Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Fragmento Generacion Beat PDF
Fragmento Generacion Beat PDF
Kerouac, Jack
ISBN 978-987-1622-36-8
EN EL
CAMINO
kerouac filosofia_acephale original 6/2/15 9:03 AM Page 41
EN CAMINO A FLORIDA
oculto hace rato por la lluvia y los cerros de Maryland. Ahora lle-
gamos al Sur.
Es algo muy deprimente conducir por la noche por Richmond,
Virginia, bajo una lluvia torrencial.
Pero a la mañana, tras un sueño breve, los Estados Unidos vuel-
ven a despertarse y ahí arriba está de nuevo el sol de la mañana y
el pasto fresco y húmedo y el tipo que viaja a dedo durmiendo de
espaldas al sol, con la bolsa de dormir y una valija de cartón, mien-
tras pasa un coche por la ruta — sabe que llegará finalmente adon-
de quiere llegar, ¿por qué no dormir un rato? América es suya. Y
más allá de su sueño, los árboles y el carguero A.C.L. que avanza
lentamente por la vía principal, y los rellenos de arena en el cés-
ped. Me siento en el coche y observo con asombro a este artista
de la fotografía que acecha a su presa como un gato o como un
oso hambriento, en la hierba y en los caminos, y que dispara a
todo lo que se mueve. ¡Cuánto me habría gustado tener yo tam-
44 bién una cámara, una cámara mental y enloquecida que registra-
ra tomas pictóricas, tomas del propio artista de la fotografía que
persigue la toma definitiva! — una epopeya en sí misma.
Llegamos hasta Rocky Mount en Carolina del Norte donde,
en una subasta de ganado en el suburbio, centenares de sureños
sin trabajo se amontonaban en un lodazal que asemejaba la este-
pa rusa mirando con atención los artículos que el mercader exhi-
be en el baúl de su coche nuevo... está sentado ahí, melancólico
en el día gris sureño, con mandíbula grande, delante de sus herra-
mientas, taladros, dentífricos, tabaco para pipa, anillos, destorni-
lladores, plumas fuente, mientras el ganado muge y se siente en
todas partes el frío de la llovizna y de la desesperación. “Aunque
nunca estuve en Rusia”, me explicó Robert Frank esa mañana cuan-
do tomábamos café, “me imagino que los Estados Unidos son
más parecidos a Rusia, en el sentimiento y en la apariencia, que a
ningún otro país del mundo... las grandes distancias, los rostros,
las familias que viajan...”. Seguimos, y cerca de Carolina del Sur
nos bajamos del coche para tomar una foto delirante de un para-
kerouac filosofia_acephale original 6/2/15 9:03 AM Page 45
48
kerouac filosofia_acephale original 6/2/15 9:03 AM Page 65
SOBRE LOS
BEATS
kerouac filosofia_acephale original 6/2/15 9:03 AM Page 67
CONSECUENCIAS: LA FILOSOFÍA DE LA
GENERACIÓN BEAT
La Generación Beat fue una visión que tuvimos John Clellon Holmes 67
y yo, y Allen Ginsberg más salvajemente todavía, hacia fines de los
años cuarenta, de una generación de hipsters locos e iluminados, que
aparecieron de pronto y empezaron a errar por los caminos de
América, graves, indiscretos, haciendo dedo, harapientos, beatíficos,
hermosos, de una fea belleza beat — fue una visión que tuvimos cuan-
do oímos la palabra beat en las esquinas de Times Square y en el
Village, y en los centros de otras ciudades en las noches de la América
de la posguerra — beat quería decir derrotado y marginado pero a la
vez colmado de una convicción muy intensa. Llegamos incluso a es-
cuchar a los viejos Padres Hipsters de 1910 usar la palabra en ese
mismo sentido, con una entonación melancólica. Nunca aludió a la
delincuencia juvenil; nombraba personajes de una espiritualidad sin-
gular que, en lugar de andar en grupo, eran Bartlebies solitarios que
