Está en la página 1de 4

Apropiación cultural: una amenaza de la globalización y una consecuencia de la

colonización

Paulina Salas Rosales

Recuerdo que hace dos o tres años mientras navegaba por internet me encontré con un

video titulado “¿Apropiación cultural o inspiración?”, el término era completamente

desconocido para mi en ese momento, por lo que me dio curiosidad. Después de ver el

video, mi percepción sobre los valores de la sociedad capitalista en la que vivimos cambió.

Comprendí que la apropiación cultural es un fenómeno derivado de la globalización, un

fenómeno que amenaza las identidades y los patrimonios culturales de muchas sociedades

del mundo, más importante, me di cuenta de que es un fenómeno ignorado, desconocido y

subestimado.

La apropiación cultural se da cuando una cultura dominante se apropia de algunos rasgos

estéticos de una cultura dominada y los usa para obtener algún tipo de beneficio.

Numerosos ejemplos se pueden encontrar fácilmente. En la industria de la moda, por

ejemplo, son varios los diseñadores, diseñadoras y marcas que han plagiado diseños de

comunidades indígenas o minorías para presentarlos como propios y así obtener ganancias.

Por otro lado, en la industria del entretenimiento continuamente se hacen representaciones

que pretenden imitar a cierto grupo en su vestimenta, su acento o sus festividades. Otros

ejemplos se pueden encontrar en la música, la danza o incluso en el arte culinario.

En realidad, querer imitar o apreciar estos códigos no es per se una práctica maligna. La

apropiación cultural resulta cuando esto se hace sin algún tipo de contexto o conocimiento

sobre el significado que tienen tales prácticas y/o símbolos para el grupo que los creó. Sin

una mínima relación, estas imitaciones se vuelven una forma de diversión irrespetuosa y, en

algunos casos, ofensiva.


Creo que la apropiación cultural es un producto de la globalización, pues los avances

tecnológicos han permitido que se comparta información de manera casi instantánea y que

las distancias sean menores. Lo anterior le ha facilitado el camino a la apropiación cultural,

ya que hoy en día casi cualquiera tiene la posibilidad de ver imágenes, videos o cualquier

tipo de manifiesto de una cultura para posteriormente imitarla.

Asimismo, creo que la apropiación cultural es un reflejo de los rezagos de la colonización,

pues después de tantos años de independencias y luchas, parece que algunas comunidades

siguen sufriendo abusos de comunidades privilegiadas que tienen un mayor poder. La

apropiación cultural sigue los mismos patrones de una relación de injusticia, los actores ya

no son colonizadores sino abusadores y los colonizados ahora son los abusados. Los

abusadores son usualmente habitantes de los mismos territorios colonizadores que hoy en

día ocupan los países con mayor poder, tal es el caso de Europa, cuyo poder nunca se

acabó. Lo mismo se podría decir de las razas blancas que habitan en casi cualquier rincón

del planeta. Los abusados siguen siendo las minorías oprimidas, como las comunidades

indígenas cuyos antepasados debieron enfrentarse a la colonización en algún punto de la

historia.

Los agravios que ha provocado la apropiación cultural ya han tenido fuertes repercusiones.

Ejemplo de ello es la denuncia que presentó una organización de mujeres indígenas de

Aguacatenango en Chiapas contra la marca española Zara por el plagio de sus diseños

bordados. De igual forma, la diseñadora francesa Isabel Marant tuvo que enfrentarse a

acusaciones por el plagio de un hupil indígena de Santa María de Tlahuitoltepec; las

noticias referentes leían: “Isabel Marant se apropia de un patrimonio biocultural”.


Otro ejemplo interesante es el que involucra a la compañía Disney, la cual quiso registrar el

nombre de “Día de Muertos” para una de sus películas, haciendo referencia a la festividad

mexicana.

Dada la situación, en 2017 un comité de la ONU conformado por grupos indígenas de

varias partes del mundo pidió que la apropiación cultural se hiciera ilegal para proteger de

esta manera los diseños, bailes, idiomas y medicinas tradicionales.

Si bien este pareciera ser un problema exclusivo de grandes industrias, marcas y

diseñadores, el problema está mucho más cercano de lo que parece. ¿Cuántos de nosotros

no hemos comprado algún producto imitación de una cultura?, ¿cuántos nos hemos

disfrazado o caracterizado de una minoría oprimida?, ¿cuántos no hemos festejado alguna

celebración ajena sin entender o interesarnos por su simbolismo? La apropiación cultural es

más común de lo que parece y todos podríamos ser perpetradores del problema.

La apropiación cultural es un problema que no debería ser minimizado, pues representa una

amenaza real para el patrimonio, la historia y la identidad cultural de muchos países y sus

comunidades. Espero que los diseñadores y autores de obras se actúen menos por sus

propios intereses y encuentren el equilibrio entre apreciación que apropiación. Y espero

también que como sociedad tomemos más consciencia del problema, pensemos

profundamente sobre lo que consumimos y optemos por consumir las alternativas más

éticas y justas.
Referencias:

https://www.proceso.com.mx/551555/artesanas-de-chiapas-denuncian-a-zara-por-plagiar-

uno-de-sus-bordados-tradicionales

https://www.youtube.com/watch?v=kC-qXKeI_Ec

https://www.smh.com.au/opinion/our-cultures-are-not-your-costumes-20141114-

11myp4.html

https://elpais.com/cultura/2019/06/15/actualidad/1560606045_241833.html

También podría gustarte