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Phill Gasper
Esto significa que los marxistas son tanto críticos como defensores
de la ciencia. Somos críticos de la forma en la que las prioridades
capitalistas distorsionan el desarrollo de la ciencia. No es
simplemente que los descubrimientos científicos son mal usados en
la sociedad capitalista, aunque ciertamente es verdad que, por
ejemplo, la tecnología que podría hacer más fácil el trabajo para
todos, en lugar de esto implican una aceleración de los ritmos de
trabajo para algunos y desempleos para otros. De forma más
fundamental, sin embargo, las teorías científicas mismas reflejan
frecuentemente, implícita o explícitamente, suposiciones que están
arraigadas en la ideología capitalista. Un ejemplo central de este
fenómeno es la suposición reduccionista de que los sistemas
complejos pueden ser siempre explicados adecuadamente en
términos de la interacción de sus partes, una suposición que refleja el
individualismo de la sociedad capitalista misma, y que se ha
demostrado totalmente inadecuado como base para una
comprensión científica satisfactoria del mundo.
La tradicion marxista
“Había una vez un valiente compañero que tenía la idea de que los
hombres se ahogaban en el agua sólo porque estaban poseídos por
la idea de la gravedad. Si pudieran sacarse esta idea de sus cabezas,
planteando que es una superstición, un concepto religioso, estarían
sublimemente a salvo contra cualquier peligro del agua. Durante toda
su vida peleó contra la ilusión de la gravedad, de cuyos dañinos
resultados todas las estadísticas le daban nuevas y múltiples
evidencias. Este honesto compañero era del tipo de los nuevos
filósofos revolucionarios en Alemania...” (15)
Los comentaristas que niegan que Marx era un realista sostienen que
este pasaje muestra que él definío la verdad en términos del éxito
práctico, no en términos de alguna clase de correspondencia con la
realidad independiente, y que rechazaba como “escolásticos” los
argumentos sobre si el pensamiento realmente se corresponde con
la realidad. Pero esto es leer incorrectamente la formulación de Marx
(que se admite es algo oscura). Él plantea que el éxito práctico es una
guía para la verdad, no que la verdad literalmente no es más que el
éxito práctico, y lo que él rechaza como escolástico no es la cuestión
sobre si el pensamiento se corresponde con la realidad, sino el intento
de responder a este problema de forma puramente teórica, sin
referencia a la práctica. De hecho hay numerosos pasajes donde
Marx acepta explícitamente una visión de correspondencia de la
verdad. En el epílogo de la segunda edición alemana de El Capital,
por ejemplo, Marx dice que una descripción adecuada es una en la
que “la vida del tema-problema es reflejada idealmente como en un
espejo”, y agrega que “lo ideal no es nada más que el mundo material
reflejado por la mente humana, y traducido a formas del
pensamiento” (20).
Todos esos temas en los escritos de Marx son desarrollados con una
mayor extensión en los trabajos de Engels, particularmente en
su Anti-Dühring (1878), Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía
clásica alemana (1888) y La Dialéctica de la Naturaleza (no publicado
durante la vida de Engels). Esos libros presentan los intentos de
Engels de formular un versión sofisticada, no reduccionista,
dialéctica, del materialismo, de desarrollar una visión del mundo
comprehensiva y científica que ve una unidad fundamental entre los
mundos natural y social, y de articular una explicación dialéctica del
método científico.
Historia de la ciencia
Después de la segunda guerra mundial muchos marxistas británicos
siguieron con el tipo de análisis materialista detallados de la historia
de la ciencia de los cuales Hessen fue un pionero. Joseph Needham
trabajó varios años en su Ciencia y Civilización en la antigua China,
un estudio de varios volúmenes. (54) Bernal escribió un estudio
abarcativo de cuatro volúmenes llamado La ciencia en la historia
(55) (originalmente publicado en 1954 y que todavía se imprime).
Stephen Mason cubrieron el mismo campo más brevemente en
Principales tendencias del pensamiento científico(56) (también
publicado bajo el título de Una historia de las ciencias). No obstante,
el clima de la guerra fría volvió difícil proseguir este trabajo. Por
ejemplo, según el historiador de la ciencia Robert M. Young, Mason,
“tuvo que retornar a la química porque no podía hallar trabajo como
historiador de la ciencia.”(57) Como resultado de esto, hay poca
historia de la ciencia lamentablemente disponible desde el punto de
vista marxista, por fuera de lo que ahora son los “clásicos” de los ’40
y los ’50.
