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Colonización es la acción de dominar un país o territorio (la colonia) por parte de otro (la

metrópoli). El proceso de colonización puede ser de carácter político, militar, cultural o


presentar otras manifestaciones así como desarrollarse de en forma violenta o pacífica.

Migraciones[editar]
La colonización implica la emigración de contingentes de población de la metrópolis a la
colonia, especialmente en las denominadas colonias de poblamiento, pero también en las
denominadas colonias de explotación, donde se establece el dominio de
una casta colonial, compuesta por colonizadores, sobre la población indígena. En una fase
histórica posterior, los flujos migratorios se invirtieron, pasando a ser las antiguas colonias,
convertidas en países subdesarrollados, las que emiten emigrantes, y las antiguas
metrópolis, convertidas en países desarrollados, las que reciben inmigrantes.

Colonización económica[editar]
La colonización económica se caracteriza por el intercambio desigual (de materias
primas por productos manufacturados, que deja en la metrópoli la mayor parte del valor
añadido del trabajo), lo que intensifica la relación de dependencia. A veces se estipula
legalmente (pacto colonial) etc...

Colonización interna[editar]
Es un proceso que involucra la migración de sectores poblacionales dentro de un estado
hacia zonas de "frontera interna", en especial zonas con potencial agrícola y/o minero
energético. Para el marxismo clásico la colonización (como estrategia de los estados
imperiales europeos) supone un paso para la ampliación geográfica de la capacidad
económica del capitalismo. De manera similar al proceso imperial, en un estado el proceso
colonizador supone que tras la apertura de nuevas tierras a manos de gente colona, la
propiedad adquiere un valor de cambio que permite su concentración en manos de
latifundistas. Al respecto, en el caso de la ampliación del mundo capitalista, la
colonización, según Marx "...era el secreto descubierto en el nuevo mundo por la economía
política del viejo y proclamando sin recato: el régimen capitalista de producción y
acumulación, y, por tanto, la propiedad privada capitalista, exigen la destrucción de la
propiedad privada nacida del propio trabajo, es decir, la expropiación del trabajador": La
teoría moderna de la colonización|website=Nodo50.org|access-date=7 de abril de
2016}}</ref> La colonización interna es un proceso que involucra o bien la ampliación
regional de los estados, o que bien facilita la acumulación de tierras a partir de la compra
de las "mejoras" de tierras baldías. Esta modalidad de ampliación de la geografía interna
de los países ha sido un proceso característico en Latinoamérica. En Colombia distintos
procesos de colonización interna han expresado condiciones históricas particulares:
la Colonización Antioqueña del SXVIII y SXIX respondió a una de las primeras
experiencias de construcción de nación, mientras que la colonización armada1 da cuenta
de una experiencia de migración, apertura de frontera agrícola y resistencia campesina en
los albores de la Guerra Civil contemporánea que vive el país desde la década de 1950.

Colonizaciones prehistóricas[editar]
Desde el inicio de la evolución humana se produjo la colonización de nuevos territorios
desde los lugares iniciales de aparición de las distintas especies de homínidos en el África
oriental. Son diferentes las interpretaciones que la paleoantropología propone acerca de
la salida del continente africano, y a partir de ese hecho, la relación que la colonización del
resto de los continentes tuvo en la propia conformación del hombre moderno y la exacta
naturaleza y consecuencias de sus variaciones biológicas y culturales (incluso su misma
denominación como razas humanas); incluyendo la exacta naturaleza y consecuencias de
los contactos entre distintas especies y grupos humanos que se fueron produciendo.
Colonizaciones históricas[editar]
Edad Antigua[editar]
En el Mediterráneo antiguo se distinguen tres civilizaciones por la fundación de
colonias: Fenicia, Grecia y Roma. Los fenicios comenzaron a fundar colonias en las costas
del Mediterráneo, en el norte de África con fines comerciales. Una de estas fundaciones
terminó siendo más importante que la metrópoli, Cartago.
La colonización griega se dio en varias etapas, ocupando gran cantidad de las costas de
Asia menor y enclaves estratégicos en zonas civilizadas. En la época clásica, tierra
cultivable era reclamada a menudo por "tribus bárbaras", quienes vivían de la caza y la
recolección o incluso de la cosecha. A la gente civilizada la tierra parecía despoblada.
Otra gran colonización de la época antigua fue la colonización romana del imperio que se
extendió por tres continentes (Europa, Asia y África). Muchas de las grandes ciudades
actuales de Europa empezaron como colonias romanas. De hecho, la
ciudad alemana de Colonia originalmente fue fundada con el nombre Colonia Claudia por
los romanos.
Edad Media[editar]
La formación de imperios durante la Edad Media no suele utilizar el
término colonización para designarlo. No obstante, existieron procesos parecidos: en la
Península Ibérica sucesivos periodos de dominación musulmana y cristiana en Al-
Ándalus (para la "Reconquista" cristiana, el proceso denominado repoblación), en el Este
de Europa la Drang nach Osten y en el Levante mediterráneo las Cruzadas.
Edad Moderna[editar]
Después del descubrimiento del Nuevo Mundo en 1492 por Cristóbal Colón (su apellido, a
pesar de la homonimia, no tiene nada que ver con la etimología de colonia o colonización),
la era de los Descubrimientos inició la expansión europeainicialmente protagonizada por
el imperio portugués y el imperio español; y desde finales del siglo XVI (16) el imperio
holandés, junto con otras potencias europeas (Francia, Inglaterra, Dinamarca) que
compitieron por la colonización europea de América y por el mantenimiento de escalas
comerciales en la costa africana y el Índico (especialmente la actual Indonesia y Filipinas).
A partir del siglo XVIII (18), las guerras coloniales aumentaron su importancia, pasando a
ser el imperio colonial francés y el imperio británico los que competían por los más
atractivos espacios en disputa (en el Caribe, Canadá, la India); mientras que el imperio
ruso llegaba hasta el Pacífico y el imperio español alcanzaba su máxima extensión
territorial.
Edad Contemporánea[editar]
Artículo principal: Colonialismo

