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OLIGARQUÍA

EN EL
PERÚ

HUACHO - PERÚ
JUNIO 2019
UNIVERSIDAD NACIONAL JOSÉ FAUSTINO SÁNCHEZ CARRIÓN
FACULTAD DE INGENIERÍA INDUSTRIAL, SISTEMAS E INFORMÁTICA
ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL DE INGENIERÍA INFORMÁTICA
Curso: Realidad Nacional e Internacional
CURSO: Realidad Nacional e Internacional

LOS 30 TIRANOS DE LA ANTIGUA GRECIA

En los estrechos Alcibíades emprendió importantes campañas y obtuvo victorias


en Cícico y Abido que abrían los accesos de la Propóntide y el Helesponto. La
nueva agresividad y la actividad naval fortaleció los impulsos democráticos, que
se materializaron en el apoyo popular a la figura de Cleofonte, nuevo
representante de los sectores de procedencia oscura, de los que formaban parte
Cleón o Hipérbolo. De este modo, en el año 410 se restableció el consejo de los
Quinientos, los tribunales populares y los pagos por servicios públicos y se fijó el
diobolo como subsidio a cualquier ciudadano. En el año 408 Alcibíades se atreve
a regresar a Atenas donde, a pesar de la oposición de algunos, recibe una acogida
triunfal y es nombrado hegemón autokrátor, pues esperaban que fuera capaz de
restaurar el imperio y de recuperar todas sus ventajas para el demos. Sin embargo,
la actividad espartana en Asia Menor continuaba siendo beneficiada por las
circunstancias del mundo persa, donde el nuevo sátrapa de Sardes, Ciro el Joven,
hijo de Darío, favorece el mantenimiento de relaciones amistosas con el espartano
Lisandro, que se preocupa especialmente del crecimiento de la flota, con la ayuda
de los persas. Las posibilidades que prometía Alcibíades, de recibir ayuda de los
persas, quedaban definitivamente esfumadas.

Lisandro, en 407, consigue la victoria sobre la flota ateniense en Notion, en las


costas de Asia Menor frente a Samos. Alcibíades ve cómo desaparece la
justificación de su presencia en Atenas, basada en la victoria, y huye al
Quersoneso. Luego sólo aparecerá circunstancialmente como consejero de una
estrategia que los atenienses no consideraron adecuada, pero fueron derrotados
por ello. Tal vez se trate de una forma de propaganda póstuma favorable al político
exiliado. Todavía en 406, los atenienses consiguieron una nueva victoria en la
batalla naval de las Arginusas, entre Lesbos y las costas de Asia Menor. Pero el
triunfo no impidió que se pusieran de manifiesto los graves problemas internos de
la ciudad, cuando los generales victoriosos fueron condenados a muerte, en un
juicio que se consideraba ilegal, por el hecho de haber abandonado a los náufragos
o de no haber recogido los cadáveres, según las fuentes. Según Jenofonte, el juicio
estuvo promovido por Terámenes, pero también se nota la presencia de los
representantes más radicales de las tendencias democráticas. Los espartanos luego
pidieron la paz, pero la tendencia dominante en el demos conducía naturalmente
al rechazo.

En el año 405, Lisandro vence a los atenienses en la batalla de Egospótamos, en


el Quersoneso, lo que llevó a la aceptación de la paz, conducida por Terámenes,
en que admitían las condiciones de renunciar a la Liga y a las cleruquías.
Aristóteles dice que en Atenas había que distinguir entre dos corrientes dentro de
los nobles antidemócratas, los que buscaban el establecimiento de la oligarquía y
los partidarios de la patrios politeia, la constitución propia de los antepasados, que,
simplemente, puede identificarse con el régimen en que participan y controlan los
miembros del ejército hoplítico. El triunfo en el debate interno les correspondió a
los oligarcas, encabezados por Critias, que, según Jenofonte, reconocía que el

TEMA: Oligarquía en el Perú


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nuevo régimen, formado por los Treinta, había de comportarse como una tiranía
para evitar eficazmente la vuelta de la democracia. Su eficacia estaba en la
represión, que ejerció incluso contra Terámenes, acusado de actuar de manera
ambigua y de facilitar la recuperación de los enemigos.

