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Los hechos que dieron origen a aquella aventura poética son bien conocidos y han
sido suficientemente relatados ya por Ludovica Squirru en todos sus libros desde
entonces, y no considero volver sobre ellos aquí, aunque personalmente sí
quisiera aprovechar para agradecer y celebrar las circunstancias oportunas del
destino que me llamaron a protagonizar entre otros elegidos, la primera comisión
de elaboración de “aquello” que antes nadie se había atrevido a realizar - es
decir REFUNDAR un país. Así, en aquel 2003, año de la Cabra de Agua en el
horóscopo chino, Ludovica- mentora y guía del proyecto, nos invitaba a gestar
“otra partida” para la República Argentina; inspirándonos en los conocimientos
sobre el cielo y las estrellas de los antiguos babilónicos, en el testimonio de la
sabiduría milenaria china condensada en el I Ching, pasando por las trazas de
avanzada cultura de los legendarios horóscopos mayas y la hondura del saber de
los pueblos patagónicos y la tradición mapuche. También en las psicografías de
Benjamín Solari Parravicini.
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nadie viva donde está sino en la lejanía, delante de sí mismo. Las ruedas de los molinos
mecánicos de la Pampa prometen y aspiran a ser ruedas de la fortuna. Pero cuando las
promesas no se cumplen, queda el hombre argentino atónito y mutilado. Así entonces,
el alma criolla se llena de promesas heridas y sufre de un descontento radical. El
criollo, remarca Ortega, no asiste a su vida efectiva, sino que se la pasa fuera de sí,
instalado en la otra, en la vida prometida, y es por eso que en el argentino predomina,
como acaso en ningún otro hombre, esa sensación de una vida evaporada sin que sea
advertida1. Así pues, la Pampa es “constante y omnímoda promesa,” concluye Ortega. Y
si, frente a la Pampa, “al hombre se le cargan los ojos de la embriaguez” del horizonte,
del mismo modo, en la vida argentina todo es “ser promesa” (638): quien allí llega “ve
ante todo lo de después” (639).
Surgió así la orientación para definir hacia dónde apuntar el diseño astrológico,
en pos de proveer de refuerzos de energía vital a nuestra identidad nacional,
para encarnar una consciencia consistentemente fundada, que de alguna manera
nos diera elementos para elegir un rumbo propio y auténtico de hijos crecidos de
nuestra patria, constituidos en torno a las ciertas identificaciones con nuestros
ancestros y mandatos, pero animados por nuestra singularidad emancipatoria.
Buscaba en el mapa espiritual de 2003, factores que reflejaran este paso de ser
hijos de la CN de 1816 para convertirnos en adultos responsables de nuestras
decisiones, auténticos herederos con título propio de la CN de 2003. Algo así
1Martínez Sáez N. “Entre halagos y críticas, los argentinos según Ortega y Gasset”
martinezsaeznicolas@gmail.com
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como leemos en los versos de la escena primera del Fausto de Goethe “Lo que has
heredado de tus padres, adquiérelo para poseerlo”.
A propósito de ello, los gráficos de las Cartas Natales de 1816 y 2003 se muestran
a continuación para intentar meditar en ambas juntas, con la intención de crear
definitivamente esa “Gestalt gestaltung- es decir ese “ser siendo”, donde lejos
de suponer una cómoda lectura en armonía, su análisis conjunto nos implique la
renuncia a la satisfacción del descarte de una de ellas en favor de la otra, como
así también obligue a la articulación de las tendencias y aspectos contradictorios
y refractarios entre ambas. También con la determinación de crear ese poder
transgeneracional de constituirnos en lo que deseamos, en consciencia de que
todo lo que fue, es y está, viene con su porqué y que debemos comprenderlo
definitivamente en la aceptación de lo poco que sabemos sobre los motivos
trascendentes y las vicisitudes de los lazos de todo lo creado, incluida nuestra
existencia.
Hoy, tal vez porque pasados los años, yo misma esté siendo capaz de resignificar
aquel ímpetu fundacional de 2003 con la madurez de lo vivido personal y
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socialmente; lo cual me habilita en alguna medida, a evaluar nuestra iniciativa
con mayor sentido crítico.
Han pasado 15 años desde aquellos fervorosos días primeros y escribo en Buenos
Aires, en el contexto de esta Argentina de 2018- la del mundial de futbol de Rusia
y su lema “One Life- Live it up ´cause we got One Life, ´cause u don´t get it
twice”, las corridas bancarias, el retorno del FMI, la devaluación del peso, los
aumentos de precios, los “nuevos” precios cuidados y los eclipses del eje
Cáncer/Capricornio. También la del trágico desenlace de la figura pública
conocida como Pity Álvarez quien confiesa haber matado “como cualquier animal
hubiera hecho”, alegando la fatídica frase “era él o yo” y no puedo evitar
estremecerme.
Así habla la Argentina hoy y algo no deja de sonar a sino – como la constancia
monótona de una continuidad que parece afirmar la sentencia de Ortega “el
argentino se la pasa fuera de sí, instalado en la vida prometida, y es por eso que en el
argentino predomina, como acaso en ningún otro hombre, esa sensación de una vida
evaporada sin que sea advertida”.
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gobernantes y el pueblo de la nación. Los poderes nacionales valoran lo
extranjero y denostan lo propio, por el Ascendente en Libra. Concuerdo con estas
proposiciones en general.
