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Humedales de la Puna: principales proveedores de servicios ecosistémicos de


la región

Chapter · November 2018

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4 authors:

Andrea E. Izquierdo Carlos Javier Navarro


National University of Tucuman National University of Tucuman
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Roxana Aragón Elvira Casagranda


National University of Tucuman National University of Tucuman
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Biodiversity, functioning, and ecosystem services provision in crops of the semiarid Chaco View project

Sistemas socio-ecológicos altoandinos, conflictos y toma de decisiones: modelado espacial para la optimización territorial de biodiversidad, servicios ecosistémicos,
minería, turismo y ganadería en contexto de cambio climático View project

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96 Serie Conservación de la Naturaleza 24: La Puna argentina: naturaleza y cultura (2018)

05 ä Humedales de la Puna: principales


proveedores de servicios ecosistémicos
de la región
Izquierdo, Andrea E.; Roxana Aragón; Carlos J. Navarro;
Elvira Casagranda
Instituto de Ecología Regional (IER, CONICET–UNT), CC34, (4107) Yerba Buena, Tucumán, Argentina.
aeizquierdo@gmail.com

ä Resumen — Los humedales son unidades claves en el funcionamiento ecosistémico de


la Puna, en la cual el agua es un recurso limitante. Entre los principales tipos de humedales
que se encuentran en la región se destacan los ríos, lagos, lagunas, salares y vegas. Estos
ecosistemas tienen un alto valor de conservación porque son los principales proveedores de
servicios ecosistémicos: representan la mayor proporción de productividad primaria, soportan
la mayor parte de biodiversidad y son los principales reguladores hídricos de la región. Históri-
camente han sido afectados por el uso ganadero y actualmente están expuestos a dos tipos
de posibles amenazas que incidirían principalmente sobre la hidrología: el cambio climático y
usos del territorio de creciente desarrollo, tales como la minería y el turismo. En el presente
capítulo resumimos las principales características de los distintos tipos de humedales de la
Puna, describimos su importancia como proveedores de servicios ecosistémicos y discutimos
su relación con las principales presiones antrópicas a las que se ven actualmente expuestos.
Destacamos la necesidad y urgencia de diseñar y promover estrategias de conservación de
humedales de la Puna considerando las potenciales amenazas derivadas del cambio climático
y el uso del territorio.
Palabras clave: Hidrología, uso del suelo, altamontaña.

ä Abstract — Wetlands are key units in the Punean ecosystem functioning where water
is a limiting resource. The main types of wetlands in the region are: rivers, lakes, lagoons,
salts, and vegas or peatbogs. These ecosystems have a high conservation value because they
are the main suppliers of ecosystem services. They contribute to a significant proportion of
primary productivity, maintain vertebrate populations and biodiversity, and regulate hydrologi-
cal resources. Historically, they have been affected by grazing and presently are exposed to
two types of potential threats, which would mainly affect hydrology: climate change and in-
creasing land use development, such as mining and tourism. Here we summarize the main
characteristics of the different types of wetlands in the Puna, describe their importance as
ecosystem service providers and discuss the main anthropogenic pressures to which they
are currently exposed. We highlight the need and urgency to design and promote strategies
for the conservation of the Punean wetlands, considering the potential threats arising from
climate change and land use.
Keywords: Hydrology, land use, high mountain.

DEFINICIÓN Y TERMINOLOGÍAS. TIPOS al., 2015). Especialmente estratégicos son


DE HUMEDALES Y CARACTERIZACIÓN los humedales de zonas áridas y semiári-
DE LOS HUMEDALES PRESENTES EN das como la Puna donde las precipitacio-
LA PUNA nes anuales son exclusivamente estivales
y en promedio menores a 400 mm anuales
Los humedales son ampliamente recono- (Cabrera, 1976; Morales et al., en este volu-
cidos por su importancia en la producción de men). A su vez, los humedales altoandinos
bienes y servicios para las poblaciones hu- son especialmente sensibles en el contexto
manas y por su valor para el mantenimiento de cambio climático. Escenarios futuros pre-
de la biodiversidad (MEA, 2005; Gardner et dicen un aumento de temperatura de entre 2
A. E. Izquierdo et al.: Humedales de la Puna 97

