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Chechenia es uno más de los pequeños países situados

tierra adentro, al norte de la cordillera del Cáucaso,


entre los mares Negro y Caspio con capital en Grozni,
el territorio checheno comparte zonas montañosas, al
sur, y áreas llanas en transición hacia la estepa rusa, al
norte.
En la etapa soviética Chechenia quedó encuadrada,
junto con la vecina Ingushetia, en Rusia, una de las
repúblicas federadas que integraban la URSS.

En 1989 Chechenia-Ingushetia tenía una extensión de 19.300 km2 en los que residían
1.400.000 habitantes. De ellos, un 58% eran chechenos, un 13% Ingushes y un 23% rusos. El
porcentaje de población rusa se había reducido en un 6% con respecto a los niveles de 1979,
por efecto de la relativa crisis de la industria petrolera y la presencia de los rusos era
particularmente significada en los centros urbanos. A partir de 1991 se verificaron dos
procesos de innegable relieve demográfico. Por un lado, la declaración de independencia de
Chechenia. Por el otro, la separación de Ingushetia, que en 1992 desgajó 2.000 km2 de
territorio y 230.000 habitantes, por lógica redujo de manera notable el porcentaje de Ingushes
residentes en los 17.300 km2restantes.
Los chechenos descienden de tribus que desde tiempos ancestrales
han habitado la región del Cáucaso en cuyas montañas se
refugiaron para huir de otros pueblos más poderosos. Durante
siglos lucharon contra sus vecinos y fueron conquistados por los
mongoles de quienes lograron liberarse finalmente. Convertidos
al Islam en su variante sunita desde el siglo XVIII la religión
musulmana desde ese momento le ha servido como referente de
una identidad cultural nacional. Desde ese mismo siglo comenzaron
los conflictos con el imperio ruso que pretendía apoderarse de la
región del Cáucaso.

Ya a mediados de ese siglo el líder checheno Seij Mansur, quien es


considerado actualmente un héroe nacional legendario para el
pueblo checheno, encabezo un
fuerte movimiento de resistencia contra las tropas del zar, hasta su Seij Mansur
captura por las fuerzas rusas en 1791.En la década de 1840 los
chechenos se incorporaron masivamente al movimiento de
resistencia encabezado por el imán Shamil oriundo del vecino
territorio de Daguestán, quien intento unificar todo el Cáucaso del
Norte en un emirato independiente. A pesar de estos esfuerzos en
1859 Rusia consiguió anexarse Chechenia.
Durante la guerra civil que siguió a la Revolución Rusa de 1917, los chechenos se
enfrentaron tanto con las tropas blancas como con el Ejercito Rojo. Con el establecimiento
de la autoridad soviética en la región, los chechenos formaron parte de diversas
demarcaciones territoriales de la URSS hasta que en 1934 se integraron con los Ingushes en
el Oblast (división administrativa) Autónomo Checheno que luego fue elevado a la categoría
de república autónoma.

Durante la década de 1930 los dirigentes soviéticos sin una labor previa de convencimiento
obligaron a parte de la población chechena a ingresar en granjas colectivizadas e
impusieron limitaciones a sus prácticas religiosas. En Chechenia la religión musulmana ha
servido siempre como referente de una identidad cultural nacional y por otra parte las
granjas colectivas atentaban contra la autoridad del clan que era muy respetada por la
mayoría de la población por lo que estas políticas provocaron que una parte importante de
los chechenos rechazara el régimen soviético.

Bandera de la república socialista soviética


autónoma (RSSA) de Chechenia-Ingushetia.
Los primeros intentos, de desarrollar una literatura en checheno se produjeron en Georgia a
mediados del siglo XIX y se sirvieron del alfabeto cirílico. Esta circunstancia suscitó más de un
conflicto, toda vez que en Chechenia se utilizaba cotidianamente el alfabeto árabe. Es más las
manifestaciones literarias se servían a menudo de la propia lengua árabe. Hubo que aguardar a los
primeros años de la época soviética para que en Chechenia se emplease el alfabeto latino,
definitivamente sustituido, en 1938, por el cirílico.