Hoy en día Weinberg es uno entre varios físicos que creen que una
“teoría del todo”, que unifique la teoría de la relatividad y la mecánica
cuántica, puede estar pronto al alcance de la mano. El señala esto en
su libro Sueños de una teoría final. (88) Otra introducción a estas
ideas controvertidas se puede hallar en Davies y
Brown, Supercuerdas: una teoría del todo? (89) que, como su libro
sobre física cuántica, es una colección de entrevistas de la BBC. Vale
la pena recordar, sin embargo, que a fines del siglo XIX los físicos
tenían esperanzas similares de que su disciplina estaba casi
completa. Dadas las serias dificultades que siguen existiendo con la
teoría cuántica, y el hecho que los modelos actuales de la estructura
del universo todos enfrentan problemas, los científicos del siglo XX
que sueñan con el fin de la física es probable que se demuestre que
están tan lejos de la meta como lo estuvieron sus precursores 100
años atrás.
Otra área de la física (o más exactamente de las matemáticas
aplicadas) – la teoría del caos - merece por lo menos una breve
mención aquí, aunque sea solamente por haber sido mal
representada con tanta frecuencia por los postmodernistas y aquellos
que proclaman que el mundo está más allá de la comprensión
racional. De hecho, la teoría del caos no sostiene que el mundo es
esencialmente ininteligible o incomprensible, sino que más
bien procura utilizar técnicas matemáticas sofisticadas para
demostrar que incluso un comportamiento aparentemente arbitrario
en los sistemas dinámicos puede ser analizado y entendido. La mejor
introducción en este campo de conocimiento sigue siendo
es Caos (90) el libro de James Gleick. Una exposición más avanzada
es ¿Juega Dios a los Dados? (91) de Ian Stewart quien también
escribió una breve introducción de la teoría del caos (llamada ¿Los
dados juegan a Dios?) en su más reciente libro Números de la
Naturaleza, (92) el cual es una buena introducción no matemática a
algunas ideas básicas de las matemáticas. Hay también una breve
descripción que es excelente en el artículo “El Orden del Caos”
publicada en el International Socialism.48.
Conclusión
Hay una excelente tradición del pensamiento marxista sobre la
ciencia, desde las escrituras de Marx y Engels, a las contribuciones
de Lenin, Trotsky, Bukharin y Hessen, o a los trabajos de escritores
contemporáneos tales como Richard Lewontin y Steven Rose. El
marxismo proporciona conocimientos esenciales de la naturaleza, de
la ciencia moderna inasequibles desde cualquier otra perspectiva, y
proporciona la base para apreciar sus éxitos o analizar críticamente
sus debilidades. Pero esto por sí mismo no es suficiente. El marxismo
no es simplemente una teoría para contemplar el mundo. Es un arma
revolucionaria que tiene como objetivo el derrocamiento del sistema
capitalista. La crítica marxista de la ciencia como existe actualmente
es simultáneamente un llamado para su transformación – un llamado
para liberarla de las limitaciones ideológicas y materiales de una
sociedad basada en provecho para unos pocos. “Los filósofos sólo
han interpretado el mundo, de diferente maneras; la cuestión es, no
obstante, cambiarlo'. (144)
Notas
Mi agradecimiento a Anthony Arnove, Judy Cox, Rob Hoveman, Kim
Rabuck, Juan Rees, Eric Ruder y David Whitehouse por sus
comentarios sobre una versión anterior a este artículo.
1 'Marx and the Objectivity of Science' (Marx y la objetividad de la
ciencia) de R Boyd et al (eds), The Philosophy of Science (La Filosofía
de la Ciencia) (London, 1991), p769.