a 4°C para ecosistemas de altura (Urrutia y agua superficial o subsuperficial causa flujos
Vuille, 2009; Morales et al., en este volumen) biogeoquímicos propios, suelos con acentua-
y un descenso en disponibilidad de agua con do hidromorfismo y una biota adaptada a di-
estaciones secas más prolongadas (Buytaert cho rango de disponibilidad de agua” (Neiff
et al., 2010). A pesar de su reconocida im- et al., 1994). Esta definición especificando
portancia y vulnerabilidad, el conocimiento aspectos estructurales y funcionales propios
básico acerca de los distintos humedales de de los humedales marca la diferencia entre
la Puna y su funcionamiento e interacciones estos y los ambientes netamente terrestres y
ecohidrológicas es aún escaso. los ambientes netamente acuáticos. Por un
Un primer paso para el estudio de los hu- lado, en los sistemas terrestres la zona satu-
medales es definir y clasificar sus distintos ti- rada se encuentra por debajo de la rizósfera
pos. En general se acepta que los humedales (i.e., 30-50 cm superiores del suelo donde se
son zonas en las que el agua es el principal encuentra la mayor parte de las raíces) y los
factor que controla el medio y la vida vegetal procesos biológicos tienen lugar en la zona
y animal asociada a ellos. Se desarrollan en aérea, mientras que en los sistemas acuáticos
lugares donde la napa freática se halla en o el agua está sobre el nivel aéreo de la biota y
cerca de la superficie de la tierra o donde el los procesos biológicos ocurren dentro de la
suelo está cubierto de agua poco profunda. A columna de agua (Brinson, 2004; Benzaquén
pesar de la amplia utilización del término, la et al., 2013). En los humedales la zona de
definición de humedal todavía no está com- saturación fluctúa entre los primeros niveles
pletamente consensuada aunque tiene im- subsuperficiales del suelo (incluyendo la ri-
portantes implicancias para los lineamientos zósfera) y los primeros niveles por sobre la
en manejo y conservación de estos sistemas superficie del suelo; los procesos biológicos
(Neiff, 2001). están adaptados a esta fluctuación en la dis-
La definición más difundida suele ser la ponibilidad de agua (Brinson, 2004; Benza-
de la Convención de Ramsar, tratado inter- quén et al., 2013). Estrictamente bajo esta
gubernamental que ofrece el marco para la definición los lagos y lagunas profundos y
conservación y el uso racional de los hume- los ríos permanentes cuya columna de agua
dales y sus recursos del cual Argentina es mantenga niveles altos y constantes de flujo
miembro. Esta definición emplea un criterio no serían humedales; pero sí podría incluirse
amplio y enumerativo definiendo a los hu- como humedal al ecosistema ribereño suje-
medales como “las extensiones de marismas, to a periódicas inundaciones por aumentos
pantanos y turberas, o superficies cubiertas del caudal del sistema acuático (i.e., hume-
de agua, sean éstas de régimen natural o ar- dal marginal fluvial en el caso de los ríos
tificial, permanentes o temporales, estanca- y humedal marginal palustre en el caso de
das o corrientes, dulces, salobres o saladas, riberas de lagos y lagunas profundas). Un
incluidas las extensiones de agua marina caso particular son las vegas o bofedales
cuya profundidad en marea baja no exceda que si bien cumplen con los rasgos de todo
de seis metros”. Con esta amplia definición, humedal (i.e., presencia de agua temporaria
la Convención de Ramsar abarca todos los o permanente, biota adaptada y ciclos bio-
lagos y ríos, pantanos y marismas, pastizales geoquímicos propios) la causalidad del eco-
húmedos, turberas, oasis, estuarios, deltas sistema podría discutirse considerando más
y bajos de marea, manglares y otras zonas bien que hay un ciclo de retroalimentación
costeras, arrecifes coralinos, y sitios artifi- entre los componentes que crean y mantie-
ciales como estanques piscícolas, arrozales, nen el sistema (E. Jobaggy, com. pers.). Si
reservorios y salinas. bien las vegas se originan por afloramientos
Otras definiciones más específicas se ba- del acuífero freático, ésta se mantiene cerca
san en características propias de los humeda- o en superficie debido a que la vegetación
les y los definen como “ambientes en los cua- característica de vega promueve la acumu-
les la presencia temporaria o permanente de lación de materia orgánica y modifica la
98 Serie Conservación de la Naturaleza 24: La Puna argentina: naturaleza y cultura (2018)

