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ANTROPOLOÍA Y PROBLEMAS BIOÉTICOS

Editorial: Biblioteca de Autores Cristianos


Año de Publicación: 2017
Número de páginas: 184

Autor: Ramón Lucas Lucas


Nació en San Martín de Tabarra (Zamora). Hizo sus
estudios de humanidades en Salamanca. En 1975
se trasladó a Roma, donde cursó el sexenio
filosófico en la Pontificia Universidad Gregoriana, y
consiguió el doctorado en filosofía con una tesis
sobre la antropología filosófica en Ortega y Gasset.
Posteriormente hizo la licencia en teología en la
Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino.
Durante ocho años fue director académico del Centro de estudios superiores de los
Legionarios de Cristo en Roma, a cuya congregación pertenece. Actualmente es
profesor titular de la cátedra de antropología filosófica y bioética en la Pontificia
Universidad Gregoriana, y profesor adjunto en el Pontificio Ateneo Regina
Apostolorum, donde además de la actividad académica se dedica a la investigación
filosófica, especialmente en el campo de la filosofía del hombre.
De 1984 a 1992 fue prefecto de estudios del Centro de Estudios Superiores en
Roma. De 1985 a 1988 fue profesor asistente en la facultad de filosofía de la
Pontificia Universidad Gregoriana en Roma y desde 1992 es catedrático de
antropología filosófica y bioética en la misma universidad. Desde 1990 es profesor
invitado en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum. Fue miembro de la Pontificia
Academia para la Vida hasta el 2016.

Es profesor encargado, desde 1994, en la Universidad Francisco de Vitoria; desde


2006 en la Universidad Europea de Roma; y desde 2007 en la Universidad Rey
Juan Carlos en Madrid. Además, es conferencista internacional sobre temas de
filosofía y bioética, y ha publicado diversos libros y artículos.

Obras: Hacerse hombre, 1989; El método del trabajo intelectual, 1990; Veritatis
splendor: comentario filosófico-teológico temático, 1994; Antropología y problemas
bioéticos, 2001. Colabora además en varias revistas de filosofía y pedagogía.
Descripción del Contenido
Los planteamientos analizados a través de dicha recensión, son únicamente acerca
de los capítulos IV, V Y VI del libro. Iniciando ordenadamente con el capítulo IV “La
Naturaleza Humana del Embrión”, en donde el autor plantea el comienzo del
embrión humano a través de un proceso fundamental en donde los progenitores
aportan su carga cromosómica a través de células, una masculina
(espermatozoide9 y una femenina (ovulo). “Unas veinte horas después de la
relación sexual, la cabeza del espermatozoide ha penetrado en el plasma de la
célula huevo” (pág. 68) es precisamente en este momento cuando después de
haberse generado la fusión y obteniendo la carga de 46 cromosomas se da lugar al
cigoto el cual posee el ADN que llevará para toda la vida. “La primera característica
es la coordinación el desarrollo embrionario desde el momento de la función de los
gametos hasta la formación del disco embrionario es un proceso en el que se da
una coordinación sub sugerirse e integrarse de actividades celulares y moleculares
bajo el control del nuevo genoma” (pág. 69) El embrión humano, después de la
penetración del espermatozoide al ovulo, presenta un proceso de multiplicación de
cromosomas, hasta alcanzar los 46 que deben presentarse finalmente. Ramón
Lucas, hace referencia al genoma como un individuo y no solo a aquel conjunto de
cromosomas unidos, de esta forma logra concluir que obteniendo la carga
cromosómica necesaria, se considera un cigoto en donde comienza la vida humana.
“Para Aristóteles el embrión humano posee desde el primer momento Un alma que
no puede ser otra que el alma propia de la especie humana esto es el alma
intelectiva la cual existe en acto pero como acto primero es decir como capacidad”
(pág. 73) Dicho esto, el autor contradice al punto de vista filosófico en el cual se
establece que se considera una persona humana hasta el día catorce después de
la concepción o hasta que se presente una estructura donde se logre observar
características únicas de los seres humanos, por tanto, el autor, bajo el punto de
vista de Aristóteles, nuevamente defiende su postura acerca en la cual asegura que
debe considerarse una persona humana al contar con la carga cromosómica de sus
progenitores, ya que a partir de este momento cuenta con un alma intelectiva, que
es única del ser humano y nos ayuda a razonar o pensar. “El cuerpo humano puede
madurar como tal en cuanto es ya de hecho cuerpo humano no llegar a ser humano
si no lo ha sido desde el principio si en el desarrollo embrionario la vida biológica se
disociase de la vida propiamente humana nos alcanzaría explicar la identidad del
sujeto” (pág. 77) Tomando este argumento del autor, se logra comprender de una
manera más amplia las posturas que se presentan. La persona humana no puede
ser otra cosa más que ser humano, desde el principio logra cumplir con los
parámetros necesarios para ser considerado de dicha forma. “Dado que en el caso
del hombre el alma además de ser forma sustancial es tan bien espiritual, el ser le
pertenece a título propio, subsiste en sí mismo y tiene un ser intrínsecamente
independiente de la materia el espíritu humano es trascendente esto es abierto al
infinito y posee el ser por si” (pág. 80) Una vez más, el autor retoma las postura de
como el ser humano posee un alma intelectiva desde que se forma el cigoto, el alma
y el cuerpo se complementan, ya que a través del alma podemos actuar tal y como
somos, el cuerpo es el medio por el cual entramos en contacto con lo material,
ordenado por el alma que cada uno de nosotros poseemos.

