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Cosmovisi6n, ritual e identidad’ de los pueblos indigenas de México JOHANNA BRODA FAUX BARz-JORGE (coordinadores) ‘CONSEJO NACIONAL PARA LA CULTURA Y LAS ARTES FONDO DE CULTURA ECONOMICA ‘MEXICO CENTRAL sIBLIOTECD, 1219 +3 4f- 899.381 Se prio I rprodacclin tao parcial de et bra STRGRI el dlco tpogttoy de poradans Seal free madi, elec mesic, Ei lewentono por sen det eon 1, R. © 2001, Conseo Naconat ran La CULTURA LAS ARS ‘Ave fleveuc 1807, 7 i010 Mico, D-F B.R.0 701 Fran ae Carns Econ sewneecomsns r ISBN 968-16-6178-8 Impreso en Manzo 516044 Agradecimientos [Este libro surge a raiz de la propuesta de Enrique Florescano de recopilar un Volumen sobre las cosmovisiones indigenas de Méxi- ‘co. Queremos hacerle patente nuestro aprecio y reconccimiento por su apoyo en esta area, Los capitulos que integran el presente ‘volumen fueron escrtos especificamente para estelibro entre 1997 {y 1998, A los autores, quienes contribuyeron con gran interés y ‘entusiasmo a esta tareacolectiva, les expresamos nuestro ms sin- ‘ero reconocimiento. ‘Lacompilacin se llevé acabo en el Instituto de Investigaciones Histricas dela UNAM, porlo que agradecemos.a su directora,doc- tora Virginia Guedea, el apoyo que nos brind6, Enel trabajo mecanografico y de computacién fue de gran util- dad laefciente labor de Lilia Cervantes Ruvaleaba, del mismo ins- tituto, También hacemos constar nuestro aprecio y agradecimien- toanuestrocolega Druzo Maldonado por la ayuda brindada en la lectua de las correciones finales del texto. JOHANNA BRODA y FELIX BAEZ JORGE 26 de enero de 1999 Instituto de Investigaciones Historicas, UNAM, México, y Universidad Veracruzana, Xalapa, Veracruz, 5, Conocedores del tiempo: los graniceros del Popocatépet! Juuo GLocraven* ‘Ala memoria de dota TEOMA FLORES, quien dedi su vida a procurar a Isvia ara el bienestar de los pueblos. Lo sageado como tal sl fuente de Ia adic; Jo tradicional es inseparable del sagrado. Quien ca- rece del sentido de sagrado es incapaz de percibit 1s perspectva tradicional el hombre tadicional jo ss esl separado del sentido de lo sagrado, ‘SeYvED HOSSEIN Nast [REFLEXIONES INTRODUCTORIAS: ‘TRADICION CULTURAL Y MEMORIA COLECTIVA ‘Toda sociedad existe en una duraciGn en la cual puede distinguir- st dos dimensiones de temporalidad, una cronol6gica y otra que ‘podriamos lamar cultural. La temporalidad cronol6gica es una linea tendida en el tiempo queen la atualidad, a pesar dela dife- rentes apreciaciones calendaricas, hace ineludiblemente contem- ppordneos al habitante de Pekin, Bagdad, Nueva York y la Sierra ‘Tarahumara: todos vivimos tun hoy dentro dea aldea global aun- aque estéfechado de diversas maneras de acuerdo con diversas tra~ diciones. La temporalidad cultural, en cambio, implica la historia ‘insta de Cini y Humanidads dea UnivensiadAutinaa de Pb Eo a Ferg ( 200 ‘CONOCEDORES DEL TIEMPO singular de cada sociedad, es una temporalidad circular us se ‘nte del pesado y lo actualiza en las mas diversas Tors. Mien- tras a primera forma temporal nos homologs,en Occidente como ‘ruce de generaciones que se acercan alin del segundo milenio después de Crist, la segunda forma resalta nuestras paofundas diferencias en la manezade pensar yviviretacontemporaneldad. ‘México es un pas en el que esta polaridad existe alo largo y ancho des terior. Las comunidades indi ys pula wos que conservan antigua radciones viven una dim real felas modemas socie- Til maneras podemos peribiry referimos a ‘eta disparidad que siempre estamos contrastando,radicgn con modemidad. Es justamente este contrast el que se revela ante ‘nosotros cuando consceramos ls ritales de peticiény prop Cid de la Ilia que se levan a cabo en la regisn de los volcanes Popocatépet 2taccinual, egién eampesina de origen naw le teralmentecercada por un cinturén de modernidad urbana, Para los habitanes de lacludad los voleanes son fundamental mente un paisaje cotidiano (para los dela ciudad de México ya ni siquiera eso) y Ia zlacién con