hidrología del lugar con su capacidad de tienen muy escaso caudal durante el resto
retención y regulación del flujo del agua. Si del año.
la vegetación no mantuviera el agua bajo su En toda la región, así como en otras áreas
cubierta, ésta podría circular y formar otro áridas de montaña, las zonas con vegetación
tipo de humedal o sistema netamente acuá- de estos “desiertos de sombra de lluvia” es-
tico, como arroyos o ríos, típicamente menos tán fuertemente influenciadas por las en-
extendidos espacialmente que la vega. tradas de agua laterales suministradas por
A fin de contemplar la mayor cantidad de ríos o acuíferos abastecidos por los frentes
tipos de humedales como principales provee- de montaña (Contreras et al., 2011). En el
dores de recursos hídricos de la Puna, este caso de la Puna, la típica aridez de la región
trabajo se basa en la definición amplia de genera un entorno de cuencas hidrográficas
Ramsar, pero diferencia las características cerradas con desagües en depresiones su-
funcionales y estructurales de cada tipo de perficiales o lagunas presentes en el sector
humedal descripto y su sistema acuático aso- norte, o salares en el sur de la región. Las
ciado. Así, en este contexto, se incluyen ríos cuencas de la Puna se caracterizan por su
(permanentes y transitorios), lagos y lagu- endorreísmo con ríos, arroyos y pequeños
nas someros (y márgenes palustres de lagos cursos de agua que terminan en lagunas o
y lagunas profundas), vegas (i.e., turberas salares o se infiltran (SRHN, 2002).
altoandinas) y salares.
En general, las particularidades de la D I S T R I B U C I Ó N Y PAT R O N E S
Puna condicionan a estos recursos hídricos E S PA C I A L E S D E D I F E R E N T E S
principalmente debido al control orográfico HUMEDALES DE LA PUNA
de las precipitaciones. Los cordones monta-
ñosos de orientación norte-sur actúan como Las condiciones ambientales arriba des-
barrera a los vientos húmedos del océano At- criptas de la Puna son similares a las de
lántico haciendo disminuir progresivamente otras regiones áridas de altura del planeta
las precipitaciones estivales de norte a sur y donde se desarrollan ecosistemas parecidos.
de este a oeste. Los valores promedio varían En América del Sur esta meseta de altura se
desde 50 mm/año en la zona árida (Salta- presenta además en Chile, Bolivia y el sur
Catamarca) hasta 350 mm/año en la zona de Perú; en Asia condiciones similares se
más húmeda (Puna jujeña) (Paoli, 2003). Los encuentran en la meseta tibetana y la cordi-
meses de invierno son por lo general secos, llera de Pamir.
pero ocasionalmente se presentan nevadas A pesar de la reconocida importancia
que se originan por la llegada de aire frío ecológica y económica de los humedales,
proveniente del Pacífico (Ruthsatz, 2012). A los relevamientos para conocer sus patrones
su vez, estos cordones montañosos delimitan espaciales básicos son pocos y muchas veces
una depresión de altura entre ellos forman- incompletos (Finlayson y Davidson, 1999).
do valles de poco drenaje, los cuales tienen, La base de datos más global de humedales
en su mayoría, un salar en su parte más baja es la Global Lakes and Wetlands Database
(Hongn et al., en este volumen). Las escasas (GLWD) que reporta para las ecorregiones
precipitaciones combinadas a otras variables de Puna y Altos Andes de Argentina 16.880
climáticas extremas, tales como la alta eva- ha (0,8% del área total de ecorregiones) de
potranspiración asociada al viento y la alta humedales incluyendo lagos, lagunas, re-
radiación, resultan en un balance hídrico re- servorios y salares (Lehner y Doll, 2004).
gional negativo todo el año. Durante las llu- Nuestro equipo de trabajo desarrolla sus in-
vias de verano se ocasionan escurrimientos vestigaciones en un área de 14.300.000 ha
torrentosos de agua superficial que elevan de la Puna argentina que se delimita al norte
el caudal de los ríos permanentes presentes y oeste por los límites internacionales con
en la región y originan otros cauces transi- Bolivia y Chile respectivamente; al este por
torios que no presentan agua superficial y/o la cota altitudinal de los 3200 msnm; y al
A. E. Izquierdo et al.: Humedales de la Puna 99

Figura 1. Humedales de la Puna: ríos principales, lagos, salares y vegas.


100 Serie Conservación de la Naturaleza 24: La Puna argentina: naturaleza y cultura (2018)

CARACTERES ESTRUCTURALES Y
sur por los límites de la Reserva de Biosfera
FUNCIONALES DE LOS DISTINTOS
San Guillermo en la provincia de San Juan
TIPOS DE HUMEDALES DE LA PUNA
(Izquierdo et al., 2015b). Nuestros estudios
reportan 866.580 ha de humedales (6,06% En un sistema árido como la Puna, en-
del área de estudio), de los cuales 654.076 tender los flujos de agua de los humedales
ha son salares (4,6% de la superficie del área es fundamental para evaluar su funciona-
de estudio), 40.486 ha son cuerpos de agua miento actual y para predecir su variación
(0,28%), 61.123 ha son vegas salitrosas en el futuro. La gran diversidad de humeda-
(0,43%) y 110.895 ha vegas (0,78%) (Iz- les altoandinos corresponde parcialmente al
quierdo et al., 2016; Figura 1). Estas diferen- origen de los mismos. En la región se pueden
cias muestran la importancia de relevamien- encontrar ríos permanentes o estacionarios,
tos locales y técnicamente específicos para lagos y lagunas de agua dulce de origen gla-
las particularidades de cada ecorregión. ciar, hidrotermal o tectónico, salares y lagu-
Los 33 salares mapeados en el área de nas salobres en fondos de cuencas y turberas
estudio se distribuyen mayormente sobre o bofedales que se formaron por sobresatu-
cuencas endorreicas al noroeste de la región ración del suelo (Figura 2).
y varían en tamaño desde pocas hectáreas
(11 salares de entre 1 a 10 ha) hasta Ariza- R íos
ro, el mayor de la región con > 234.000 ha
Los ríos y arroyos de la región son alimen-
(Figura 1). Los lagos y las lagunas son más
tados por las escasas lluvias de verano que
numerosos (113 unidades) pero de menor
frecuentemente son torrenciales y ocasionan
extensión, variando de 1 a 10 ha (66 uni-
fenómenos aluvionales con fuertes crecidas
dades) a 11.038 ha (sistema de lagunas de
y transporte de sedimentos. Los deshielos
Pozuelos). Estos valores fluctúan considera-
estivales son importantes para algunos ríos
blemente de manera estacional e inter-anual.
como el Jachal en el extremo sur de la eco-
Las vegas son más numerosas, con la mayor
rregión, mientras que las lluvias de invierno,
cantidad en las clases de menor tamaño (1 a
generalmente en forma de nieve, no tienen
10 ha) y unas pocas vegas mayores a 1.000
efectos significativos en la dinámica fluvial
ha representan el 18% de la superficie total
intra ni interanual (Paoli, 2003).
(Figura 1).
De la superficie total de humedales al- En la Puna se distinguen dos grandes
toandinos, 321.488 ha (50,6%) se encuen- grupos de cuencas, las endorreicas y las exo-
tran bajo algún tipo de protección (Figura rreicas. Las cuencas endorreicas ocupan la
1), y entre ellas 224.753 ha lo están solo mayor superficie e incluyen a ríos y arroyos
bajo jurisdicción de áreas protegidas provin- que desembocan en lagunas y salares (Figura
ciales y 96.735 ha (el 15% de la superficie 2A), y están principalmente ubicadas en el
total) bajo categorías de protección de re- oeste de las provincias de Jujuy, Salta y Cata-
levancia internacional tales como Reservas marca. Los ríos de estas cuencas nacen en la
de Biosfera o Sitios Ramsar (Figura 1). La cordillera de los Andes, específicamente en
implementación de las diferentes áreas pro- la cordillera de San Buenaventura y en las
tegidas es heterogénea en la región (Reid vertientes occidentales de las sierras Santa
Rata et al., en este volumen). La situación de Victoria, Aguilar, Chañi y Acay. Los principa-
cada una debería ser revisada con el objetivo les lagos, lagunas y salares donde desaguan
de mejorar su eficiencia y acercarse al logro los ríos más importantes son: laguna de Po-
de sus objetivos. zuelos (río Santa Catalina y Cincel), laguna
de Vilama (cauces transitorios), laguna de
Guayatayoc-Salinas Grandes (río del Puesto,
Pastos Chicos, San Antonio de los Cobres, y
Susques o Las Burras), salar Olaroz-Cauchari
(río del Rosario), salar del Hombre Muer-
A. E. Izquierdo et al.: Humedales de la Puna 101