Hasta la época soviética, se hicieron valer en el Cáucaso septentrional dos economías: si la


primera lo era de subsistencia ganadera, fundamentalmente en las montañas, la segunda se
materializaba, en las llanuras más septentrionales, en una agricultura relativamente próspera.
A partir del decenio de 1930, y merced a las políticas estalinianas, se desplegaron en
Chechenia-Ingushetia de manera casi simultánea, y en un marco de visible irracionalidad, tres
procesos: una acelerada colectivización de la tierra, el desarrollo de una industria
estrechamente ligada a la explotación del petróleo y un rápido crecimiento de las ciudades.
Así, se produjo un choque entre el sistema tribal y clánico, por un lado, y la modernización
suscitada por la colectivización y la industrialización aceleradas, por el otro. Un signo de los
efectos de estas últimas fue la relativa liberación de la mujer, participante más o menos activo
tanto en la política como en la economía y el sistema educativo.
Su sustento principal siguió siendo un sector
industrial estrechamente vinculado a los complejos
de extracción y refinado de petróleo. Aunque los
yacimientos de este último tenían cierta importancia,
eran patentes el progresivo agotamiento de muchos
pozos y la paralela necesidad de acrecentar las
inversiones en la explotación.
Pese a que la industria alimentaria y otras industrias
ligeras adquirieron cierto auge, Chechenia-Ingushetia
fue víctima, como tantos lugares de la vieja URSS, de
una especialización en el trabajo que hizo de ella un
país absolutamente dependiente en muchos
terrenos.
En 1942 el ejército alemán alcanzó el Cáucaso y realizó promesas de reconocimiento de la
soberanía de los pueblos que mostrasen una voluntad colaboradora. Aun sin pruebas de una
activa colaboración de los chechenos con el invasor nazi de hecho éste apenas alcanzó
territorio checheno, en 1944 las autoridades soviéticas tomaron dos decisiones asentadas en
un visible criterio étnico, toda vez que ningún esfuerzo se hizo para distinguir a presuntos
colaboradores de otras gentes: si por un lado la RSSA de Chechenia-Ingushetia fue abolida,
por el otro se decretó la deportación, con destino al Asia central, del grueso de la población
autóctona.
Unas 400.000 personas fueron deportadas, y de ellas unas 100.000 perdieron la vida. El
procedimiento se hizo valer también con Ingushes, karachais, calmucos, balkares y turcos
mesjetas de Georgia, todos ellos recibidos como criminales y delincuentes en los lugares de
destino.
El territorio de Chechenia-Ingushetia fue distribuido entre las repúblicas limítrofes, y
muchas de las viviendas de los deportados pasaron a manos de nuevos colonos. La
rehabilitación oficial, y con ella el retorno de muchos supervivientes, no se produjo hasta
1957. La RSSA de Chechenia-Ingushetia fue finalmente restablecida en ese año. Conviene
recordar, eso sí, que las repúblicas socialistas autónomas que eran cuatro en el Cáucaso
septentrional: Daguestán, Chechenia-Ingushetia, Kabardino-Balkaria y Osetia del Norte
tenían menores atribuciones que las repúblicas federadas tal condición correspondía a
Georgia, Armenia y Azerbaiyán, pero se hallaban por encima, en la jerarquía, de las
llamadas provincias autónomas, como Adigueya o Karachai-Cherkesia.