ellos es excusivamente visual. El atributo primordial que se les reconoce es su belleza alzada en et horizonte. De este modo el vineulo ques estabece con ss bos qs, arenales y cimas nevadas, es puramente contemplativo & {inaginario, Ls campesinos que habfanen sus faldas, en cambio, ‘antienen con ellos una elacin corporal que comprende no sslo todos sus santidos orgnicos, sino el sentido mismo de su exs- teneia individual y coleciva. Las diversas labores agrcolas y el pastoro, la recoleecion de hongos, plantas comestbles y medici- rales, acaza, la obtencién de agua piedra altel, lefa, madera y Carbén, no sdlo atualizan una relacién cuerpo a cuerpo entre los ‘oleancsy ls hombres, media por una técnica mis menos rs- tia sino que en esta relcin sea sustentado, af largo de los siglo, un vinculo de carter migicoreligioso entre ellos. “Todas esta actividades se despliegan en lugares intimamente cruelazados de al modo quel nociGn de familiarida con estod ‘xpaciosno seve afectada po las dstancias que los separan. Entre Iara yla barranca el hueroy el bosque el arroyo el pastizal de alta montaaa existe un vinculo miltiple que los fmiliariza con Jacasa ys solar, on el pueblo y sus calles queen unos cuantos Juuo GLocKNER on metros se convierten en veredas que conducen alos campos cit ‘dos a sate Lo medlar en esto vincalo en por supues busteno material de ls familias. El mat que foe clivad a una hora de camino ahora est puesto en la mesa, junto aun plato de fees cocnados en un fgn que ue enced con ea sarene adel boaque. Eta crctatancl tan simple, iplca mantener tna relacgn de sobrevivenciaconel mundo natura crcunstanca "Seolutaments sens pars la gente dela ciudad. En este vnculo ‘Spmenialyprimigert oe furdamertalarlacon sera que los Campesinos mantenen Con los vleanes. Los campesinos ssben y fom saber queso sostento nose debe slo au taba, vino que rimordilmenteproviene dela geeresdad dea ter, dela abu- anc delaluviay ambae dela volunia de des, de manera qe InScandichones qu hacen poste su manenmieto se atbuyen osdloalanatitalecaen iano al singalosseres que la ablan Yalavolunad divin que la goiera Esto iltime io dig enter 4lendo quel lerenca narabsobreatural esata que en et pensamientochamanico al que voy a eferime tal distinct no ttble de mero xp l hopin centres una ualad bipolar materiespitao materi-voluntad dvina, sino més bien Se conibe la velunad de dis como permedncolo foo, absolute ten todo, permtendo que as costs que ocuenen el mindo ‘que llamamos natral sean como son, ya eren ss esltadonbe- ‘aicos o perjudicaies para ls hombres “Dios sae por que 10 hace” Enionce, entrees epacis donde se desplegs a actividad hmora ge encoentan lable las hugressgradn, que no se lta las igi cpilas yaar familiares queexisten nos pueblos sino que sparecen en lugares apatladon gneralmenteen evar, cascades, mananiles-hondonadasy ots pare, nv ale {umos casos muy distantes de los terrenos de semba ypastoreo, Enaoras donde tle allencoy un inenso fo acanpeftan & ‘que lo frecuera, El hombre que culiva lara ha experimentado siempre en sila cot. auraler, la regard, a allemancla peas ‘eye inode as cca, pro tumblansu discon y os sxpetor suns, as Ulimos vinculados por lo general co icgada de latemporada de luvia su inlersigady su duracén Patastender la regulaidad de lee cor loshombesgecitan un taboo, peo nada bs ssogurs desde el mds remote pasado hasta a2. CCONOCEDORES DEL TIEMPO la actualidad, que el trabajo desempeftadofructtica y podré ser aprovechado, Una de las formas empleadas para encarar esta incer~ tidumbre es la magia, que no es sino un dispositivo, mas o menos sofsticado, para enfrentarel azar. Tanto los antiguos como ls actua~ les agricultores se han valido,simulténeamente, de una relacién \éenico-instrumental con la naturaleza mediante el trabajo, y de ‘una relacign simbélica con ella através de rituales magico-religio- 50s. Esta rlacinsimbélica implica la intuiciny el reconocimiento de una dependencia y reciprocidad con la naturaleza, entendida ‘como algo superior