Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
(Esp)
Vol. 96, N.os 1-2, pp 3-11, 2002
Monográfico: Tomografía por Emisión de Positrones (PET)
J. J. Vaquero López
Laboratorio de Imagen Médica. Unidad de Medicina y Cirugía Experimental. Hospital Universitario Gregorio Marañón.
Dr. Esquerdo, 46. 28007 Madrid. E-mail: juanjo@mce.hggm.es
ver disminuido su efecto o, al contrario, hacerse mas pa- Tabla 1. Vidas medias y rangos del positrón máximos
tentes llegando a desvirtuar notablemente los resultados. y medios de los isótopos habitualmente utilizados en PET
Aunque los sistemas comerciales normalmente utilizados 18 11 13 15 68
Isótopo F C N O Ga
en la rutina clínica incorporan mecanismos de corrección
que pretenden eliminar esos artefactos, no se puede igno- Vida media (mín) 109,8 20,4 9,96 2,07 68,3
rar ni el hecho de la existencia de esas fuentes de error, ni
que las correcciones no son perfectas. Rango máximo (mm) 2,4 5,0 5,4 8,2 9,1
En este artículo se expondrán los principios elementa- Rango medio (mm) 0,35 0,56 0,72 1,1 1,1
les que rigen la formación de imagen mediante la técnica
PET, así como los efectos que están distorsionando la
medida final, tanto los intrínsecos a la técnica como los Un segundo efecto aparece en la generación de los ra-
causados por limitaciones tecnológicas. yos gamma: si bien la energía resultante total tiene que
ser equivalente a la masa del positrón y del electrón que
se han desintegrado, el ángulo con el que se emiten esos
1. LIMITACIONES DE LA TÉCNICA dos rayos depende de la energía cinética total de ambas
partículas, que también se tiene que conservar en todo el
Las causas que limitan la calidad final de la imagen proceso. Esto puede dar origen a que las trayectorias de
PET se pueden agrupar en tres grupos: 1) limitaciones los rayos gamma que viajan en sentidos opuestos no es-
impuestas por la física del proceso de aniquilación y por tén perfectamente alineadas. Esta no colinealidad va a
la instrumentación utilizada; 2) propiedades intrínsecas imponer una limitación en la precisión que es posible al-
del trazador, como pueden ser la actividad específica o canzar en la localización del proceso de aniquilación; el
las interacciones con otros fármacos, y 3) efectos exóge- grado en que se verá afectada la resolución por culpa de
nos inevitables, como pueden ser los movimientos del ese efecto dependerá en gran medida del diseño del siste-
paciente (respiración, el propio latido del corazón, etc.). ma detector.
Para entender las limitaciones del grupo primero, que se
abordan en las siguientes secciones, es necesario empe- Por último, hay que reseñar que los positrones no son
zar con un repaso del proceso de emisión de los positro- emitidos con una sola energía característica como pasa
nes, su conversión a rayos gamma y los mecanismos de con los rayos gamma; los positrones tienen un rango de
detección de éstos. posibles energías que va desde cero hasta un máximo ca-
racterístico, y por lo tanto su rango va a depender tam-
Mientras que en medicina nuclear convencional los ra- bién de este espectro, lo que complica aún más una posi-
dioisótopos que se utilizan son emisores de rayos gam- ble estrategia de corrección de este efecto.
ma, en PET estos trazadores son núcleos que emiten un
positrón como resultado de su desintegración. Este posi-
trón, también conocido como partícula b+, tiene prácti-
camente las mismas características que el electrón salvo
la polaridad de la carga, que es positiva. Si un positrón
y un electrón se encuentran durante un determinado in-
tervalo de tiempo, se aniquilan dando como resultado
la liberación de dos fotones gamma de igual energía
(511 keV) en teoría en la misma dirección pero con sen-
tidos opuestos. En este proceso de aniquilación aparecen
dos efectos que van a limitar la resolución intrínseca de
la técnica: en primer lugar se observa que la generación
de los rayos gamma, que es la energía que va a ser detec-
tada por el sistema de imagen, no se produce en el mismo
núcleo que se está desintegrando: el positrón se desplaza
una distancia antes de interaccionar con el electrón. Du-
rante ese viaje, denominado «rango», el positrón va per-
diendo energía, cediéndola al medio a través de interac-
ciones con otras partículas. Dependiendo de la densidad
electrónica de la materia en la que se encuentre, este ran-
go será mayor o menor dado que la probabilidad de inte- Figura 1. Rango del positrón y no colinealidad. Una fuente
racción depende de dicha densidad. El rango del positrón emisora de positrones (punto negro) emite un positrón que viaja
una cierta distancia (rp: rango del positrón) antes de interaccio-
por lo tanto dependerá de la máxima energía del mismo nar con un electrón y desintegrarse, dando origen a dos rayos
(que a su vez depende del núcleo que se esté usando y de gamma (c1 y c2). Estos rayos, que en teoría son colineales for-
su espectro de emisión), y en el tejido biológico puede mar entre ellos un ángulo Æ | 180°, serán detectados por el
variar entre unos centenares de micra a más de un milí- sistema y ubicados en una línea que no pasa por el punto en el
metro (tabla 1). que se ha producido la desintegración (línea discontinua).
