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Paseo de la Reforma núm. 645, col. Lomas de Chapultepec,
Delegación Miguel Hidalgo, 11000, México, D. F.
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Las opiniones y los análisis que integran esta publicación son responsabilidad
exclusiva de las y los autores de cada uno de los trabajos y no necesariamente
representan la postura oficial de unicef México.
ISBN 978-607-429-746-1
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los significados de sus miembros con respecto a los de la sociedad más amplia. Por
lo que su función es mantener esas diferencias a pesar de que la sociedad intente
eliminarlas. Tiene la función de “un refugio emocional”, en el cual el individuo lo-
gra sostener ideas diferentes a las dominantes (Peter L. Berger y Thomas Luck-
mann, La construcción social de la realidad, Amorrortu, Argentina, 2003, p. 159).
14
• De adaptación a la sociedad.
• De transformación de sus condiciones de vida.
• De actitudes comunitarias que busquen y promuevan el bienes-
tar propio y el colectivo.
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2
Ricardo Fletes, María Helena Zamora e Irene Rizzini, “Paralelismos en el
proceso de marginación y niños de la calle”, en Niños, niñas y adolescentes creciendo
en contextos de pobreza, marginalidad y violencia en América Latina, Childwatch Interna-
tional Research Network, ciepsi, puc Editores, Río de Janeiro, 2004, pp. 39-41.
3
Idem.
4
María Inés Laje, “Los menores de ayer - Los niños de mañana”, Anuario,
núm. 1, Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales, Facultad de Derecho y
Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, 2000. Extraído
de http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/argentina/cijs/sec1010.html,
2 de agosto de 2007.
16
Emilio García Méndez, de tal modo que se han eliminado las ga-
rantías frente a la intervención del Estado.
Por lo que se refiere a las prácticas que se han desprendido del
paradigma de la situación irregular, encontramos dos tipos:
5
“mama, A. C., habla y actúa: pensamiento y palabras comprometidas, ac-
ción liberadora y transformadora”, en Infancia callejera: cuatro modelos de atención,
quiera, Fundación de la Asociación de Bancos de México, A. C., México, 1999,
p. 213.
6
Idem.
7
Idem.
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La salida a la calle
8
María Inés Laje, op. cit.
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Idem.
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a los niños de la vida en la calle son aquellas que les ofrecen alter-
nativas para satisfacer sus deseos: respeto, libertad, capacidad para
consumir bienes materiales y diversión. Las organizaciones estu-
diadas por él ofrecían a los niños esta posibilidad de maneras muy
diversas, mediante la participación social y política; el arte (danza,
música, artes circenses); la posibilidad de enseñar a otros; el saber
y entender más sobre las cosas del mundo; el juego como una
forma de placer y disfrute de la vida; y el deporte, entre otras.
El único estudio encontrado y que más se aproxima a la línea de
investigación del presente trabajo fue realizado en Argentina por
Analía Latorre —becaria de la Comisión de Investigaciones Científi-
cas de la Provincia de Buenos Aires— titulado Niños en riesgo social:
primeros pasos para investigar una compleja realidad. Latorre, quien analizó
las experiencias de vida de niños que habían estado viviendo en la
calle y ahora lo hacían en una institución, concluyó que ésta aportaba
las pautas socioafectivas y materiales necesarias para facilitar el proce-
so de inclusión social a partir de un proyecto diferente al de la margi-
nalidad. Identificó que a lo largo de la vida en la institución los niños
recuperaron su individualidad e integraron su identidad gracias a la
reconstrucción de su historia personal y familiar. Al tener una opor-
tunidad laboral dentro de la institución, muchos de los jóvenes egresa-
dos (por decirlo de alguna manera) habían decidido quedarse a vivir
ahí, en el hogar, y otros continuaban asistiendo regularmente para
trabajar. También señala que este tipo de hogares tiene ventajas sobre
las grandes instituciones de gobierno, ya que los primeros tienen más
posibilidades que las segundas de reproducir las condiciones de vida
en familia, sin grandes edificios, rejas, burocracias y relaciones estrati-
ficadas que aumentan la brecha entre niños y adultos. Sin embargo, la
gran desventaja de este tipo de proyectos es sin duda la falta de recur-
sos económicos y la disparidad entre el número de niños y el número
de adultos que los atienden.14 La autora concluye señalando que estos
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Aspectos metodológicos
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18
Hans Gundermann Kroll, “El método en los estudios de caso”, en María
Luisa Tarrés (coord.), Observar, escuchar y comprender sobre la tradición cualitativa en
investigación social, flacso, México, 2004, p. 264.
24
Los protagonistas
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El concepto de uno mismo está influido por un conjunto de interacciones
sociales que han marcado la historia personal del individuo. Está constituido
por imágenes que éste tiene de sí mismo cuando reconstruye los datos de su
experiencia social. Es así como se resitúa en relación con los diferentes contextos
(familia, amigos, escuela, trabajo), pero también en relación con un mundo
imaginario o deseado que a veces sustituye el mundo social real (Ricardo
Luchinni, op. cit., p. 15).
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Irene Rizzini (coord.), Vida nas ruas, crianças e adolescentes nas ruas: Trajectorias
inevitaveis?, puc Editores, Río de Janeiro, 2003, p. 25.
