actividad. Tanto dentro del recinto escolar como en lugares adyacentes, siempre y cuando afecten a la comunidad educativa. Todos los miembros de la comunidad velarán por su cumplimiento. La concreción de estas normas se basa en los valores humanos de respeto a las personas, lugares y cosas y de responsabilidad entendida como respuesta personal de la manera de actuar. El respeto a las normas de convivencia posibilita: Un trabajo de calidad. La formación de hábitos de trabajo saludables. La creación de espíritu de compañerismo positivo, sacando lo mejor de uno mismo. Las puede sugerir un alumno, el tutor(a), un maestro de curso, el personal de mantenimiento. El aporte de las Normas está en función de los espacios escolares donde se interrelacione el alumnado. Plantear una Norma tiene que ver con la participación democrática a la que tiene derecho toda persona en nuestra sociedad. El respeto: a las personas, a las cosas, a los lugares. La tolerancia: a las ideas, a la raza, a la religión, a la condición social, a las diferencias de género, etc. La responsabilidad: Hacia sí mismo (a), cumpliendo sus responsabilidades; hacia los demás, obedeciendo, tratando con tolerancia. Las normas de convivencia del aula y del Colegio marcan las pautas de actuación para el disfrute de este servicio. Su incumplimiento puede dar lugar a las sanciones contempladas en el Reglamento del aula o de la Institución . Está en función de los acuerdos del aula, suele ser temporal, hasta que se haya interiorizado en los integrantes de la sección, de modo que pueden variar cada bimestre, habiendo superado dificultades iniciales. A través de la lluvia de ideas. Participación espontánea. Votación por parte de los alumnos. Respeto en cada intervención. Evitar influir en los compañeros. Sugerir mínimo 5 y como máximo 10 Normas, para que se puedan cumplir durante el 1er bimestre y así sucesivamente. ¡SUERTE Y A EMPEZAR! NO COMER EN CLASE