La industria de huevo a nivel mundial y en Colombia ha tenido uno de los
mayores crecimientos. La fao destaca que durante las últimas tres décadas la producción mundial de huevos se ha triplicado, pasando de 29,3 millones de toneladas en 1983 a 73,8 millones de toneladas en 2013, lo que representa un crecimiento del 152 %. En Colombia, la producción en los últimos 10 años creció de 497.632 toneladas en 2007 a 769.042 toneladas en 2017, con un consumo per cápita para estos mismos años de 188 a 271 huevos, lo que corresponde a un aumento aproximado del 30 %, uno de los más altos del sector pecuario (Fenavi, 2017). Este aumento va unido a la tecnificación de granjas y sistemas de alojamiento, entre los que se encuentran: piso, jaulas y baterías. En Estados Unidos la mayoría de la producción de huevo se realiza en baterías con equipos automatizados y huevo de cáscara blanca, mientras que en Colombia la mayor producción se realiza en piso y con huevo de cáscara marrón. Sin embargo, estos sistemas de producción de huevo han venido cambiando en los últimos años, principalmente por la presión que han ejercido las organizaciones de bienestar animal a nivel mundial y principalmente en Europa, en donde está disminuyendo por reglamentación el uso de las jaulas convencionales a jaulas enriquecidas y los sistemas de piso, y están siendo cambiados por sistemas de gallinas con salidas a zonas de pastoreo. En la Unión Europea, las áreas dedicadas a la producción ecología se han triplicado, evidenciando un crecimiento del 25 % en los últimos 10 años, mientras que en Estados Unidos un 2 % de las aves se mantiene en sistemas alternativos (Soler y Fonseca, 2011).