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TEORÍA DEL FIN DE ANALISIS

Rómulo Lander [Caracas]

Para abordar este tema es necesario precisar la


diferencia que existe entre lainterrupción del análisis,
la terminación del análisis, y el fin del análisis. La
interrupción va a referir a la simple interrupción por
cualquier motivo: resistencias, mudanzas o impasses. La
terminación refiere al deseo de terminar del analizando a
sabiendas de que aún quedan muchas incongruencias
dentro de su vida actual. Pero desea terminar y el
analista está de acuerdo: se llega a una terminación, sin
llegar al fin. El fin del análisis, generalmente es un fin
teórico. Refiere a llegar a <ser lo que se és>. Esto es algo
que exige tanto sacrificio al analizando, que la mayoría
no puede acceder a eso. Se conforman con ciertas
transacciones con los valores familiares y sociales en los
cuales les toca vivir.

Tanto la terminación, como el fin de análisis permiten


revisar varios aspectos de la vida del analizando: (a)
Lugar del Goce en el momento de la terminación. (b)
Cruzamiento del fantasma y su significación en el fin de
análisis. (c) El problema de la identificación con el
analista en el proceso y en el fin del análisis. (d) El
analista como un desecho. (e) Identificación con los
ideales del analista. (f) La cura instantánea
transferencial (g) El destino de los efectos post-
analíticos.

 Lugar del Goce en el fin de análisis

La teoría del Goce en psicoanálisis como les he


presentado otras veces constituye una contribución
original de Jacques Lacan. A mi entender la lógica del
Goce ofrece algo nuevo e inédito en la comprensión del
sufrimiento humano. El concepto de Goce refiere a un
algo que está más allá del principio del placer. Un algo
que connota sufrimiento, más allá del placer. No es un
síntoma y no es un fantasma. Es algo estructural que no
convoca a ninguna curación. Cada sujeto tiene su
necesario monto de goce para poder mantener su
equilibrio psíquico. Este sufrimiento o Goce expresado
por el analizando al ocurrir el fin de análisis no
constituye síntoma y así es entendido por el analizante.

 Cruzamiento del fantasma

La teoría del fantasma sexual en la cura analítica tiene


su importancia por la forma con que el analista va a
entender y a trabajar la vida sexual y erótica del
analizando. Hace cien años, en los comienzos del
psicoanálisis, la aceptación de las vicisitudes de la vida
sexual no era cosa fácil. Distinguir lo normal, de lo
patológico, en la conducta sexual, creaba serias
discrepancias y problemas teóricos y prácticos. Hoy en
día, a pesar de todos los progresos de la ciencia y la
cultura, soy de los que piensan, que dentro del
psicoanálisis y en relación a la vida sexual, existen
criterios y actitudes que tienen ciertos colegas, que
están marcadas por la moral personal y no por los
valores de la ciencia. Cuando se plantea la lógica del
fantasma en las presentaciones clínicas, encuentro que
existen resistencias en los colegas a aceptar las
variaciones legítimas de la vida sexual y se apresuran a
calificar de patológicas ciertas conductas sexuales que
caen dentro del capítulo del fantasma sexual del sujeto.
El concepto del fantasma fue introducido en la teoría
psicoanalítica por Jacques Lacan en 1967, corresponde
como mencioné en un acápite anterior, a una fantasía
sexual con imágenes y con un mini guión, particular y
exclusivo, creada por el sujeto en la temprana infancia.
Lacan decía que el fantasma es siempre sexual y además
siempre perverso, porque apunta a velar la castración
del sujeto. Con frecuencia lo llamaba el tesoro de la
sexualidad.

Cada sujeto construye en su temprana infancia su propio


fantasma sexual y por su naturaleza perversa es a veces
censurado por el propio sujeto, por eso se encuentra
muchas veces reprimido al inicio del análisis. Durante el
análisis al modificarse los ideales y la censura del sujeto,
el fantasma pasa a ser parte de la vida sexual. Si el
analista considera patológico estas fantasías sexuales
perversas, entonces las va a tratar como un síntoma
neurótico y tratará de interpretarlas con la esperanza
que desaparezcan. Si el analista, por el contrario,
considera que esa fantasía sexual perversa es un tesoro
de la sexualidad, entonces no lo tratará como un síntoma
y no requiere de ninguna interpretación. El analizando
aprende a conocer su fantasma y a disfrutarlo. Como
ven, son dos formas muy diferentes de tratar este
aspecto de la vida sexual del sujeto. Así, según la teoría
del analista el fantasma sexual será abordado de
diferente manera con diferentes consecuencias. En los
años ochenta se decía que cuando el analizando a
logrado conocer su fantasma sexual, entonces se decía
haberlo cruzarlo o atravesamiento del fantasma,
entonces está en capacidad de terminar su análisis.
Equivocadamente casi se convirtió en un criterio de
terminación de análisis. Hoy en día se considera muy
importante el atravesar el fantasma sexual, más sin
embargo, el criterio de terminación es otro: insistir en el
deseo y ser lo que se és.