J. J. Vaquero Rev.R.Acad.Cienc.Exact.Fis.Nat. (Esp), 2002; 96 5
mismo hasta conseguir suficientes medidas como para de centelleo BGO (el más comúnmente utilizado) tendrá
generar la matriz de corrección. Esta matriz tiene las mis- una tolerancia aproximada de ±150 keV, que restados a
mas características en cuanto a resolución que puede te- los 511 keV de los rayos gamma procedentes de la ani-
ner la propia imagen PET. El cálculo de la matriz se hace quilación del protón dan un nivel de ventana inferior de
partiendo de una imagen en vacío (blank) y la correspon- 360 keV. Aplicando las ecuaciones del efecto compton
diente de transmisión. Del cociente entre ambas (va- se puede ver que este valor de energía se corresponde con
cío/transmisión) surgen los coeficientes de corrección: un rayo gamma de 511 keV que ha sufrido una desvia-
supongamos que medimos en vacío, para una determina- ción de 57° aproximadamente, lo que quiere decir que
da proyección, una determinada actividad Ac. Si ahora interacciones que den como resultado ángulos menores
repetimos la exploración con el objeto interpuesto, la ac- no serían discriminadas por esta ventana. Como una gran
tividad medida será parte de las dispersiones que ocurren en el tejido biológi-
co para esas energías son de bajo ángulo, este enventana-
k(x) · dx
Ac · e−:
X do no será del todo eficaz.
donde X representa la línea de la proyección. Para corre- En la literatura se pueden encontrar diversas propues-
gir esta medida y obtener de nuevo la actividad Ac origi- tas para atenuar este efecto de dispersión, que se mani-
nal habrá que multiplicar por el coeficiente corrector re- fiesta como colas exponenciales sumadas a la curva de
sultado de dividir la medida en vacío por la medida con resolución espacial del sistema. Estas colas se extienden
la muestra considerablemente, lo que significa que el efecto puede
media_vacío apreciarse mucho más allá del entorno en donde se pro-
e:X
k(x) · dx
= duce. Por ejemplo, suponiendo una fuente puntual ca-
medida_en_transmisión liente (alta actividad) en un entorno frío (baja o nula acti-
vidad) semejante al presentado en la sección del volumen
Recientemente han aparecido en el mercado los siste-
parcial (figura 4), una parte de la actividad que debería
mas PET-CT (CT: tomógrafo de rayos X), que en vez de
estar en el punto caliente aparece en las zonas que rodean
usar una fuente externa radioactiva usan el resultado del
al mismo, en parte debido al efecto de volumen parcial,
CT de rayos X para estimar estos coeficientes mediante
pero en parte también debido a la dispersión. Esta última
el correspondiente escalado: esta técnica tiene grandes
se conoce por «fracción de dispersión» (scatter fraction),
ventajas sobre el método tradicional, como por ejemplo
y si no se corrige puede dar lugar a errores en estimacio-
una mayor resolución espacial o un menor tiempo de ex-
nes cuantitativas. Una forma de evitar estos errores es
ploración. Aún cuando estas correcciones pueden ser
estimar dicha fracción mediante el uso de fantomas y
bastante precisas, la buena práctica aconseja consultar
sustraer a las cuentas en las imágenes reales dicha frac-
ambas imágenes (la original y la corregida) en caso de
ción de dispersión. Esta corrección puede dar buenos re-
duda para descartar posibles artefactos de sobre-correc-
sultados en estructuras homogéneas, como el cerebro,
ción que puedan dar lugar a interpretaciones equívocas
por ejemplo, pero no tan buenas en zonas con tejidos con
de la imagen.
grandes variaciones de densidad, como por ejemplo el
El otro tipo de interacción que puede sufrir el rayo tórax. En todo caso, es siempre responsabilidad del usua-
gamma en su trayecto hacia el sensor es la dispersión, o rio final comprobar la eficacia de este tipo de corrección
también denominada «Compton». En este caso, la ener- en su aplicación concreta.