LOS 10 PERUANOS MAS PODEROSOS

CARLOS RODRÍGUEZ PASTOR Presidente del directorio de


InterbankFortuna: US$ 3.4 mil millones

Presidente del Directorio de Interbank desde el 22 de agosto de 1995. También es


presidente del Directorio de Intercorp Perú Ltd., Intercorp Financial Services Inc.,
InRetail Perú Corp., entre otras empresas. Por otro lado, es director de Interseguro
Compañía de Seguros S.A. y gerente general de Intercorp Financial Services Inc.
Es graduado en ciencias sociales en la Universidad de California, Berkeley, y
obtuvo una maestría en administración de empresas en Dartmouth College.

EDUARDO HOCHSCHILD Presidente del Grupo Hochschild


MiningFortuna: US$ 2.1 mil millones

Además de presidente del Grupo Hochschild Mining, tiene numerosos cargos


directivos, entre ellos, Cementos Pacasmayo SAA, Comex Perú, Banco de Crédito
del Perú y una serie de cargos en entidades no lucrativas como Tecsup, la Sociedad
Nacional de Minería y Petróleo, y de la Conferencia Episcopal Peruana. Además,
es presidente de la Junta Directiva de la Universidad de Ingeniería y Tecnología.

ALBERTO BENAVIDES DE LA QUINTANA Fundador de


BuenaventuraFortuna: US$ 2 mil millones

Hijo del ex alcalde de Lima Alberto Benavides Diez-Canseco. Siguió estudios


superiores en la Universidad de Harvard (EE.UU.). Fundó en 1953 la compañía
Buenaventura, una de las empresas mineras más grandes del Perú, productora de
oro y plata, especialmente. Hoy está retirado de la firma.

VITO MODESTO RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ Vicepresidente del


Directorio de GloriaFortuna: US$ 1.6 mil millones

Empresario de una amplia trayectoria en el sector privado y empresarial peruano.


Con estudios de ingeniería realizados en la Universidad Nacional de Ingeniería
(UNI), se inició en el negocio del transporte con la empresa José Rodríguez Banda
S.A., conjuntamente con su hermano Jorge Rodríguez Rodríguez en los años 70.
Desde esta empresa ingresa al mundo del cemento como proveedor de las grandes
obras de ingeniería (explotaciones mineras, irrigaciones, instalaciones militares,
etc.) que se desarrollan en el sur del Perú. Ocupa el cargo desde 1986.

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JORGE RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ Presidente del Directorio de


GloriaFortuna: US$ 1.4 mil millones

Ingeniero industrial, graduado en la Universidad Nacional de Ingeniería, con


postgrado en Administración de Negocios en las Universidades Leeds y Reading
de Inglaterra. Asimismo, ha realizado diversos cursos de especialización a través
del Consejo Británico y la Confederación de Industrias Británicas en las
principales emrpesas alimentarias de Gran Bretaña, así como en Estados Unidos.
Ocupa el cargo desde 1986.

MARIO BRESCIA CAFFERATA Grupo BresciaFortuna: US$ 1.8 mil millones

Mario es uno de los dos líderes del Grupo Brescia. La firma fue fundada por
Fortunato Brescia Tassano, primero como una compañía de bienes raíces. Cuando
Fortunato murió en 1951, sus hijos Pedro y Mario tomaron el control. Desde
entonces, la compañía se ha expandido a los sectores agrario, pesca, cemento,
pintura, soldadura, explosivos, seguros, banca y minería, con inversiones en Perú
y Chile. En 1969, el gobierno tomó el control de las empresas agrícolas de la
empresa y, en 1973, expropió su negocio de pesca. Más tarde, el Grupo recobró
el control del negocio de productos pesqueros con Tecnológica de Alimentos, que
es ahora el mayor productor de harina de pescado y aceite de pescado del mundo.
Los hijos de Mario poseen el 40% del Grupo Brescia.