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“Refamiliarización” y supervivencia
Una vez que los niños han construido una red social que les permi-
te sostenerse en su nuevo espacio social, ocurre la huida definitiva
de sus casas. En esta red los protagonistas aprenden las estrate-
gias necesarias para sobrevivir en la calle y transforman su identi-
dad paulatinamente hasta convertirse en lo que denominamos
“niño de la calle”. Es un fenómeno común que los niños, al que-
darse solos en la calle,30 emprendan una visita a su familia y más
tarde la abandonen nuevamente para reunirse con sus pares en la
calle. El grupo de pares forma una subsociedad que tiene dos
funciones importantes: ser un refugio emocional para los niños y
mantener los significados divergentes respecto de los de la socie-
dad. La subsociedad de niños en la calle cristaliza entonces el re-
chazo, la ausencia de un lugar, de posibilidades y oportunidades,
así como también reivindica, desde los mismos niños, su derecho
a pertenecer a un lugar que ordene y dé sentido a sus vidas.
El proceso de incorporación a la vida de la calle ha sido definido
por diversos autores y por los mismos educadores de calle a partir
Acto de consumir tonzol (se refiere a un solvente industrial que los ni-
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Juan Martín Pérez García, “La infancia callejera: apuntes para reflexionar el
fenómeno”, Revista Española de Educación Comparada, núm. 8, España, 2003, p. 10.
Extraído de www.derechosinfancia.org.mx/Documentos/art_inf_lat.pdf, 10 de
noviembre de 2004.
32
Inés Cornejo Portugal, Los hijos del asfalto. Una prospección cualitativa a los niños
de la calle, Universidad Iberoamericana, México, 1999, p. 33. Extraído de http://
redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/105/10501910.pdf, 10 de noviembre de 2004.
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Ramiro y sus amigos tuvieron noticia del Quinto Piso 33 tiempo des-
pués de su llegada a Guadalajara. Los mismos muchachos de la cen-
tral con los que comenzaron a platicar les hablaron de este lugar.
Luego tuvieron un encuentro con un mairo 34 de barba china, quien
se acercó, les preguntó de dónde venían, platicó con ellos y los invi-
tó a conocer el Quinto Piso. Dejaron pasar una noche antes de ani-
marse a conocer el lugar, pero posteriormente comenzaron a asistir
a él: iban a cenar y a desayunar; a la comida no, porque andaban dro-
gados. En aquel espacio se podía comer y dormir gratis, pero para
estar ahí había que dejar la droga afuera y no consumirla adentro.
Para cuando Camilo había consolidado un estilo de vida al
margen de las figuras adultas de su infancia, sabía valerse por sí
mismo en la calle y estaba involucrado en el consumo de drogas,
el Quinto Piso ya había sido cerrado. No existía un espacio físico
donde educadores de calle y chavos pudieran reunirse, pero aqué-
llos se mantenían presentes en la zona de la vieja central camionera
y la de San Juan de Dios. Por esos días Camilo escuchó hablar de
unos mairos que andaban en la calle y ayudaban a chavos como él.
En esa época tuvo su primer encuentro con los educadores y
tiempo después —en 1987— se enteró de la existencia del Centro
de Atención para Niños Callejeros (Canica). La casa de Canica
quedaba de paso para el mercado de Mexicaltzingo, lugar fre-
cuentado por Camilo y sus amigos al que iban a buscar algo de
comida. En esos tránsitos pasaban por la casa de Canica y algunas
veces cenaban ahí, pedían un paro para bañarse y ocasionalmente
se quedaban a pasar la noche. En la Navidad de ese mismo año
fue invitado a una posada para todos aquellos que participaban de
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Primer albergue del programa mese del dif Jalisco para niños de la calle.
Su nombre se debe justo a que se trataba de un gran espacio situado en el quin-
to piso del edificio de la vieja central camionera.
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Maestro (por deformación de máistro, en el mismo sentido coloquial).
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grupo. Esto implica tener un papel dentro del mismo, así como compartir una
serie de prácticas y significados a partir de los cuales se teje el vínculo entre sus
miembros.
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Se refiere a que es decisión del niño asistir y permanecer en el albergue.
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Transición
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de documentos institucionales.
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inferioridad con respecto a los demás miembros del grupo, por el hecho de
poseer un atributo que lo señala como diferente con respecto a los demás.
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Se dice que mientras haya más coherencia entre la identidad personal y
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Fase de transición entre la vida en la comunidad y la vida independiente.
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derar por lo menos dos o tres horas diarias, unas 15 horas como
mínimo a la semana (Anker, 2000 citado por inegi, 2004).
Con base en estos criterios se observa que el trabajo se con-
vierte en un problema cuando tiene consecuencias negativas en el
desarrollo de niñas y niños, las cuales pueden ser físicas (degrada-
ción de la salud y estado general), psicológicas (que inhiben el
apego a la familia, sentimientos de amor y de aceptación), cognitivas
(incapacidad de base en lectura y escritura), sociales y morales.
Las consecuencias físicas son las más palpables ya que son más
fáciles de percibir; sin embargo, también hay vulneraciones desde
una perspectiva psicológica, cuando niños y niñas viven en un
ambiente que los inhabilita y oprime.
El Convenio 138 de la oit —adoptado en 1973— establece los
15 años como la edad mínima para trabajar en los países desarro-
llados, pero se puede ser aprendiz a menor edad (14 años) o llevar
formación profesional. México ha ratificado este convenio, aun-
que no se respeta. Por otra parte, en algunas circunstancias no es
fácil determinar la edad. Se puede ignorar la edad exacta de la niña
o el niño, pues puede ser posible que nunca se haya emitido un acta
de su nacimiento o que ésta se haya perdido. Además, cuando hay
cuadros de desnutrición tienden a ser de pequeña estatura y bajo
peso, pudiendo tener más años de lo que aparentan. La oit (2002a)
ha estimado que aproximadamente 60% de los niños y las niñas
que trabajan se encuentran laborando en el sector agroalimentario.