alos hombres mismas,al tiempo que express tl deseode establecervinculos con esa misteriosa potencia que re- side en ella y que hace posible la vida. En una palabra, lo que la relacin simbolica nos revelaes que, en la perspectiva dela tradi- cin campesina lo sagrado reside en la naturaleza de la realidad ‘misma, pues esta realidad es obra de Dios y en ella se manifiesta ‘su voluntad. En la continuidad de esta visién del mundo ao largo del tiempo seha forjado eficazmente una memoria coletiva, memoria no s6l0 fen un sentido mental —con una funcién exclusivamente psicol6- igica e intelectual que se manifiesta en el recuerdo y la tradici6n ‘oral, sino tambien en un sentido corporal, ue se expresa en una ‘comple gestualidad aprendiday repetida en la duracién histéri- ‘a, Seria absurdo pretender fecha “el origen” de los simbolos que onstituyen la memoria colectiva pues, como afirma Eliade, el pen Sar simbdlico es consustancial al ser humano: precede al lenguaje Yala razén discursiva El simbolo —prosigue—revela los aspec- {los mas profundos de a realidad que escapan'a cualquier otro me- diode conocimiento. imagenes, simbolos y mitos no son creaciones irresponsables de la psique; responden a una necesidad y llenan tuna funcidn: dejar al desnudo las modalidades ms secretas del ser (Eliade, 1988). No obstante, afin de contextualizarhistricamen- feos rituals alos que voy a rferirme, debo decir que esta visién ‘del mundo se nutre de dos vigorosas corrientes religiosas,lajudeo- ‘ristiana y la mesoamericana. De ellas provienen sus imagenes y ‘sus simbolos su gestualidad ritual y sus mitos, muchas veces mos- trando profundas semejanzas que propiciaron su sincretismo. “sel costumbre”, es la expuesta que se emplea en los pueblos para dar cuenta del por que las cosas se hacen como se hacen y ‘no deotra manera, Lasustancia de esa costumbre es memoriacolec- JUU0 GLOCKNER on tiva en ambos sentidos, mental y corporal. La sustanca es tadi- ‘on, dct dara integrdad del pasado en la intgridad de una ‘costumbre presente. Digo integridad no en un sentido de pureza interporal yahistrica, lo cuales absurdoeirreal, sino integridad entanto que acto completo Per, zen quéconsst ln integridad de latradicin en qué reside aquello que lg completa,que eda senti- doy coherencia? reside en lo sagrado. Fsteesjustament el punto fen que se bifurcan la modemidad y la radicion. Siguiendo las re flexiones que sobre la tradicion¥ lo sagrado ha hecho Seyyed Hossein Nas digo que en el mundo modero, desacralizado, de Jas chudades occidentale contemporaness, lo sagrado seha cons- derado como un exotsmo, como lo totalmente otro, como una a+ diclotredad opuesta ala perspectva del mundo profane. Loverdaderamente excepcional de mundo moderna —dice Hossein ‘squela perspective sapencial (que vive eno sagradoy coternplalo profano en érminos de lo sagrado),daspudsdeser una presencia viva las evilizaciones normale, ha llegadoa quedar tan olvidada que la Sinica visin posible de lo sagrado, en easo de que la posbilidad de 10 sagrado ses aceplads esa de algo sjonoalo que apareecome la vida ‘humana “normal” Seyyed Nas, 193, p. 21), ‘Desde esta perspectiva, cuando se penetra en lomedular de una ‘cultura es cuando se tiene acceso a su tradicin, que ineludible- ‘mente ests ligada a una forma histérica de lo sagrado. Los TIEMPEROS Iniciacion y experiencia chaménica En algunas comunidades campesinas que rodean a los voleanes existen especalistas en el manejo magico del clima: los llaman tiemperos, quiatlazques, pedidores de agua, ahuizotes, quiapequls, conjuradores, ahuaques, aureroso graniceros.en losestados de Pue- bla, Morelos y México, La iniciacién chamnica de estos “trabaja- sepia expla e propio Bon os aos” o pplz son “ura va dud de ils (poquton, redone, sorados con ana mancha ners). qbe Re Ingiren con a sera de mariguaa preducen fects lucnater Po esa {is no iso uns entacén Boliie deel roll pro prs deveipin de ‘la puede penuseoen lang (ew crys! 9 ent sella de nora ertin cri, Lamada rompangushll por lo esc, Loe “nin” ha ‘an con gen tos ng y a waves del hacen escuchar su voz. Goneralmente alan enndhustl die Honfil~,ven oman, conocen cl pana, taben deat ‘oats perdidas Hl aao deo ic no x privtve dean ances (bin se ‘Sede yeeros que empletn ee pacediniet) peo ens rapa fe ah n> Slo pare fines aivnnisy crave, io tein pare cone, ine ‘Retenl (cnndoln coma eloe huevos en aguas) alguien ced pr ‘aypenth ono eld, calles pores tend gut rangois corespondert dentro fel corporacion. xn Is las gue se hacen ms dean del mismo autor Pertenece lata "Los que wan con el Nengo, nous erin abe [or gence de a Starr Nevada Msc" Boni 968) Juuo GLockneR a7 Lepreguntéentonces al hijo de don Francisco sisabia de alguna otra persona, en otro pueblo, quehiciera la vista ala cueva de Las Cruces, donde acudla su padre al menos dos veces al afo para pedir la lluvia, en mayo y en noviembre, después de la festa de ‘muertos, para agradecer el agua y los productos dela terra que se recibieron. Entonces me dijo que don Alejo Ubaldo, que vivia en 1 pueblo de Atlatlauca, probablementecontinuaravisitando aquet templo. Nos despedimos y a legar a la esquina de aquella calle ‘una pareja de j6venes me pidié un “aventén”. Iban al mismo sitio ¥ decid llevarlos. Enel camino supe que también ellos buscaban a ‘don Alejo, de modo que llegamos directamente a su casa, donde ‘nos informaron que estaba trabajando en el campo. Ellos ya ha- Dian visitado antes a don Alejo para curars, por loque conocian su parcela, Don Alejo es un hombre corpulento, de unos setenta afos, fenfermode una piema y con una dicelén que de pronto se dispara ‘una velocidad en la que las palabras se plerden en un flujo de ‘sonidos. Es un hombre afable que sabe crear, de inmediato, un cli- ‘ma de confianza en su entorne. Nos sentamos a platicar ala som- ‘bra de un drbo! y yo notaba que le sorprendia agradablemente la forma en que habia llegado hasta él. Era notoria su emocién cuan do recordabaa don Francisco Maya, quien lo habia iniciado como jranicero en 1985. Recordé también 3 Guillermo Boni quien lo ‘conacié cuando él apenas tenfa el cargo de orador, es decir, encar- {gadode entonar las alabanzas durante la celebraci6n de los rtua- les propiciatorios y de agradecimiento. En 1955 fe cuando me pegs ayo aquen el campo —die don Ale Jo~, Esubamon nentadow en una pledra, pero bajo dabulen. Tax tees hablamow echado un taco y como a las tres y meta de a tarde, ‘sando empiera la lava, pero no una lava face una Hava uv, rormal, Pero de pots, cuando yale vaa Loca aun Yn Pega UN ‘ayo pal, otro pe, cto pl de ado, tr pach» y hasta hi med ‘ent, de ah pr delante ya no. Cuan ve dh cuenta ya enaba er east Se uted, como lav ee dela noche ya me d cuenta: emis pega! [Estaba yo quemedo, Todavio tengo una ccatiz muy pequens, mite {ste —dice mostrando una mancha en el brazo—, pero ya no se ve en ‘mi pecho—afirma tras haberwe dembrochadolcamina~, pero estaba {ef as, eruzado —agrega iazando una ervz sobre su poco rl sombrero lo quem todo de arriba, todo pot arriba un hoy. El com> aero que estaba conmigo ese dla se fe pala casa a CCONOCEDORES DEL TIEMPO estaba yo muero, pero no, cuando legué ala casa ya estaba yo com ‘ids como als ocho y masa dela noche. Ya en mi easa habia hata [gente con Nove yveladars ceras, ero yo estaba con vida. (Cuando le pregunté sino habfa tenido revelaciones en el tiem- [poen que se queds tirado en el campo el dia que lo golped elayo, me dijo: En exe momento un efor y una Sefora me entregaron la pala y la ‘ecob,y el sahumadory un crucij, Me dijon: "con esto va ust 2 {tnbajar” Uno, de momento, como no se ha dado cuenta de ess cosa, se dice: je6mo voy a cer”, porque? Pero me dijon los Mayores “ustévaa tener revelacén en la nocheY con lo que st sue, con e50| van estar ust trabajando, yloquelepldan los eptitus eso que leva 4 pediral enfermo. Esa Fersonas son de muchas parts, son los esp- ‘ius anteriores que mureron,vienen aque Guerero, de Morelos, de Tetela ode agutde la chudad de México Son dos morenoey doe gueroe, alte” La madre de