2 Algunas veces se les da otro significado a los términos internalismo
y externalismo. Yo los he usado estrictamente como los define el
texto. En la filosofía de la ciencia del siglo XX, los positivistas lógicos
del círculo de Viena de los años 20 y 30 eran el arquetipo de los
internalistas. Ofrecieron una interpretación, confirmación y
explicación sumamente abstractas de la naturaleza de las teorías
científicas. A fines de los años 50 el intento de los positivistas para
explicar la práctica científica real efectivamente se destruyó a sí
misma, pero a los golpes mortales se los da frecuentemente el libro
altamente influyente de Thomas Kuhn, The Structure of Scientific
Revolution (Las estructuras de las revoluciónes científicas) (Chicago,
1962; 2da ed 1970). Kuhn demuestra cómo la práctica y la
metodología científicas han experimentado cambios históricos
radicales con la adopción de nuevos 'paradigmas' (en resumen, las
teorías científicas más importantes que dejan sentadas cuestiones
fundamentales y provee de una corriente permanente de
enigmas a los científicos que están trabajando), e implica que los
cambios de un paradigma a otro (las revoluciones científicas del título
de su libro) fueron fuertemente influenciados, quizá decididamente
influenciados por consideraciones extra-científicas. La contribución
más importante de Kuhn fue volver a situar a la ciencia en el contexto
histórico al cual pertenece, y hay mucho que aprender de su libro.
Pero el contexto histórico en el cual él pone a la ciencia está
conceptualizado con tal estrechez (y ciertamente sin referencia a la
influencia y a los intereses de la clase predominante) que es
inevitablemente arrastrado a arribar a conclusiones relativistas e
idealistas. En la opinión de Kuhn, los paradigmas rivales son
inconmensurables, lo que significa que sus defensores no pueden
entenderse completamente y de esa manera no pueden resolver sus
desacuerdos, así es que no puede decirse que la ciencia se esté
aproximando a la verdad cuando un paradigma reemplaza otro.
Verdaderamente, algunas veces Khun dice que los seguidores de
diferentes paradigmas habitan mundos diferentes porque la teoría
construye la realidad. Khun fue reticente para apoyar explícitamente
las consecuencias más radicales de sus ideas, sin embargo no lo
fueron muchos historiadores y sociólogos científico influenciados por
Khun. Hay muchas investigaciones accesibles de estas ideas,
incluyendo What Is This Thing Called Science? (¿Qué es esa cosa
llamada ciencia?) de A. Chalmers (Milton Keynes, 1982), The
Rationaly of Science (La racionalidad de la ciencia) deW Neutonio-
Smith, (Londres, 1981) e Introdution to the Philosophy of Science
(Introducción a la Filosofía de la ciencia) (Oxford, 1997).
3 Atlantic Highlands. Nueva Jersey, 1985. El estudio de Sheehan
comienza con los trabajos de Marx y Engels, y termina con la
disolución del Comintern en 1943. El autor es un antiguo miembro del
Partido Comunista que sigue simpatizando con la mayor parte de la
tradición marxista, pero no es un ¨marxista en un sentido ambiguo”;
(pxi), y escribe desde la perspectiva de alguien que desea preservar
los conocimientos de la tradición antes de seguir avanzando, no como
alguien comprometido con un vivo conjunto de ideas. A pesar de todo,
aprendí mucho del libro de Sheehan.
4 Capital vol 1 (Nueva York, 1967), ch XII, p316.
5 Brighton 2da. edición, 1979. Ruben trata sobre cómo las ideas de
Marx respecto al conocimiento y la realidad emergen y se esclarecen
a partir de los problemas dejados por sus predecesores filosóficos y
cómo procura articular minuciosamente una teoría marxista del
conocimiento. Sin embargo, al llamar su relato 'teoría de reflexión',
Ruben provoca confusión entre una teoría de la verdad y una teoría
del conocimiento que, como veremos, es importante evitar. El capítulo
final es una discusión comprensiva del Materialismo y
empiriocriticismo de Lenin. Ruben es también el co-editor (con Juan
Mepham) de las ediciones multivolúmenes de la serie Issues in
Marxist Philosophy (Asuntos de la Filosofía Marxista) Atlantic
Highlands, Nueva Jersey, 1979. Contiene un número de ensayos
sobre dialéctica, materialismo y ciencia.
6 Atlántic Highlands, Nueva Jersey, 1988. Murray demuestra cómo el
método científico de Marx surgió de una crítica interna de Hegel, y
examina la crítica de Marx a la economía política a la luz de esto. He
analizado la interpretación de Murray en una revisión de su libro en
Radical Philosophy Review of Books, no 2 (1990).