(c) Identificación con el analista en la cura

¿Es la identificación con el analista un factor curativo en


el proceso? ¿O al contrario un aspecto ilusorio de la
cura? ¿Puede distinguirse la identificación con el
analista de la identificación con la función analítica? La
tesis de la identificación con la función analítica
considera que esta identificación con la función facilita
la capacidad de insight del analizando. Yo coincido con
esta idea y soy de la opinión de que es inevitable durante
la cura analítica que él analizando se identifique con
diversos significantes del analista.

(d) El analista como un deshecho

No olvidemos que el paciente se convierte en analizante,


cuando descubre que su deseo de saber más de sí
mismo, consiste y radica en el hecho de que el
analizante puede preguntarse a sí mismo. Es cuando el
analizante se abre a la posibilidad de descubrir lo
ignorado los contenidos inconscientes. En un inicio ese
saber buscado ilusoriamente es colocado por el paciente
en el lugar del analista. Por eso el paciente inicialmente
busca y escoge a ese analista particular. Es el lugar que
Lacan llamó del sujeto-supuesto-saber [SSS]. Es un
fenómeno inevitable del orden imaginario, también
llamado fenómeno narcisista inicial. Al final teórico del
análisis, esta idea del analista sabio y fálico, cae
totalmente y el analista aparece en transferencia como
castrado, deja de ser fálico y sabio. Wilfred Bion decía
que el destino del analista, al final del análisis, es
convertirse en un des-hecho. Es decir, en este tema del
fin de análisis, Bion y Lacan coinciden en sus
propuestas. Ninguno de los dos considera que el final de
análisis es cuando el analizante finalmente se identifica
con el analista idealizado, que es lo contrario a un
analista des-hecho. Si se mantiene la idealización del
analista el análisis no ha terminado.

(e) Identificación con los ideales del analista

Durante la cura analítica el analizante se va a identificar


con ciertos significantes. Por ejemplo con los
significantes de los ideales de su analista, que el
paciente precisa y descifra a través de las
interpretaciones del analista. Leyendo entre líneas. Esto
va a producir ciertos cambios en el funcionamiento del
SuperYo del analizando. Estos cambios en el SuperYo van
a abrir el camino para adquirir o aumentar la capacidad
de insight del analizando. Este fenómeno que acabo de
describir estaría muy cerca de la idea propuesta por los
analistas Kleinianos sobre la identificación con la
función analítica.

(f) La cura instantánea transferencial

Algo muy distinto ocurre con el mecanismo de la


identificación con el analista, en el cual se pierde
totalmente la otredad o alteridad en la discriminación
con el analista. Este es un mecanismo de cura frágil y sin
sustentación. Se puede considerar como una cura
transferencial. Sin embargo las mejorías por
identificación con el analista son sorprendentes y
dramáticas. Similares a las producidas con el fenómeno
de la hipnosis. Pero repito: no se sostienen en el tiempo,
porque son artificiales y no corresponden a un proceso
de descubrimiento y cambio interior. Lacan plantea que
el analista y el analizando establecen una relación
asimétrica, dando así origen al acto analítico. Esto no
significa que durante la cura no existan otros momentos
no analíticos propiamente dichos, momentos simétricos,
como ocurre con el momento pedagógico o el momento
ortopédico es decir de sostén del Yo del analizando.

(g) Destino de los efectos post-analíticos

Los efectos post-analíticos en la cura serán


considerados importantes o irrelevantes, según sea la
teoría del analista. El concepto de los efectos post-
analíticos se complica al abrirse la discusión de la
diferencia que existe entre un análisis interrumpido y un
análisis terminado. Obliga a precisar el concepto teórico
de fin de análisis. Todos sabemos en relación a la
terminación del análisis que no es posible guiarse por la
simple cura del síntoma. En breve, hoy en día, la teoría
estructural plantea que el fin teórico de análisis ocurre
cuando el sujeto, primero descubre y luego acepta <ser
lo que és>, segundo, ha atravesado su fantasma sexual y
tercero, acepta su limitación e incompletud. Los efectos
post-analíticos están relacionados con el destino de la
transferencia. En transferencia al final del análisis, el
analista deja de ocupar el lugar del Sujeto-supuesto-
saber [SSS] y aparece como un sujeto limitado e
incompleto. Decimos que al final del análisis el
analizando ha aceptado su castración simbólica e
imaginaria. Además se identifica a su propio síntoma
originario, el <Synthome> de Lacan [1976]. Esto quiere
decir que el analizando acepta sin conflicto, ni
sentimientos de culpa, las marcas indelebles de infancia
que han pasado a la formación de carácter. Esto es
posible solo cuando en el curso del análisis se ha
modificado el sistema de ideales. Estos planteamientos
teóricos del fin de análisis se instalan con las
variaciones del caso por caso, como un efecto post
analítico.

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