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El Estres y Las Hormonas
El Estres y Las Hormonas
order to survive, responds with a large number ofadaptative responses implicating the
activation of the sympathetic nervous system and the hypothalamic-pituitary-adrenal
axis. Acute stress response involves several brain regions (e.g. prefrontal cortex,
amygdala, hippocampus, hypothalamus) where sex differences have been evidenced
both in structure and function; limbic andforebrain regions are extremely sensitive to
hormones released during stress, especially glucocorticoids. Chronic stress, on the
other hand, causes adaptive plasticity in the brain, in which local neurotransmitters as
well as systemic hormones interact to produce structural as well as functional changes.
Stress-induced structural/functional changes in brain regions may contribute to the
development of psychiatric disorders such as depression and post-traumatic stress
disorder. It is suggested that gonadal hormone influences provide complex
contributions to sex differences in vulnerabilities to stress-related diseases.
Resumen
Introducción
Igualmente, y este sigue siendo un aspecto aún poco estudiado hasta el presente, el
género es un determinante importante en los procesos de reacción al estrés.
I. El estrés
Estrés y género
• En situación basal, el hombre secreta más ACTH que la mujer, pero en la periferia
los niveles de cortisol son idénticos, lo que sugiere un aumento de la sensibilidad
de la corticosuparrenal a la ACTH en la mujer.
• A nivel hipofisiario no existen diferencias en la respuesta a la CRH ni al test
combinado dexa-metasona/CRH.
• La respuesta de la ACTH y del cortisol al estrés es más importante en el hombre
que en la mujer. En cambio la respuesta a un agente farmacológico, la naloxona
—que es un antiopioide—, es más importante en la mujer.
De vuelta, la reactividad del eje HPA está influida por el ciclo menstrual. Estudios en el
animal muestran que una ovariectomía implica una respuesta atenuada del eje HPA,
mientras que un tratamiento de substitución con estradiol estimula la actividad HPA.
En cambio en la especie humana no se han encontrado diferencias en la actividad
basal del eje HPA durante el ciclo en la mujer, ni diferencias con respecto al hombre.
Las perturbaciones del eje corticotrópico son, sin ninguna duda, la anomalía
neuroendocrina más frecuentemente descrita en psiquiatría y más particularmente en
el curso de los episodios depresivos severos donde se ha puesto en evidencia, por la
gran mayoría de los estudios, una hipersecreción del cortisol12.
Se puede recordar que el eje corticotrópico presenta una actividad circadiana con
un peak en la mañana y una disminución hacia la medianoche, además existe una
pulsatilidad secretora de alrededor de noventa minutos. Eltest más utilizado para
explorar la actividad del eje corticotrópico en psiquiatría es el test a la dexametasona
(DST), un corticoide sintético, que por razones cronobiológicas es administrado a
medianoche (hora del mínimo de actividad del eje HPA) y cuyo efecto dura 24 horas.
La dexametasona inhibe la secreción de cortisol endógeno estimulando los receptores
glucocorticoides (GC) de la hipófisis y del hipotálamo. Una ausencia de supresión, o
DST positivo, significa una hiposensibilidad de los receptores GC secundaria a una
hipersecreción de cortisol; es lo que se observa en caso de estrés crónico y en las
depresiones severas. Una hiperfrenación, observada más raramente, significa una
hipersensibilidad de los receptores GC, que se evidencia en las depresiones atípicas y
en el estrés postraumático.
Numerosos estudios, llevados a cabo en los últimos treinta años, han demostrado que
la secreción circadiana de cortisol estaba aumentada en la depresión mayor. En uno de
nuestros recientes estudios13 encontramos que inclusive en los pacientes que tienen
una supresión normal a la dexametasona, existe un aumento significativo de la
secreción de cortisol nocturno en relación a los controles sanos. Esta hipersecreción;
sin embargo, es menos marcada que aquella que se observa en los pacientes " DST
positivos" .
El eje tirotrópico (HPT), está igualmente perturbado bien a menudo en los deprimidos.
Este eje puede ser perturbado independientemente de una hipercortisolemia (Duval y
col, 1990). Pero considerando las regulaciones recíprocas de estos dos ejes, es
interesante contemplar que para ciertos pacientes una anomalía del eje HPT pueda ser
secundaria a una hiperactividad corticotropa. Nosotros hemos desarrollado una técnica
sensible de exploración del eje tirotrópico por medio de dos tests con la TRH
efectuados el mismo día en situación cronobiológica16. El primer test se realiza a las
ocho, hora a la cual la actividad del eje HPT es menor, el segundo se hace a las 23
horas; es decir, cerca del peak máximo de actividad de este eje. El ΔΔTSH es un
marcador cronobiológico muy sensible de la reactividad del eje HPT y corresponde a la
diferencia entre la respuesta de la TSH a la TRH de las 23 horas y de las 8 horas.
No obstante, el gran reparo que puede hacerse a los estudios sobre el PTSD es que
muchos se han realizado entre los veteranos de la guerra del Vietnam, con
antecedentes de abusos de toda clase (alcohol, drogas, etc), lo que limita la lógica
fisio-patológica; y por otra parte, si algún parámetro es importante a estudiar aquí, es
más bien la ACTH que está directamente regulada por los receptores glucocorticoides
más que el cortisol, lo que se ha hecho escasamente.
De nuestra parte, hemos estudiado las respuestas HPA al DST entre adolescentes con
PTSD, la mayoría chicas jóvenes cuyo traumatismo era sexual 24. No hemos encontrado
diferencias significativas para los valores básales de ACTH y de cortisol- ni para la
prolactina o los parámetros tiroideos: TSH, T3 y T4 libres. En cambio, la respuesta de
la ACTH al DST fue significativamente más baja entre los PTSD, principalmente en lo
que concierne a las muestras de las 16 y 23 horas. La media de las tres muestras post
DST fue en consecuencia más baja también. Esta alteración podría reflejar una
hipersensibilidad de los receptores glucocorticoides hipofisiarios. Sin embargo, la
respuesta del cortisol al DST, aunque un poco más baja, no fue significativamente
diferente entre PTSD y controles.
Para resumir, la actividad HPA en el PTSD se caracteriza por una secreción basal
normal y una hipersensibilidad de los receptores glucocorticoides hipofisiarios, que es
independiente del tiempo transcurrido después del traumatismo. La hipótesis es que la
hipersensibilidad de los receptores glucocorticoides existiría antes del trauma (y no
secundaria a éste) y sería " un mecanismo protector" que impediría la neurotoxicidad
de una hipercortisolemia crónica con relación a las estructuras cerebrales vulnerables
(por el aumento de la eficacia de la retroalimentación sobre el eje HPA, en respuesta a
un aumento del cortisol). El origen de esta hipersensibilidad de los receptores GC
podría ser secundaria a un estrés postnatal precoz, inclusive in útero.
Conclusiones
La implicancia del estradiol en el control de la reactividad del eje HPA al estrés parece
complejo, así como la influencia recíproca del eje HPA sobre el eje gonadotrópico.
Referencias
10. Sheline Y, Mittler B, Mintun M. The hippocampus and depression. Eur Psychiatry
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12. Duval E Endocrinologie et psychiatric Encycl Méd Chir (Elsevier, Paris). Psychiatrie
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13. Mokrani M, Duval F, Monreal J, Champeval C, Maurice D, Macher J.
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22. Keilp J, Oquendo M, Stanley B, Burke A, Cooper T, Malone K, et al. Future suicide
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