7 The Holy Family (La Sagrada Familia) y The German Ideology (La
ideología Alemana) son, por supuesto, trabajos conjuntos escritos
con Engels, pero precisamente porque son trabajos en común
reflejan también las opiniones de Marx en ese momento.
8 Oxford, 1975.
9 Economic and Philosophical Manuscripts (Manuscritos Económicos
y Filosóficos), en D McLellan (ed), Karl Marx: Selected Writings
(Obras Escogidas) (Oxford, 1977), p94.
10 Karl Marx (Londres, 1981), p162. El libro de Wood es una muy
clara exposición de varios aspectos del pensamiento filosófico de
Marx. Las secciones en 'Philosophical Materialism' (Materialismo
Filosófico) y 'The Dialectical Method' (El Método Dialéctico); son
particularmente relevantes para el tema central de este artículo.
11 No es coincidencia que muchos de los defensores del realismo
científico hayan sido influenciados por Marx. Esto incluye a Hilary
Putnam en los E.E.U.U. (a fines de los 60 y principio de los 70), a
Richard Boyd, Richard W Molinero, Peter Railton y Michael Devitt. En
Gran Bretaña la figura más destacada es Roy Bhaskar. Los trabajos
de Putnam, Boyd, Molinero y Railton se pueden encontrar en R Boyd
et al (eds), The Philosofy of Science (La Filosofía de la Ciencia), CIT
de Op. Sys..
12 Capital vol 3 (Nueva York, 1967), ch XLVIII, p817.
13 Tésis sobre Feuerbach, en D McLellan (ed), op cit, p156.
14 The German Ideology (La Ideología Alemana) en D McLellan (ed),
op cit, p175.
15 Ibid, p160.
16 History and Class Consciousness (Historia y conciencia de clase)
(Londres, 1971), p204. Lukács es guiado a este punto de vista porque
rechaza el principio de que la conciencia del hombre refleja
pasivamente la realidad existente. Tiene razón cuando rechaza ese
punto de vista pero se equivoca al pensar que el realismo, o una teoría
de la verdad implican eso.
17 Ibid, pxvii.
18 Toward a Marxist Humanism (Nueva York, 1968).
19 D McLellan (ed), op cit, p156.
20 Capital vol 1, p19.
21 P Murray, op cit, pxiv.
22 Capital vol 1, p20.
23 Carta a Engels, 22 de junio de 1867, Correspondencia
seleccionada (Moscú, 1975), p177.
24 A Wood, op cit, p219.
25 Para una buena ilustración histórica vea el tratado sobre la
revolución de la física del siglo XVII en The Revolution of Physics (La
Revolución de la Física) de Einstein y L Infeld (Nueva York, 1966),
cap 1.
26 D McLellan (ed), op cit, p175.
27 Vol 1, ch XIV, sección 5, p361.
28 Ibid, ch XV, sección 2, p390n.
29 Esta disquisición está dada más detalladamente en 'Marx and the
Objectivity of Science' (Marx y la Objetividad de la Ciencia) de P
Railton, op cit.
30 La perspectiva mecánica fue explicada claramente por el físico
alemán Hermann von Helmholtz a mediados del s. XIX: 'Finalmente
descubrimos el problema científico de la materia física la que se
define como el fenómeno natural detrás de las fuerzas inalterables de
atracción y repulsión cuya intensidad depende enteramente de la
distancia. La solubilidad de este problema es la condición para la
comprensión completa de la naturaleza. Helmholtz sostuvo que la
ciencia estará terminada tan pronto como la reducción de los
fenómenos naturales a fuerzas simples esté completa y la prueba
dada de que ésta es la única reducción de la cual los fenómenos son
capaces.' Citado en A. Einstein y L. Infeld, CIT de Op. Sys., p54.
31 Friedrich Engels (Nueva York, 1977), p91.
32 Ver por ejemplo: J D Hunley, The Life and Thought of Friedrich
Engels (Vida y Pensamiento de F. Engels) (Londres, 1991).
33 Preface of Dialectics of Nature (Prefacio de la Dialéctica de la
Naturaleza) (Nueva York, 1940), pxiv.