Figura 2. Tipos de humedales de la Puna: río Los Patos (A); salar Rincón (B); laguna El Gato
(C), vega Incahule (D).

to (río Los Patos), laguna Antofagasta (río al dirigirse hacia el este toma el nombre de
Antofagasta), salar de Antofalla (río Antofa- Jachal y llega al bañado de Zanjón donde en
lla), laguna de Carachi Pampa y salar Arizaro otras épocas llegaba a tributar al Bermejo. Es
(cauces transitorios). de régimen nival de primavera-verano. El río
Hay tres principales cuencas exorreicas. Blanco que desagua en el embalse Cuesta del
La Cuenca de río Grande de San Juan-Pil- Viento y el embalse Los Cauquenes son otros
comayo en el extremo norte de Jujuy que elementos importantes de esta cuenca.
incluye los ríos Yavi, La Quiaca, Orosmayo y
Cusi-Cusi; la Cuenca del río Abaucan que se SALARES
ubica al sureste de la provincia de Catamarca Los salares constituyen uno de los ras-
y al norte de la Rioja y está formada por ríos gos geomorfológicos más característicos y
en general temporarios con fuertes crecidas distintivos de la ecorregión puneña (Figura
en el periodo de deshielo que descienden 2B) y en su mayor parte las sales que los
hacia el valle de Chascuil y de Tinogasta o conforman provienen de la meteorización
el Bolsón de Fiambalá; y la cuenca del río de rocas volcánicas (Hongn et al., en este
Jachal que se ubica en el centro-norte de volumen). En las cuencas endorreicas de la
San Juan, oeste de La Rioja y una pequeña Puna la combinación de altas tasas de eva-
porción de Catamarca. El río Jachal nace potranspiración y escasas precipitaciones
en la cordillera, primero con el nombre de da lugar a la acumulación y deposición de
Salado discurriendo de norte a sur; luego sales, con la consecuente formación de sala-
102 Serie Conservación de la Naturaleza 24: La Puna argentina: naturaleza y cultura (2018)

res en sitios en donde antes se encontraban ha marcado un aumento en el número de