Por ello, y dada la complejidad y multidimensionalidad de este fe-
nómeno, representa un reto contar con instrumentos adecuados
para la cuantificación, caracterización y análisis del trabajo infantil
en dicho sector a través de la investigación, elementos necesarios
para el diseño de políticas públicas orientadas a su erradicación
cuando éste es nocivo para el pleno desarrollo y así garantizar el
pleno respeto a los derechos tanto de niñas como de niños.
Para efectos de la presente investigación, se entenderá por niño
o niña toda aquella persona cuya edad esté por debajo de los 18
años de edad. En México, como en otros países, se fija una edad
mínima más alta para el trabajo peligroso, con lo que quedan pro-
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Apuntes metodológicos
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fue edificado en la propiedad del productor agrícola para alojar a las familias
jornaleras migrantes que concurren a la zona de trabajo durante cierto periodo
del año.
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3. “Dibujándonos” 3 a 6 años
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La empresa en cuestión
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Vivir en el campo
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Durante el trabajo de campo se presenció este hecho de manera directa.
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La flexibilidad cuantitativa
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En cualquier parte de la República mexicana o en el extranjero.
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La jornada laboral
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Llego cansada del pescuezo, los pies y la cabeza. El otro día me corté la
mano y en otro la vena del pie […] Me he vuelto más peleonera porque
mi primo quiere que le cargue sus cosas. También ya no platico tanto
[…] Cuando regreso del trabajo hay muchos muchachos que me moles-
tan y me hacen sentir incomoda (América, 12 años, 8 de febrero de 2006).
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La flexibilidad cualitativa
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Segregación genérica
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En el trabajo se cansan más las niñas que los niños porque las niñas
son más débiles y hacen más esfuerzo. Las mujeres siempre están tra-
bajando mientras que los hombres pueden descansar […] A mí me
hubiera gustado ser hombre porque como mujer tiene uno que estar
trabajando en la casa y si trabaja en el corte al llegar tiene uno que irse
a lavar la ropa mientras que el hombre descansa. Después de lavar hay
que hacer la cena. Y los hombres no… Llegan del trabajo, escogen su
ropa, se bañan, dejan la ropa sucia como si nada, piden de comer, de-
jan sus trastes donde comieron y uno tiene que ir a levantarlos. Por eso
me hubiera gustado ser hombre (Consuelo, 11 años, 6 de febrero de 2006).
Segregación etaria
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Segregación étnica
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La cuestión educativa
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En suma…
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BIBLIOGRAFÍA
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VIVIENDO Y PROMOVIENDO
NUESTROS DERECHOS
Una investigación-acción participativa
de niños, niñas y jóvenes indígenas
del estado de Puebla
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Escenario y participantes
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Fortalecimiento de capacidades
• Contenidos y prácticas para el fortalecimiento de la autoesti-
ma, confianza básica, desarrollo de la motivación intrínseca,
ubicación sociohistórica y definición de su papel como jóvenes
actores del cambio (yo valgo, nosotros valemos; yo quiero y nosotros
queremos mejorar al mundo).
131
Acción y promoción
A cada momento de capacitación le siguió el momento de acción,
donde los y las jóvenes pusieron en práctica en sus comunidades lo
aprendido y acordado por ellos y ellas en sus capacitaciones, ejecu-
tando su plan de acción en espacios de tres a cuatro meses. Durante
la fase de acción fueron monitoreados y acompañados por técnicos
del cei en sus comunidades de origen (yo decido actuar para cambiar y
actúo en el mundo transformándolo y transformándome). La inmersión de
los y las jóvenes en el campo de la investigación de los derechos
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los derechos de los niños y los jóvenes, para después determinar los
problemas específicos por abordar y definir las acciones a reali-
zar para mejorar las condiciones observadas. Para su preparación
y desarrollo se realizaron tres encuentros de capacitación, donde
los y las jóvenes se prepararon para usar herramientas que les
permitieran analizar su contexto e interiorizarse del estado del
conocimiento en sus comunidades y de las causas de esa situa-
ción. Para poder conocer cómo los derechos de la niñez y la ju-
ventud son afectados, se acordó realizar entrevistas a niños y jóve-
nes de ambos sexos, que permitieran identificar las condiciones
en sus familias, escuelas y comunidades que violentan sus dere-
chos. Las preguntas de las entrevistas fueron sobre las situacio-
nes que entristecen y dificultan la vida de los niños(as) y jóvenes
en sus familias, escuelas y comunidad. Se efectuaron 600 entre-
vistas: 200 a niñas, 200 a niños, 100 a jóvenes hombres y 100 a
jóvenes mujeres, todas las cuales se complementaron con la ob-
servación participante de los y las jóvenes. El análisis de la infor-
mación obtenida dio pie a la siguiente etapa de la investigación,
pues una vez analizada la información obtenida utilizando méto-
dos cualitativos, en consenso, se identificó la problemática más
observada por todos y todas, y la que mayor impacto tiene con
respecto al ejercicio de los derechos de la niñez y de los jóvenes.
De esta manera —como se ha apuntado más arriba— fueron
identificados dos problemas fundamentales: el maltrato y el abuso
infantil, y la inequidad de género.
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• Cuáles son los tipos más frecuentes de maltrato o abuso de la niñez que
impiden que ellos y ellas vivan sus derechos y que afectan su desarrollo
sano y digno.
• Cuáles son las prácticas de inequidad de género que impiden a la niñez y
la juventud vivir sus derechos y que afectan su desarrollo sano y digno.
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La investigación
Los derechos humanos
menos conocidos 1
Niños Niñas
Categoría Derecho que mencionaron que mencionaron
no conocerlo no conocerlo
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viembre de 1989.
