ESENCIA = ESSENTIA = ESSE = SER = Año 1

EXISTIR, SER QUE EXISTE = INDIVIDUONoviembre - 2013

QUE EXISTE = LO QUE ES… ESENCIA =

SER POSIBLE (SER DE ESENCIA) - ACTO
DE SER (EXISTENCIA) LA ESENCIA ES LA
PARTE PRIMERA.
ESCENA = ESPACIO PARA ACCIONES...
UN BRACERO DONDE EL ARTISTA SE
ENCIENDE PUEDE QUEMARSE O PUEDE
BRILLAR (DA)

No. 4
La Escencia
Revista de Ártes Escénicas
 Cuarto Paso 3

Mujeres y Dramaturgia - Denisse Arancibia 4

Crónica Teatral - Entrevista a Camila de Urioste - Panorama Sur 12

Teatro: Obra “El Crimen” - Dirigida por Miguel Vargas 16

La Crítica Teatral - Entrevista a Mabel Franco 20

¿Qué es la Escena? - Preguntas y respuestas de gente inmensa en las

Ártes Escénicas 26

El Lente en LA ESCENciA - la vida inútil - lAPuesta Grupo de Teatro

Fotografía: Horus 30

2 LA ESCENciA
Cuarto paso:
El cuarto número de LA ESCENciA llega con mucha más fuerza, luego de haber
participado en un encuentro sobre producciones digitales gracias a los amigos
del Café Literario Punto Aparte, donde salimos con la sensación de estar en el
camino correcto.

Ya con este cuarto número muchas puertas se abren y casi ninguna se cierra,
clara muestra de que la revista va situándose en el ámbito escénico boliviano.

Solo queda seguir…

Y no desfallecer.

Jorge Alaniz León

Director

LA ESCENciA 3
 Mujeres
y
Dramaturgia

Presentamos a Denisse
Arancibia, conocida en el
ámbito artístico por dedicarse
al video, cine y teatro.

Con esta entrevista cerramos

el ciclo de mujeres y
dramaturgia, seguramente
para inaugurar otro segmento
en nuestro siguiente número.

4 LA ESCENciA
1. ¿Cómo concibes la dramaturgia?
Concibo la dramaturgia como una herramienta de trabajo. Creo que es una extensión de la dirección. Si bien es
un elemento vital de la obra de teatro, es solo el principio de un largo proceso. Y todos sabemos que el tea-
tro es mucho más que solamente la palabra; es sonido, es imagen, es color, es tiempo y espacio. Además creo que
el texto no existe realmente si no se pone en escena y si esto no es visto por una audiencia; así que mientras
permanezca en el papel, para mi, es casi inexistente. Pienso que el texto y su escritor tienen un complicado
matrimonio con el Director o Directora y sus actores.

Pero a la vez, sin abandonar el lado poético del asunto, concibo la dramaturgia como una adicción. Como todo
lo artístico es altamente adictiva. Cuando le agarras el gusto y el ritmo es apasionante, compleja, enorme e
infinita. Y como cualquier droga hay mil formas, recetas y caminos para saciar dicha adicción.

LA ESCENciA 5
 2. ¿Cuál es tu motivación/es para escribir? Qué buscas al escribir?

Mi motivación es la necesidad, Yo escribo (teatro y cine) simplemente porque lo necesito. No sé que busco ni que
encuentro al escribir. ¿Expresarme? Tal vez… ¿transmitir? Puede ser. Creo que sólo busco ser feliz, sé que suena
egoísta, pero creo que los que queremos dedicarnos al arte somos egoístas en esencia.

Pero siempre trato de evolucionar. Intento dar un paso más cada vez que escribo un texto nuevo. Si bien tengo
algunos temas y mañas recurrentes; siempre me esfuerzo por evolucionar como autora; o por lo menos intentarlo.

6 LA ESCENciA
3. Si hablaríamos de un método de trabajo, ¿Cómo sería el tuyo? ¿Cómo es tu proceso de escritura? ¿Por dónde
empiezas?

