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Narra la historia de un aviador que quiso dedicarse a hacer dibujos, pero la imaginación de las

personas mayores no era igual a la suya y por ese motivo nadie entendía sus dibujos y decidió
dejar el arte.

En el trayecto de uno de sus viajes tuvo una avería en su nave ya siendo piloto, y descendió en el
Sahara donde después de despertar se encontró con un hombrecito muy pequeño el cual decía
llamarse principito.

Pues el llamado principito pidió a nuestro piloto hacer un dibujo de un cordero, sin imaginar que
ningunos de sus dibujos le gustaría, y de tanto intentar se cansó y decidió dibujar una caja y le
dijo que su cordero estaba ahí dentro, el principito sonrió y se puso muy feliz.

Mientras quien narra la historia intentaba solucionar la avería de su nave el principito le platicaba
acerca de dónde venía y que le gustaba, le encantaban las puestas del sol tanto que incluso una
vez en su pequeño planeta vio 43 de ellos.

El piloto suponía que estaba muy triste y él se quedó sin palabras, al rato pregunto por qué las
Flores tenían espinas y el piloto un poco desconcentrado respondió lo primero que le llego a la
mente y el principito un poco molesto por la respuesta dijo que no le daba la importancia
necesaria al caso y explico que si habláramos de una especie única en millones y solo haya una en
tu planeta y por razones de su cordero seria extinta no sería importante, se puso a echar lágrimas
y el piloto lo consoló diciendo que dibujaría un bozal para su cordero y una armadura para esa
flor que él amaba tanto.

En el transcurso del viaje del principito hacia la tierra paso por un primer planeta donde se
encontró con un rey que al verlo llegar a lo lejos dijo por fin un súbdito y empezaron a charlar y el
rey decía que le pertenecía todo y que sus deseos eran ordenes, pero entre toda la habladuría
dijo que sus órdenes se basaban en la razón, entonces el principito le aconsejo que le ordenara
que partiera un minuto antes entonces el rey se quedó en silencio y al rato dijo:

- ¡Te nombro mi embajador! – con voz de toda autoridad y nuestro principito se marchó.

 Las personas mayores son muy extrañas se decía durante su viaje.

En el segundo planeta se encontró con un Vanidoso, quien le aconsejo que aplaudiera y el


vanidoso con su sombrero saludaba modestamente, decía que todos los que iban tenían que
admirarlo y el principito llego a la conclusión de que las personas mayores definitivamente eran
muy raras.

En el siguiente planeta se encontró con un bebedor quien se la pasaba todo el tiempo en el


mismo plan, observo su planeta y estaba repleto de botellas vacías y otras llenas y le pregunto
por qué tomas y el respondió, para olvidar la vergüenza sintió tristeza el principito y realmente
estaba convencido que las personas mayores eran algo raro.

En el cuarto planeta se encontró con un hombre de negocios quien se la pasaba haciendo


cuentas, y el principito empezaba a desconcentrarlo y le pregunto qué es lo que cuentas con
tanto afán.

-Las estrellas dijo el señor de negocios

-Son tuyas dijo el principito

-Si
-Pues como pueden ser tuyas si cuando yo tengo una flor yo puedo llevármela a cualquier sitio,
pero tú no puedes llevarte las estrellas a ningún lugar…pregunto

Pero el hombre de negocios no supo que responder, así que el principito se fue de ese planeta.

Después llego donde había un hombre encargado de prender un farol todas las noches y apagarlo
todas las mañanas, este le pareció diferente a los demás ya que cumplía fielmente su trabajo,
entonces el principito recordó que para ver las puestas de sol tenía que mover su asiento,
entonces el principito le dijo:

-Yo tengo la solución para que descanses cuando quieras.

-yo quiero descansar siempre -dijo el farolero.

El principito prosiguió:

Tu planeta es muy pequeño así que puedes darle la vuelta en tres pasos, y cuando quieras
descansar solo tienes que caminar.

-Pero a mí me gusta dormir respondió

-Esa no es una ventaja.

Mientras continuaba su viaje se iba diciendo que el farolero era menos ridículo que los anteriores
que había visitado y lo que no podía confesar era que quería hacerse amigo del farolero, pero no
podía porque su planeta era muy pequeño.

El sexto planeta era diez veces más grande donde se encontraba un geógrafo, quien al ver al
principito dijo, un explorador.