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Porcentaje de
Relación
Expresiones mujeres sobre el
Categoría Derecho con los derechos
de la niñez total que expre-
de la mujer
saron lo mismo
Derecho a la
A las mujeres Derecho educación,
Art. 28. Derecho 71%
no les permiten de supervivencia a alcanzar niveles
a la educación.
seguir estudiando. y desarrollo. educativos cada
vez más altos.
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Porcentaje de
Relación
Expresiones mujeres sobre el
Categoría Derecho con los derechos
de la niñez total que expre-
de la mujer
saron lo mismo
Derecho a la
educación, a
Las mujeres alcanzar niveles
Derecho
abandonan Art. 28. Derecho educativos cada
de supervivencia 100%
la escuela para a la educación. vez más altos.
y desarrollo.
formar una familia. Derechos
sexuales y
reproductivos.
Los maestros
discriminan
Derecho Derecho a la
a los de bajo
Art. 28. Derecho igualdad,
rendimiento de supervivencia 57%
a la educación. a un trato libre
académico y y desarrollo
de discriminación.
favorecen a los de
mejor rendimiento.
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Porcentaje de
Relación
Expresiones mujeres sobre el
Categoría Derecho con los derechos
de la niñez total que expre-
de la mujer
saron lo mismo
Derecho a tener
Siempre atienden como mujeres el
a los niños Art. 24. Derecho mismo acceso
Derecho a la
u hombres antes al más alto nivel que los hombres 85%
supervivencia
que a ellas, las posible de salud. a los recursos
y el desarrollo.
mujeres madres económicos,
o adultas. a la propiedad y
control de la tierra.
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En la familia
Varones Mujeres
Varones Mujeres
152
Varones Mujeres
Cuadro 12. ¿Qué riesgos corres cuando estás solo o sola en tu casa?
En la escuela
Varones Mujeres
Cuadro 13. ¿Los maestros y maestras tratan por igual a los niños y a las niñas?
Varones Mujeres
Cuadro 14. ¿Qué espacios comunes son más utilizados por los niños y por las niñas?
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154
Varones Mujeres
Porque: Porque:
Cuadro 18. ¿Quiénes continúan estudiando más, los niños o las niñas?
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En la comunidad
Gráfica 4. ¿Cuáles son los principales riesgos que tienen las niñas?
Gráfica 5. ¿Cuáles son los principales riesgos que corren los niños?
Gráfica 6. ¿Cuáles son los espacios o instituciones donde más participan las niñas?
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Varones Mujeres
Cuadro 19. ¿Qué tipo de trabajos o empleos realizan las niñas y cuáles los niños?
Gráfica 7. ¿Quiénes migran más de sus comunidades, las niñas o los niños?
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Gráfica 9. ¿Consideran las niñas que son respetadas de igual manera que los niños?
Gráfica 10. ¿Existe agresión física o verbal entre niños y niñas de la comunidad?
Recomendaciones surgidas
de la discusión y El análisis con los y las jóvenes
respecto a la inequidad de género
En la familia
• Promover que se reconozca el trabajo doméstico de las mujeres.
• Que las mujeres sean valoradas como personas dotadas de ple-
nas capacidades y derechos.
158
En la escuela
• Fomentar una relación entre niños y niñas sin discriminación
de género, con un respeto basado en la tolerancia y el recono-
cimiento de las diferencias.
• Impulsar el crecimiento individual y colectivo de hombres y mu-
jeres, permitiéndoles desarrollar la autoestima, el autorrespeto,
mayor capacidad de expresión y desarrollo de conocimientos.
• Promover que los maestros hagan efectivos mecanismos para que
niños y niñas participen en la toma de decisiones de sus escuelas.
• Eliminar en los libros de texto y técnicas de enseñanza el currí-
culum oculto que fomenta la formación de estereotipos tradi-
cionales.
• Propender a una mejor distribución y ocupación de espacios
escolares entre niños y niñas.
• Fomentar por parte de los docentes la motivación hacia hom-
bres y mujeres para que continúen estudiando y elijan una pro-
fesión por convicción y no por tradición (por ejemplo una mu-
jer arquitecta y un hombre enfermero).
En la comunidad
• Propiciar la participación de las mujeres en los espacios públicos
tales como asambleas comunitarias, reuniones sociales, eventos
políticos y deportivos, etcétera.
159
160
En la escuela
• Existen más maestros que maestras en secundaria y primaria;
en cambio, hay más maestras en la etapa preescolar.
• Desde el kínder, a los niños se les separa de las mujeres.
• Se advierte una discriminación de los maestros hacia los niños y
niñas que tienen bajo rendimiento académico, así como favori-
tismo hacia los alumnos y alumnas con mayor aprovechamien-
to en ese sentido.
• Muchos jóvenes abandonan la escuela debido a presiones so-
ciales. En el caso de los hombres, la necesidad de trabajar para
aportar económicamente en su familia; en el caso de las muje-
res, las presiones para que formen un matrimonio o la existen-
cia de embarazos no deseados.
• Se da mayor libertad a las mujeres que a los hombres para ex-
presarse o vestirse como quieran. Si, por ejemplo, un hombre
se pinta el cabello, es reprendido inmediatamente.
En la familia
• En el aspecto económico el principal aportador es el hombre,
ya que persiste la idea de que las mujeres sólo se deben dedicar
al cuidado de los niños y a mantener la casa limpia.
• Las mujeres son quienes más fomentan el machismo en sus
hijos.
• Frecuentemente se les dice a los varones: “No debes dejar que
una mujer te diga lo que tienes que hacer”.
• Existe un trato diferenciado hacia niños y niñas por parte de
sus padres.