Brézhnev
En su perfil contemporáneo el conflicto de
Chechenia hunde sus raíces en los años de la
perestroika gorbachoviana en la URSS. A tono
con lo que ocurría en otros muchos lugares, en
1988 surgió un Frente Popular que hizo de la
resolución de los problemas ecológicos uno de
sus principales objetivos; particularmente
significadas fueron las protestas contra la
construcción de un complejo bioquímico en
Gudermés, en el este de la república. Otras
organizaciones políticas que surgieron al calor
de la perestroika fueron el Partido Democrático
Vainaj, el Comité Bart y la sociedad Kavkaz. Pese
al nacimiento de fuerzas como las anteriores, la
dirección del Soviet Supremo, el parlamento, de
Doku Umárov, jefe del Emirato del Cáucaso Chechenia-Ingushetia siguió en manos de
miembros de la nomenclatura de la república, y
a través de ella del Partido Comunista local. En
1990, en particular, un miembro de éste, Doku
Zavgáyev, fue elegido presidente del citado
Soviet Supremo.
Un cambio sustancial en el panorama se produjo, a finales de 1990, cuando vio a luz una nueva
formación política, el Congreso Nacional del Pueblo Checheno, presidido por Yojar Dudáyev, un
general del ejército soviético de origen checheno que había estado destinado en Afganistán y en
Estonia. El Congreso entró en pronta confrontación con el Partido Comunista de Chechenia, y
durante varios meses padeció una represión más o menos aguda.
Esa colisión alcanzó su momento máximo con ocasión del golpe de Estado de agosto de 1991 en
la URSS: mientras el Congreso Nacional se opuso al golpe, el Partido Comunista, mal que bien, lo
respaldó.

Yojar Dudayev es el enemigo


jurado del presidente Boris
Yelsin.
De resultado, y al cabo de unos días, el Partido Comunista fue disuelto y se procedió a convocar
elecciones en Chechenia. Se celebraron en octubre y en ellas el Congreso Nacional obtuvo del
orden del 85% de los votos, no sin que faltasen acusaciones de irregularidades en la campaña y
de falta de limpieza en el recuento. Todos estos pasos recibieron entonces el beneplácito de las
autoridades rusas, con el presidente Yeltsin a la cabeza.
Dio comienzo cuando las fuerzas rusas intentaron tomar poder de la
republica de Chechenia entre el 11 de diciembre 1994 y el 31 de agosto
1996.
Durante el gobierno de Pedro el Grande a comienzos del siglo XVIII se dio la
primera invasión de la URSS a la republica Chechena. Se dio de una manera
violenta y sangrienta que incluyo masacres sanguinarias.
Chechenia fue incorporada en los años 1870.
En 1991 de manera inesperada se disolvió la Unión de Republicas Socialistas
Soviéticas, lo que para la nueva Rusia significo perder gran cantidad de poder
tanto interno como externo, lo que lo llevo a una crisis debido a que cierta
cantidad de republicas decidió separarse de esta por diferencias de etnias.
Las únicas dos republicas que se negaron a firmar el tratado de federación de
1992 con Rusia fueron Chechenia y Tartaristán, las dos regiones muy ricas en
petróleo. Tartaristán tiempo después acepto un tratado de autonomía para
los tártaros de Volga, mientras que Chechenia se negó a negociar.
Las expectativas que tenia el presidente Yeltsin sobre la guerra con Chechenia,
era de un conflicto rápido y directo, sin muchos percances y con una
capitulación rápida de Chechenia. Estas fueron equivocadas incluso con la
diferencia de tamaño y avances tecnológicos de respectivos ejércitos.
Los rusos tratando de imitar las tácticas americanas en un principio decidieron
hacer una campaña “restringida”, pero debido al terreno y la falta de
conocimientos de esta táctica fueron superados por los Chechenos.
Rusia ingenuamente utilizo ejércitos locales, en vez de usar ejércitos de otras
partes de Rusia con mas experiencia.
Después de ser humillado Rusia empezó a usar tácticas de bombardeo aéreo y
artillería que causaron gran cantidad de bajas tanto rusas como chechenas.
El ejercito checheno estaba conformado por civiles quienes conocían el terreno y
a la población en general, lo que les permitió mayor facilidad en la movilidad de
unidades.
Utilizaron técnicas de guerrilla, como bombas-trampa, asaltos y emboscadas en
los caminos
Los secuestros de soldados rusos
Las tropas rusas no se retiraron del todo de Chechenia sino que vivieron allí
pacíficamente un tiempo debido a que Rusia estaría humillado de dar una
rendición.
En mayo de 1997 se firmo un tratado de cese del fuego entre Rusia y los rebeldes
chechenos
Esta guerra dejo cerca de 5500 soldados rusos y mas de 73000 chechenos
muertos en casi dos años de guerra.
•Poco tiempo antes de las elecciones presidenciales rusas, Borís Yeltsin buscaba la
reelección y terminar la guerra como fuese, envió al general Alexander Lébed a
negociar un armisticio con los rebeldes, que llevó a la independencia de facto de
Chechenia.

