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Qué es Ciudadanía:

Ciudadanía se refiere al conjunto de derechos y deberes a los cuales el


ciudadano o individuo está sujeto en su relación con la sociedad en que vive. El
término ciudadanía proviene del latín civitas, que significa 'ciudad'. Por tanto,
ciudadanía es la condición que se otorga al ciudadano de ser miembro de
una comunidad organizada.
La ciudadanía implica derechos y deberes que deben ser cumplidos por el
ciudadano, sabiendo que aquellos serán responsables por la convivencia del
individuo en la sociedad.

Este concepto de ciudadanía está ligado al derecho, sobre todo en lo que se


refiere a los derechos políticos, sin los cuales el individuo no puede intervenir
en los asuntos del Estado, y que permiten la participación directa o indirecta del
individuo en el gobierno y en la consiguiente administración a través del voto
directo para elegir o para competir por cargos públicos de forma indirecta.

Uno de los requisitos de la ciudadanía para que los ciudadanos puedan ejercer
sus derechos políticos es la nacionalidad. Pero también existen personas que,
a pesar de ser nacionales de un Estado, no tienen los derechos políticos,
porque pueden haber sido revocados o denegados. Por ejemplo, los
presidiarios no tienen derecho a votar, que puede obligatorio para los mayores
de 18 años.
Vea también Nacionalidad.

Tradicionalmente e históricamente, la mujer, al igual que los niños o los


sirvientes, no tenía ningún tipo de ciudadanía. No es hasta el primer cuarto del
siglo XX cuando se empiezan a reconocer los derechos de las mujeres en el
ámbito político, como el sufragio femenino, y cuando la mujer adquiere una
situación de ciudadanía de pleno derecho en la mayoría de países.
La ciudadanía exige al individuo, como habitante de la ciudad (como dice la
raíz de la palabra), que cumpla sus deberes, y que, como individuo de acción,
lleve a cabo sus tareas para su bien y también para el desarrollo de la
comunidad en la que vive, ya que los problemas de la ciudad deberían ser una
preocupación de todos los ciudadanos.
La ciudadanía se ejerce por las personas, los grupos y las instituciones que, a
través de la capacitación, es decir, a través del poder que tienen para realizar
las tareas sin necesidad de autorización o permiso de alguien.
Las acciones ciudadanas deberían causar cambios que conduzcan a
evolucionar y fortalecerse, participando en comunidades, en políticas sociales y
en ONG (Organizaciones no gubernamentales) de manera activa a través del
voluntariado, donde se realizan acciones de solidaridad para el bien de la
población excluida de las condiciones de ciudadanía.
Estas últimas organizaciones complementan la labor del Estado, realizando
acciones en aquellas áreas a las cuales este no consigue llegar.
Un ciudadano es, según la Real Academia Española, una persona considerada como
miembro activo de un Estado, titular de derechos políticos y sometida a su vez a
sus leyes.1 Es un concepto socio-político y legal de significado variable2 usado desde
tiempos antiguos y a lo largo de la historia, aunque no siempre de la misma manera.

DEFINICIÓN DE CIUDADANO
Ciudadano es aquel o aquello perteneciente o relativo a la ciudad. Una
ciudad, por otra parte, es el área urbana que cuenta con una elevada
densidad poblacional y cuyos habitantes (los ciudadanos) no suelen
dedicarse a la actividad agrícola.

El ciudadano, por lo tanto, es quien vive en una ciudad. Por lo general


trabaja en la industria o en el sector de servicios, en contraposición
al campesino, que vive en el campo y se dedica a las tareas rurales.
El término en la actualidad es utilizado para nombrar al individuo
como sujeto de derechos políticos. Esto quiere decir que el ciudadano
interviene en la vida política de su comunidad al ejercer
dichos derechos. La ciudadanía también implica una serie de deberes y
obligaciones.
En la antigüedad, la ciudad era la unidad política más importante. Por
eso hoy, con el Estado como unidad política principal, se sigue
nombrando a los sujetos de derechos políticos como ciudadanos.
Este uso del concepto trasciende, en definitiva, el hecho de vivir en una
ciudad. Una persona que vive en una población rural será ciudadana en
tanto cuente con derechos políticos. En el sentido inverso, un habitante de
una zona urbana con dichos derechos vulnerados no puede considerarse
como un ciudadano pleno.
La noción de ser ciudadano contribuye al desarrollo de la identidad y al
sentido de pertenencia a una comunidad. La persona debe ejercer su
ciudadanía con responsabilidad, exigiendo respeto por sus derechos y,
a la vez, cumpliendo con sus obligaciones. De este modo se construye
una sociedad democrática y más justa.
El buen ciudadano
Un buen punto de partida para construir una comunidad basada en
los principios de respeto y solidaridad es el esfuerzo individual a
pesar de las consecuencias inmediatas, la perseverancia en el ejercicio del
bien con la esperanza de contagiar al propio entorno y potenciar esa
fuerza renovadora que tantas veces ha probado ser nuestro recurso más
valioso.
A grandes rasgos, existe una serie de puntos fundamentales que hace de
una persona un ciudadano ejemplar, una unidad sana que trabaja en pos
del progreso de todos, y estos pueden servir a modo de autoevaluación
para asegurarse a cada paso de estar respetando y haciendo respetar los
derechos que otorga una ciudadanía:

* promover el cuidado del medio ambiente;


* mantener una línea coherente de acción, tratando a los demás del
mismo modo que esperamos que nos traten;
* no actuar fuera de los límites de la Ley;
* proponer tantos cambios como consideremos necesarios para mejorar la
calidad de vida en la ciudad, siempre con una actitud constructiva;
* evitar la violencia siempre que sea posible, anteponiendo el diálogo
como medio de resolución de conflictos;
* respetar los derechos de los demás seres vivos;
* ser partícipe de la vida en la ciudad, de su historia y de sus decisiones,
disfrutando de sus buenas épocas y ayudando a reconstruirla durante sus
crisis más duras;
* valorar a los demás ciudadanos, respetar el rol que ocupan y sus
opiniones.
Cabe mencionar que ser ciudadano no implica ser oriundo de un lugar,
sino que responde a dos factores fundamentales: la documentación y la
identidad. Ante la Ley, una persona debe reunir una serie de requisitos
para ser considerada ciudadana, entre los que se encuentra la
descendencia directa o indirecta de otro ciudadano, con diferentes
limitaciones en cada país. Pero existe asimismo un sentimiento en cada
uno que representa su lazo con un territorio, y esto excede la situación
legal.

Sin embargo, los puntos recién expuestos deberían ser entendidos como
la base de la buena convivencia con el resto de los seres vivos,
independientemente de su procedencia y de la nuestra, considerando que
todos somos ciudadanos del mundo y que solo nos corresponde un
espacio minúsculo en él.

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