don Alejo,en la década de 1960, le coment6 a Gui- lermo Bonilla angustiosa experiencia que tuvo cuando se enteré de lo sucedide: fue en julio de 1955, Lovi. Alejo ys amigo estabenen el acahuatal, donee no hay ni un bo, setados,eamangades y con sus sombreros parano mojarse. Yo todo el dia habia estado sintiendono sé qué, como {de presntimiento, Legé un muchacho cordendo a decme que Alejo ‘stubs muerto y que lo fuéramos a recoger El padre de ni lo queria creer y a prineipo no quiso it. Yo ful orriendo como Toe, con los ‘ecins, hiss el oto lado dela carteterayelrlo estaba cecio. Ahi taba sentado, sin movers =2Que te pas? Ie prego Jame, nada...—respondis, pero lo deca como atontado. ZY ta sombrero. para qué lo cortate ast, isist al ver que no le {quedaba mis qu el sla, se habianlevado a cope. — Ah! —dijonomés Leg selevants la manga derecha. Tena mar ‘ada una cruz luego su nombre y su apelativo y encima dos cintas, Enel pecho el culebrin bien marcadito, de quemadura. Lamitad de laeabeaa como rasurada, y quemada toda Ia pena derecha, el ofdq derecho con hata pus ye cull, Lotraimos.en una camilla de made- 1 yteno del camsin le avisd a una mujer del ilmetro 88 que declan quecurta, junto ctocKver a8 Fumabamos unos cigars y platicdbamos ante a mirada atenta a as tribus chichimecas llamadas tecuanipas (Ia gente del igre), ‘se establecioron en la regin de Amecameca, al pie de la laderas ‘cidentales de los voleanes Popocatépet e Iztaccthuatl. Uno de Jos sabios ancianos que guiaba a estas tribus, de nombre CChalehiuhtzin, “EI SeRor de la Esmeralda”, se trepé arriba del Popocatépell —dice a quinta Relacién—buscando propicar la liu- via, porque entonces el sol la sequia habian cobrado fuerza y habia hambre y necesidad: “Alls ariba se lagel6 el Chalchiuhtzin, 36 ‘CONOCEDORES DEL TIEMPO segiin refieren los ancianos. leg6 bien hasta la mera cabeza, hasta arriba del Popocatépetly all se flagel6. El fue el sinico que pudo llegar deagut, de Tecuanipan Amaquemecan” (Chimalpahin, 1965, pp. 146-147), El autosacrificio del Chalchiuhtzin para propiciar la lluvi,rea- Tizado hace 700 afios,nos revelalacontinuldad de una costumbre cen esta regiGn, que consiste en efectuar procesiones anuales a los sitios sagrados ubicados a 4500 metros de altura, aproximadamen- te, para ofrendar al viejo voleén con el propésito de obtener Iuvias abundantes y buen temporal durante el ciclo agricola, En Santiago Xaltzintla, estado de Puebla, las “visitas” alos vol- canes se llevan a cabo después de haber bendecido las semillas et dia de la Candelaria, el 2 de febrero en la iglesia del pueblo. La primera procesign se efectia el a del santo del volefn el 12 de ‘marzo, Esta visita se hace con la sola finalidad de obsequiar al Popocatépetl sin solictar de 61 favor alguno relacionado con los cultivos.Se trata de una anticipacign levada acabo por los mayor- ‘domos del Seior del Sacromonte y sus segundos, encabezados por ‘el conjurador o tiempero de la comunidad. La segunda visita se hace el 2 de mayo en el Popocatépetl, y el dla 3, dia de la Santa Cruz, en Ia Iztacethuatl. Como en estas fechas se ha iniciado ya el periodo de siembras, el propésito fundamental de estas ceremo- fas es el de solitary propicar la luvia. Entre los asistentes hay {quienes aprovechan ia ocasion, como sucede también en la visita ‘de marzo, para pedir favores personales alos voleanes como bue- rnaalud para ellos y sus familias, proteccin para los hijos que se ‘encuentran trabajando en los Estados Unidos, mejor suerte en el trabajo, conservacinde ss animales etc La visita ala Iztacefhual, quien también laman en Xalitzintl, Rosita, la Voleona a encabe- 2zan los mayordomos del Sefior de Chalma acompatados por el ‘mismo tempero. La tercera procesién (si consideramos e12 y 3 de ‘mayo como tuna sola ceremonia) se lleva a caboel 30 de agosto, da de Santa Rosa de Lima, y tiene como finalidad festjar el santo de La Voleana, a quien los campesinos ofrendan comida, ropa y pren-

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