•En esos tres años de independencia, el poder central checheno fue incapaz de
controlar a las bandas armadas. Esto, unido a la desastrosa situación económica, la
falta de empleo y la deriva islamista, convirtió al país en una fuente de inestabilidad.

•Hubo frecuentes conflictos fronterizos entre los rusos y las bandas chechenas, que
desembocaron en el fracasado ataque checheno a Daguestán (julio de 1999 dirigido
por Shamil Basáyev cuyo objetivo era crear una república islámica caucásica).

•En medio de una atmósfera nacionalista, el despegue de la candidatura del nuevo


primer ministro, Vladímir Putin (nombrado por Yeltsin un mes antes), superando en
las encuestas al anterior primer ministro Yevgeny Primakov. Yeltsin dimitió el 31 de
diciembre de 1999 y lo sucedió el poco conocido Putin, quien ganó fácilmente las
elecciones unos meses después.
Vladimir Putin
La guerra comenzó el 26 de agosto de 1999, cuando el primer ministro ruso Vladímir
Putin ordenó al ejército ocupar las zonas fronterizas para impedir nuevas incursiones
chechenas contra Daguestán, mientras comenzaba un demoledor ataque aéreo contra
la república rebelde.

En los meses iníciales de la guerra, Rusia se apoyó en un masivo ataque aéreo y


terrestre utilizando misiles contra las principales ciudades. Gran parte de la población
civil fue evacuada de las localidades donde se combatía. Los rusos avanzaron
hacia Grozni, cuyo cerco completaron poco antes de Navidad; la capital chechena fue
tomada por los rusos a principios de febrero de 2000, tras destruir lo poco que
quedaba de ella.

Los rebeldes se retiraron a las montañas del sur, desde donde comenzarían una larga
guerra de guerrillas contra las tropas rusas y los chechenos pro moscovitas.

En mayo los rusos denunciaron que unos "1.500 chechenos y 3.000 mercenarios
talibanes" operaban desde el norte de Georgia lanzando ataques de guerrillas en la
frontera sur de Chechenia. En agosto de 2002 el gobierno georgiano envió 1.000
soldados a enfrentar a los guerrilleros, aunque esto no mejoró las relaciones entre
Moscú y Tbilisi.
Bajas
500.000 civiles muertos
5.000 personas desaparecidas
Soldados rusos y rebeldes chechenos entre 20.000 y 40.000 muertos cada bando.

Restablecimiento de una administración pro-rusa


En mayo de 2000 Putin restableció el gobierno directo del Kremlin. De cara a la
normalización política de la república, se ofreció reiteradamente amnistía para los
rebeldes que abandonasen las armas. En junio de ese año, Akhmad Kadyrov, separatista
durante la anterior guerra y ahora prorruso, fue nombrado por Putin presidente de una
administración títere formada por antiguos separatistas. El 9 de mayo de 2004 fue
asesinado por los separatistas, siendo sustituido por su hijo Ramzan Kadyrov, primero
como primer ministro y después como presidente, sustituyendo en el cargo a Adul
Alkhanov (marzo de 2007). A pesar de proclamarse el fin de la guerra en 2002, los
combates continuaron y los Kadyrov fueron acusados de establecer un régimen de terror.
Los rusos han sido acusados de practicar la tortura sistemáticamente contra los
hombres jóvenes (rebeldes o no), así como violaciones, saqueos, contrabando y
malversación. Los medios rusos, salvo excepciones, silenciaron lo que ocurría. Ramzan
Kadyrov y sus paramilitares fueron acusados de graves crímenes por la periodista
rusa Anna Politkóvskaya, quien sería asesinada en Moscú el 7 de octubre de 2006.
Los señores de la guerra chechenos, por su parte, también habrían cometido graves
crímenes contra los prisioneros y civiles rusos, rehenes (tres rehenes extranjeros
fueron decapitados al comienzo de la guerra) y contra sus propios civiles. En las
repúblicas vecinas, como Ingushetia o Daguestán, hay numerosos refugiados
chechenos.
Amnistía Internacional y el Consejo de Europa han condenado reiteradamente estos
hechos.
Junto a tácticas tradicionales de guerrilla, los insurgentes han utilizado el terrorismo
como otra de sus armas, sobre todo contra las nuevas autoridades establecidas
en Grozny.
El asalto al teatro de Moscú el 23 de octubre de 2002 por un grupo terrorista intentó
exigir la retirada de las tropas rusas, pero tres días más tarde el edificio fue asaltado
por el Grupo Alfa del FSB. Gracias al gas de estrategia enviado por las rejillas de
ventilación adormeciendo a los terroristas , el grupo de rescate consiguió entrar y
tomar el control de la situación. Ninguno de los terroristas sobrevivió.
En diciembre dos camiones bomba destruyeron la sede central del gobierno prorruso
en Grozny.
En marzo de 2002, el dirigente wahabí Amir Khattab murió, y Amir Abu al-Walid lo
sucedió.

