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Cuando un foco vibra en el aire, "obliga" a que las partículas de ese medio
entren a su vez en vibración, siempre con cierto retraso con respecto a las
anteriores. Su avance se traduce en una serie de compresiones o regiones
donde las partículas del medio se aproximan entre sí en un momento dado y
dilataciones o regiones donde las partículas estarán más separadas entre sí.
Debido a que estas compresiones y dilataciones avanzan con la onda,
podemos afirmar que una onda sonora es una onda de presión.
Altura: Indica si el sonido es grave o agudo. Esto depende de como sea la vibración (su
velocidad): vibracion lenta = sonido grave; vibracion rápida = sonido agudo. Que un sonido sea
agudo o grave depende de su frecuencia medida en hercios (el número de veces que vibra una
onda sonora en un segundo). Cuanto más alta sea la frecuencia de la onda sonora, mayor será la
altura del sonido (más agudo será).
(Frecuencia: número de ciclos (ondas completas) que se producen o que se reciben por unidad
de tiempo. En el caso del sonido la unidad de tiempo es el segundo y la frecuencia se mide en
Hertz (ciclos por segundo)).
Para que los humanos podamos percibir un sonido, éste debe estar comprendido entre el rango
de audición de 20 y 20.000 Hz. Por debajo de este rango tenemos los infrasonidos y por encima
los ultrasonidos. A esto se le denomina rango de frecuencia audible. Cuanto más edad se tiene,
este rango va reduciéndose tanto en graves como en agudos.
Duración: es el tiempo durante el cual se mantiene dicho sonido. Los únicos instrumentos
acústicos que pueden mantener los sonidos el tiempo que quieran, son los de cuerda con arco,
como el violín por ejemplo; los de viento dependen de la capacidad pulmonar, y los de
percusión, de los golpes. La guitarra necesita, al igual que el piano, de un martilleo que golpee
las cuerdas, y solo se escucha el sonido hasta que la cuerda deja de vibrar.
La duración corresponde al tiempo que duran las vibraciones que producen un sonido.
Los sonidos que percibimos deben superar el umbral auditivo (0 dB) y no llegar al umbral de
dolor (140 dB). Esta cualidad la medimos con el sonómetro y los resultados se expresan en
decibelios (dB) en honor al científico e inventor Alexander Graham Bell.
En música se escriben así: "Pianissimo" pp Muy suave, "Piano" p suave, "Mezzo forte" mf
medio fuerte, "Forte" f fuerte, "Fortissimo" ff Muy fuerte
Timbre: aunque 2 sonidos tengan la misma duración, altura e intensidad, cuando provienen de
diferentes objetos sonoros los distinguimos por su timbre, asi por ejemplo el sonido de un piano
al sonido de un violin.
El timbre es la cualidad que permite distinguir los diferentes instrumentos o voces a pesar de
que estén produciendo sonidos con la misma altura, duración e intensidad. Los sonidos que
escuchamos son complejos, es decir, son el resultado de un conjunto de sonidos simultáneos
(tonos, sobretonos y armónicos), pero que nosotros percibimos como uno (sonido fundamental).
El timbre depende de la cantidad de armónicos que tenga un sonido y de la intensidad de cada
uno de ellos, a lo cual se lo denomina espectro.
Un Do emitido por una flauta es distinto al Do que emite de una trompeta aunque estén
tocando la misma nota, porque tienen distintos armónicos. En la flauta, los armónicos son
pequeños en comparación con la fundamental mientras que en la trompeta los armónicos
tienen una amplitud relativa mayor, por eso la flauta tiene un sonido suave, mientras que la
trompeta tiene un sonido estridente.
El sonido en la música
Música
La música (del griego: μουσική [τέχνη] - mousikē [téchnē], "el arte de las
musas") es, según la definición tradicional del término, el arte de organizar
sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios
utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo,
mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos. El concepto
de música ha ido evolucionando desde su origen en la antigua Grecia, en
que reunía sin distinción a la poesía, la música y la danza como arte
unitario. Desde hace varias décadas se ha vuelto más compleja la definición
de qué es y qué no es la música, ya que destacados compositores, en el
marco de diversas experiencias artísticas fronterizas, han realizado obras
que, si bien podrían considerarse musicales, expanden los límites de la
definición de este arte.
La música, como toda manifestación artística, es un producto cultural. El fin
de este arte es suscitar una experiencia estética en el oyente, y expresar
sentimientos, circunstancias, pensamientos o ideas. La música es un
estímulo que afecta el campo perceptivo del individuo; así, el flujo sonoro
puede cumplir con variadas funciones (entretenimiento, comunicación,
ambientación, etc.).
Definición de música
Las definiciones parten desde el seno de una cultura, y así, el sentido de las
expresiones musicales se ve afectado por cuestiones psicológicas, sociales,
culturales e históricas. De ésta forma, surgen múltiples y diversas
definiciones que pueden ser válidas al momento de expresar qué se
entiende por música.
Una definición bastante amplia determina que música es sonoridad
organizada (según una formulación perceptible, coherente y significativa).
Ésta definición parte de que —en aquello a lo que consensualmente se
puede denominar "música"— se pueden percibir ciertos patrones del "flujo
sonoro" en función de cómo las propiedades del sonido son aprendidas y
procesadas por los humanos (hay incluso quienes consideran que también
por los animales).
