¿Todos los beneficios son tuyos?
LA AURORA
15 de enero de 2019 UN BOLETIN CIVIL EFIMERO
NUNCA SABREMOS SI TENÍAN RA-
ZÓN... NUNCA SABREMOS SI TEN-
DRÍAN UNA PROPUESTA RACIONAL...
FUERON APLASTADOS POR
LA BRUTALIDAD Y LOS TAN-
QUES CHINOS... A 30 AÑOS DE
LOS SUCESOS DE TIANANMÉN
TIANANMÉN...
2019: Año de la Libertad d e E x p r e s i ó n
Consejos al Presidente de la República
por Monseñor Félix Ramos Castilla
Me resisto a ser considerado una imperfección de la cuba-
nía. Un elemento excedente en esta isla. Al menos yo, aquí,
no sobro. Nos ignoran y creen resolver el problema. Pero,
no es así. Tienen un problema: existimos los que vemos
la di�icultad de ser subordinados acríticos, ciudadanos en
silencio; existimos quienes creemos que al aportar algo al
erario nacional tenemos derecho a saber qué se hace con
nuestro dinero, existimos los que, a pesar de nuestro anal-
fabetismo, no tenemos ningún complejo de inferioridad
intelectual y nos sabemos con el derecho de aconsejar a
los gobernantes. Por mucho que intenten negarlo y mirar
para otro lado, seguiremos aquí; y nos resistimos a que
la única manera que tengamos de relacionarnos sea a tra-
vés de las detenciones, los encarcelamientos, las palizas y
las condenas al ostracismo. Si escuchan nuestros consejos
cristianos y comienzan a ser responsables, afrontando el
desa�ío de que existimos, podemos todos juntos comenzar
a ser diferentes, mejores. Si los gobernantes cubanos con-
tinúan intentando hacer que todo el pueblo piense que los
socialistas son la única ideología legítima, que son exclusi-
vos, lo que más conseguirán es una mentalidad indiferen-
te; y los dirigentes cubanos seguirán forzándose a demos-
trar que son �ieles a esta lógica y no podrán ser creativos
sino que cada vez más controladores, sumiéndonos más
en los problemas, las de�iciencias y la corrupción. Demos-
traciones de que no pueden controlarlo todo.
Y para empezar el año siendo claros; y para que en el po-
der vean que no somos sus enemigos, hemos querido re-
unir algunos consejos prácticos- fundamentados en nues-
tra fe y en algunas clarísimas proposiciones- que pudiesen
servirles para mejorar de ahora en lo adelante; y así dejar
de temer al que opina.
1. El Presidente de la República y sus ministros, Puestas estas premisas, entonces, les invitamos a re�lexio-
no son jefes; son servidores públicos. nar en la antigua sabiduría, pues no se trata únicamente
¿Todos los perjuicios son míos?
Número 29, año dos
“No hay que confundir amor con subordinación:
el amor se funda en la igualdad y la libertad. Si
se basara en la subordinación y la perdida de la
integridad de una de las partes, no sería mas que
dependencia masoquista”.
Erich Fromm
CONCIENCIA, LIBERTAD, ELECCIÓN
Si me gritas: «¡Soy el jefe!» mientras me apuntas con el
cañón del revólver, tendrás que con�iar mucho en que no
te tiemble el pulso; pues obedeceré mientras me tengas
encañonado. Sin embargo, cuando me tienen en cuenta,
no podré menos que tenerles en cuenta a ustedes.
2. El Presidente de la República y sus Ministros,
deben aceptar con humildad todos los desa�íos
que les proponemos desde «abajo».
Yo me he criado junto al mar y sé que no hay patrón ta-
lentoso que trate al mar como a su subordinado; sino que,
humildemente, lo surca con respeto, esperando que entre
sus habilidades y su humildad puedan ayudarle a regresar
al puerto sin percances. La honestidad es vital, esa es la
verdadera vocación de un patrón marinero y para los po-
líticos debería ser exactamente igual. Deberían saber que
a las mareas se les enfrentan con habilidades y no con ca-
prichosos mandatos.