A comienzos del siglo XIX (19) el imperio británico se había convertido en hegemónico. En
la segunda mitad del XIX (19) , (la denominada Era del imperialismo) las principales
potencias de Europa se entregaron a una carrera colonial (especialmente el reparto de
África) con gran influencia en la conformación del mundo actual.
El tercer cuarto del siglo XX (20) presenció el proceso de descolonización y el surgimiento
de un nuevo concepto: la neocolonización, traducida en una mayor o menor dependencia
de personas, grupos o países, a otras naciones o potencias extranacionales,
especialmente en el caso de excolonias a sus antiguas metrópolis, o el fenómeno de los

El neocolonialismo es la práctica geopolítica que se encarga de utilizar el mercantilismo,


la globalización empresarial y el imperialismo cultural para influir en un país en el que
grupos de pocas personas que hablan el mismo idioma y tienen la misma ciudadanía que
los neo-colonizados, establezcan una élite para dirigir las poblaciones, apropiarse de las
tierras.
Durante las primeras décadas del siglo XVIII, el imperialismo de tipo militar, político y
cultural dio paso al imperialismo económico. De esta forma las potencias prefirieron que
sus colonias fueran mercados para sus productos de las industrias antes que otros
militares y políticos. Esta situación se produjo porque los territorios colonizados
independentistas acabaron con el dominio militar y político en sus territorios.
El neocolonialismo es diferente al colonialismo, que se caracteriza por un control directo.
Así, se emplea la fuerza socialista para la ocupación del país y se
establecen colonos procedentes de la metrópolis en el territorio sujeto a la dominación.
Los terratenientes, pertenecientes a lo que se denominó la "hacienda tradicional",
continuaron produciendo para su propia subsistencia y la de la población campesina,
vinculada a la hacienda por relaciones de tipo servil y, en algunos casos, abasteciendo a
un mercado de amplitud regional.

o 4.1Bibliografía

Cauces[editar]
Tras la liberación política de las colonias, se mantuvieron generalmente las antiguas
estructuras económicas. La dependencia de las importaciones de la metrópolis, la
concentración de la producción en ciertas materias primas para exportar a Europa y la
carencia de los medios técnicos y del capital, y la conservación en ciertos casos de la
propiedad de la industria en manos de colonizadores suponen la continuación del control
económico sobre estos países. La devaluación de las materias primas que exportan y la
venta de bienes manufacturados de mayor valor añadido generan un déficit comercial
nocivo para estos países. La ilegítima deuda externa asumida por muchos países es
también un factor relevante en el proceso.

El neocolonialismo es el control y la tutela que siguen ejerciendo las potencias coloniales,