Después de analizar a grandes rasgos el capítulo IV, retomamos de manera directa


los aspectos más importantes en el capítulo V el cual habla sobre “El embrión
humano es persona” en donde se especifica repetidamente la importancia que se le
debe dar a la vida humana desde el comienzo de la misma. “Con persona humana
se quiere indicar todo lo que es específico del hombre, lo que lo diferencia de los
otros seres cuánto funda su dignidad y sus derechos y existen un individuo
concreto.” (pág. 84) Es necesario aclarar que todos los seres humanos, somos
acreedores de la misma dignidad, sin importar nuestros actos, edad, profesión o lo
que en ciertas ocasiones nos caracteriza. Desde el inicio de nuestra vida gozamos
de ciertos derechos y de una dignidad humana, que nos aporta el mismo valor como
personas.

Todos los seres humanos contamos con la capacidad de ser únicos e irrepetibles,
lo cual es resultado de una carga cromosómica única de los progenitores, así es
como un individuo desde el punto de vista que lo considera como irrepetible, cuenta
con el vínculo hacia aquel momento donde la persona cuenta con un ADN concreto,
el cual se presenta desde la formación del cigoto. Desde este enfoque comenzamos
a tomar en cuenta la bioética y los límites que no deben sobrepasarse. “Por
clonación se entiende la producción artificial de individuos genéticamente idénticos
a otros ya existentes obtenida sin aportación de dos gametos” (pág. 90) Tomando
como referencia la cuestión de cómo los seres humanos son irrepetibles, se genera
esta rama de la ciencia encargada de la clonación humana, que consiste es
demostrar cómo se logra obtener un ente igual a otro a través de procesos genéticos
que atentas a la ética y la dignidad humana.

