcién desorbitada de los hombres retenidos en las cérceles norte- americanas— y la aplicacién sistemitica de la pena de muerte. No es por casualidad que la zona en que en la actualidad se realizan con mas frecuencia ejecuciones (the execution Belt) coincida con aquella en que la discriminacién eran considerados normales antes de las ejecuciones han venido a cumplit una lo quelas de las iglesias Jos métodos de control social y de el apartheid los aos sesenta. La cércel fancién en el mantenimiento del control social y han per cosas vuelvan a su sit EL COMIENZO DE LA ERA BREZHNEV Y LA PRIMAVERA DE PRAGA Lednidas Brézhney no tenia la talla politica ni intelectual de sus prede- en el poder. Su preparacién era escasa, incluso en el terreno de ica del llamado marxismo-leninismo, lo que le obligaba los redactores de discursos (Mikoyan afirm6 posterior- del partido y el Presi otros mas substanciales, como la ru tural. Las nuevas novelas de Solzher consiguié nada con sus demandas de libertad de expresidn. En sep- tiembre de 1965 la KGB detenfa a dos escritores, Siniavsky y Dani acusados de haber hecho circular samizdats ‘nes— satiricos sobre la URSS: fueron juzgados y 0 estos momentos cuando surgié en gran escala dentes, que era también un signo de ido con Jru los hubiese ‘Como partidarios de la sin se prohibieron, y Sajarov no esto es hov: Stal pero como tenjan clara conciencia de su inferioridad m ron de actuar con precaue en que Johnson tervenir (Kosygin oficial en Vietnam del Norte en fe- brero de 1965, Jos norteamericanos bombardearon Hanoi y Haiphong). Hubieron de contemplar con impotencia el desastre que icaba el triunfo de Suharto en Indonesia (con el asesinato de Los hombres que llegaban ahora al poder, como Kosygin y Podgor- ‘materia de relaciones internacionales y impotencia, « |, mirando al mundo tan solo a través de los papeles que legan a mi mesa». Ti ernest oe medio a su inferioridad la conviccién de que necesitaban poner re- 1 respecto de los Estados Unidos, ta contra su mayor enemigo. Fue esto, indoles a recuperar la l6gica de la pol ee Pe LAS REVOLUCIONES FRUSTRADAS DE LOS ANOS SESENTA 391 390 POR FL BIEN DEL IMPERIO En lo referente a la agricultura, Brézhnev era partidario de usar abonos sy maquinatia, no de grandes roturaciones. Tuvo la suerte, ademés, de que la coyuntura inmediata le resultase propicia. En 1964 volvi6 a haber una gran produccién de cereales —Jrushchov fue destinuido antes de que llegaran a Mosct las estimaciones de las cose~ chas que podian haberle reivindicado de algunas de las acusaciones aque se le hicieron— y esta siguié creciendo en los afios siguientes. La produccién industrial también se fue recuperando y hacia 1970 todo el ‘mundo parecta estar contento con el viraje estabilizador realizado por Brézhn: ‘No todo marchaba bien, sin embargo, en la Union Soviética. Brézh- nev no hizo nada para mejorar la eficacia de un sistema productive que envejecia sin reformas —xellos fingen que nos pagan y nosotros fingimos trabajar», decfan los obreros en tiempos de Jrushchov—, ni Nadie puede vivir solamente de su sala- para eliminar la corrupei rio», reconocia Brézhnev (su propio yerno iba a ser procesado por aceptar 700.000 rublos en sobornos). De modo que se limitaron a dejar seguir las cosas, sin prever la necesidad de modernizarlas. Las pres paciones de Jrushchov por transformar las relaciones sociales n vieron tampoco a reapatecer en unos gobernantes para quienes el pro- ‘una sociedad socialista no era més que parte de una liturgia del pasado. Shelepin reconocerfa, afios despu fa sido un error, y Chernyaev escribié en su Diario que lo que salv6 leo + vodka + la dela maquinaria fanada. que la cleccién de Brézhnev paciencia de la gente», soportando la burocratizaci del partido, que proyectaba buenas cosas, pero no ‘Como convenia dejar de prestar ayuda econémica a los paises del este de Europa, se autorizé a Kédér para que introdujese reformas en Ia ‘economia hiingara, donde empezaton a admitirse determinadas activi- dades privadas. Los mayores problemas se producirfan, sin embargo, donde las reformas pretendieron ir mas allé de lo estrictamente econé- rico, y muy especialmente en Checoslovaquia, donde se habia ido de- sarrollando un clima de reforma dentro del sistema, que aspiraba 2 crear un socialismo en que la propiedad colectiva de los medios de pro- duccién (en una economia reformada, con cierta participacién de ele- més de- 392 POR EL BIEN DEL IMPERIO viejo diri- desde hacia 15 afios y que reunia en su estaba Alexander Dubéek, secretario del Partido Comunista eslovaco, un hombre de 46 afios, hijo de un n mnio que h: regresado de a posibilidad de que un dia hubiera una sociedad socialista en su nueva patria de Checoslovaquia. Dubéek, que despertaba confianza en los cos del poder, y muy especialmente en el propio Brézh- do en la escuela superior del partido en Mosca, los cargos que acumulaba Novotng, con el fin de di del partido y del gobierno, y evitar q programas de reforma. No invité a Brézhi pero este, que advis alos checoslovacos que aquel era un asun \guir los émbitos jiera obstaculizando los if le acus6 de nacionalismo burgués € esperando recibir su apoyo; le Novot toadedie interno suyo. 8 Dubéek fue nombrado primer como presidente de la repiiblica. Muy