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Agradecimiento

Especial agradecimiento a todas las personas que a lo largo de nuestras vidas nos dieron la
oportunidad de laborar en los diferentes campos de la Empresa donde nos hemos desenvuelto
demostrando el Talento Humano que poseemos. De aquella experiencia nació la idea de
ésta monografía.
Y también al director de éste trabajo el Ing. Raúl Quispe Taype, quien nos dio la oportunidad de
realizar este trabajo tan complejo, pero al final nos enriqueció con los conocimientos más amplios que
hemos podido adquirir al finalizar esta investigación.
Dedicatoria

Esta monografía está dedicada a nuestros padres que siempre nos brindaron su apoyo,
confianza y nos impulsaron a estudiar. Además a todos los estudiantes en general, qué en base
a su esfuerzo y sacrificio buscan en el estudio un vehículo de superación para alcanzar sus
objetivos.
Tabla de contenido
Introducción

La Mecánica Cuántica se encarga del estudio del comportamiento de la materia y la radiación


en las escalas atómica y subatómica. Así describe y explica las propiedades de las moléculas,
los átomos y sus constituyentes: electrones, protones, neutrones, y otras partículas más
esotéricas. Estas propiedades hacen posible las interacciones de las partículas entre sí y con la
radiación electromagnética. El comportamiento de la materia y la radiación presenta aspectos
particulares; con respecto a ello las deducciones de la Mecánica Cuántica no siempre son
intuitivas, ni fáciles de entender. Por tal motivo los conceptos chocan con las nociones que
nos resultan conocidas, porque son resultado de lo que observamos todos los días en la
naturaleza en la escala macroscópica. Sin embargo, no existen razones por las cuales el
comportamiento del mundo atómico y subatómico siga las mismas pautas de los objetos de
nuestra experiencia diaria. El estudio de la Mecánica Cuántica empezó a principios del siglo
pasado, como resultado de los descubrimientos y observaciones que mostraron las dificultades
que tenía la Física Clásica, para interpretar las propiedades y partes del átomo, así como las
propiedades de la radiación electromagnética y su interacción con la materia. Dichos
descubrimientos cambiaron las nociones que hasta el momento eran sostenidos por los físicos,
lo cual trajo una gran cantidad de enigmas que obligo a replantear los fundamentos y
conceptos básicos de la Física. El estudio de la Mecánica Cuántica es importante: 1° Pone de
manifiesto la metodología esencial de la Física. 2° tuvo éxito al permitir dar respuestas válidas
a casi todos los problemas en los que fue aplicado. 3° Es la herramienta teórica básica para
numerosas disciplinas de gran importancia, como la Química Física, la Física Molecular,
Atómica y Nuclear, la Física de la Materia Condensada y la Física de Partículas.
Operadores de la mecánica cuántica

Necesidad de representar las variables dinámicas mediante operadores lineales.

La mecánica cuántica es una teoría microscópica que considera la dualidad onda partícula de la
materia. Asume que en lugar de viajar a lo largo de una trayectoria el cual se determinada
experimentalmente y obedece a la segunda ley de Newton, una partícula muestra un
comportamiento ondulatorio de esta forma, se reconoce que una teoría macroscópica como la
mecánica Newtoniana (mecánica clásica) no es adecuado para describir el comportamiento
microscópico de los sistemas físicos. La aceptación de un comportamiento a la vez de onda y
de partícula es resultado de no poder asignar al comportamiento microscópico un modelo en
términos de nuestra experiencia cotidiana. Para determinar los promedios se introduce la
función de distribución f (x, p); la cantidad f (x, p) dx dp representa el número medio de
partículas que se encuentran en el punto (x, p) dentro del volumen dx dp del espacio fase. El
promedio de una variable dinámica cualquiera A(x, p) (es decir, de una función arbitraria de las
coordenadas x y p) queda dado por

A= A(x, p)f (x, p) dx dp.