lagos o lagunas. El tamaño y la frecuencia inversores extranjeros que llegan a la Puna
de los salares aumenta hacia el sudoeste de argentina en búsqueda del “oro blanco”. La
la región a medida que el clima se hace más utilización de litio como insumo para el fun-
seco (Izquierdo et al., en prensa), en zonas cionamiento de artículos electrónicos supone
en que las precipitaciones alcanzan los mí- el reemplazo de energías convencionales por
nimos registros (50 mm/año). Los salares esta alternativa que reduce las emisiones de
reciben aportes de ríos con desagües de esca- CO2 y libera comparativamente menos con-
sa magnitud y en su centro suelen formarse, taminantes (Desselhaus y Thomas, 2001).
de manera temporal o permanente, ojos de Sin embargo, el proceso productivo de li-
agua de escasa profundidad como ocurre por tio conlleva el bombeo de salmuera natural
ejemplo en los salares de Cauchari, Pastos desde el núcleo del salar y la evaporación
Grandes y Hombre Muerto. Los salares más de agua en las pozas de evaporación solar,
grandes del mundo se encuentran ubicados donde la salmuera va aumentando su con-
en la altiplanicie sudamericana, repartida centración. Dependiendo de la concentración
entre el noroeste argentino, el suroeste de de litio en la salmuera es la cantidad de agua
Bolivia y el noreste de Chile: el salar de Ari- evaporada en el proceso productivo; algunos
zaro es el de mayor superficie de la Puna ar- estudios estiman que para concentraciones
gentina (234.000 ha) y tercero en los Andes, promedio de 600 partes por millón de litio
luego de Uyuni (Bolivia) y Atacama (Chile) en salmueras, se evaporan alrededor de 2
(Izquierdo et al., 2016). millones de litros de agua (Gallardo, 2011).
La aparición de este tipo de humedales Teniendo en cuenta las características hi-
implica el depósito y concentración de sales dráulicas del sistema y de los materiales del
con elementos químicos de interés económi- salar, estas intervenciones podrían causar
co. Principalmente se extrae de ellos salitre una disminución del nivel de base del agua
o nitrato natural, yodo, cloruro de sodio o subterránea de la cuenca produciendo un
sal común entre las explotaciones más tradi- descenso del agua dulce fuera de los bordes
cionales. Entre los elementos de mayor valor del salar, afectando potencialmente el fun-
económico se destacan el litio y el boro, los cionamiento y la biodiversidad en lagunas
cuales conforman reservas de insumos estra- y vegas asociadas (Gallardo, 2011). Aunque
tégicos para industrias en actual crecimiento actualmente sólo dos empresas explotan li-
(Izquierdo et al., 2015a; Lencina et al., en tio en salares de la región (Hombre Muerto
este volumen). y Olaroz), existen numerosos proyectos en
Especial mención merece la minería del exploración (Salar de Diablillos), factibilidad
litio que en las últimas décadas ha cobrado (Salar de Cauchari) e incluso pre-producción
particular importancia debido a su uso en (Salar de Rincón) (ver Lencina et al., en este
la fabricación de baterías para dispositivos volumen).
electrónicos y vehículos a propulsión eléc- La tendencia climática hacia una mayaor
trica, generando un fuerte crecimiento en la aridización en la región debido a los efectos
demanda de litio en los mercados internacio- del cambio global (Carilla et al., 2013; Mora-
nales. Los depósitos más importantes de este les et al., en este volumen), puede hacer ne-
metal se sitúan en lagos salinos continentales cesario evaluar la actividad minera del litio.
y en salares, encontrándose aproximadamen- Conocer la utilización que ésta hace de los
te el 80% del litio (de salmueras) total del recursos hídricos y comprender sus potencia-
mundo en el denominado Triángulo del Litio, les impactos son imprecindibles para tomar
situado entre los salares de Atacama (Chile), medidas de manejo y/o mitigación tendien-
Hombre Muerto (Argentina) y Uyuni (Boli- tes a minimizar los riesgos ambientales y la
via). Esta creciente demanda, sumada a la degradación del recurso más limitante de la
abundancia de litio en el país y al bajo costo región.
que representa su extracción de salmueras,
A. E. Izquierdo et al.: Humedales de la Puna 103

LAGOS Y LAGUNAS las precipitaciones y el balance hídrico, lo


Lagos y lagunas altoandinas son otro tipo que los hace buenos indicadores de patrones
de humedal en la región (Figura 2C). Son, regionales de estas variables (Carilla et al.,
por ejemplo, especialmente clave para man- 2013; Morales et al., 2015). Sin embargo las
tener muchas especies de aves, incluyendo características particulares de los cuerpos de
algunas amenazadas como los flamencos. agua y sus cuencas muestran diferencias en
Esto es reconocido por iniciativas como Ra- dicha relación. En particular, lagos pequeños
msar que ha declarado sitios de interés para mostraron un patrón de fluctuaciones de ta-
las aves a Laguna de los Pozuelos, Lagunas maño más consistente con las fluctuaciones
de Vilama, Laguna Brava y Lagunas Altoan- del balance hídrico regional (Carilla et al.,
dinas y Puneñas de Catamarca (Ramsar, 2013). Por el contrario, los lagos más gran-
2005). Más recientemente se ha demostrado des experimentaron una mayor variabilidad
la importancia de estos humedales para el interanual que podría estar asociado con una
mantenimiento de comunidades microbia- menor proporción de área de profundidad
nas de alto valor científico como los micro- (Caziani y Derlindati, 1999) y a la mayor
bialitos (Farias et al., 2013; Farías, en este complejidad y tamaño de las cuencas (Cari-
volumen). lla et al., 2013).
En la Puna la mayor área y cantidad de
VEGAS
lagunas se encuentra en la parte más húme-
da del noreste; otras más pequeñas y aisla- Las vegas o bofedales son probablemente
das se distribuyen en el resto de la región los humedales de mayor importancia ecoló-
(Figura 1). Alrededor de 40.486 ha de “cuer- gica de la región (Figura 2D) y a su vez los
pos de agua” han sido mapeados en la Puna, más sensibles a influencias antrópicas sobre
correspondientes al 0,28% de la superficie su funcionamiento. Se desarrollan por un
total del área de estudio (Izquierdo et al., proceso de retroalimentación positivo entre
2016), los cuales suman un perímetro total las características topográficas de la napa
de más de 2 millones de km. Esto permitiría freática y la vegetación. En áreas cóncavas
estimar aproximadamente 200 millones de donde el suelo permite que la napa aflore o
km2 de humedales marginales lacustres con- se encuentre cercana a la superficie, crece
siderando un buffer de 100 metros. una vegetación característica del tipo cespi-
Estos ecosistemas pueden separarse en tosa que actúa regulando el flujo de agua
lagunas profundas y salobres, de otras so- y formando capas de materia orgánica que
meras e hipersalinas (Caziani y Derlindati, retroalimenta positivamente el crecimiento
1999). Las primeras tienen perfiles pronun- vegetal. El sistema se comporta como una
ciados que les dan profundidad y poseen esponja, manteniendo el agua en o cerca de
abundante vegetación de macrófitas que al- la superficie e impidiendo que ésta infiltre o
bergan una diversa avifauna de patos, galla- se escurra rápidamente. De esta manera, las
retas y macáes. Las lagunas someras tienen vegas se convierten en unidades funcionales
gran desarrollo de costa, son ricas en diato- clave del ecosistema, soportando la biodiver-
meas y constituyen hábitat casi exclusivo de sidad y proveyendo servicios ecosistémicos
flamencos (Caziani y Derlindati, 1999). Los fundamentales como la regulación hídrica,
cambios en los niveles de agua por ciclos na- la productividad y el secuestro de carbono,
turales de sequía son característicos de este entre otros. Este intrincado acople de fac-
tipo de lagos y están siendo afectados por las tores hace de las vegas un sistema frágil y
tendencias de cambio climático en la región, vulnerable. Para que una vega se desarrolle
excediendo sus rangos de variabilidad natu- y se mantenga en el tiempo se requiere de
ral (Carilla et al., 2013; Morales et al., 2015, la combinación de diferentes condiciones
Morales et al., en este volumen). Lagos y la- ambientales que controlen la estabilidad de
gunas han mostrado una fuerte relación con la “napa” (Tchilinguirian y Olivera, 2012),
104 Serie Conservación de la Naturaleza 24: La Puna argentina: naturaleza y cultura (2018)