El principito hecho un vistazo alrededor y vio que era un planeta hermoso, le pregunto acerca de
cuál era su trabajo y entonces el sabio le dijo que era grabar en los libros acerca de los lugares
que fueron explorados, pero solo si el explorador daba veracidad plena.

Entonces el principito le hablo acerca de su planeta que había 3 volcanes (dos activos y uno no) y
que también tenía una rosa y el geólogo le explico que solo escribía acerca de cosas que no eran
efímeras por lo tanto las flores no entraban en sus planes.

Nuestro personaje pregunto que era efímero, algo que esta con amenaza de pronta desaparición
y entonces pensó en su rosa y se puso muy triste y le pregunto qué planeta le recomendaba y
respondiéndole dijo la tierra por que tenía muy buena reputación.

El próximo planeta por consiguiente fue la tierra, esté planeta tenía varios reyes, demasiados
vanidosos, muchos bebedores, incontables hombres de negocios y como en esos tiempos no
había aun la luz eléctrica, tenía que haber un batallón de faroleros y la iluminación por las noches
debía ser majestuosa, un trabajo muy exigente excepto los del polo norte y del surque trabajaban
solo dos veces al año.

Siguiendo nuestra travesía cayo al desierto donde se encontró con una serpiente a quien le
pregunto dónde estaba toda la gente, en un principio pensó que se había equivocado de planeta
y entonces la serpiente le dijo que no vivía nadie en el desierto y prosiguió diciendo que era más
poderoso que el dedo de un rey e incluso podía hacerlo viajar hasta la tierra de donde salió, pero
como el principito era puro era una excepción.
Cuando atravesaba el desierto encontró solo una flor de tres pétalos a quien pregunto dónde
están los hombres, ella dijo que hace años vio pasar una caravana y dijo que era muy difícil
encontrarlos porque les faltaba raíces y eso era lo que les molestaba.

Encontró una montaña muy alta a la cual escalo y escucho que todo lo que decía se oía con eco
entonces el principito dijo que los humanos no tenían imaginación porque solo sabían repetir lo
que él decía e incluso su rosa era mejor porque, era la primera en hablar.

Llego a un camino cubierto de rosas en el cual se sintió decepcionado porque su rosa le había
dicho que era única en su especie en todo el universo, pregunto quiénes son ustedes las rosas
respondieron, se hecho y se puso a llorar.

Apareció el Zorro ¡buenos días dijo! quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la
esencia de las relaciones humanas, le explica al principito que su rosa es única y especial
porque es la que él ama.
“Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos. Y no
te necesito. Tampoco tú tienes necesidad de mí. No soy para ti más que un zorro entre otros
cien mil zorros semejantes. Pero si me domésticas, entonces tendremos necesidad el uno del
otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo…”

El Principito establece una relación con el guardavías y aplica lo aprendido por el zorro, ir marcando
objetivos de la vida.
Llegó a una conclusión de que sólo los niños saben hacia donde van.

Después se encuentra con un comerciante de pastillas que quitaban el deseo de beber, con lo que se
ganaban cincuenta y tres minutos.
Esto hace referencia a los tiempos acelerados del mundo actual.

Este capítulo es muy especial ya que, en este, por primera vez, el piloto entendió rápidamente lo que
le quería decir el Principito. Esto le causó especial felicidad al Principito.

El Principito y el piloto, después de haber encontrado un pozo, se dispusieron a obtener de éste agua
para beber. Después los dos amigos reflexionan todo lo aprendido.

Al fin llegó el momento triste despedida y partida del Principito. Esta despedida hace referencia al fin
de la niñez, y el paso a la adultez.
Un detalle fundamental que nos permite afirmar esto es cuando el Principito le dice al piloto que
“pareceré muerto, pero no será cierto”, sólo se iría muy lejos.

En este último capítulo se muestra el desenlace psicológico que sufrió el piloto, que finalmente
termina pensando como el Principito. Cada vez que el piloto miraba hacia las estrellas veía a estas
reírse cual estaba reflejado a través de la risa del Principito.
Con esto, Saint-Exupéry nos quiere decir que es perfectamente posible rescatar dentro de cada uno
de nosotros el alma de niño que alguna vez habitó nuestro cuerpo, la cual fue cubierta por la adultez.

Lo aprendido: Que los mejores maestros son los niños porque ellos siempre obedecen al corazón y
siempre saben a dónde van, aunque no lo digan.

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