Hoy en día es frecuente trabajar con un concepto de música basado en tres
atributos esenciales: que utiliza sonidos, que es un producto humano (y en
este sentido, artificial) y que predomina la función estética (es decir, es un
arte).
Según el compositor Claude Debussy, la música es "un total de fuerzas
dispersas expresadas en un proceso sonoro que incluye: el instrumento, el
instrumentista, el creador y su obra, un medio propagador y un sistema
receptor.
Una de las definiciones más tradicionales es "la música es el arte de
ordenar los sonidos en el tiempo".
Las teorías de los antiguos filósofos griegos concuerdan con las
especulaciones de los eruditos en la época medieval, definiendo a la música
como un conjunto de tonos ordenados de manera horizontal (melodías) y
vertical (armonía). Este orden o estructura que deben tener un grupo de
sonidos para ser llamados música esta por ejemplo presente en las
aseveraciones del filósofo Alemán Goethe cuando la comparaba con la
arquitectura, definiendo a la última como "música congelada". La mayoría
coincide en el aspecto de la estructura, pero algunos teóricos modernos
difieren en que el resultado deba ser placentero o agradable.
La música está compuesta por dos elementos básicos: los sonidos y los
silencios.
El sonido (que suena) es la sensación percibida por el oído, que recibe las
variaciones de presión producidas generadas por el movimiento vibratorio
de los cuerpos sonoros y que se transmiten por el medio que los separa que
generalmente es el aire. La ausencia perceptible de sonido es el silencio;
que es relativo, ya que el silencio absoluto no se da en la naturaleza al
haber atmósfera.
Elementos de la música
Las figuras como representación de la nota musical: cada una de ellas indica duración de sonido
y, situada específicamente en una de las líneas o de los espacios, corresponde a un tono musical
determinado. La invención del pentagrama resolvió lo problemas de representación gráfica del
mismo. Cuando la melodía supera el ámbito de nueve tonos que cubre el pentagrama, se utilizan
espacios y líneas adicionales, que se dibujan tanto encima como bajo el pentagrama, según sea
necesario.
Las claves La clave es un símbolo usado en notación musical, cuya función es
asociar las notas musicales con las líneas o espacios del pentagrama. Una clave
asocia una nota en concreto con una línea del pentagrama, de manera que a las
notas siguientes les corresponderán los espacios y líneas adyacentes.
Existen tres símbolos distintos para representar a las distintas claves, la clave de
sol, la clave de fa y la clave de do, que llevan el nombre de la nota que designan a
una línea de los pentagramas. Es obligatoria su colocación al principio de cada
pauta, pero puede cambiarse durante el transcurso de la obra en cualquier
momento, si se requiere.
En el ejemplo anterior, la clave usada es la de sol, que indica que la nota centrada en la segunda línea
(contando de abajo hacia arriba) corresponde al sol4 (cuatro teclas a la derecha del do central del piano).
No hay accidentes, así que se trata de la tonalidad de do mayor o La menor
Los silencios : Son signos que representan la ausencia del sonido, tienen el mismo valorque la figura que
lleva su nombre
Las alteraciones En el ámbito de la música, las alteraciones son los signos que
modifican la entonación (o altura) de los sonidos naturales y alterados. Las
alteraciones más utilizadas son:
El doble bemol: baja el sonido dos semitonos cromáticos y se representa con el signo .
El doble sostenido: sube el sonido dos semitonos cromáticos y puede representarse con varios
símbolos, como o .
El becuadro: cancela el efecto las demás alteraciones. Se representa con el signo .
Aspectos de la música
La armonía, bajo una concepción vertical de la sonoridad, y cuya unidad básica es el acorde,
regula la concordancia entre sonidos que suenan simultáneamente y su enlace con sonidos
vecinos.
Compás: subdivisión del tiempo, usando un numerador (que indica la cantidad de notas que
entran) y un denominador que indica la calidad, es decir si es negra, corchea, etc.
Tiempo o tempo: una constante que se mantiene y que hace que el ritmo o cualquier otra parte
de la música se mantenga.
Pentagrama que muestra dos compases de cuatro cuartos, ocupados por silencios de redonda
El compás se divide en partes llamadas tiempos o pulsos. Hay dos tipos de compás,
según el número de tiempos:
Cada uno de los pulsos o tiempos del compás, se puede subdividir en corcheas.
Se llama «compás simple» o «compás de subdivisión binaria», cuando cada uno de sus tiempos se puede
subdividir en dos corcheas.
Se llama «compás compuesto >>o «compás de subdivisión ternaria», cuando cada uno de sus tiempos se
puede subdividir en tres corcheas.
Nomenclatura
Numerador y denominador
Por convención, los compases se indican por medio de dos cifras, que se
representan en forma de fracción, y que se colocan al principio del pentagrama, tras
la clave y la armadura, y no se vuelven a indicar a no ser que cambie el compás.
Como generalidad, son compases de subdivisión ternaria todos aquellos que tengan
como numerador cualquier número múltiplo de 3 (6, 9 y 12 sobre todo). Cualquier
otro numerador indicaría que es un compás de subdivisión binaria.
Líneas divisorias
Las líneas divisorias, también llamadas barras de compás, son unas líneas verticales
que se colocan sobre el pentagrama y que se encargan de delimitar y separar los
compases.