Sin embargo deseo sumar otra línea interpretativa que remite nuevamente a las
intuiciones de Ortega y Gasset, aquel extranjero que desde la lejana cercanía, se
empecinó en poder comprender la psicología del argentino, concibiendo a la
psicología como ciencia del espíritu, que incluye asimismo la pregunta sobre la
identidad psicológica de los pueblos. En “El hombre a la defensiva”, ensayo a
modo de continuación de “La Pampa… Promesas”, en el que decide no utilizar el
paisaje de La Pampa como imagen del recorrido hacia el alma nacional, sino que
lo hace reflexionando previamente por la idea que tiene del Estado argentino
para luego, a partir de allí a pensar en la identidad vernácula.
La autenticidad, plantea Ortega, tiene lugar cuando las formas (las Instituciones-
el Estado- Casa X) están en inmediata correlación con la vida (la vida cotidiana-
el pueblo- Casa IV). Sin embargo, en los argentinos dicha correlación no se
produce debido a que el hombre está siempre a la defensiva, hipótesis central de
su ensayo. Así, para el autor, la Argentina presenta un fuerte Estado contrario a
la espontaneidad social y cuya consecuencia es un desequilibrio con la realidad
social.2 Ortega y Gasset va a basarse en la historia de la relación de los
españoles con los argentinos, quienes al compartir idioma, crearon una pronta
invitación a una deslizante “intimidad” (Casa VIII). Afirmara Ortega que la
velocidad de ese movimiento hacia la intimidad entre el argentino y el español,
sirvió únicamente para crear un violento choque y hacerse daño. Esto explicaría
este estrato más externo de la estructura psicológica que Ortega ha llamado
“hombre a la defensiva”, quien preocupado en defender su propia persona,
frente al prestigio que cree ostenta el extranjero, muestra su posición social o
sus cargos como si fueran externos a él- del otro, es decir que sin poder vivirlos
como propios, los exhibe. Dicha preocupación exagerada por la posición social
puede explicarse, desde la mirada orteguiana, a partir de la historia inmigratoria
de nuestro país y la consecuente competencia por el ascenso social.
2 Ostrovsky A. ** Moya L. *** La mirada del extranjero. Reflexiones de José Ortega y Gasset sobre
la psicología de los varones y las mujeres argentinas* Universidad Nacional de Mar del Plata,
Buenos Aires, Argentina www.redalyc.org/pdf/647/64739325028.pdf
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regente natural de Cáncer se encuentra en Capricornio debilitando su dignidad
energética esencial aunque conserva manifestándose en su propio domicilio Casa
IV. Mientras tanto el Sol que se encuentra en Cáncer en la Casa X, heredando las
características de linaje masculino ya que allí representa a los hombres de la
familia como cuidadores de las raíces y la memoria defensiva- lunar de la
tradición; llevando a interpretar a nuestras figuras de autoridad (Sol en Casa X) y
siguiendo a Ortega, a mostrar su posición social o sus cargos sin poder hacerse
cargo de ellos y sin poder vivirlos como propios y a los “comunes” del pueblo
(Luna en Casa IV) a sentirse de algún modo desconfiados de su protección y
vulnerables en su integridad. Como vemos, persiste el dilema entre las casas 4 y
10, de no poder distinguir quién es quién y de no saber diferenciar lo propio de lo
ajeno, lo interno de lo externo y la fortaleza de la debilidad; exhibiendo con
nitidez el despliegue de estos “mecanismos defensivos” que no permiten
componer finalmente una integrada consciencia de la herencia y el proyecto de
futuro libre de acechanzas.
Como vemos, la interpretación tan sólo del eje IV/ X de la CN del 9 de Julio de
1816, nos lleva a una extensa y profunda reflexión respecto de quienes fuimos,
quienes somos y qué bases deseamos sentar para un proyecto de futuro como
auténtica tierra de unidad, inclusión y prosperidad. En este punto es donde creo
que ambas cartas natales (1816 y 2003) unen sus potencias y se articulan, dando
lugar a algo más que una mera comparación interpretativa o a un dilemático
rechazo de una en favor de la otra.
Llegará el momento, si todo sale bien en que podamos dejar atrás armaduras e
imposturas, esas que tan a menudo percibimos en las estructuras y figuras que
encarnan el poder, y tal vez podamos superar la falla en el gesto de confianza
que tanto anhelamos como pueblo y que si “barajamos de nuevo” en la
Argentina, nos hará como pueblo ser dignos de ser y a nuestros gobernantes,
reales dignatarios de nuevos votos.
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hacer la vida son posibles. Nuevas subjetividades, otros modos de existencia.
Autenticidad.
Como se apreciará, los pensamientos expresados no tienen mucho que ver con un
desarrollo racional. La lógica de este recorrido, como decía Leibnitz, es una
especie de “corriente que cuando creíamos haber llegado a puerto, nos
encontramos de nuevo en alta mar”.
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instantes que tu rostro, querida Argentina habrá dejado y dejará en los espejos
de ese diverso cristal de esa memoria- el Universo y que el destello de cuánto
hayamos hecho brillar el lustre de tu metal precioso, será real en el eterno
retorno de la memoria ya que no habrá entonces, más penas ni olvido.
Quien se aleja
de su casa ya ha vuelto.
Nuestra vida
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Apasionada por la astrología y por todo aquello que favorezca el desarrollo de la consciencia, la
concordia y el cuidado y la belleza de todo lo que existe. Tigre de Agua Sagitario