gía del rayo gamma se deposita parcialmente en la mues-
tra a la vez que se altera su trayectoria. El rayo con la
trayectoria alterada continuará su camino hasta ser detec-
tado en uno de los sensores, y como mantiene la propie-
dad de estar en coincidencia con su pareja, el sistema los
detectará y asignará el evento a una LOR errónea. Este
efecto en la práctica se traduce en un emborronamiento
de la imagen final, así como en un error de cuantificación
en medidas regionales. Una forma de disminuir este arte-
facto consiste en el enventanado de energía de los rayos
gamma detectados: si para aceptarlo como válido además
de requerir que el rayo gamma esté en coincidencia con Figura 6. Dispersión (scatter). Uno de los dos rayos gamma
otro se le exige que su energía se encuentre entre un de- que proviene de la aniquilación electrón-positrón (A) sufre una
interacción parcial con la materia (B) depositando en esta parte
terminado nivel máximo y mínimo, podrán descartarse de su energía y alterando su trayectoria. La línea de puntos indi-
aquellos rayos que han sufrido dispersión. Desgraciada- ca la trayectoria original que define la LOR verdadera entre los
mente, para que este enventanado sea efectivo es necesa- detectores 1 y 2, mientras que la línea discontinua muestra la
rio que la resolución en energía de los sensores sea sufi- LOR que va a ser erróneamente identificada entre los detecto-
cientemente buena como para poder resolver el espectro res 1 y n. Como se puede apreciar, incluso para pequeños ángu-
con fiabilidad. Por ejemplo, un sensor basado en el cristal los de dispersión el error puede ser considerable.
J. J. Vaquero Rev.R.Acad.Cienc.Exact.Fis.Nat. (Esp), 2002; 96 9
Por último, destacar que el efecto de dispersión tam- Una vez reconstruida la imagen tridimensional, corregi-
bién se puede producir fuera del campo de visión o del da por dispersión y aleatorios, pero no por atenuación, la
plano de detección, y aún así afectar a la imagen. Efecti- sensibilidad del sistema se define como el número de
vamente, rayos gamma procedentes de zonas que están coincidencias totales por segundo detectadas dividida
fuera del plano de imagen y que en condiciones normales por la actividad por milímetro cúbico previamente medi-
no llegarían a ninguno de los sensores, pueden ver su da. Esta medida se da habitualmente en cuentas/segun-
trayectoria alterada y entrar en el plano de imagen. Si se do/microcurio/mililitro. Las comparaciones entre sensi-
tiene en cuenta que en una exploración habitual en la que bilidades de distintos sistemas ha de hacerse con el
sólo una pequeña parte del paciente se encuentra en el mismo isótopo, normalmente 18F.
plano de imagen, pueden encontrarse áreas de muy alta
actividad fuera de dicha zona pero cerca (como por ejem- Un procedimiento similar que incluye la corrección
plo suele ser la vejiga), y de no blindarse adecuadamente, por atenuación permite calcular el número de cuentas
la tasa de dispersiones detectadas podría llegar a ser con- medio por unidad de actividad (cuentas/segundo/pixel)
siderable, empeorando notablemente la imagen. que el sistema detecta, de forma que puede hacerse la
conversión a actividad real (microcurios/mililitro) y esti-
mar en un estudio con un paciente la concentración de
4. SENSIBILIDAD Y CALIBRACIÓN trazador en un determinado órgano.
ción verdaderamente cuantitativa al problema de estimar 11. Daube-Witherspoon, M. E. & Carson, R. E. (1991) Unified
función biológica. La aplicaciones de esta técnica son deadtime correction model for PET. IEEE Trans Med Imag
cada vez más, y ha empezado a ser una herramienta fun- 10, 267-275.
damental en el trabajo con animales de laboratorio. Sin 12. Daube-Witherspoon, M.E., Acceptance testing, maintenan-
ce and quality control of PET instrumentation, in
embargo, se trata de una modalidad compleja que utiliza PET/SPECT: Instrumentation, Radiopharmaceuticals,
tecnologías de muy diverso tipo, que van desde los mate- Neurology and Physiological Measurement. 1988, Ameri-
riales detectores de rayos gamma hasta sofisticados algo- can College of Nuclear Physicians: Washington, DC. p. 60-
ritmos de reconstrucción y corrección de imagen, pasan- 71.
do por sistemas electrónicos de muy altas prestaciones. 13. Hoffman, E. J. & Phelps, M. E., Positron emission tomo-
La correcta utilización de la PET, y más aún la valora- graphy: Principles and quantitation, in Positron Emission
ción de los diferentes equipos disponibles, requiere un Tomography and Autoradiography, M. E. Phelps, J. C.
mínimo entendimiento de los fundamentos y los proble- Mazziotta, & H. R. Schelbert, Editors. 1986, Raven Press:
mas y artefactos que pueden surgir en el proceso de gene- New York. p. 237-286.
ración de la imagen. Este artículo ha tratado de esbozar 14. Jone, T. (1990) Positron emission tomography. Clinical
Physics and Physiological Measurement (York) 11, A:27-
cuáles son esos problemas y cómo abordarlos. 36.