ANA MARÍA BRESCIA CAFFERATA Grupo BresciaFortuna: US$ 1.35 mil


millones

Ana María Brescia Cafferata heredó la fortuna de su padre, Fortunato Brescia


Tassano, que construyó una compañía de bienes raíces que capitalizó el
crecimiento en Lima. Fortunato murió en 1951. Los activos de Ana María son
administrados por sus hermanos, Pedro y Mario. Ellos controlan el Grupo Brescia,
con intereses en la agricultura, productos pesqueros, cemento, productos de
pintura, explosivos, soldadura, seguros, banca, minería y bienes raíces. Ana María
posee el 30% del Grupo Brescia.

ROSA BRESCIA CAFFERATA Accionista del Grupo


BresciaFortuna: US$ 1.35 mil millones.

Rosa Brescia Cafferata, al igual que su hermana Ana María, heredó la fortuna de
su padre, Fortunato Brescia Tassano. Su fortuna fue manejada por su esposo, Paul
Fort, hasta que murió en 2004. Desde entonces, su hijo Alex Fort Brescia ha
administrado su patrimonio. Junto con sus cinco hijos (dos hombres y tres
mujeres), Rosa posee un 30% del Grupo Brescia.

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JUAN FERNANDO BELMONT ANDERSON Presidente de Yanbal


InternacionalFortuna: 2.2 mil millones

Es dueño de Yanbal International, empresa de cosméticos de rápido crecimiento,


cuyas ventas estimadas ascienden a US$ 720 millones. Se convirtió en jefe de la
compañía en 1988, cuando él y su hermano Eduardo decidieron disolver su
asociación en Yanbal. A partir de ese año, cada uno decide crear su propia empresa
de belleza. Fernando renombró a Yanbal como Yanbal Internacional y, desde
entonces, ha expandido a la firma en España y en ocho países de América Latina.

EDUARDO BELMONT ANDERSON Presidente de


BelcorpFortuna: US$ 6.1 mil millones

Considerado como uno de los hombres más ricos del Perú, es dueño de Belcorp,
empresa de cosméticos que factura según Forbes US$ 2 mil millones en 15 países
de América Latina y en los Estados Unidos. En 1967, él y su hermano Fernando
fundaron la empresa Yanbal, pero en 1988 se separaron para crear sus propias
empresas, aunque Fernando conservó el nombre Yanbal. Eduardo posee títulos de
la Escuela de Negocios de Harvard y de Wharton

LA OLIGARQUÍA EN EL PERÚ

La geografía peruana se impone por su vasta diversidad. Con una extensión que
suma la de España, Francia y Gran Bretaña, reúne todos los paisajes y climas: el
desierto, la puna, la selva. El peruano se enorgullece de tamaña variedad, que lleva
consigo posibilidades ilimitadas de riqueza a la vez que la mienta de continuo
como causa principal de sus males; comunicar regiones tan diversas y de tan dificil
acceso es un reto que todavía no ha vencido. Construir vías de comunicación sigue
siendo el imperativo obvio de cualquier política nacional. Preguntarse por qué
resulta impracticable lo que se evidencia urgente es un buen camino para penetrar
en la realidad social de un espacio tan heterogéneo y desvencijado.La geografía
tiene todavía su palabra que decir. Nada se comprende si no partimos de la
siguiente imagen: un archipiélago, cada isla o islote con caracteres propios y casi
sin comunicación entre sí, colocados alrededor de un núcleo principal, el área
metropolitana. Perú es Lima, dijo Abraham Valdelomar, en frase que completa
cualquier peruano, y con un significado muy distinto del original no ha dejado de
ser cierta. Perú es Lima, o por lo menos todo Perú gira en torno a Lima, pero él,
que se está gestando en la pluralidad casi infinita de sus valles y regiones,
terminará por destruirla y arrasarla. Lima ya no es el Jirón de la Unión, y cerró
hace tiempo el Palais Concert.