En la mecánica cuántica se produce una situación parecida a la de la mecánica estadística,


esto hace que la función de onda nos dé información estadística sobre el comportamiento del
ensamble, pero no brinda información detallada del comportamiento de algún miembro
específico de él. Una diferencia en la descripción estadística que se utilizo está limitada al
espacio de configuración. Así, la función de distribución ρ(x) = ψ(x) 2 permite calcular el
promedio de funciones que solo depende de la posición con la fórmula

A = ∫ A(x)ρ(x) dx;

pero estamos frente a la dificultad de que sólo se conoce ρ el cual no nos será suficiente para
calcular el promedio de una variable dinámica arbitraria, en general, debemos esperar que sea
función tanto de x como de p. Dado que en mecánica cuántica no se puede contar con una
densidad en el espacio fase,1 la solución consiste en que para calcular A(x, p) primero debe
escribirse p como una función de la posición, solo depende que la relación propuesta entre x y
p tenga sentido estadístico en cada caso.

Representación de los operadores fundamentales

Ahora debemos estar seguros de la utilidad del formalismo que se a propuesto; por eso
demostraremos que es posible construir los operadores asociados a las variables dinámicas
más importantes, de tal forma que hagamos la idea propuesta en forma simple y consistente.
Para ello partimos de la ecuación estacionaria de Schrödinger
k2 2

Eψ = − 2m∇ ψ + V (x)ψ

La que, al multiplicar por la izquierda por ψ∗ e integrar, da

∫ ∗ k2 ∫ ∗ 2 ∫ ∗

Interpretamos cada término de esta expresión. El lado izquierdo es el valor medio de la


energía,

(E) = ∫ Eψ∗ψ dx = ∫ Eρ dx,

Pero también es la energía E, pues

∫ Eρ dx = E ∫ ρ dx = E.

Estos resultados son consistentes con la noción de que en un eigenestado de la ecuación de


Schrödinger cada partícula del ensemble tiene la misma energía E, por lo que el promedio de E
sobre el ensemble coincide con la propia energía E:

(E) = E.

Teoría elemental y representación matricial de operadores

En el cuadro colocamos los operadores hasta aquí construidos. Observamos que hay
operadores como el de posición o el de energía potencial que implican sólo la operación de
multiplicación, mientras que otros, como el de momento o el

Hamiltoniano, tienen recetas complejas, como tomar derivadas de todo lo que está a su
derecha, etc. Al observar los operadores del cuadro está claro que todos son lineales, es decir,
cumplen la condición

Fˆ(aψ1 + bψ2) = aFˆψ1 + bFˆψ2,

En donde a y b son constantes arbitrarias. En la mecánica cuántica se usan operadores lineales,


pues en esta forma se garantiza la validez general del principio de superposición, que está en
la base misma de la teoría cuántica, como se mostró anteriormente. Los operadores lineales
pueden sumarse y multiplicarse por números (reales o complejos):

.aFˆ + bGˆΣ ψ = a .FˆψΣ + b .GˆψΣ = aFˆψ + bGˆψ;

Y multiplicarse entre sí:


Fˆ .GˆψΣ = .FˆGˆΣ ψ ≡ FˆGˆψ. (8.18b)

Vemos que la multiplicación de operadores es asociativa, Fˆ(GˆKˆ) = (FˆGˆ)Kˆ FˆGˆKˆ.


Nótese que es necesario respetar escrupulosamente el orden de los factores. En general
(aunque no necesariamente), las variables dinámicas fundamentales se definen en tal forma
que sus valores medios son reales, y resulta conveniente representarlas con operadores
lineales que tienen valores esperados reales. En caso de que se requiera introducir cantidades
complejas, ello siempre puede hacerse en términos de las componentes reales, por lo que esta
restricción no reduce la generalidad de la teoría. Vamos a investigar qué implica esta condición
sobre 4

Obsérvese que en lo que hemos hecho hasta aquí hay una clara asimetría en el tratamiento de
las variables x y p, que conduce a que xˆ = x pero pˆ = ik∂/∂x, y cuyo origen se puede rastrear
hasta la propia ecuación de Schrödinger, que determina la amplitud de probabilidad en el
espacio de configuración, pero no en el espacio momental. Compárese esto con lo que se hace
en mecánica estadística, en que se maneja la probabilidad f (x, p), donde ambos juegos de
variables participan de manera similar. Más adelante construiremos una formulación de la
teoría libre de esta asimetría y descubriremos que esta última se debe a que desde un
principio adoptamos una representación particular, en el espacio de configuración.

los operadores que representan las correspondientes variables dinámicas. Sea Fˆ un


operador; la condición de que su valor esperado sea real implica que

(Fˆ) = ∫ ψ∗Fˆψ dx = (Fˆ)∗ = ∫ ψFˆ∗ψ∗ dx.