161
162
de las leyes y la situación cultural por mejorar. El análisis fue realizado con
la herramienta de análisis triangular mencionada anteriormente, tanto
para identificar y ubicar los problemas o hechos, como para definir
las estrategias y acciones por realizar para mejorarlas. Enseguida se
presenta como producto la integración de los productos de las siete
regiones. Para su integración se utilizó el mismo modelo de análisis,
que incluye lo común a todo lo relacionado con los hechos obser-
vados, las estrategias propuestas para mejorarlos y las actividades
específicas sugeridas que ya están siendo puestas en acción en las
comunidades.
ESTRUCTURA CONTENIDO
– Presidente municipal. Constitución mexicana.
– Regidores. Constitución del estado de Puebla.
– Síndico. Ley del dif.
– cami. Ley de la ssa.
– dif. Ley de la Sedesol.
– cadem. Ley de la Sagarpa.
– Juzgado indígena. Ley de la sep.
– Comisión Estatal de los Derechos Humanos. Ley de Acceso a una Vida sin Violencia.
Ley de la Defensa del Menor y la Familia.
Ley de la Igualdad entre Hombres y Mujeres.
Mando de policía y buen gobierno.
Declaración de los Derechos Humanos, Derechos de la
Niñez, Derechos de las Mujeres, Derechos Indígenas.
Violencia, maltrato
e inequidad
de género
CULTURA
Todavía prevalecen en nuestras culturas costumbres, ideas, pensamientos, etc., según los cuales la mujer no
puede ir a la escuela y nada más debe estar en casa y cuidar a sus hijos. Por otra parte, las prácticas
relacionadas con la violencia y el maltrato existen en las familias, escuelas y comunidades, tanto hacia la mujer
como hacia la niñez. Las personas no toman decisiones, no saben sus derechos, no conocen las leyes, ni cómo
organizarse para mejorar y tienen muy poca autoestima.
163
estructura
1. Hay gente con cargos públicos Crear mayores oportunidades para 1. Integrar y capacitar a comités
no apta, ni preparada e ignorante. la organización y participación co- con niños, jóvenes, padres y ma-
munitaria en pro de cambios es- dres de familia, maestros y maes-
2. No hay imparcialidad en la im-
tructurales a nivel municipal, a partir tras, para fortalecer la estructura
partición de justicia.
de la integración, capacitación y or- municipal a favor de la protección
3. El Poder Ejecutivo ejerce fun- ganización de comités que incluyan de la niñez y equidad de género.
ciones judiciales y de legislación. a niños y jóvenes, padres y madres
2. Investigar si hay consejos mu-
de familia, y un comité de maes-
4. No hay espacios auténticos nicipales de salud, educación, y
tros, para fortalecer la estructura
para la participación organizada desarrollo social, y preguntar y exi-
municipal a favor de la protección
de la comunidad. Son creados a gir qué acciones se están reali-
de la niñez y equidad de género.
voluntad del municipio. zando en la comunidad.
5. Se hace mal uso de los recur- 3. Articular los comités pro dere-
sos de las autoridades locales. chos con los consejos comunita-
rios de participación social y muni-
cipal, y lograr que estos consejos
hagan suya la causa.
4. Desarrollar un plan de inciden-
cia para que los comités y conse-
jos incidan en que el presidente
municipal haga suya la causa de
aquéllos y así logren su apoyo.
5. Incidir junto con el presidente
municipal, los consejos y los co-
mités, para que cabildo, jueces y
presidentes auxiliares se capaci-
ten sobre derechos humanos,
protección del niño y equidad de
género.
6. Una vez conocida la importan-
cia de esta acción, lograr que se
inserte en el bando de policía y
buen gobierno una ley o pacto
municipal que promueva en todas
las comunidades del municipio la
creación de comités ciudadanos
—con la inclusión de niños y jóve-
nes— para la vigilancia, defensa y
protección de la niñez, la juventud
y las mujeres.
Gráfica 12. Hechos, estrategias y acciones por realizar que emergieron del análisis
triangular desde los y las jóvenes. (Continúa)
1. Falta conocer las leyes. Construir un inventario de las le- 1. Elaborar un inventario de leyes.
yes, y marcar lo que no es útil.
2. Falta saber si existe o no den- 2. Revisarlas y marcar lo que inte-
tro del bando de policía y buen resa para efectos de este trabajo.
gobierno un pacto ya establecido
3. Definir cómo utilizar estratégi-
que apoye el trabajo de los promo-
camente las partes de las leyes
tores de los derechos humanos.
para lo que se pretende.
4. Constitución y Ley Orgánica Mu-
nicipal; Ley de Acceso para las
Mujeres a una Vida Libre de Vio-
lencia; Ley General para la Igual-
dad entre Hombres y Mujeres; Ley
de Defensa del Menor y la Familia.
Desarrollo de los pueblos indígenas.
5. Investigar por parte de los y las
promotoras si existe el bando de
policía y buen gobierno.
CULTURA
Gráfica 12. Hechos, estrategias y acciones a realizar que emergieron del análisis trian-
gular desde los y las jóvenes. (Continúa)
Gráfica 12. Hechos, estrategias y acciones a realizar que emergieron del análisis trian-
gular desde los y las jóvenes. (Concluye)
166
167
En conclusión
Consideramos que la situación observada y reseñada tiene sus
causas no tanto en el contenido legal como en la aplicación prác-
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175
176
177
178
Paulo Sergio Pinheiro, unsg’s Study Report, 2006, para 93, htpp://www.
2
crin.org/docs/VAC_Summary.pdf.
3
Report of the Independent Expert for the United Nations Study on Violence Against
Children, 29 agosto 2006.
4
http://www.unhchr.ch/spanish/html/menu3/b/k2crc_sp.htm.
