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LA GRAN PERSONALIDAD TITULO INFORMACION CONFIDENCIAL

VOLUMEN I
TESEO Y R�MULO
I.� Acostumbran los historiadores �oh Sosio Seneci�n!, cuando en la descripci�n de
los pa�ses hay puntos de que no tienen conocimiento, suprimir �stos en la carta,
poniendo en los �ltimos extremos de ella esta advertencia: de aqu� adelante no hay
sino arenales faltos de agua y silvestres, o pantanos impenetrables, o hielos como
los de la Escitia, o un mar cuajado. Pues a este modo, habiendo yo de escribir
estas vidas comparadas, en las que se tocan tiempos a que la atinada cr�tica y la
historia no alcanzan, acerca de ellos me estar� muy bien prevenir igualmente: de
aqu� arriba no hay m�s que sucesos prodigiosos y tr�gicos, materia propia de poetas
y mit�logos, en la que no se encuentra certeza ni seguridad. Y habiendo escrito del
legislador Licurgo y del rey Numa, me parece que no ser� fuera de prop�sito subir
hasta R�mulo, pues que tanto nos acercamos a su tiempo; pero examinando, para
decirlo con Esquilo,

�Qui�n tendr� compa��a a esta lumbrera?


�Con qui�n se le compara? �Qui�n le iguala?

he cre�do que el que ilustr� a la brillante y celebrada Atenas podr�a muy bien
compararse y correr parejas con el fundador de la invicta y esclarecida Roma. Har�
por que, purificado en mi narraci�n lo fabuloso, tome forma de historia; mas si
hubiere alguna parte que obstinadamente se resistiese a la probabilidad y no se
prestase a hacer uni�n con lo veros�mil, necesitaremos en cuanto a ella de lectores
benignos y que no desde�en el estudio de las antig�edades.

II.� Par�ceme, pues, que Teseo hace juego con R�mulo por muchas notas de semejanza:
por ser uno y otro, de origen ileg�timo y oscuro, hubo fama de que eran hijos de
dioses;

Invictos ambos: lo sabemos todos;

y que al valor reun�an la prudencia. De las dos m�s celebradas ciudades, el uno
fund� a Roma, y el otro dio gobierno a Atenas:...

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