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Cuatro grasas buenas (y que usted no conoce)

Las grasas buenas protegen de las enfermedades cardiovasculares, al disminuir el nivel de inflamación y la presión arterial.
Pero lo mejor es que, cuantas más grasas de este tipo consumamos, mayor será nuestra capacidad para quemar las
grasas almacenadas.

Como sabe, el aceite de oliva es bueno para la salud, pero hay otros aceites que también son excepcionales. Quizá nunca
haya oído hablar de ellos (o al menos no de todos), así que vale la pena que los conozca.

Aquí tiene cuatro aceites alternativos que darán a su cocina una nueva dimensión y que a usted le aportarán años de vida.

Ghee
El ghee (pronunciado "gui") procede de una palabra en hindi que significa "grasa", y se trata de un ingrediente fundamental
de la cocina india.

Para prepararlo hay que poner a hervir a fuego lento mantequilla sin sal en un recipiente grande hasta que se evapore todo
el agua y las proteínas se depositen en el fondo. A continuación, se retira la mantequilla clarificada con una cuchara para
evitar que se mezcle con las partículas sólidas. A diferencia de la mantequilla, el ghee se puede conservar mucho tiempo
sin ninguna clase de refrigeración siempre y cuando se guarde en un recipiente estanco para evitar que se oxide o le salga
moho. Tiene un ligero sabor a avellana y un color algo más oscuro que la mantequilla.

Hay que tener cuidado porque en algunos restaurantes indios utilizan una imitación de ghee elaborada a partir de aceite
vegetal hidrogenado. Esta "mantequilla clarificada vegetal" es muy rica en ácidos grasos trans que incrementan el riesgo de
cáncer e infarto, y debe evitarse a toda costa.

Las investigaciones han demostrado que el ghee tiene efectos positivos sobre los lípidos en la sangre y reduce el fenómeno
inflamatorio. Un estudio llevado a cabo con comunidades rurales del estado indio de Rajastán comprobó que las personas
que toman dos cucharadas soperas de ghee al día ven reducido el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular en un
23%. (1) (2).

El ghee no es un producto de gran consumo; sin embargo, no resulta muy difícil encontrarlo en tiendas de productos de
alimentación de otras culturas o en tiendas ecológicas. También podría elaborarlo usted mismo o bien pedirlo por internet
(sólo tiene que realizar una pequeña búsqueda incluyendo las palabras clave "comprar ghee" y le aparecerán numerosos
resultados; y eso sí, asegúrese de que elige un proveedor de confianza).

Aceite de aguacate
Al igual que el aceite de oliva, el aceite de aguacate es muy rico en ácidos grasos monoinsaturados, aunque se diferencia
en que es mucho más rico en omega-7 (ácido palmitoleico) y contiene más omega-3 (0,95 g por cada 100 g).

También es muy rico en vitamina E, el antioxidante natural de los aceites vegetales, y muy resistente a la oxidación: se
conserva extraordinariamente bien y presenta una gran estabilidad durante la cocción. El punto de humeo (temperatura a la
que un aceite se degrada y produce compuestos tóxicos) es superior a 250 ºC, lo que lo convierte en uno de los aceites
más resistentes. En cualquier caso, la mejor manera de preservar sus nutrientes es consumiéndolo crudo.

Puede encontrar aceite de aguacate virgen extra, prensado en frío o ecológico, tanto en internet como en su tienda de
productos ecológicos.

Aceite TCM
El aceite TCM es un aceite líquido elaborado con ácidos grasos de cadena media (TCM= triglicéridos de cadena media),
que son las grasas que nuestro cuerpo consume para abastecerse de energía.

Si está siguiendo una dieta cetogénica para hacer frente a un cáncer, el aceite TCM ayuda al cuerpo a entrar en modo
cetosis, que quiere decir que como fuente de energía utiliza ácidos grasos y no glucosa. Como resultado, las células
cancerosas tienen más problemas para sobrevivir, ya que están acostumbradas a funcionar en modo fermentación, lo que
sólo es posible con la glucosa.
Hay que señalar que este aceite también se vende en farmacias como tratamiento para las personas con enfermedades
que impiden absorber bien las grasas, como la fibrosis quística de páncreas y las enfermedades crónicas del hígado.

El aceite TCM no se puede encontrar en cualquier tienda. Hay que comenzar consumiéndolo en pequeñas cantidades, ya
que tiene un efecto laxante. Para empezar, pruebe a echarle un poquito a la ensalada.

Aceite de macadamia
Es mi preferido. El aceite de macadamia tiene un olor delicado que realza los aliños y salsas de forma deliciosa. También
es resistente a la oxidación asociada al calor, así que puede utilizarlo tanto en la sartén como en la cazuela.

Al igual que el aceite de aguacate, tiene un gran contenido en ácido graso monoinsaturado, mayor que el del aceite de
oliva, y es extremadamente estable. Su sabor también es más neutro, pero en cambio tiene un precio más elevado.

Intente incluir una o varias de estas grasas buenas en su dieta. Le sentará bien tanto al corazón como a las papilas
gustativas, ya que es muy importante en una buena dieta variar sabores.

¡A su salud!

Juan-M Dupuis

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