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180
181
13
Definición de trauma de Van der Kolk, 1989.
182
183
Objetivos y estrategias
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Enfoque ecosistémico
Una población que vive excluida de los beneficios de la sociedad
integrada17 no sólo es marginada por no contar con el capital eco-
nómico, social, humano y cultural para poder participar, sino por-
que también hay elementos importantes en la sociedad que, aunque
sea de manera inconsciente, activamente excluyen y rechazan su
participación. Lograr la inclusión social para una familia requiere
efectuar cambios positivos en los ámbitos y servicios clave para la
formación y socialización de los miembros de la misma (escuela,
trabajo, servicios legales y de salud, actividades recreativas, etc.).
Sin el apoyo de estos ámbitos y una mejor comprensión hacia la
familia es difícil mantener los cambios logrados en el individuo y
su grupo familiar y lograr el impacto necesario para cambiar una
situación de exclusión a una de inclusión y participación.
186
Enfoque de fortalezas
El enfoque y los métodos de trabajo están basados en soluciones
y en identificar las fortalezas de cada miembro de la familia y de
la familia como unidad, elevando su autoestima y promoviendo
que los integrantes sean agentes de sus propios cambios. El enfoque
requiere humildad por parte de la educadora, ya que cada avance
se tiene que atribuir a la familia. A través de comunicar las forta-
lezas que detectan en cada miembro de la familia y cambiar el
enfoque de acciones negativas para ver el lado positivo, los edu-
cadores promueven que la familia aprecie las cualidades y fortalezas
de cada quien. Por ejemplo, típicamente las mamás se quejan de
la impulsividad de sus hijos; pero se les puede ayudar a apreciar
que también son creativos, tienen sus propias ideas y son activos,
todos ellos elementos positivos.
Disciplina positiva
Se trata de un sistema de disciplina basada en desarrollar, junto
con la familia, una rutina que conviene a todos y la distribución
equitativa de tareas según edad y roles apropiados. A través de la
conversación se logra un entendimiento de que cada comporta-
miento lleva implícita una consecuencia positiva o negativa, y que
al decidir cómo comportarnos, a la vez estamos eligiendo las con-
secuencias de nuestros actos. En familia se determinan las conse-
cuencias apropiadas y educativas (de acuerdo con criterios relati-
vamente sencillos). Para las conductas no deseadas se les enseña a la
mamá y al papá cómo llamar la atención y aplicar una consecuen-
cia de forma que sea entendida y aceptada como una experiencia
de aprendizaje.
Manejo de emociones
Mediante dos herramientas clave —el termómetro de las emociones y
el plan de seguridad individual— se trabaja el reconocimiento de las
emociones; su rol y su expresión adecuada, así como técnicas
prácticas para ayudar en los momentos difíciles en que la intensi-
dad de la emoción lleva a las personas a sentirse fuera de control.
187
Desarrollado por Steve de Shazer en los años setenta en EU. Sylvia Reyes,
18
188
invite a hacer lo mismo con sus hijos. Los padres exploran con
el terapeuta las experiencias pasadas que dominan sus relaciones
presentes. Por otro lado, los niños trabajan sus experiencias trau-
máticas a través de medios creativos. Finalmente, el terapeuta guía
a todos los miembros de la familia a que juntos establezcan metas
semanales enfocadas en lograr prácticas, costumbres y hábitos que
respondan a las necesidades y derechos de todos los miembros de
la familia. Se utilizan técnicas terapéuticas individuales y grupales
que se enfocan en lograr relaciones respetuosas y asertivas entre
los miembros de la familia, para que ésta pueda funcionar como
una unidad que protege y promueve el desarrollo de todos sus
integrantes. Asimismo, se empodera a las madres y padres para
adquirir una autoridad legítima en sus familias, por medio de pro-
cesos de toma de decisiones compartidas en los cuales las niñas y
niños tienen voz. El método aprovecha muchas técnicas y herra-
mientas como son el desarrollo y compartimiento en su momento
de líneas de vida y genogramas; rituales, dibujos y juegos.
Terapia de arte 19
Es una técnica terapéutica que proporciona un ambiente seguro,
en donde las personas cuyas experiencias traumáticas están ence-
rradas en su memoria visual sin palabras pueden recuperar sus
recuerdos y procesarlos adecuadamente.
Educación psicosocial
Se enseña a la familia, mediante el uso de películas y otras herra-
mientas visuales, las consecuencias neuropsicobiosociales del
trauma, con el propósito de ayudarlas a entender qué les está pa-
sando en momentos de alto estrés. Esta información les ayuda a
manejar sus impulsos y a asumir la responsabilidad por sus con-
ductas, así como a cambiarlas.
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publicaciones como la serie del iyf sobre What Workes: the Juconi Model y una pu-
blicación del csc (UK Consortium for Street Children).
192
Resultados generales
El desarrollo de este trabajo en Juconi México ha sido liderado por Jorge
23
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Resultados específicos
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Viabilidad financiera
197
Lecciones aprendidas
198
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Apuntes organizativos
Mecánica de atención
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Su problemática
concierne no se canaliza a otro lugar
a la asociación
Seguimiento Seguimiento
Terapia Terapia
grupal individual
Seguimiento
Alta Baja
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210
211
• Psicoanálisis
• Enfoque gestalt
• Terapia centrada en el cliente
• Juego en grupo
• Familia adivac-Muñecos Anatómicos
• Pruebas grafológicas
• Dibujo
• Otras
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Capacitación profesional
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• Red Nacional contra la Violencia hacia las Mujeres y los Hombres Jóvenes.
• Consejo de los Derechos de la Niña y el Niño.
• Red por los Derechos de la Infancia.
• Consejo del Inmujeres del Distrito Federal.