Representación matricial de los operadores y de los estados

Vamos a demostrar que es posible representar los operadores cuánticos como ma- trices,
resultado básico para establecer la equivalencia entre la versión matricial de la mecánica
cuántica y la de Schrödinger. Sean ψn y ϕn dos funciones, con ϕn miembro de una base {ϕk},
mientras que ψn se obtiene por la acción de un operador F sobre ϕn, es decir

ψn = Fˆϕn.

Como cualquier otra función, podemos desarrollar ψn en términos de las funciones


ortonormales ϕk:

ψn = ankϕk,

en donde ank son los coeficientes del desarrollo, que determinamos a partir de (8.21),

lo que da

∫ ϕ∗mψn dx = ∫ ϕ∗mFˆϕn dx = Σ ank ∫ ϕ∗mϕk dx = Σ ankδmk = anm.

La escritura anm fue meramente convencional, pero a la luz de este resultado vemos que es
conveniente cambiar la notación por una más sistemática, y escribir anm = Fmn. Se obtiene de
esta manera

Fmn ≡ ∫ ϕ∗mFˆϕn dx.


Los números Fmn, que llamaremos elementos de matriz del operador Fˆ, definen un arreglo
cuadrado (una matriz cuadrada) que nos proporciona una representación matricial del
operador Fˆ en la base {ϕn}. La base {ϕn} está constituida normal- mente por el conjunto de
funciones propias de algún operador Q, Qϕn = qnϕn. Nos referimos a esto diciendo
alternativamente que Fˆ está en la representación Q. Introduciendo, obtenemos una versión
matricial de esta última expresión:

ψn = Fˆϕn = Fknϕk,

la que adquirirá su pleno sentido más adelante. Nótese que en general n, m son índices que
pueden tomar un número infinito de valores, por lo que las matrices cuadradas que
representan operadores pueden tener un número infinito de renglones y columnas. Obsérvese
asimismo que cada operador puede ser representado por un número ilimitado de matrices
diferentes, una por cada operador hermitiano que pueda usarse para construir la base de la
representación.

Empezamos esta sección trabajando con funciones de onda de Schrödinger en el espacio de


configuración y con operadores diferenciales que actúan sobre ellas. Descubrimos luego la
posibilidad de describir el comportamiento del sistema cuántico en términos de matrices
columna y de matrices cuadradas que actúan sobre las anteriores y encontramos que, con
definiciones apropiadas, ambas descripciones son matemáticamente equivalentes, pese a las
diferencias de su forma. Ahora podemos intentar ver esta cuestión desde una perspectiva más
amplia. Con el cálculo vectorial (y más aún con el tensorial), por ejemplo, aprendemos que es
posible estudiar las propiedades de los vectores y las relaciones entre ellos sin necesidad de
recurrir a sistemas de referencia específicos. En otros términos, podemos construir la teoría en
forma independiente de cualquier sistema de referencia, y reducir con ello las relaciones que
ocurren en la teoría a sus elementos intrínsecos, liberándolas de elementos accesorios. Sin
embargo, en la construcción que hemos hecho de la teoría cuántica nos hemos atado
excesivamente al sistema de referencia, por así decirlo, o sea a una representación (la de
coordenadas, por ejemplo). Incluso hemos encontrado la posibilidad de hacer dos
descripciones diferentes, una en términos de funciones de onda en el espacio de
configuración, y la otra en términos puramente algebraicos.

Ocurre que podríamos intentar representar el vector de estado ϕ y sus relaciones en


abstracto, sin referencia a ninguna representación específica. De lograrlo, las relaciones que se
obtuvieran contendrían justamente la información deseada, sin los elementos accesorios que
introduciría una representación particular. De ser necesario, siempre podríamos acudir a una
representación específica para dar forma concreta a las expresiones. Esta formulación
abstracta de la mecánica cuántica fue propuesta por Dirac y ha alcanzado gran importancia, ya
que representa la forma general de la teoría, por lo que a continuación haremos una
exposición de ella, aunque manteniéndonos en un nivel introductorio, relativamente informal.
Para un tratamiento sistemático y riguroso se puede recurrir a cualquier texto avanzado de
mecánica cuántica y, muy en particular, al de Dirac.

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