TEMA: Oligarquía en el Perú


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Diversidad en el espacio, continuidad repetitiva en el tiempo: lo que hemos


despedido definitivamente no tarda en reaparecer. Las constantes que se forjaron
en la colonia, resultado de la superposición de la cultura europea dominadora
sobre la incaica dominada, marcan todavía la brecha entre el Perú oficial y el Perú
marginado, dualidad que de diversas formas ha ido reproduciéndose a través de
los siglos. Hasta 1872 no llega a la presidencia de la República un civil; desde
entonces alternan los Gobiernos civiles y los militares con llamativa precisión. En
1930, un golpe lleva al coronel Sánchez Cerro a la presidencia; en 1948, al general
Manuel Odría; en 1%8, al general Velasco Alvarado, por no recordar más que
aquellos que de verdad calaron en esta segunda mitad de siglo. En septiembre, los
rumores de golpe, que en Perú no cesan nunca, han vuelto a intensificarse.
Podemos discrepar sobre el cuándo -depende de no pocos imporiderables-, pero
es seguro que llegará antes o después. En Perú, por repetirse, se repiten hasta los
presidentes civiles: Manual Prado fue presidente de 1939 a 1945 y de 1956 a 1962;
Fernando Belaúnde, de 1963 a 1968 y de 1980 a 1985; en ambos casos entre un
período presidencial y otro hay que colocar sendas dictaduras militares.

PROBLEMA PRINCIPAL

Desde mediados del siglo pasado, un número creciente de peruanos lúcidos ha


formulado con precisión el problema principal de construir un auténtico Estado
nacional. Podría escribirse una historia del pensamiento peruano centrada en el
modo como se ha planteado esta cuestión básica al terminar la guerra del Pacífico,
a comienzos de siglo, en la crisis de los treinta, después de la II Guerra Mundial,
en la década de los sesenta, de los setenta, de los ochenta. Perú cuenta con una
sobresaliente literatura ensayística sobre la problemática nacional, pero
diagnósticos correctos y teorías brillantes sobre los males de la patria no han
tenido apenas efectos prácticos. En 1884, en 1930, en 1968, en 1988, el problema
de Perú se plantea en los mismos términos: construir un Estado capaz de impulsar
la necesaria integración de los dos Perú que desde la independencia ha mantenido
escindido el actual Estado criollo, al servicio exclusivo de una minoría que, pese
a haber cambiado su composición con el paso del tiempo, desde el hacendado
tradicional al capitalista industrial y financiero, no ha cesado de emplear los
mecanismos de dominación que definió el pacto colonial: el despotismo en lo
político y el mercantilismo en lo económico.

Atentos tan sólo a los grupos sociales que componen la minoría dominante, al
quedar aquéllos desplazados del poder, con harta precipitación se ha decretado en
diversas ocasiones el fin de la "república oligárquica". Cada 20 años los peruanos
despiertan desolados al comprobar, tras la muerte, la resurrección del Estado
oligárquico. Unas oligarquías son sustituidas por otras, pero permanecen
incólumes los mecanismos de dominación propios del Estado colonial. El último

TEMA: Oligarquía en el Perú


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6 de septiembre, al darse a conocer las medidas estabiliz adoras, tantas veces


empleadas, comprueban el fracaso del reformismo populista, empeñado en
acelerar la integración social, y el renacer de la política económica ortodoxa, que
cuenta con el aplauso de los poderosos del mundo entero pese a que vuelva a
agravar la brecha entre el Perú integrado, al que le sienta bien la dieta, y el Perú
marginado, otra vez ante el dilema de tratar de subsistir al margen del sistema o
rebelarse contra él, con todos los riesgos que ello implica.

ACEPTAR LA SUMISIÓN

La única alternativa de las clases y culturas dominadas ha consistido siempre en


aceptar la sumisión por mucho que oprima, con la falsa ilusión de al menos
encontrar una salida individual o en asumir el caos destructor de la rebelión.
Lamentablemente, a los oprimidos no suelen ofrecérseles caminos más
razonables.

Hasta ahora se ha considerado dogma indiscutible que el Estado oligárquico, que


en los treinta tuvo que enfrentarse, ahogándolo en sangre, al levantamiento del
APRA -primer intento de crear un Estado nacional que para ser viable tendría que
ser además latinoamericano; que en la década que sigue al fin de la II Guerra
Mundial sufrió el reto de una industrialización sustitutiva de importaciones, con
la consiguiente ampliación de los sectores medios y obreros; que aguantó los
fuertes dislocamientos que causó una emigración creciente del campo a las
ciudades; que soportó levantamientos campesinos que dieron pie a experiencias
guerrilleras en los sesenta, recibió el tiro de gracia definitivo con el golpe militar
del 3 de octubre de 1968. La significación real del velasquismo, al llevar a cabo
la reforma agraria y sentar las condiciones para el surgimiento de una nueva
burguesía industrial, habría sido la creación de un Estado nacional. Las fuerzas
armadas al fin habrían logrado sellar una historia de 150 años de intentos fallidos
en los que el Estado oligárquico, al servicio de una minoría dominante, habría
conseguido desplazar o sustituir a un hipotético Estado nacional que hubiera
superado la escisión que produjo la conquista y cimentó la colonia y la república
entre el Perú europeizado, criollo, y el Perú marginado, autóctono.

