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EN EL
PERÚ
HUACHO - PERÚ
JUNIO 2019
UNIVERSIDAD NACIONAL JOSÉ FAUSTINO SÁNCHEZ CARRIÓN
FACULTAD DE INGENIERÍA INDUSTRIAL, SISTEMAS E INFORMÁTICA
ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL DE INGENIERÍA INFORMÁTICA
Curso: Realidad Nacional e Internacional
CURSO: Realidad Nacional e Internacional
nuevo régimen, formado por los Treinta, había de comportarse como una tiranía
para evitar eficazmente la vuelta de la democracia. Su eficacia estaba en la
represión, que ejerció incluso contra Terámenes, acusado de actuar de manera
ambigua y de facilitar la recuperación de los enemigos.
Mario es uno de los dos líderes del Grupo Brescia. La firma fue fundada por
Fortunato Brescia Tassano, primero como una compañía de bienes raíces. Cuando
Fortunato murió en 1951, sus hijos Pedro y Mario tomaron el control. Desde
entonces, la compañía se ha expandido a los sectores agrario, pesca, cemento,
pintura, soldadura, explosivos, seguros, banca y minería, con inversiones en Perú
y Chile. En 1969, el gobierno tomó el control de las empresas agrícolas de la
empresa y, en 1973, expropió su negocio de pesca. Más tarde, el Grupo recobró
el control del negocio de productos pesqueros con Tecnológica de Alimentos, que
es ahora el mayor productor de harina de pescado y aceite de pescado del mundo.
Los hijos de Mario poseen el 40% del Grupo Brescia.
Rosa Brescia Cafferata, al igual que su hermana Ana María, heredó la fortuna de
su padre, Fortunato Brescia Tassano. Su fortuna fue manejada por su esposo, Paul
Fort, hasta que murió en 2004. Desde entonces, su hijo Alex Fort Brescia ha
administrado su patrimonio. Junto con sus cinco hijos (dos hombres y tres
mujeres), Rosa posee un 30% del Grupo Brescia.
Considerado como uno de los hombres más ricos del Perú, es dueño de Belcorp,
empresa de cosméticos que factura según Forbes US$ 2 mil millones en 15 países
de América Latina y en los Estados Unidos. En 1967, él y su hermano Fernando
fundaron la empresa Yanbal, pero en 1988 se separaron para crear sus propias
empresas, aunque Fernando conservó el nombre Yanbal. Eduardo posee títulos de
la Escuela de Negocios de Harvard y de Wharton
LA OLIGARQUÍA EN EL PERÚ
La geografía peruana se impone por su vasta diversidad. Con una extensión que
suma la de España, Francia y Gran Bretaña, reúne todos los paisajes y climas: el
desierto, la puna, la selva. El peruano se enorgullece de tamaña variedad, que lleva
consigo posibilidades ilimitadas de riqueza a la vez que la mienta de continuo
como causa principal de sus males; comunicar regiones tan diversas y de tan dificil
acceso es un reto que todavía no ha vencido. Construir vías de comunicación sigue
siendo el imperativo obvio de cualquier política nacional. Preguntarse por qué
resulta impracticable lo que se evidencia urgente es un buen camino para penetrar
en la realidad social de un espacio tan heterogéneo y desvencijado.La geografía
tiene todavía su palabra que decir. Nada se comprende si no partimos de la
siguiente imagen: un archipiélago, cada isla o islote con caracteres propios y casi
sin comunicación entre sí, colocados alrededor de un núcleo principal, el área
metropolitana. Perú es Lima, dijo Abraham Valdelomar, en frase que completa
cualquier peruano, y con un significado muy distinto del original no ha dejado de
ser cierta. Perú es Lima, o por lo menos todo Perú gira en torno a Lima, pero él,
que se está gestando en la pluralidad casi infinita de sus valles y regiones,
terminará por destruirla y arrasarla. Lima ya no es el Jirón de la Unión, y cerró
hace tiempo el Palais Concert.
PROBLEMA PRINCIPAL
Atentos tan sólo a los grupos sociales que componen la minoría dominante, al
quedar aquéllos desplazados del poder, con harta precipitación se ha decretado en
diversas ocasiones el fin de la "república oligárquica". Cada 20 años los peruanos
despiertan desolados al comprobar, tras la muerte, la resurrección del Estado
oligárquico. Unas oligarquías son sustituidas por otras, pero permanecen
incólumes los mecanismos de dominación propios del Estado colonial. El último
ACEPTAR LA SUMISIÓN
Hay que decirlo sin rubor: por mucho que los hechos no encajen en los prejuicios,
nunca se había acercado tanto la teoría a la práctica como durante la primera fase
del Gobierno militar (1968-1975). Se dieron pasos fundamentales para convertir
al Estado oligárquico en uno nacional: redefinición de las relaciones con las
metrópolis exteriores; una reforma agraria que posibilitara la integración social
del campesino indígena; reconocimiento de su peculiaridad cultural y oficialidad
del quechua; sentar las bases para el surgimiento de una nueva burguesía
industrial. Venciendo a su vez no pocos prejuicios, también hay que decir con toda
claridad que el empeño más serio de modernizar Perú serminó, por culpas propias
y ajenas, por ser abortado por las mismas fuerzas armadas que lo habían puesto
en marcha. La historia trágica de los últimos 15 años de recuperación lenta pero
segura del Estado oligárquico, así como la situación extremadamente crítica a que
Según Giovanni Bonfiglio, los peruanos que tienen algún ancestro directo de la
inmigración de los siglos XIX y XX, principalmente, europea no-hispánica, y en
menor medida del resto del continente americano podrían representar alrededor
del 7% del total nacional.2 Este segmento se halla en todo el país, mayormente en
Lima y principales centros urbanos del país. No existen cifras exactas sobre el
número de entradas de españoles durante el virreinato, aunque podría calcularse
el ingreso de 250 mil personas sin contar las entradas graduales de moros
cristianizados, italianos, portugueses y algunos serbocroatas, aunque en menor
medida. Durante los siglos XIX y XX se calcula que ingresaron cerca de 150 mil
europeos al país, asimismo una considerable entrada de chinos y japoneses. Sin
embargo, buena parte de ellos retornaron a su país. Los africanos ingresaron
durante los primeros años del virreinato, debido a su condición de esclavos buena
parte murieron. Del total de las migraciones se calcula que poco más del 90% se
asentaron definitivamente en territorio nacional, promedio mayor que la media
sudamericana del 60%. A su vez, la población peruana descendiente de europeos
no hispanos directos e indirectos principalmente de origen italiano, portugués,
francés, alemán, británico, croata, turco, estadounidense, polaco, judío askenazi y
otros grupos menores podría estimarse en alrededor 2,7 millones de personas, es
decir aproximadamente un 9% del total nacional.