• Consejo para la Prevención y el Tratamiento de la Violencia Familiar
del Distrito Federal.
• Consejos delegacionales contra la violencia familiar (Miguel Hidalgo,
Coyoacán y Cuauhtémoc, entre otras delegaciones).
220
223
El contexto
Colonia Ajusco
El Centro Educativo por la Infancia (cei) se ubica al sur del Distrito
Federal, en la colonia Ajusco, cuya población es de 30 000 habi-
tantes. Desde allí es posible impactar en otras colonias populares
como Pedregal de Santo Domingo, Santa Úrsula Coapa, Huaya-
milpas y Copilco el Alto, comunidades surgidas a partir de la inva-
sión de predios durante los años setenta. En la zona subsisten
problemáticas asociadas con los procesos de invasión y fracciona-
miento ilegal de terrenos que durante mucho tiempo tuvieron el
carácter de ejidales. Este régimen de tenencia de la tierra generó
conflictos legales que fueron uno de los factores para que la dotación
de servicios urbanos y la seguridad patrimonial produjeran grandes
rezagos en la calidad de vida de las familias, carencias que todavía
persisten, pese a lo cual el área sigue siendo un punto de atracción
de familias migrantes y de bajos recursos, que provienen de diver-
sos estados de la República. El patrón habitacional de la colonia
Ajusco —al igual que el de las otras comunidades referidas— da
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225
Colonia Morelos
Ubicada en parte de la colonia Morelos y del barrio de Tepito, se
trata de una de las comunidades más antiguas y céntricas de la ciu-
dad de México. En esta colonia urbano-popular se entrecruzan di-
versas problemáticas. El 87% de sus 29 000 habitantes ha nacido en
la misma colonia; 75% se dedica al comercio; 45% de la pea recibe
hasta dos salarios mínimos y sólo 2.7% recibe más de cinco. El
40% de la población trabaja más de 40 horas semanales. Su diná-
mica psicosocial se caracteriza por la marginación urbana y se agra-
va debido a un alto nivel de tolerancia hacia el consumo de sustan-
cias adictivas, la violencia generalizada, la delincuencia organizada
y el narcomenudeo. La zona es una de las fuentes principales de la
ciudad en lo referente a la distribución de drogas y compraventa
de artículos robados, lo que ha redundado en un ambiente de inse-
guridad tanto para los residentes como para la población flotante.
El entrecruzamiento de problemáticas se orienta hacia el uso con-
flictivo de los espacios públicos: venta de productos de contraban-
do en mercados informales o ambulantes; prostitución; farmaco-
dependencia en espacios públicos; un uso simbólico y efectivo de
la violencia en áreas públicas y privadas como característica direc-
triz de las relaciones sociales, y un contexto gregario de resistencia
y confrontación con la autoridad pública, que genera mecanismos
de apatía hacia la participación en proyectos y espacios de desarro-
llo impulsados desde ámbitos gubernamentales. Existe una amplia
frecuencia de violencia familiar y maltrato infantil. Es alta la inci-
dencia de casos de trabajo y explotación infantil; hay gran número
de familias trabajadoras en contexto de calle que poseen pocas o
nulas oportunidades de empleo en el mercado formal y se ocupan
en actividades económicas que no generan el desarrollo personal,
y pocos núcleos familiares tienen capacidad y hábitos de ahorro.
Delegación Xochimilco
Conocida zona turística, su centro histórico y la zona de canales
son consideradas por la unesco patrimonio de la humanidad. A dife-
rencia de otras otras zonas de intervención, cuenta con gran ri-
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Las problemáticas
Nivel comunitario
• Alta movilidad de personas debido a las actividades comercia-
les (Morelos y Ajusco) y turísticas (Xochimilco).
• Elevados índices de delincuencia e inseguridad, sobre todo en
Morelos.
227
Nivel familiar
• Ejercicio de violencia hacia mujeres e infancia.
• Consumo de drogas ilícitas y de alcohol.
• Desempleo y subempleo, lo que ocasiona bajos niveles de in-
greso.
• Capital educativo y cultural de nivel bajo.
Nivel individual
• Participación en actividades laborales en la calle.
• Bajos niveles de aprovechamiento y riesgo de deserción escolar.
• Objeto de violencia en sus contextos de trabajo y núcleos fa-
miliares.
• Problemas de desarrollo y salud que repercuten negativamente
en el aprendizaje, se asocian a mala conducta y son detectados
tardíamente y mal diagnosticados. Algunos de estos problemas
son hiperactividad, miopía, astigmatismo, dislexia y déficit de
atención.
Poblaciones atendidas
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229
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Comunicación social
Es responsable de diseñar y operar las estrategias de comunica-
ción y difusión del trabajo institucional ante distintos actores.
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Procuración de recursos
Este programa forma parte de la estructura institucional estable-
cida en la planeación estratégica 2004-2009 y tiene como tarea
asegurar la viabilidad patrimonial de la institución, para lo cual
tiene cuatro líneas de trabajo: 1) gestión de recursos económicos
en fundaciones nacionales e internacionales; 2) gestión de recur-
sos económicos en empresas; 3) gestión de recursos económicos
en personas físicas, y 4) gestión de donativos en especie. En for-
ma paralela se está trabajando en el diseño y aplicación de nuevas
alternativas para la obtención de fondos, como rifas y/o eventos
de procuración de recursos.
Desarrollo institucional
Se encarga de:
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El objeto social
• Proporcionar al niño callejero los satisfactores necesarios (ali-
mentación, salud, vivienda, vestido, afecto, recreación, etc.), para
su desarrollo adecuado, mediante un proceso educativo y una
metodología que den respuesta a su problemática específica.