contemplan el mundo desde el otro lado de la vidriera muerta de
nuestra civilización. Los héroes subterráneos que se salieron de la ma-
quinaria de la “libertad” de Occidente y empezaron a tomar drogas,
descubrieron el bop, tuvieron iluminaciones interiores, experimen-
kerouac filosofia_acephale original 6/2/15 9:03 AM Page 68
SOBRE LA
ESCRITURA
kerouac filosofia_acephale original 6/2/15 9:03 AM Page 87
SOBRE LOS
DEPORTES
kerouac filosofia_acephale original 6/2/15 9:04 AM Page 159
EN EL RING
acera, a los costados de esa calle por la que camina hacia su des-
tino, y sea cual sea no lo visitará nunca un ángel caído del cielo
— Quiero decir: ¿qué sentido tiene dejar KO el cerebro por un pu-
ñado de dólares? — Vi a este chico en el minúsculo gimnasio que
mi padre administraba en Centerville, Lowell, Mass., hacia 1930,
más o menos en la misma época en la que me inició en los depor-
tes obligándome a prestar atención a los tipos que golpeaban pun-
ching-balls y enormes bolsas de arena, y luego de haber visto a un
peso pesado entrenar y golpear la bolsa y hacer temblar el gimna-
sio entero, se entiende enseguida por qué no conviene empezar
una pelea con ningún tipo con el que uno se tope en ningún bar,
de Portland Maine a Portland Oregon — Y es probable que el
nombre de ese chico que caminaba por la calle fuera Bobby Sweet.
Yo tenía ocho años entonces y no mucho después mi padre (im-
prentero de oficio y gran fumador de cigarros) había convertido el
lugar en un club de lucha, pugilismo, gimnasio, promoción, llá-
160 menlo como quieran, pero la verdad es que los mismos que eran
boxeadores un año se pasaban a la lucha en el siguiente; sobre todo
Roland Boutheiler, que era el chofer extraoficial de mi padre, pues-
to que mi padre no podía conducir el Ford modelo 1929 porque
tenía las piernas demasiado cortas, y hablaban mucho mientras él
conducía, y Roland era también un amigo muy joven de la fami-
lia (alrededor de veintidós años) y trabajaba también en su impren-
ta — Ahora Roland se dedicaba a la lucha y Nin, mi hermana (diez
años), y yo le suplicábamos que nos mostrara los músculos cuan-
do venía a comer a casa y siempre venía a comer en verano y siem-
pre hacía que Nin se colgara de uno de sus bíceps y yo del otro,
guau… ¡Qué imagen! Como Mister America. Una vez en Salisbury
Beach se mordió la lengua y estuvo a punto de atragantarse. Tenía
algo así como epilepsia. Durante toda su infancia allí, mi padre
hizo el papel de amigo, de empleador y de protector. No era una
relación capitalista, no podría haberlo sido nunca entre un promo-
tor de luchas y un imprentero en una ciudad de 100.000 habitan-
tes, en la que las dos personas eran además honestas.
kerouac filosofia_acephale original 6/2/15 9:04 AM Page 161
ÍNDICE
EN EL CAMINO
19 Una linda rubia
35 Presentación a The Americans: fotografías de Robert Frank
41 En camino a Florida
49 El gran viaje en autobús al Oeste
59 El lamento laberíntico del blues
SOBRE LA ESCRITURA
87 Fundamentos de la prosa espontánea
91 Credo y técnica de la prosa moderna
93 Sobre poetas y poéticas
97 ¿Los escritores nacen o se hacen?
101 Petición a un juez italiano
105 Shakespeare y el extraño
111 Sobre Céline
113 Notas biográficas
kerouac filosofia_acephale original 6/2/15 9:04 AM Page 222
OBSERVACIONES
119 “Uno de los chistes más maravillosos...”
123 Hasta hace no mucho había alegría en Navidad
127 Navidad en casa
135 El nacimiento del bop
141 Nosferatu (Drácula)
ÚLTIMAS PALABRAS
167 La última palabra
199 La primera palabra
203 Mi gato Tyke
207 “¿En qué pienso estos días?”
217 FUENTES