Hay que decirlo sin rubor: por mucho que los hechos no encajen en los prejuicios,
nunca se había acercado tanto la teoría a la práctica como durante la primera fase
del Gobierno militar (1968-1975). Se dieron pasos fundamentales para convertir
al Estado oligárquico en uno nacional: redefinición de las relaciones con las
metrópolis exteriores; una reforma agraria que posibilitara la integración social
del campesino indígena; reconocimiento de su peculiaridad cultural y oficialidad
del quechua; sentar las bases para el surgimiento de una nueva burguesía
industrial. Venciendo a su vez no pocos prejuicios, también hay que decir con toda
claridad que el empeño más serio de modernizar Perú serminó, por culpas propias
y ajenas, por ser abortado por las mismas fuerzas armadas que lo habían puesto
en marcha. La historia trágica de los últimos 15 años de recuperación lenta pero
segura del Estado oligárquico, así como la situación extremadamente crítica a que

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ha llegado el país, después de que también fuera derrotado el tímido populismo


aprista, tiene directamente que ver con este fracaso.

LA MIGRACIÓN A TERRITORIO PERUANO

La migración en el Perú es una actividad que se ha producido desde la época del


Virreinato, con españoles y africanos, a lo largo de su época republicana y hasta
nuestros días, con los movimientos migratorios más importantes de Italia y Asia
(principalmente China y luego Japón) y en menor medida de alemanes, ingleses,
franceses, portugueses, croatas, árabes y judíos)'

En el Perú se encuentran diversas comunidades de ascendencia de diversos países


europeos, principalmente debido a que se trató de una migración por lazos
familiares, vecinales y de amistad, ocurrido desde mediados del virreinato del
Perú. Los migrantes llegaban como prestadores de servicios, profesionales,
comerciantes e inversores al próspero virreinato y, después de la proclamación de
independencia, a la república.

Los europeos que llegaron al Perú tomaron posiciones importantes en la vida


económica peruana aunque sin llegar a penetrar en las élites. Hubo miembros de
la burguesía europea que llegaron como empleados de las grandes casas
comerciales de Europa, si bien algunos estuvieron de paso, otros tantos formaron
familias con mujeres peruanas radicando definitivamente en el Perú.

Según Giovanni Bonfiglio, los peruanos que tienen algún ancestro directo de la
inmigración de los siglos XIX y XX, principalmente, europea no-hispánica, y en
menor medida del resto del continente americano podrían representar alrededor
del 7% del total nacional.2 Este segmento se halla en todo el país, mayormente en
Lima y principales centros urbanos del país. No existen cifras exactas sobre el
número de entradas de españoles durante el virreinato, aunque podría calcularse
el ingreso de 250 mil personas sin contar las entradas graduales de moros
cristianizados, italianos, portugueses y algunos serbocroatas, aunque en menor
medida. Durante los siglos XIX y XX se calcula que ingresaron cerca de 150 mil
europeos al país, asimismo una considerable entrada de chinos y japoneses. Sin
embargo, buena parte de ellos retornaron a su país. Los africanos ingresaron
durante los primeros años del virreinato, debido a su condición de esclavos buena
parte murieron. Del total de las migraciones se calcula que poco más del 90% se
asentaron definitivamente en territorio nacional, promedio mayor que la media
sudamericana del 60%. A su vez, la población peruana descendiente de europeos
no hispanos directos e indirectos principalmente de origen italiano, portugués,
francés, alemán, británico, croata, turco, estadounidense, polaco, judío askenazi y
otros grupos menores podría estimarse en alrededor 2,7 millones de personas, es
decir aproximadamente un 9% del total nacional.

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