3. El Presidente de la República y sus Ministros no
son más inteligentes que los demás.
Por ser funcionarios de alto nivel- tener alguna maestría o
doctorado- no son inmunes a la ignorancia que nos aqueja
a todos los cubanos. Son funcionarios de niveles superio-
res, pero no tienen un nivel superior de funciones y facul-
tades cognitivas. No son más listos que el resto de noso-
tros. Lo único que podría diferenciarles es el sentido que
puede adquirir quien tiene la información que a los demás
nos está vedada y podrían usar ventajosamente este sen-
tido si tuviesen mayor claridad en la visión de la dirección
que debemos tomar. Pero, como muchas veces demues-
tran, la falta de visión les reduce a simples vigilantes de
los intereses de su grupo: «los socialistas en el poder».
continúa al dorso
 Boletín Civil Efímero LA AURORA; Órgano Oficial de la Campaña por la Ley
de Culto y la Libertad Religiosa: Recuperando el Aliento.C o n se j o d e R e d a c c i ó n :
A d r i á n d el Sol ; G u il l e r m o d el Sol Pé r ez ; Mo n se ñ o r Fél i x R a m os C a s t il l a .
Consejos al Presidente de la República
de los desa�íos que tienen los dirigentes, sino de las di�icul-
tades que encontramos aquellos que hemos de cumplir la
función de dirigidos. Ambas funciones requieren de estar
plenamente conscientes de los principios que nos mantie-
nen y nos mantendrán juntos en la búsqueda de esperanzas
y sueños comunes.
CONSEJOS
El dirigente, dirige, orienta: Una de las palabras más espec-
taculares que conozco es «orientación», o sea, la búsqueda
del oriente, del amanecer, del sol naciente… ¡de la luz!, por
tanto, antes que nada, orientar se trata de descubrimientos,
de iluminar, no de mandatos que es lo que hasta ahora han
hecho nuestros dirigentes. Por ello, la función del dirigente
habrá de nacer del servicio de descubrir antes que del llevar
a la gente de un lado para otro sin rumbo. A jefatura limpia.
Me gusta repetir: «el dirigente debe comer al �inal». Así nos
dirige Jesucristo, dando ejemplo e iluminando.
El dirigente necesita seguidores: El dirigente que no inspira
nos conduce a la nada. Seguir- voluntariamente- es muy di�i-
cultoso; en ocasiones es más di�ícil que dirigir puesto que se
requiere entregar nuestra con�ianza, �idelidad, amor y hacer
un gran acopio de humildad. El dirigente verdadero puede
decir cualquier cosa que necesite a una persona o a un grupo
siempre y cuando este grupo o individuo se sientan amados
e importantes para el dirigente al cual deben importarle las
Primero, Dios ha creado al hombre �ísico y luego sopló en él
«un alma viviente». Con aquel soplo creó al alma y nos hizo
espiritualmente vivos. Pero ¿cómo continuó dando almas
a los descendientes de Adán y Eva? ¿Cada vez que nace un
niño le crea su alma? Si es así ¿cuál es el momento exacto
en que Dios interviene? ¿En la concepción? ¿en el nacimien-
to? No tenemos respuestas para estas sencillas incógnitas.
Mas, el mismo hecho de que Dios nos hizo co-creadores nos
ayuda a obtener algunas respuestas. Podemos decir que así
como las células del cuerpo de los padres son donadas en
el vientre al bebé, asimismo, de algún modo, debe suceder
con el alma. En el acto de creación del bebé se conjuntan
Dios y los padres. Y esta creación sucede al unísono. Desde
el momento de la concepción, el embrión es completamen-
te humano; por ello, el aborto es un crimen.