la estructura y configuración espacial hete- al., 1998). Varias de las especies de plantas
rogénea de canales o cursos insertos en una y animales que los habitan son endémicas
matriz de vegetación (Squeo et al., 2006) y (Mittermeier et al., 1998; Carilla et al., Pe-
la formación y acumulación de materia orgá- rovick et al. y Osinaga-Acosta y Martín, en
nica (Benavides-Duque, 2013). La alteración este volumen).
de estas condiciones por fuera de determina- La vegetación de los humedales puede se-
dos umbrales de resiliencia puede empujar pararse en: a) vegetación de zonas con poco
el ecosistema hacia un proceso desencade- drenaje (e.g., vegas) usualmente dominadas
nante de emisión de carbono, aceleración de por juncáceas (e.g., Distichia muscoides y
los flujos hídricos y pérdida de porosidad y Oxicloe andina, y ciperáceas (Eleocharis spp.,
capacidad de regulación hidrológica (Bena- Carex spp., Scyrpus spp.) con la caracterís-
vides-Duque, 2013). tica forma de cojín cuya función crucial en
Las principales perturbaciones a las que el funcionamiento hídrico de las vegas lleva
pueden estar sometidas las vegas están rela- a considerarlas como especies fundadoras
cionadas con el pastoreo, la minería, extrac- (Ellison et al., 2005), y b) plantas acuáticas
ción de agua, la construcción de carreteras de lagos y arroyos que incluyen Crassula ve-
sobre el humedal y el cambio climático. Las nezuelensis, Myriophyllum quitense, Potamo-
canalizaciones en la vega, ya sean para riego geton spp., Ranunculus spp. y Zannichellia.
o para evitar anegamiento de los animales Entre la flora andina endémica se pueden
que la usan, pueden llevar a la degradación encontrar especies del género Isoetes (pte-
generada por un descenso en la napa freáti- ridófito andino) que han sido consideradas
ca que incrementa la descomposición de la como especies en vías de extinción en la
materia orgánica por aireación de estratos región (Young et al., 1997) y de las cuales
naturalmente carentes de oxígeno. Este pro- se han registrado especies endémicas de las
ceso puede acelerarse por invasión de plan- lagunas de Huaca Huasi, Tucumán (A. Grau,
tas arbustivas que desarrollan sus raíces y com. pers.)
favorecen el ingreso de oxígeno y agua de En los humedales se congregan tempo-
percolación a niveles inferiores degradando ralmente varias especies de aves migratorias
lentamente el humedal y transformándolo (Caziani et al., 2001), incluyendo especies
en otro tipo de ecosistema. Una consecuen- como Fulica gigantea (gallareta) y Chloepha-
cia grave del drenaje extensivo es la subsi- ga melanoptera (guayata), ambas considera-
dencia (i.e. el descenso del terreno por la das raras y de especial atención y vulnerable
descomposición de la turba y la expulsión debido a su escasa presencia y distribución
del agua contenida y la formación de surcos restringida respectivamente (SIB, 2017). Al-
y cárcavas que genera una mayor pérdida gunos de estos humedales son refugio y si-
de agua retenida por la vega). El equilibrio tio de reproducción de flamencos endémicos
entre la ganancia/pérdida del agua y de la como el flamenco andino (Phoenicoparrus
materia orgánica es crítico, determinando si andinus) y el flamenco de James (Phoenico-
la vega avanza, permanece o retrocede en el parrus jamesi), consideradas como especies
vulnerables (BirdLife International, 2000).
tiempo (Tchilinguirian y Olivera, 2012). Por
Los humedales son también componentes
otra parte, el manejo apropiado de canali-
fundamentales del hábitat de algunos mamí-
zaciones y niveles freáticos por la población
feros de importancia económica y ecológica
local puede ayudar a mantener o aún res-
tales como la vicuña, el guanaco, la chinchi-
taurar el funcionamiento de las vegas ante
lla y algunos felinos (Cuyckens et al., 2015)
fluctuaciones climáticas adversas.
entre los cuales se destaca el emblemático
gato andino (Leopardus jacobita), uno de los
ECOLOGÍA Y BIODIVERSIDAD
felinos menos conocidos y más vulnerables
Los humedales altoandinos presentan del país (Chébez et al., 2008) e incluso con-
una alta diversidad biológica (Mittermeier et siderado como la especie más amenazada
A. E. Izquierdo et al.: Humedales de la Puna 105