Es complicado. Nunca entendí realmente mi propio proceso, soy desordenada, dispersa. Sólo necesito un
punto de partida que a mi me parezca interesante. Casi siempre parto de anécdotas personales, vivencias
propias; sólo hablo de lo que sé, de lo que conozco. Trato de que sean cosas que me muevan algo, que me mo-
lesten o cuestionen; que no sean estáticas. De ahí solo escribo, cualquier rato, donde sea.
Dato curioso: siempre resuelvo mis estancamientos creativos en la ducha.
No funciono en lugares tranquilos y alejados, ni cafés intelectuales; es más, me es absolutamente imposi-
ble escribir una sola palabra en momentos y lugares tranquilos. Yo necesito caos; tele, dvd y pelis, compu,
ipad, Facebook, youtube, música, whatsapp; todo junto bombardeándome con información, imágenes, sonidos,
formas; recién así puedo escribir. Y funciono mucho mejor bajo presión.
Tengo mil cuadernitos y papelitos por todas partes con ideas, con palabras sueltas, con anotaciones que
probablemente nunca rescate para un texto y que al mismo tiempo pueden ser la solución y respuesta a
cualquier texto en el que esté trabajando.
En conclusión soy un desastre, probablemente no recomendaría mi método de trabajo a nadie.

LA ESCENciA 7
 4. ¿Qué crees que le falta a la dramaturgia boliviana?

Creo que le falta escuela, necesitamos estudiar la dramaturgia como carrera, como oficio. Necesitamos
talleres, cualquier plataforma de formación, laboratorios, lecturas, etc. Pertenezco a una generación de
teatreros empíricos - lo cual no necesariamente es malo – pero considero que el rigor del estudio e inves-
tigación son una carencia importante en la dramaturgia boliviana. Obviamente hay grandes excepciones,
pero creo que son pocas.

8 LA ESCENciA
5. ¿Cómo aportas tú para su desarrollo?

No sé, Warhol decía que el artista produce cosas que la gente no necesita, casi todo el tiempo siento que
hago eso, cosas que por ahí no sirven de nada, ni a nadie. Supongo que mi único aporte es ser honesta con
lo que escribo, eventualmente a alguien le llegará, alguien se identificará y ahí aportaré al desarrollo
de la dramaturgia. En todo caso no pretendo hacer mucho más que eso.
Creo que estoy lejos de poder adjudicarme un aporte significativo en el desarrollo de la dramaturgia
boliviana. Se me hace un título muy grande y pesado todavía. Siento que recién estoy empezando, que me
falta mucho por escribir, aprender y explorar antes de poder realmente aportar de forma significativa.

6. ¿Crees que tu condición femenina hace diferencia de otros al momento de escribir?

Espero que no. Quiero creer que no. El sólo hecho de ser individuo es suficiente razón para hacer la di-
ferencia al escribir, sin importar si soy hombre o mujer. Creo que la única ventaja que cualquier artista
puede tener frente a los demás es que nadie nunca verá las cosas como una misma las ve. Todo ya se ha
hecho, todo ya se ha escrito, pero nunca nadie vio ni entendió el mundo como yo lo hago, así como yo jamás
veré y entenderé las cosas como mis colegas; así que considero que eso es lo único que marca la diferencia
el momento de escribir.

LA ESCENciA 9
 7. ¿Existe alguna constante en tus textos?

Sí, varias: la sexualidad, el romance, la comedia ácida, y la mujer. Son como los puntos a los que siempre
retorno, aunque no quiera. Estoy algo obsesionada con el enredo sexual que tenemos los seres humanos;
identidades, dudas, inseguridades, placeres, etc. Por otro lado - aunque tiendo a negarlo - lamentablemen-
te soy una romántica acabada; todas mis obras - en el fondo - siempre hablan del amor. La comedía se me
hace muy fácil. No me cuesta reírme de mi misma ni de lo que conozco. Creo que la comedia, al ser el género
más amable y digerible para el público, es una gran herramienta de protesta, de revolución y de crítica.

8. ¿De qué manera influye tu condición de dramaturga cuando aprecias una obra?

