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INESAP

EL ALMA DE LA TOGA

PROFESORA.-
LIC.MARIA DEL PILAR HERNANDEZ
GARCIA

C. EDUARDO ADRIAN VALADEZ


LOPEZ
EL ALMA DE LA TOGA

Quien es abogado
El autor refiere que la profesión de abogado no se obtiene con el título académico
sino con la consagración en el ejercicio, en los tribunales y la defensa de la justicia.
Por lo demás, los que no entregan su vida a esta noble misión son simplemente
licenciados en derecho.

La fuerza interior

Cualquiera que sea nuestra actividad, debemos realizarla confiando principalmente


en nosotros mismos, pero no como una negación de Dios. Por el contrario
encontrando y exaltando la fuerza y la conciencia que él puso en nosotros, para
considerar si debemos defender una causa justa, no debemos encontrar la
respuesta en los ruidos externos sino seguir los dictados que uno mismo se
imponga. Si no estamos preparados con esa fuerza interior para sobreponernos al
medio que nos rodea, entonces no estamos preparados para ser abogados.

La sensación de la justicia

El autor plantea que en la búsqueda de la justicia, los códigos y leyes no resultan


una respuesta adecuada necesariamente, pero si en el sentimiento de ella, en lo
que creemos que es justo, no a todo podemos buscarle respuesta en las leyes, el
abogado debe inspirarse en lo que emana de las personas y la sociedad. Debemos
buscar en nuestras conciencias lo que consideramos bueno, prudente y equitativo,
es decir justo.
Un abogado debe tener una orientación del pensamiento que lo lleve, en un caso
determinado, a inclinarse de un lado o de otro, pero con todos los conocimientos
legales que lo hagan tomar una decisión adecuada.

La moral del abogado

Son los criterios que debe tener el abogado al aceptar la defensa de algo que a
todas luces se plantea como injusto o como justo, al final lo importante es hacer
ganar a la justicia y no solamente el cliente. Es importante el cliente en la medida
que sus pretensiones sean justas, no hay que pensar sólo en engrosar nuestros
ingresos o hacernos conocidos sin importar lo que defendamos.

El secreto profesional

Si bien es cierto que el revelar el secreto profesional es un delito, es menester saber


desde qué momento se ha considerado, puesto que en la relación abogado cliente
en la cual no existe una sumisión al cliente, sino que el abogado asesora y no
representa, dentro del contexto de servir a la sociedad, por lo que en sus orígenes
fue de patronato, de protección, de confidencia, con lo cual el autor considera que
la abogacía es un ministerio, haciendo una similitud con el sacerdocio.

Por lo tanto el secreto profesional debe guardarse a todo trance, cueste lo que
cueste.

Ante ello el abogado se puede encontrar ante tres conflictos, el de su conveniencia,


con el interés particular, ajeno y un grave conflicto de interés social, ante esto
plantea que sólo se puede quedar relevado del secreto profesional si se trata de un
asunto de interés social en que dependa la vida de un hombre.

La chicana

Son los medios por los cuales se valen algunos abogados para dilatar
maliciosamente, enredar o complicar interesadamente los procesos, el autor plantea
que todo abogado debe abstenerse de usar este tipo de triquiñuelas, lo cual
desprestigia la abogacía. Pero hay casos en los que sería necesario usar la chicana
los cuales están plenamente justificados, siempre que el fin sea noble y se busque
hacer prevalecer la justicia, en casos en que Pueda ser condenado un hombre
inocente, o se ordene la incautación de bienes por deudas pagadas y denuncias
como no hechas, para lo cual se necesitan más plazos para tener las pruebas de
absolución.
La sensibilidad

El abogado tiene que ser sensible, debe entender las pasiones, las ansias, los
apetitos de las personas y las luchas sociales para poder entender la causa de la
justicia. Sin embargo no es lícito valerse de ellas para el provecho propio puesto
que le hará perder sentido en la defensa de su cliente. Es así que las
remuneraciones no deben ser iguales sea cual fuere el resultado de la causa
defendida y no debe medirse con avaricia las causas ganables. Pero tampoco
debemos dejarnos abatir por los percances ni enaltecernos en los triunfos, el
abogado debe actuar en forma equilibrada.

El desdoblamiento psíquico

Osorio considera digno el ejercer la defensa de causas justas a desmedro de que


podamos ser víctimas de injuria, ejercer la defensa de quien nos ofendió y a pesar
de que podamos perder amigos y que nos lleve a compenetrarnos con nuestro
cliente hasta llegar a sentir igual que él, el abogado debe separar su yo interior
siendo el mismo.
El compenetrarse con el cliente es válido en el momento en que se defiende la
causa, posteriormente el abogado debe de seguir su vida propia.

La independencia

El abogado debe de actuar, si bien por su cliente no directamente para él. Esto se
debe a que indudablemente habrá de actuar a lo que a su parecer convenga, no
salvaguardando la integridad de la justicia en la mayoría de los casos, lo cual debe
ser punto de partida del actuar como abogado. No presta un servicio, ya que esto
llevaría consigo el pago y la subordinación, si no, un manejo de situación con
asesoramiento y procedimientos procesales con el fin de llegar a donde el cliente
pida o aclama la justicia.

El trabajo

Ser firmes en eso es base fundamental, no hacer o emitir opinión alguna sobre la
forma correcta de trabajar o del punto de vista laboral de otro abogado ya que se
puede ser aventurado al no contar con bases que fundamenten nuestro decir
puntualmente, al mismo tiempo que demeriten a la otra parte.

La palabra

Los abogados más allá de los escritos deben de contar principalmente con palabras
propias, es decir abogar a favor de algo, y exponer una historia encuadrada, por lo
cual la dicción y uso correcto es fundamental, sino es entendible, como habrán de
hacer caso.

El estilo forense

Se debe tener un doble orgullo conforme a la profesión, no sólo es ser abogados,


sino artistas. Ser oradores y escritores, lo cual no es facultad de muchos hombres,
hay que explicar en pocas palabras lo mucho que se pretende, haciendo saber
porque se tiene la razón y habrá de ser dada.

Especialistas

“El abogado que sea especialista en una materia, no es abogado alguno”. No


debería existir la especialización en esta materia, ya que como abogados, es un
deber conocer de todos los temas inherentes a la carrera. Por lo tanto aquel que se
especialice en un tema determinado no está, sino de terminado al fracaso.

La abogacía y la política

Debería terminarse con la ideología de que cualquiera puede ser político, si bien
mucha gente puede o podría conocer las necesidades fundamentales de la gente,
no son sino los abogados los que conocen de leyes, su uso y aplicación. Es esta
noble carrera donde deberían de recaer la base de gobierno de nuestro entorno.
Los pasantes

El inicio del bogado, si bien la familia será la base fundamental de todo hombre, es
aquí donde el abogado tendrá sus primeros inicios. Lo que vea en los abogados
postulantes, no será, si no la base de su desarrollo en el futuro, por lo cual resulta
predominante ser ejemplo a seguir para ellos/nosotros.

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