“Quienes han procreado el cigoto el embrión o el feto son los primeros en tener
derecho a determinar su valor de forma definitiva los embriones y los efectos
producidos privadamente sus propiedades privadas de esta forma para los padres
que esperan desde hace mucho tiempo un hijo el embrión tiene un gran valor, en
cambio un feto portador de una minusvalía grave como el síndrome de Down tiene
para los padres un valor negativo y estos podrían suprimirlos.” (pág. 105) De
manera resumida, quienes cuentan con el deseo de crear un hijo, presentan de igual
manera toda esa disposición de preservar la salud de su hijo, procrearlo de la mejor
manera posible y realizar todo lo que esté a su alcance para proporcionar el mayor
bienestar posible. En diversas ocasiones, de manera ignorante o por herencias
genéticas, el individuo presenta enfermedades o trastornos que dificultan en cierta
parte actividades que normalmente podríamos realizar. Es por eso que el autor
menciona como sin importar problemas como estos, el amor de un padre que con
deseos espera a su hijo, rompe todos esos esquemas y da lo mejor para él. Se
finalizan los temas relacionados con el inicio de la vida humana, para pasar al otro
extremo de dichas situaciones, en donde el autor plantea la muerte humana y los
factores que esta involucra, de manera que nos enfocamos en el capítulo VI “Muerte
encefálica y muerte humana.” Donde de manera detallada Ramón Lucas presenta
argumentos e información necesaria para comprender el tema y razonarlo de
manera concreta.
“A diferencia del animal, el hombre se da cuenta de que debe morir, en cierto modo
la certeza de la muerte está siempre presente en el horizonte de la vida la conciencia
de la vida es al mismo tiempo conciencia de la muerte” (pág. 112) Nuevamente,
basándonos desde el argumento que especifica como los seres humanos tenemos
un alma intelectiva que nos permite razonar. Por eso, como seres humanos estamos
conscientes de la realidad acerca de la muerte, como es parte del proceso de la
vida y que de igual manera es el final de la misma. La muerte desprende nuestra
alma del cuerpo al cual pertenecía, nos desconectamos del mundo material.

“No puede ponerse en duda que la muerte humana tiene una base biológica y
corporal, como tal se inscriben las condiciones en las leyes que gobiernan el
organismo, el organismo viviente en cuanto estructura compleja de átomos y
moléculas exige para su funcionamiento un ambiente material determinado y todo
cambió más allá de tales límites le provoca la muerte, esto es el fin y la
transformación en otra cosa.” (pág. 115) Se comprende la dimensión que la muerte
genera, ya que a través de ella surge un sinfín de cambios en la vida humana, como
es la ausencia corporal en el mundo material. La muerte del encéfalo, es el fin de
todo, ya que si esta se presenta, la vida de la persona termina, el encéfalo es una
parte importante del cuerpo humano que brinda la capacidad de racionalizar y llevar
a cabo todos los procesos que el cuerpo humano requiere.

“El problema antropológico de la muerte y los problemas éticos que están vinculados
a él no pueden ser confundidos con el problema de morir pero atañen al carácter
moral de la existencia.” (pág. 137) Somos personas humanas por el simple hecho
de poseer un alma intelectiva, la cual nos brinda capacidades únicas de nuestra
especie, presentamos características únicas que se llevan a cabo a través de toda
la vida, al llegar el momento de la muerte, todos esos factores dejan de ser visibles
y se considera una falta de vida en la cual hemos deprendido nuestra al ma del
cuerpo humano.

Valoración Personal
Los capítulos abarcados en la recensión, brinda información que ya se había
proporcionado en clases, por lo cual logro opinar de manera más concreta mis
argumentos. Las posturas que el autor toma, son consideradas desde mi punto de
vista como enfoques inclinados hacia la preservación de la vida y la importancia que
esta misma posee. La cronología que se presenta, brinda una mejor comprensión y
adaptación a los temas centrales que se pretenden alcanzar. Es importante
mencionar lo grato que fue obtener información dentro de los mismos capítulos de
personajes históricos, tal es el caso de Aristóteles, donde a través de los capítulos,
se logra observar los puntos de vista que dicho personaje promueve. Los temas
presentados en el libro, abarcan contextos muy importantes para la vida humana,
por lo cual llegue a la conclusión de hacer recomendación acerca del libro a
personas mayores de 12 años, tomando mayor énfasis en aquellas que comienzan
su vida sexual activa, donde mayormente se presentan lo casos de embarazos y en
variadas ocasiones se busca la solución a través de la muerte del ser humano, esto
con la finalidad de informarlos de manera correcta sobre lo que un embarazo
concierne. El valor que el autor presenta en los capítulos es muy extenso, porque
narra de una manera muy comprensible los puntos que se desean recalcar.
Finalmente, quiero mencionar el interés que genera al lector, ya que son temas que
involucran un factor muy importante para todos, la vida humana y sus comienzos,
en donde surgen una mayor parte de los dilemas éticos, por tanto, es importante
estar informados de manera segura sobre todo lo que involucra y así generar
conclusiones basadas en información correcta.

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