pror , sin embargo, los so- inguietarse, a medida que los dirigentes che- cos empezaban a desarrollar sus planes de reforma. Cierto que, a di- ferencia de lo que habia hecho Nagy en Hungria doce a se proponian aban ni dejar el pacto de Varsov pero la propia ide: tro human ingae no solo a los sovi Europa del este, que te i este, g licaciones que podian surgir «en sus propios paises. Como en tantas otras ocasiones, los soviéticos fueron incapaces de interpretar la oposici6 cconjuras, tras las cuales vefan siemp: tos de Occidente, en un perfecto paralelismo con la obsesi6n occiden- ta. No importaba que, en este caso servicios de informacién les di desde Washington que lo que estaba sucediendo en Praga habia to- mado por sorpresa a los norteamericanos y que la CIA no tena nada ue veren ello. 7 in salvo en términos de LAS REVOLUCIONES FRUSTRADAS DE LOS ANOS SESENTA 393 {a alarma se avive a partir de la progresiva supresion de la censura y dela tolerancia hacia discusiones polticas en que se proponia el res de los partidos de antes del golpe de 1948 y procesos politicos. Dubéck fue invitado air aun fre cidn de las aMosedi, donde trat6 de tranquilizar a Brézhnev, que mant ambio, la entrevis- cuente contacto con él por carta y por teléfono. Ex tade Dubéek con Gomulka, a la que acudia con la intencién de con- vencerle para que Hungria, Checoslovaquia, Polonia y Rumania, con elapoyo de Yugoslavia, formasen una especie de ala reformista dentro del pacto de Varsovi ‘0s checos no iban a encontrar apoyo alguno en este terreno, ni siquiera en Hungria, donde se estaban intro duciendo algunas reformas, limitadas a la economia. Los temores de los dirigentes del este se acentuaron cuando algu- nos jefes militares checos prosoviéticos, acusados de haber querido dar tun golpe para restablecer a Novotng, fueron reemplazados por otros @ leraba reformistas, Andropov, que ten‘a la experien- 1956; dijo quelo de Praga se parecia cada vez masa quienes se con: ciade Budapest taques de la prensa y por las pre~ 108 de salud», Este n tomado las cosas y expresé su preocup: hecho de que los acontecimientos de Checoslovaquia comenzaran aen- contrar eco entre los intelectuales y los estudiantes rusos, a lo que se atiadia el temor de que pudieran tener graves repercusiones en Ucrania. 1, Gomulka, en Varsovia —donde ya empezaba a haber manifestaciones de estudiantes que pedian «su Dubéck»— esta- ban también preocupados por las consecuencias que estos aconteci- ‘mientos podian tener en sus respectivos paises. E23 de marzo se celebré en Dresde una reunién de los checos con los disigentes de cinco partidos comunistas, en que los ataques a las reformas fueron generales. rizando el aleance de la situacién, pero forzado también por el hecho de que desde Checoslovaquia se le peda que resistiese a las presiones internacionales. Queria ganar tiempo porque esperaba que cuando el an de accino, el programa de la «ruta checoslovaca al so- adelante, se demostraria que las reformas tenian una sry que no amenazaban en absoluto a la co- smunidad socialista. 394 POR EI. BIEN DEL IMPERIO. Cuando se aprobé el plan, a comi contenido de reformas econémicas creciezon a un tiempo el malestar de los soviéticos y de sus satélites y el centusiasmo de una poblacién checa que pedia todavia més reformas. El 27 de junio aparecié en la Gaceta literaria un documento, las «Dos mil palabras», en que una serie de personalidades pedian que se acelerase la via hacia la democratizaciOn, Se restablecié la libertad dio un paso tan importante como el de decidir que el gobierno fuese responsable ante la Asamblea nacional, y no ante el partido, Brézhnev se convenci 20s de abril de 1968, con sa entonces de que lo que estaba sucediendo «no era ya un asunto interno Mientras tanto, en Checoslova taba vencer las resis- tencias intemnas a Jas reformas con la celebracién de un congreso ex- traordinario del Partido Comunista en septiembre de 1968, adel do.el que estaba en principio fijado para 1970, con el fin de cla situacién, Esto obligaba a apresurar una posible intervenci6n exterior, puesto que los sovieticos no podian arriesgarse a que un congreso del Partido Comunista checoslovaco sancionase la politica reformista, nia que los miembros prosovieticos de la direccién perdiesen sus cargos. Hasta el propio Kadér, empefiado en la reforma econémica en Hun- denunciaba lo que sucedfa en Praga como un proyecto contrarre- jonario amenazador. EL 15 de julio los dirigentes de los partidos comunistas de Bulgaria, Hungrfa, la Reptiblica Democrética Alemana, Polo asi Rumani nifestaban gravemente p La ofensiva de la reaccién, con el apoyo nazando al cialismo y esto, ldgicamente, habia de preocuparles, por que cada uno de ellos era responsable, no solo ante su pais, clase obrera internacional y el movimiento comunista mundial». Esta- ban entre tanto preparando el «Plan Danubio» para realizar una inter vvencién militar en gran escala, ‘Los checos contestaron a este ultimétum alegando que el socialis- mo no corti da la URSS y a la comunidad de los paises socialistas, como su deseo de proseguir por el camino de as reformas.. Se les hicieron entonces advertencias muy serias, sefialandoles los ssgo alguno en su pais y reafirmaron tanto su .

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