34 'The Philosofy of Science' (Filosofía de la Ciencia), en B Magee
(ed), Men of Ideas (Hombres de ideas) (Oxford, 1982), p206. A fines
de la década del 60 y principio de la del 70 Putnam, fuertemente
influenciado por las ideas de Marx, desarrolló una versión de realismo
científico, sin embargo para cuando llegó el momento de esta
entrevista él había abandonado tanto el realismo como el marxismo.
Putnam sostuvo luego la idea de que mientras que las opiniones de
Engels sobre ciencia son en gran parte sensatas, no son originales,
pero luego revierte este juicio observando que el marxismo 'pudo
haber hecho una contribución [al grueso de la filosofía de la ciencia]
si la gente hubiera estado menos dividida ideológicamente porque
pienso que los no-Marxistas habrían podido aprender algo de ello.'
35 Para detalles sobre el contexto político de estos debates ver P Le
Blanc, Lenin y el Partido Revolucionario (Atlantic Highlands, Nueva
Jersey, 1990), ch 8.
36 Ver particularmente The Analisys of Sensations (El análisis de las
sensaciones) (Chicago, 1914), publicado originalmente en 1886. Las
opiniones de Mach son analizadas críticamente en R S Cohen y R J
Seeger (ed), Ernst Mach: Físico y filósofo (Dordrecht, 1970).
37 Para tratar más este tema ver G Holton, 'Mach, Einstein and the
Search for Reality'(Mach, Einstein y la Búsqueda de la Realidad), en
Thematics Origins of Scientific Thought (Orígenes Temáticos del
Pensamiento Científico) (Londres, 1988).
38 Las ideas sociales, políticas y filosóficas de Dubois han conducido
a importantes nociones científicas en más de una ocasión. Darwin
afirmó que la teoría de la selección natural se le ocurrió después de
leer las opiniones reaccionarias de Thomas Malthus. Más sobre
Darwin vea abajo.
39 El Monismo es la idea que el mundo está compuesto
fundamentalmente por una clase de sustancia. El idealismo (que
sostiene que el mundo está compuesto de fenómenos mentales) y el
materialismo, ambos son variedades de monismo. Algunas
versiones de la doctrina dicen que la sustancia fundamental no es ni
mente ni materia, y que la mente y la materia mismas están
compuestas de alguna sustancia 'neutral' subyacente; . Bogdanov
puede haber creído que él abogaba una cierta clase de monismo
neutral, pero puesto que él sostiene que el mundo está construido en
última instancia por experiencia, y puesto que la experiencia es un
fenómeno mental, su posición colapsa en una variedad de idealismo.
40 V I Lenin, Materialism and Empirio-Criticism (Materialismo y
empíriocriticismo) (Nueva York, 1927), pp63-64, 72.
41 Este es el mismo error que Lukács iba a cometer más adelante,
pero mientras que Lukács adapta la verdad al conocimiento, Lenin
parece adaptar el conocimiento a la verdad.
42 V I Lenin, op cit, p99.
43 Londres, 1975.
44 L Trotsky, Literatura y Revolución (Londres, 1991), pp226-228.
45 Mencionado en Sheehan, op cit, p172.
46 Nueva York, 1973.
47 Guildford, 1986.
48 Nueva Jersey, 1998.
49 Londres, 1971.
50 Nueva York, 1935. El punto débil en esta colección es el artículo
de A M Deborin en 'Karl Marx and the Present (Karl Marx y el
Presente), el cuál defiende la teoría Stalinista fascista y el social
fascismo.
51 Vea G Werskey, The Visible College (La Universidad Visible)
(Londres, 1978). En este contexto, las escrituras del entonces
miembro del Partido Comunista, Christopher Caudwell, deberían ser
mencionados también. Caudwell no era un científico profesional sino
un intelectual marxista, estudioso e independiente interesado en un
amplio espectro de temas relacionados al
marxismo. Produjo trabajos muy originales sobre casi todo, desde
física a la poesía, murió a la trágica edad de 29 años peleando en la
guerra civil española. Vea particularmente The Crisis in Physics (La
Crisis en la Física) (Londres, 1939). H Sheehan, CIT de Op.
Sys.,contiene una provechosa exposición de las opiniones de
Caudwell, y otras referencias.
52 Oxford, 1985.
53 Londres, 1939.