A pesar de la insistencia de las autoridades rusas en que la guerra ha terminado, la


república sigue sufriendo una situación inestable. La guerrilla continuó sus
operaciones liderados por Shamil Basáyev hasta que murió en 2006 por un ataque
ruso, según los rusos, o un accidente según los chechenos.
La guerra de Chechenia produjo también reiterados choques diplomáticos
entre Rusia y Georgia, país que (según los rusos) habría permitido a los rebeldes
chechenos establecer un santuario en su zona fronteriza. Estas acusaciones
aumentaron después de la caída del presidente Eduard Shevardnadze, sustituido
por el nacionalista y pro occidental Mijaíl Saakashvili. Los georgianos replicaron que
Rusia apoya a territorios georgianos independizados de facto, como Abjasia y Oseti
del Sur. Estas tensiones llevaron al gobierno ruso a decretar un embargo económico
contra el país caucásico y fomentaron un clima anti georgiano.

Pérdida del apoyo a la guerra

Aunque la segunda guerra de Chechenia contó al principio (agosto de 1999) con el


apoyo masivo de la opinión pública rusa, éste ha bajado mucho y según una
encuesta de 2007, un 70% es partidaria de algún tipo de acuerdo con los rebeldes,
frente a un 16% favorable a continuar la guerra.
Militares
Las bajas militares de ambos bandos son imposible de verificar y se cree que son muy
elevadas. La lista oficial de bajas militares publicadas por el Ministerio de Defensa ruso
el 10 de agosto de 2005 son de 3.450 soldados rusos desde 1999. Estos datos son muy
parciales. Las organizaciones independientes rusas y occidentales elevan mucho el
número, por ejemplo, la Unión de los Comités de Madres de Soldados de Rusia
estimaron sobre 11.000 bajas rusas entre 1999 y 2003.

Civiles
Según la administración prorrusa, igual que los separatistas, fueron entre 200.000 y
500.000 los civiles muertos en las dos guerras. Las fuentes independientes rebajan
mucho esta cantidad. Según el grupo pro-Derechos Humanos Memorial entre 15.000
y 25.000 civiles murieron o desaparecieron entre 1999-2006.La Sociedad de Amistad
Ruso-Chechena estima en las dos guerras entre 150.000 a 200.000 civiles (sumados a
los 20.000 a 40.000 soldados rusos y posiblemente la misma cantidad de rebeldes
chechenos). Cifras oficiales del actual gobierno checheno estiman que unos
100.000 rusos étnicos y 30.000 a 40.000 chechenos, cifras en las que se incluyen unos
10.000 soldados rusos. Según Amnistía Internacional la segunda guerra mató al menos
a 25.000 personas desde 1999, y otras 5.000 personas están desaparecidas.
Otra consecuencia de la guerra fue el hecho de que los soldados y policías que
intervinieron en la guerra se acostumbraron al clima de impunidad en el que actuaban
y a la vuelta importaron a sus regiones de origen la brutalidad policial. Aparte, los
veteranos de la guerra sufren a menudo de secuelas psicológicas y físicas, fenómeno
llamado el síndrome checheno.

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