La condición original del ser humano no es la misma que en
el día de hoy. Cuando Dios nos creó dijo: “Hágamos al hom-
bre a Nuestra Imagen y Semejanza” (Genesis, 1:26). Y ¿qué
signi�ica esto? La Imagen no se re�iere al hombre corporal;
sino al espíritu que es soberano e independiente en cada
ser humano así como lo es el Espíritu de Dios. La imagen
radica en el poder del ser humano para escoger, para ser
libre. Sin esta libertad el hombre no llega a completarse, a
realizarse.
“Semejanza” es la imagen en acción. O sea, es el buen uso
del libre albedrío humano para mejorarse moralmente y
acercarse cada vez más a lo Divino. Este movimiento hacia
la santidad y perfección depende de la libertad humana y
de su deseo. El pecado distorsiona la imagen y la semejanza
y nos impide alcanzar la justicia y la liberación sin la ayuda
de Dios. Ayudemos a los nonatos a realizarse.
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castillafelix@gmail.com
por Monseñor Félix Ramos Castilla
personas concretas, reales y no las abstracciones.
El dirigente y los seguidores habrán de ser lo mis-
mo: Cuando yo jugaba fútbol, mis amigos me querían
y odiaban casi con la misma intensidad. Era muy di�ícil
que un rival pudiera quitarme el balón, pero era aún
más di�ícil que yo le hiciera un pase a alguno de mi
team. Siempre quería llegar solo a la portería contrin-
cante y casi nunca anotaba. Me pusieron de sobrenom-
bre «el guerrillero» y hasta me fueron dejando en la
banca con más asiduidad. Y esta mentalidad del guerri-
llero deportivo es muy frecuente entre la clase dirigen-
te cubana, se lanzan a intentar un gol sin tenernos en
cuenta a ninguno de nosotros ni a nuestras realidades.
Si no que les pregunten a los médicos que estaban en
Brasil si ellos creen que había otros arreglos posibles.
La realidad es muy compleja, pero si la llenamos de
velos ideológicos para representar lo que quisiésemos
que ésta fuere- no sólo seguiremos cayendo en el en-
gaño, en las fake news y todas las picardías que afean
el ambiente mundial actual, muchas de las cuales nos
han afeado nuestras relaciones en los últimos sesenta
años- terminaremos encegueciéndonos, acostumbrán-
donos a la obscuridad, recordemos que ver la luz lleva
más tiempo y mientras más nos demoremos en desnu-
dar nuestras circunstancias de esos velos fantasiosos,
más adictos seremos a las tinieblas.
es tu derecho
Por Bien Común se ha de entender el conjunto de aquellas
condiciones de la vida social que permiten a los grupos y
a cada uno de sus miembros conseguir más plena y fácil-
mente su propia perfección. […] afecta a la vida de todos.
“Exige la prudencia por parte de cada uno, y más aun por
la de aquellos que ejercen la autoridad”: a. Conjunto de
condiciones de la vida social: estructuras, libertad, orden,
seguridad, educación, empleo, salud (perfeccionamiento
�ísico y espiritual), justicia, familia, vivienda, religión (el
hombre tiene una dimensión sobrenatural que es preciso
desarrollar); b. asociaciones y cada uno de sus miembros:
integrantes de la sociedad agrupados o individualmente;
c. logro de su propia perfección: plenitud de las poten-
cias. Necesitamos: Respeto a la persona en cuanto tal. En
nombre del Bien Común, las autoridades están obligadas
a respetar los derechos fundamentales e inalienables de
la persona humana. La sociedad debe permitir a cada uno
de sus miembros realizar su vocación. En particular, el
Bien Común reside en las condiciones de ejercicio de las
libertades naturales que son indispensables para el desa-
rrollo de la vocación humana: “derecho a actuar de acuer-
do con la recta norma de su conciencia, a la protección de
la vida privada y a la justa libertad, también en materia
religiosa; Bienestar social y desarrollo del grupo mismo.
El desarrollo es el resumen de todos los deberes sociales.
Ciertamente corresponde a la autoridad decidir, en nom-
bre del Bien Común, entre los diversos intereses particu-
lares; pero debe facilitar a cada uno lo que necesita para
llevar una vida verdaderamente humana.
solicítalo