sobre sus antiguas colonias. La descolonización no supuso independencia económica para
los países denominados "subdesarrollados", sino que los estados imperialistas se
encargaron de organizar la economía y la política mundial, de manera que se conservase
la explotación colonial. El neocolonialismo sería la herencia del colonialismo histórico y a la
vez, la continuidad del sistema capitalista globalizador. Esta nueva fase, permite seguir
con el sometimiento (hoy en día sin una ocupación y control directo), sino más bien a
través de complejas estrategias económicas y políticas. “La tendencia profunda del
capitalismo se ha abierto camino y hoy la expansión ya no requiere la anexión de territorios
y su cobijo dentro de fronteras nacionales. Hoy la expansión capitalista “salta” las fronteras
e invade los territorios sin necesidad de conquistarlos y anexionarlos”. (Vidal Villa, 1998)
La descolonización que supuestamente inauguraba la aparición de países “libres y
soberanos”, supuso que los territorios colonizados se sumiesen en una situación de
dependencia económica y política más dependiente que nunca. En un contexto en el que
el flujo de mercancías y personas traspasa todos los límites territoriales; la división entre
países centrales y periféricos ha llegado a su máxima expresión.
Para alcanzar el objetivo de la globalización del sistema capitalista, las potencias han
entramado organismos que posibiliten la hegemonía política, económica y militar; de una
manera más sutil que en la época del colonialismo. Se sigue implantando la ideología
colonizadora a través del pretexto de “misión civilizadora” o simplemente reafirmando su
posición en las relaciones de poder actuales. La inserción de los países “subdesarrollados”
en el mercado mundial tiene un formato periférico, por lo que a pesar de la riqueza de
recursos naturales que puedan tener, se encuentran sumidos en una situación de pobreza
absoluta.
La usurpación de territorios ajenos impulsado por fines económicos y de poder, tiene
consecuencias de todo tipo en los países explotados. La llegada de las multinacionales ha
supuesto el deterioro del ecosistema por y para las exportaciones masivas, de manera que
ha sido la naturaleza la que ha tenido que adaptarse al hombre. Entre las consecuencias
sociales, la globalización capitalista ha supuesto también la globalización cultural,
mutilando las tradiciones y modos de vivir autóctonos.
“Los países desarrollados están en una posición en la que pueden utilizar, en su beneficio
y por multitud de canales, los recursos del resto de países "subdesarrollados". Ese es el
fundamento del orden económico mundial. A los ojos de la mayoría de la humanidad se
presenta como un orden tan caduco e injusto como el colonialismo del que arranca su
origen y esencia

Regiones sujetas a neocolonialismo[editar]


África[editar]
La independencia de las colonias europeas en África fue consecuencia de muchos
factores, entre ellos el deseo de los pueblos africanos de independizarse, inspirados por la
independencia de la India, y el resentimiento popular contra el racismo y la desigualdad.
Pero, además, las dos nuevas potencias surgidas tras la Segunda Guerra Mundial,
la URSS y Estados Unidos, no habían participado en el reparto de África y querían
asegurar su influencia en la zona. Las dos superpotencias financiaron los intereses
independentistas y a los nuevos Estados. Trataban así de relanzar su industria de
armamento, extender su ideología y obtener el control económico de la región.
Para alimentar, educar y modernizar a sus masas, África tomó prestadas grandes
cantidades de dinero de varios países, banqueros y compañías. Gran parte de este dinero
fue despilfarrado por dictadores corruptos y no revirtió en el bienestar de los pueblos;
además, la deuda mermó la independencia de los Estados africanos.

Asia[editar]
Por la conquista de Siberia y del Turquestán, Rusia llegó a ser una gran potencia asiática.
El Imperio Ruso de Asia, prolongación de Rusia europea, extendíase en 1914 sobre 16
millones de kilómetros cuadrados, o sea, una y media veces la superficie de toda Europa.
Era el más vasto Imperio del mundo.
La conquista de Siberia por los rusos empezó a fines del siglo XVI, pero se hizo
lentamente porque los rusos debían atender el frente europeo de su Imperio y Siberia solo
fue tierra de castigo o presidio inmenso, a dónde fueron deportados, durante varios siglos,
los desterrados políticos y los condenados de derecho común. Pero a mediados del siglo
XIX y después de la Guerra de Crimea y el Tratado de París (30), los rusos volvieron de
nuevo la vista al Asia.
Las partes del litoral del Pacífico ya ocupadas tenían el inconveniente de estar invadidas
durante 7 u 8 meses por los hielos. De aquí que los rusos buscasen adquirir, a expensas
de China, costas más meridionales. Los chinos fueron primero expulsados de la
desembocadura del Amur, después, en 1858- 1860, mientras China estaba en guerra con
Francia e Inglaterra, obtuvo los territorios que formaron la provincia marítima. En su
extremidad meridional, en frente de Japón, crearon un puerto militar con el ambicioso
nombre de Vladivostok, “El Dominador de Oriente”. china Hemos visto ya Que China es el
más antiguo de los Estados actualmente existentes. Es más extenso que Europa entera y
la fertilidad de sus llanuras atravesadas por dos ríos enormes y las innumerables minas de
sus montañas hace de ella una de las tierras más ricas del globo. Hacia 1838, según
estadísticas chinas, el Imperio tenía alrededor de 350 millones de habitantes.
Inmovilizados en el respeto del pasado, los chinos no tuvieron por mucho tiempo más que
desprecio por las ideas nuevas y desconfianza y odio por todo lo que venía fuera de los
“diablos rojos”, es decir, los europeos de tez sanguínea.

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