del continente americano (Villalba et al., mía hídrica toman una relevancia especial
2016). dada la gran dependencia y adaptación de
La ictiofauna nativa del altiplano está re- las poblaciones al medio natural, lo cual los
presentada por Trichomycterus sp., Brycona- convierte en materia de oportunidades y de
mericus rubropictus y Jenynsia maculata (ver amenazas dependiendo de las decisiones de
Aguilera, en este volumen), cuya situación manejo que se haga de los mismos.
actual es desconocida para la región. Asimis- Las vegas en particular, aunque represen-
mo, algunas especies de anfibios endémicos tan sólo el 0,78% de la superficie total de la
no han sido bien estudiadas en los humeda- región (Izquierdo et al., 2015b, 2016) apor-
les, aunque se registra la presencia de es- tan una proporción significativa de la pro-
pecies propias de los géneros Telmatobius, ductividad primaria (Baldassini et al., 2012).
Batrachophrynus y Gastrotheca (Barrionuevo Los suelos de las áreas de vegas tienen muy
et al., en este volumen). alto contenido de materia orgánica y en
La biodiversidad microbiana también zonas con drenaje pobre suele haber altos
ha tomado relevancia en los últimos años niveles de carbonatos y cloruros de sodio,
en lagos y salares altoandinos con el des- calcio y litio como cationes predominantes.
cubrimiento de comunidades extremófilas Esta combinación de características biofísi-
(e.g., Farias et al., 2013). Estas comunida- cas convierten a las vegas en los principales
des expuestas a radiaciones y condiciones reservorios de carbono en la alta montaña
químicas extremas han llamado la atención (Limpsen et al., 2008; Benavides-Duque,
de astrobiólogos que las usan de modelos 2013). Adicionalmente, al crear una ma-
para la prospección de vida en otros planetas triz orgánica porosa en ambientes de roca,
(Cabrol et al., 2009) o para estudios sobre contribuyen a regular la velocidad del agua
el origen de la vida (Farias et al., 2013). Las y generar caudales más constantes (Tchili-
condiciones ambientales adversas para la guirian y Olivera, 2012). Es así que estos
mayoría de los sistemas vivos en los hume- sistemas clave en la región son proveedores
dales altoandinos son las que permiten el de los principales servicios de provisión por
desarrollo de estas interesantes comunidades regulación y mantenimiento.
de importante valor científico (Albarracín et Los ríos por su parte, además de la regu-
al., 2016). lación y provisión de servicios hídricos son
los principales corredores para la biodiversi-
INTRODUCCIÓN A LOS SERVICIOS dad entre vegas en una matriz árida. Lagos y
ECOSISTÉMICOS Y USO ANTRÓPICO
lagunas y salares son en general reservorios
DE HUMEDALES
de una notable biodiversidad y en particular,
hábitat de varias especies amenazadas (Ca-
En líneas generales los “servicios ecosis- ziani y Derlindati, 1999; Caziani et al., 2001;
témicos” son comúnmente definidos como Osinaga y Martín, en este volumen).
“aquellos beneficios que la naturaleza pro- Dentro de las principales amenazas re-
vee a los seres humanos” (Daily, 1997; MEA, conocidas para la región las predicciones
2003; Díaz et al., 2015). El concepto engloba de los modelos de cambio climático mues-
bienes y servicios, incluyendo aquellos que tran que el calentamiento aumenta con la
en la clasificación más difundida se cono- altitud (Beniston et al., 1997) proyectando
cen como de soporte, provisión, regulación una tendencia a la aridización en la región
y culturales (MEA, 2003). Los humedales (Urrutia y Vuillé, 2009; Morales et al., en
se encuentran entre los ecosistemas más este volumen). A este escenario se agrega el
productivos como proveedores de servicios incremento en la presión antrópica principal-
ecosistémicos y, a su vez, los más amena- mente sobre los recursos hídricos por cam-
zados por cambios de uso del suelo (MEA, bios en el uso del territorio. En la actualidad,
2005). En sistemas áridos como la Puna, los entre los principales cambios que se suman
servicios ecosistémicos asociados a la econo- a la tradicional actividad ganadera (Quiroga
106 Serie Conservación de la Naturaleza 24: La Puna argentina: naturaleza y cultura (2018)