• Crear centros de atención —terapéuticos, viviendas, de investi-
gación— que impliquen alternativas para el niño callejero, apo-
yando y motivando su consolidación y funcionamiento.
• Revincular al menor callejero con su familia natural, aplicando
programas específicos para cada situación y de desarrollo co-
munitario.
• Realizar estudios, investigaciones, reportajes y documentales,
así como una adecuada relación con centros e instituciones, de
manera que se permita crear programas de prevención y recu-
peración o rehabilitación.
• Asumir las necesidades de apoyo y asesoría legal, así como la
promoción de documentos que permitan al menor una ade-
cuada participación social.
• Establecer un lugar al que puedan acudir los menores en busca
de seguridad, apoyo y cuidados básicos, y los adultos sólo en
función de los objetivos anteriores.
El modelo de atención
Nuestra propuesta de atención comunitaria busca fortalecer me-
todológicamente a alguna organización local interesada en la aten-
ción de problemas vinculados con el arraigo y riesgo callejero en
235
236
El trabajo con los niños en arraigo callejero y con aquellos en riesgo de callejeri-
zación busca, a través del acercamiento y la vinculación en calle, invi-
tarles a un espacio alternativo dentro del cual pueda facilitarse su
restablecimiento y estabilización. Nuestro Modelo de atención comunita-
ria para la atención a la infancia y juventud callejera y en riesgos asociados a la
calle, dirige sus acciones a crear retenes familiares y comunitarios,
minimizando los detonantes que existen en su seno y abrir las opor-
tunidades para que los niños permanezcan en (o retornen a) un es-
quema de vida comunitaria.
Fases de atención
1. Vinculación y confianza
2. Desarrollo de habilidades
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3. Plan individual
4. Canalización y revinculación
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Programa de género
Opera en las tres comunidades de intervención y hacia las pobla-
ciones-objetivo. Sus tareas se cumplen a través de los siguientes
servicios: talleres de masculinidad desde una perspectiva reflexiva
y transformadora de la identidad de los hombres, y talleres para
mujeres y madres de familia en temas sobre derechos de la mujer,
atención y prevención de la violencia familiar y autoestima, entre
otros. Desde este programa también se abordan temas como sa-
lud sexual y reproductiva, prevención de vih sida, apoyo al trabajo
que se realiza con escuelas públicas, y apoyo psicoterapéutico a
niños, niñas, madres y padres de familia.
Programa de familias
Mantiene un seguimiento pormenorizado de las familias partici-
pantes, para detectar las principales características de riesgo, pre-
sentar alternativas específicas para cada una y dar cuenta de los
impactos generados en este núcleo social. Servicios: contención y
escucha, detección y canalización de violencia familiar. Opera en
las tres comunidades de intervención, y en el caso de Xochimilco
tiene como principales beneficiarios a comerciantes cuyos hijos e
hijas participan en las actividades planificadas por las educadoras.
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240
241
242
Zona Observatorio
La primera intervención se realizó en la zona de Observatorio (1994
a 1998), con la parroquia San Felipe de Jesús desempeñando el rol
de contraparte. Como resultado de esa iniciativa se desarrolló una
experiencia de trabajo interinstitucional entre la organización y la
citada parroquia, cuyo principal cometido fue construir una pro-
puesta comunitaria que, a largo plazo, favoreciera a la infancia calle-
jera y en riesgo de serlo en el mencionado entorno. Ambas institu-
ciones fundaron el Club de Calle y trabajaron de manera conjunta
en el diseño y la aplicación de programas educativo-laborales, de
salud, nutrición, formación de líderes y derechos humanos, dirigi-
dos a menores que viven en la calle o en riesgo de vivir en ella, y sus
familias. En 1997, Ednica estimó que se habían logrado las condi-
ciones suficientes (programas consolidados y una base institucional,
material y financiera para sostenerlos) para poder retirarse de la
zona de Observatorio e iniciar la instrumentación del Modelo de in-
tervención comunitaria en otra zona de la ciudad de México. A partir
de ese año, San Felipe de Jesús se constituyó bajo la figura legal de
“institución de asistencia privada”, con lo cual adquirió un carácter
autónomo, definió sus rutas metodológicas y abarcó no sólo a la
población callejera, sino a un grupo más amplio de la comunidad,
modificando la relación con la asociación y limitándola a aspectos
muy puntuales como asesorías, elaboración conjunta de diversas
propuestas de política pública, legislación, publicaciones, etcétera.
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246
2007 774
2006 1128
2005 1017
2004 698
Total 3 617
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Problemas
• Inestabilidad en las fuentes de recursos.
• Necesidad de fortalecer los postulados metodológicos y
operativos.
• Necesidad de equipar con mejores y mayores insumos los
programas operativos y de apoyo.
• No se cuenta con un medio de transporte para la moviliza-
ción de niños y niñas que participan en nuestro programa.
• El fenómeno de la infancia en situación de calle se ha com-
plejizado.
• Las políticas públicas para abordar el fenómeno de la infan-
cia en situación de calle requieren ser complementadas.
Fortalezas
• Un equipo comprometido con la labor de la institución.
• Un modelo metodológico sistematizado.
• Tres inmuebles propios, en los que se asientan los centros
comunitarios para atención a infancia en situación de calle.
• Un prestigio de casi 20 años de trabajo continuo.
• Equipamiento suficiente.
• Arraigo comunitario en dos zonas de la ciudad —colonias
Morelos y Ajusco— y generación de un proceso de identi-
dad en una tercera zona (Xochimilco).
• Capacidad institucional para monitorear las políticas públi-
cas en materia de infancia y derechos humanos.
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Mejor Investigación
Mejores Prácticas
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