15. Karp, J. S., Daube-Witherspoon, M. E., Hoffman, E. J., Le-
wellen, T. K., Links, J. M., Wong, W.-H., Hichwa, R. D.,
REFERENCIAS Casey, M. E., Colsher, J. G., Hitchens, R. E., Muehllehner,
G., & Stoub, E. (1991) Performance standards in positron
1. Budinger, T. F., Derenzo, S. E., & Huesman, R. H. (1984) emission tomography. J Nucl Med 32, 2342-2350.
Instrumentation for positron emission tomography. Annals 16. Karp, J. S., Kinahan, P. E., Muehllehner, G., & Coun-
of Neurology 15, S35-43. tryman, P. (1993) Effect of increased axial-field of view on
2. Bacharach, S. L. & Buvat, I. (1995) Attenuation correction the performance of a volume PET scanner. IEEE Transac-
in cardiac positron emission tomography and single-photon tions on Medical Imaging 12, 299-306.
emission computed-tomography. Journal of Nuclear Car- 17. Karp, J. S. & Muehllehner, G. (1985) Performance of a
diology 2, 246-255. positron-sensitive scintillation detector. Physics in Medici-
3. Bailey, D. L., Jones, T., & Spinks, T. S. (1991) A method ne and Biology 30, 643-655.
for measuring the absolute sensitivity of positron emission 18. Knoop, B. O., Jordan, K., & Spinks, T. (1989) Evaluation
tomographic scanners. European Journal of Nuclear Medi- of PET count rate performance. European Journal of Nu-
cine 18, 374-379. clear Medicine 15, 705-711.
4. Bailey, D. L. & Meikle, S. R. (1994) A convolution-sub- 19. Koeppe, R. A. & Hutchins, G. D. (1992) Instrumentation
traction scatter correction method for 3D PET. Physics in for positron emission tomography: tomographs and data
Medicine and Biology 39, 411-424. processsing and display systems. Sem Nucl Med 22, 162-
5. Bailey, D. L. & Jones, T. (1997) A method for calibrating 181.
3-dimensional positron emission tomography. European 20. Lecomte, R. (1992) Analytical study of performance in a
Journal of Nuclear Medicine 24, 660-664. 3D PET scanner. 37, 623-634.
6. Brooks, R.A., Sank, V.J., Friauf, W.S., Leighton, S.B., 21. Meikle, S. R., Dahlbom, M., & Cherry, S. R. (1993) Atte-
Cascio, H.E., & Di Chiro, G. (1981) Design considerations nuation correction using count-limited transmission data in
for positron emission tomography. IEEE Trans Biomed positron emission tomography. Journal of Nuclear Medici-
Eng 28, 158-177. ne 34, 143-150.
7. Budinger, T. E., Derenzo, S. E., Huesman, R. H., Jagust, 22. Muehllehner, G. & Karp, J. S. (1986) Positron emission
W. J., & Valk, P. E. (1991) High resolution positron emis- tomography imaging-technical consideration. Sem Nucl
sion tomography for medical science studies. Acta Radio- Med 16, 35-50.
logica Supplementum 376, 15-23. 23. Ollinger, J. M. & Fessler, J. A. (1997) Positron-emission
8. Chan, B., Bergstrom, M., Palmer, M. R., Sayre, C., & Pate, tomography. IEEE Signal Processing Magazine 14, 43-55.
B. D. (1986) Scatter distribution in transmission measure- 24. Phelps, M. E., Hoffman, E. J., Huang, S.-C., & Ter-Pogos-
ments with positron emission tomography. Journal of sian, M. M. (1975) Effect of positron range on spatial reso-
Computer Assisted Tomography 10, 296-301. lution. J Nucl Med 16, 649-652.
9. Cherry, S. R. (1994) Recent advances in instrumentation 25. Phelps, M. E., Hoffman, E. J., & Ter-Pogossian, M. M.
for positron emission tomography. Nuclear Instruments & (1975) Attenuation coefficients of various body tissues,
Methods in Physics Research 348, 577-582. fluids, and lesions at photon energies of 18 to 136 KeV.
10. Cherry, S. R. & Huang, S. C. (1995) Effects of scatter on Radiology 117, 573-583.
model parameter estimates in 3D PET studies of the human 26. Ter-Pogossian, M. M., Raichle, M. E., & Sobel, B. E.
brain. IEEE Transactions on Nuclear Science 42, 1174- (1980) Positron-emission tomography. Sci Amer 243, 170-
1179. 181.
SERIE «LIBROS ANTIGUOS»
REAL ACADEMIA DE CIENCIAS