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desarmar
Pieza por pieza, el nuevo
gobierno desmonta la
maquinaria neoliberal que
empobreció y degradó a la
Argentina
Por Horacio Verbitsky Dic 22, 2019
El artículo 51 de la ley de
Solidaridad Social y Reactivación
Productiva que el Presidente
Alberto Fernández envió a la
Cámara de Diputados suspendía
durante seis meses la movilidad
previsional, mientras una comisión
presidencial estudiaba su
reformulación. Ocurre que la
fórmula vigente incluye un ajuste
del 70% por el Índice de Precios al
Consumidor y del 30% por el
RIPTE. Con un crecimiento de la
inflación que en 2019 se acercará
al 60%, su aplicación generalizada
superaría los fondos disponibles.
En especial porque al asumir, el
gobierno descubrió que el Fondo
de Garantía de Sustentabilidad se
convirtió durante la gestión previa
en una cáscara vacía. Inicialmente,
Alberto Fernández trató de que el
dato no trascendiera, pero él
mismo terminó por hacerlo público
en su encuentro con la Asociación
de Grandes Empresarios (AEA): el
70% de sus activos son títulos del
Estado Nacional, una deuda que se
renovará automáticamente a su
vencimiento porque el Tesoro
tampoco tiene recursos para otra
cosa. La ley plantea reducir al 50%
ese porcentaje. Al hacer el anuncio
se dirigió por su nombre de pila al
Hombre de Clarín, exhortándolo a
no pelearnos más entre nosotros.
Las hostiles páginas y pantallas del
multimedio, ratifican que no hay
armisticios unilaterales.
Se incrementan hasta el
20,4% las contribuciones
patronales para los
empleadores privados y
públicos de comercio y
servicios, que podrán
computarse a cuenta del IVA,
según la jurisdicción del país.
Se ajusta por inflación el
Impuesto a las Ganancias
Se duplica la tasa del
impuesto a los bienes
personales para aquellos que
estén situados en el exterior.
Se aplica un impuesto del 30%
sobre la compra de billetes y
divisas en moneda extranjera,
incluidos cheques de viajero y
tarjetas de crédito, de compra
y débito, portales o sitios
virtuales. El 70% de ese
impuesto financiará
programas de seguridad
social y el 30% obras de
infraestructura económica,
vivienda social y turismo.
Se duplica sólo para las
empresas la tasa para
extracciones bancarias, no
para personas y Mipymes.
La alícuota de la tasa de
estadística para importaciones
pasará de 0,5 a 3%.
La tasa de Impuestos Internos,
variará según el precio de
venta de los bienes, a partir de
un mínimo de 1,3 millones de
pesos. Las tasas irán del 20%
al 35% y la AFIP actualizará
trimestralmente los importes,
considerando la variación del
Índice de Precios Internos al
por Mayor (IPIM)
Las retenciones a las
exportaciones llegarán al 33%
para la soja, el 15% para las
mercancías que no estaban
sujetas a derechos de
exportación o a tasa 0; del 5 %
para los productos
agroindustriales de las
economías regionales y para
bienes industriales y servicios.
Se suspende por un año la
incorporación de nuevas
prestaciones, medicamentos,
procedimientos terapéuticos,
diagnósticos y tecnologías
médicas, al programa médico
obligatorio en el contexto de la
Emergencia Sanitaria.
El gobierno podrá superar los
límites que fija la ley de
administración financiera para
realizar reestructuraciones
presupuestarias.
La desunión