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ENFOQUE DEL TEMA:

El periodismo, indudablemente, es uno de los ejercicios máximos de la libertad


de expresión a escala mundial. Así, cada concepto no puede vivir sin el otro
para validar su existencia. En primera instancia, un periodista basa su accionar
en la investigación, ética y rigorosa, porque maneja un elemento invaluable de
toda sociedad: la información en sus diferentes dimensiones: sociales,
políticas, económicas y culturales. Sin embargo, la funcionalidad del quehacer
periodístico va más allá de su génesis informativa, porque se constituye como
una herramienta que intenta explicar el mundo que nos habita (Vivalta, 2006) y
cómo va cambiando su dinámica para su posterior comprensión.

Por otro lado, la libertad de expresión es un derecho inherente al ser humano,


esencialmente importante en su desarrollo personal y dentro de la sociedad. El
10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas
congregó a este premisa dentro de la Declaración Universal de los Derechos
del Hombre en su art. 19 en el que se enunciaba que “Todo individuo tiene
derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no
ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones
y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio
de expresión”. (ONU, 1948)

Dicho esto y, uniendo las dos concepciones ya mencionadas, ¿Qué es lo que


sucede si al periodismo, vocación libertaria por antonomasia, se le aplican
mecanismos de censura? Esta pregunta ha sido previamente explorada y
debatida en el Ecuador desde hace décadas y en diferentes gobiernos, sin
embargo, la reflexión se agudizó desde el 2007, año en el que un joven político
y economista, el ahora ex presidente Rafael Correa Delgado, asumía el poder
ejecutivo del país.

Como parte de la estrategia política de su campaña, Correa no cercaba su


relación con la prensa. La idea, como cualquier otro candidato se acercó a los
medios de comunicación más grandes del país

Desde demandas, pasando por sanciones punitivas, juicios legales e incluso


amenazas que se ejercieron durante el periodo presidencial de Correa Delgado

https://books.google.com.ec/books?id=5GPGc2vwbgEC&pg=PA6&source=gbs
_selected_pages&cad=2#v=onepage&q&f=false

http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/RES/217(III)

De esa manera, contribuye a la explicar el mundo que nos habita. (Vivalta,


2006).

, la libertad de expresión es inherente al ser humano


a escala mundial, sobre todo, si el contexto político responde a una sociedad
democrática.

Eran las 2:30 del 17 de junio de 1972 y cinco hombres camuflados con
indumentaria oscura y abastecidos con guantes, para borrar cualquier
evidencia de su presencia, irrumpieron en las oficinas electorales que
correspondían al Comité Nacional del Partido Demócrata, ubicado en el edificio
Watergate, en Washington. Minutos antes, un guardia de seguridad logró
detectar movimiento en la edificación, de manera que la policía llegó al lugar y
los sujetos no opusieron ningún tipo de resistencia. Uno de los detenidos
sostenía un mismo discurso: había trabajado como investigador de la CIA. Por
su parte, las autoridades describieron al hecho como un ‘plan elaborado de
espionaje’. (La Vanguardia, 2016)

Así fue la noticia, que no tuvo más de dos párrafos de extensión, con la que
dos periodistas del diario estadounidense, The Washington Post, lograron
develar una red de corrupción conspirativa a manos del presidente de turno, el
republicano Richard Nixon, cuyo plan era obtener información del partido
contrario para poder mantenerse en el poder. Una de las puertas claves para la
salida a la superficie de los actos de corrupción fue ‘Garganta Profunda’, fuente
que les proporcionó datos clave que, finalmente, llevaron a Nixon a demitir de
su cargo pese a que, por más de dos años, intentó acallar la investigación. De
esa forma, Carl Bernstein y Bob Woodward, los periodistas detrás de la
investigación, cambiaron la dinámica y la metodología del ejercicio periodístico
a escala mundial y aún más: marcaron un precedente que modificó la
estrategia política de gobiernos venideros.

Remito el caso de Watergate

en la presente investigación porque congrega los postulados principales que


rigen a esta vocación: en primera instancia, el periodismo basa su accionar en
la investigación, esa es su génesis.

la Casa Blanca de aquel presidente oscuro, derechista, patriotero, acomplejado y


tramposo que fue Nixon.

Todo periodismo basa su accionar en la investigación

or primera vez en la historia de este país, los medios ocupan el banquillo de


los acusados. Al contrario de sus antecesores, el actual mandatario tiene un
discurso
crítico y muchas veces descalificador respecto de los medios privados. Pero
estos no
se quedan atrás y responden de manera visceral. Entre ellos no hay
posibilidad de
diálogo, porque cada uno se declara víctima del otro. Por eso, la clave de
todo esto
parece estar en la manera cómo cada uno construye y vende su propia
imagen y la
de su oponente.

-La regla del periodismo, indudablemente, no es el silencio y aún peor la


sumisión. Quizá parezca una aseveración que llega desde la obviedad pero no
lo es si nos situamos en diferentes contextos de la historia, como el que se vivió
durante los últimos 10 años. Más allá de las políticas públicas, las
superintendencias y los riesgos propios del ejercicio periodístico; la decisión de
romper la regla se toma a solas y a conciencia.

-Es un hecho: el periodismo ecuatoriano se vio censurado y los periodistas se


autocensuraron, lo que es lamentable para el ejercicio y sobre todo, para la
ciudadanía que es la verdadera afectada. Ahora, las aristas y las circunstancias
no se producen bajo el mismo contexto. En este reportaje se mostraron casos
ligados al autoritarismo y vanidad, me atrevo a decir, de todo un aparataje
construido en torno a el ex presidente Rafael Correa. Sin embargo, existen más
motivos y más intereses que llegan desde el propio periodista, pasando por el
poder de los medios de comunicación al poder de la autoridad.

- La creación de una Superintendencia de Comunicación e Información es una


herramienta de control para cualquier gobierno, en este caso, lo fue para el de
Rafael Correa Delgado. El Superintendente Ochoa habla de regulación pero
control sería el término más adecuado porque la regulación como tal no debería
ser punitiva como lo ha sido.
-El problema central no es que la comunicación, difundida a través de medios
de comunicación, sea concebida como un servicio público. El conflicto radica en
que a través de esa concepción se controla, no regula. Además, se han
impuesto contenidos y una agenda política a los medios ecuatorianos en sus
tres dimensiones: públicos, privados e incluso comunitarios. Se le ha dado al
poder político la potestad de decidir qué es de interés público y que no.

-Es un hecho: el periodismo ecuatoriano se vio censurado y los periodistas se


autocensuraron. Ahora, las aristas y las circunstancias por las que se produce
son diferentes y vari
-La regla de un periodista, indudablemente, no es el silencio, ni la sumisión, sea
el contexto que fuere. En el caso de la realizadora del presente reportaje, la
segunda parte de la producción del trabajo se ejecutó en sus plenas labores
dentro de un medio privado importante del país presente en el reportaje
audiovisual, lo que significó un conflicto al ingresar al medio, pues existe una
cláusula de confidencialidad al integrarse al equipo periodístico. En un primer
momento, se pensó en cambiar el enfoque de la investigación

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