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Nicole Cortés, historiadora de la Universidad de Tarapacá

“Los cultores ponemos un sentimiento y rigurosidad mayor


detrás de cada investigación”
 Involucrar a cultores –personas, validadas por su comunidad, que mantienen expresiones
tradicionales– no como simples informantes, sino que miembros activos de equipos
multidisciplinarios de investigación es una de las formas de hacer Ciencia de la Universidad de
Tarapacá (UTA). A continuación, presentamos a Nicole Cortés, bailarina de los “Morenos Indúes”,
historiadora, quien ha realizado destacados estudios sobre bailes religiosos del norte de Chile,
participando en seminarios y en proyectos Fondecyt UTA.

La primera vez que la iquiqueña Nicole Cortés Aliaga (28) escuchó el sonido del bombo, los
platillos, bronces y matracas que caracterizan la festividad de La Tirana, tenía apenas un año de vida.
Y es que la actual historiadora del Programa de Investigaciones Patrimoniales de la Universidad de
Tarapacá, posee un legado familiar vinculado a la “Sociedad Religiosa Morenos Indúes”, agrupación
fundada en 1953.

En su adolescencia como trompetista de la banda de bronces del baile y actualmente como bailarina,
la profesional ha participado de las actividades tiraneñas familiares desde siempre. Su experiencia
como cultora la llevó también a dirigir sus estudios sobre bailes religiosos y su musicalización. Así,
Nicole se ha desempeñado como tesista e investigadora en diferentes proyectos, enfocándose en
las agrupaciones musicales que participan en fiestas patronales, de las Cruces, Las Peñas, La Tirana,
entre otras celebraciones.

Hoy en día, además, está realizando una investigación sobre la inserción de las mujeres en las
bandas de bronce, siendo ella misma un ejemplo, pues sus inicios en los “Morenos Indúes” fue como
trompetista. En ese sentido, la historiadora considera de gran relevancia la investigación
desarrollada desde quienes forman parte de una expresión cultural, porque “nunca va a ser lo
mismo mirar La Tirana desde dentro, que ser un investigador que mira desde afuera”, dijo en
entrevista.

¿Qué significa para ti La Tirana?

–Para mí es un lugar de encuentro. De encuentro con la familia, porque no siempre nos reunimos
durante el año, pero La Tirana es el lugar donde siempre compartimos; de encuentro con los demás
socios e hijos de los socios del baile, con quien uno estrecha lazos de amistad; de encuentros
amorosos, porque todos cuentan sus historias de ese tipo y sobre todo de encuentro con la Fe. La
Tirana es el lugar donde vas buscando el consuelo de la Madre, la Virgen María. Vas a darle gracias
por el año, vas a pedirle por algo o por alguien. Entonces es también un encuentro con ella, donde
tú también, a través del canto y la danza, le estás rindiendo homenaje.

–¿Cómo conjugas el ámbito científico de tu profesión como historiadora con tu religiosidad?

Es complejo porque la Ciencia te dice que no has de creer lo que no puedas ver. En cambio, la Fe se
trata de todo lo contrario: creer en lo que no ves. Creer en la Virgen, creer en esa imagen que, al
tocar y mirar, te hace sentir en paz. Es bien complejo, porque dentro se contradice la cabeza con el
corazón. Entonces, finalmente lo conjugo de acuerdo con el rol en el cual me encuentre en ese
momento. Cuando estoy en el rol de investigadora, debo comprobar la veracidad de los sucesos; en
cambio, cuando estoy revestida de mi traje de La Tirana, creo en mi Fe (…).

–¿Cómo comenzaste a investigar sobre los bailes religiosos?

Hice mi tesis de grado de Licenciatura de Historia en la UTA sobre La Tirana, específicamente sobre
mi banda y sobre lo que significaba hacer música en esta festividad. El profesor Alberto Díaz me
motivó a investigar sobre algo que yo conocía. Además, hice un pequeño libro sobre los “Morenos
Indúes”. Después de eso, comencé a colaborar en el Departamento de Ciencias Históricas y
Geográficas de la UTA como investigadora, siempre ligada a los bailes religiosos.

–¿Qué importancia le das a que la investigación sea desarrollada por cultores?

Gran relevancia. Los cultores ponemos un sentimiento y rigurosidad mayor detrás de cada
investigación. Nunca va a ser lo mismo mirar La Tirana desde dentro, que ser un investigador que
mira desde afuera. Cuando yo investigo sobre bailes religiosos o bandas, tengo el afecto, porque
soy parte activa de este mundo y quiero que esta información sea lo más completa posible. Además,
es una forma de retribuir a todas las personas que te dieron a conocer parte de su historia de vida,
su forma de vivir la Fe, sus conocimientos sobre nuestras tradiciones.

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