Mendiola y Cladera, en este volumen) se in- cuentran los indicadores regionales sistema-
cluyen el incremento de la actividad minera tizados y mucho menos espacialmente ex-
(Izquierdo et al., 2015a; Lencina et al., en plícitos, pero un proxy podría ser el registro
este volumen) y el creciente desarrollo tu- de tracks en páginas especializadas. Hasta
rístico (Troncoso, en este volumen). octubre de 2016 se encontraron 193 tracks
A pesar de ser una región poco habitada en wikiloc.com (https://www.wikiloc.com/)
en relación a otras (Longhi y Krapovickas, que surcan el territorio de la Puna (Figura
en este volumen), las presiones antrópicas 3; Izquierdo et al., datos no publicados) en
son varias y están ampliamente distribuidas diferentes tipos de actividades turísticas (i.e.,
(Figura 3) con diferente asociación espacial viajes en automóvil, todo terreno, motocross
y potencial impacto sobre los distintos tipos o motociclismo) y distintos grados de difi-
de humedales (Tabla 1). En la región existen cultad (i.e., fácil, difícil, sólo expertos). En
45 localidades con 37.636 habitantes (Figu- base a criterio de experto y a partir de estos
ra 3; INDEC, 2010; Longhi y Kaprovickas, indicadores de presiones antrópicas nosotros
en este volumen). Otras 67 localidades con modelamos el impacto relativo espacial de
100.303 habitantes existen fuera del área dichas actividades. Para ello usamos paráme-
de estudio delimitada, pero se encuentran tros de intensidad, distancia y decay (Tabla
aguas abajo de la misma, por lo cual se pro- 1) para modelar una superficie de riesgo.
veen de los recursos hídricos “exportados” Una superficie de riesgo es un modelo espa-
desde la región puneña (Figura 3; INDEC cial de la relación entre elementos de riesgo
2010). La densidad de viviendas rurales, que (las presiones antrópicas en nuestro caso) y
podría considerarse un indicador indirecto elementos de conservación (los humedales)
de la presión ganadera, es mayor hacia el a través de un valor de intensidad (i.e., el
límite este y noreste de la región (Figura 3; grado de riesgo de cada presión antrópica
INDEC, 2010); mientras tanto, 38 desarro- para los elementos de conservación), la dis-
llos mineros en distintas fases de producción tancia a la que cada presión modelada actúa
se encuentran mayormente distribuidos en y el decay (i.e., la forma en que ese indica-
el centro-oeste y algunos en el extremo sur dor varía en relación a la distancia). Nuestro
(Figura 3). En el caso del turismo no se en- modelo reporta que 4,10% (35.562 ha) de

Tabla 1. Parámetros y sus valores utilizados en el modelado del impacto de los distintos usos
del suelo a través de indicadores espaciales. I: intensidad; D: distancia.
A. E. Izquierdo et al.: Humedales de la Puna 107

Figura 3. Indicadores espaciales de diferentes presiones antrópicas en la región. Localidades


por población 2010, proyectos y prospectos mineros, tracks de turismo y densidad de vivi-
endas rurales por radio censal.
108 Serie Conservación de la Naturaleza 24: La Puna argentina: naturaleza y cultura (2018)

Tabla 2. Superficies y porcentajes de áreas de distintos tipos de humedales relacionados


espacialmente con los diferentes indicadores de uso del suelo considerados.

la superficie total de humedales se encuen- decisiones políticas de manejo basadas en


tra espacialmente asociada a alguno de los información regional.
indicadores de presiones antrópicas, estando
la mayor parte de esta superficie relacionada CONCLUSIONES
a la minería (20.785 ha, 2,4%) y el turismo
Los humedales de la Puna representan
(10.639 ha, 1,23%) (Tabla 2). Por otro lado, unidades funcionales clave con alto valor
hay diferencias en la relación espacial de es- de conservación para la ecorregión. Estos
tos indicadores de presiones antrópicas con poseen la mayor diversidad de plantas y
los distintos tipos de humedales. Las vegas animales de los ecosistemas de montaña y
se encuentran mayormente asociadas con el una rica diversidad microbiana en lagunas y
turismo (2.878 ha, 1,67% de su superficie); salares de alta relevancia para la ciencia y el
mientras que los salares mayormente están desarrollo de innovaciones biotecnológicas.
asociados espacialmente a la presencia de Son los principales proveedores de servicios
minería (17.948 ha, 2,74%). Por último cabe ecosistémicos dado que poseen la mayor pro-
destacar que las diferentes actividades tienen ductividad primaria y son los encargados de
a su vez distintas intensidades de presión, la regulación hídrica, en una región donde
por lo cual se considera que la asociación el agua es un recurso limitante.
espacial con la actividad minera es relativa- Históricamente, estos ecosistemas han
mente de mayor impacto para los humeda- sido afectados por el uso ganadero y ac-
les que la asociación con los indicadores del tualmente están expuestos a dos tipos de
turismo (Tabla 1). posibles amenazas crecientes que incidirían
Estas diferencias en la distribución espa- principalmente sobre la hidrología: el cam-
cial de las actividades antrópicas y en sus bio climático y el incremento del uso del te-
asociaciones espaciales con los distintos rritorio generado por la minería y el turismo.
humedales pueden dar información para Dado que estas actividades pueden ser opor-
el manejo y gestión específicos para cada tunidades de desarrollo regional, deberían
caso. Con parametrizaciones de los impac- basarse en programas planificados compati-
tos relativos de cada actividad a partir de bles con la conservación de los humedales y
indicadores espaciales como los presentados los servicios ecosistémicos que ellos proveen.
aquí, podrían generarse modelos espaciales A pesar de la importancia de los humedales
de uso del territorio. El relevamiento de in- de la Puna, su funcionamiento hidrológico
formación y actividades de monitoreo de las y probables mecanismos de retroalimenta-
diferentes actividades en la región son una ción entre ellos y entre sus atributos son
información necesaria para generar mode- aún poco comprendidos. Esta información
los de calidad y deberían ser una política es necesaria para analizar la vulnerabilidad
de estado que permitan alcanzar y promover de estos ecosistemas al cambio climático y a
A. E. Izquierdo et al.: Humedales de la Puna 109

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