Yo creo que es al revés, el apreciar una obra influye en mi condición de dramaturga. Cuando veo una
obra trato de aprender. La mejor forma de aprender a hacer y escribir teatro es viendo teatro. Me gus-
ta dejarme sorprender, trato de no perder el entusiasmo e inocencia de público común que tenía hace 12
años cuando me enamoré de este arte y cuando todo me sorprendía y gustaba. No pongo mi propio trabajo
ante lo que estoy viendo, sino trato de que lo que esté apreciando me enseñe e influya de manera posi-
tiva en mi trabajo.

10 LA ESCENciA
9. ¿Qué dramaturgo/a te gusta y por qué?
Soy shakespeariana por default. Aquí sí que tengo poco que decir, me gusta simplemente porque me mue-
ve el piso, como ningún otro autor. Todos sabemos su importancia cultural e histórica, pero para mi lo
realmente importante es que cada vez que leo una de sus obras el corazón se me hace “chuño”.

10. ¿Qué obras recomiendas leer a los futuros dramaturgos como parte de su formación?
Todas!!
Todas las que puedan y caigan en sus manos, hay que leer y ver todo lo que se pueda. Pero sobre todo
recomiendo ver cine. Debo aceptar que el cine es mi primer amor, así que a mí me alimenta y ayuda mu-
chísimo; me da muchas herramientas tanto de escritura como de puesta en escena. Y en general el ali-
mentarse de todas las demás artes siempre ayuda a que la exploración artística de cada uno sea más
completa e interesante.

LA ESCENciA 11
 Panorama Sur es un espacio de creación y
formación para artistas, que se ha consagrado como
una plataforma de intercambio internacional, se
trata de un programa intensivo de artes escénicas
que cada año conjuga, a lo largo de tres semanas,
un seminario para dramaturgos, workshops y confe-
rencias dictados por reconocidas personalidades lo-
cales y extranjeras, y la presentación de aclamados
espectáculos internacionales. El programa se realiza
en Buenos Aires – Argentina y reúne artistas de toda
Latinoamérica.
Este año la representante de Bolivia fue Camila de
Urioste, quien nos presenta una crónica de todo lo
vivido y sobre todo, la importancia de un evento con
esas características para la dramaturgia boliviana.

12 LA ESCENciA
 La Experiencia Panorama Sur
¿Están listos? Hoy es un día complicado, nos dice Alejandro Tantanián. Es
lunes 15 de Julio de 2013, la primera hora del primer día del Seminario
Intensivo para Dramaturgos de Panorama Sur, en Buenos Aires. De 10 a
13:30, la clínica de obra. A las 18:00 la conferencia magistral de Chris-
tianne Jathahy, a las 20:00 la proyección de su película y luego la cena de
bienvenida.
Acabamos de presentarnos, (Soy Camila, de Bolivia, y… escribo teatro. Soy
Carla, de Chile, y… escribo teatro. Soy Sebastián, de Uruguay y… escribo
teatro). Veinte personas de doce países, sentados en sillas arrimadas a
las paredes de un pequeño salón de danza en el cuarto piso de un edificio
antiguo sobre Avenida Corrientes. El taller consta de cuatro actividades. 1)
Clínica de obra, que consiste en una obra de teatro que esté en proceso de
escritura para leerla en el curso y recibir la retroalimentación de los com-
pañeros y de Tantanián. 2) Taller de Desmontajes, facilitado por Cynthia
Edul, que consiste en leer cinco obras de teatro, analizarlas en el curso, ir al
teatro a verlas y, finalmente, tener una conversación con sus dramaturgos
sobre el proceso de escritura y puesta en escena. 3) Cinco conferencias
magistrales con reconocidos profesionales del teatro. 4) Obras argentinas
y extranjeras que debemos ir a ver como parte de la experiencia “Panora-
ma Sur”. Tres semanas, doce obras de teatro (que al final fueron quince),
cinco conferencias magistrales y cinco conversaciones con dramaturgos.
La experiencia cuesta 600 US$, incluyendo las entradas a todas las obras
y conferencias. Yo participo gracias a una beca completa que me da el
Goethe Institut de Buenos Aires. Durante esa primera mañana y a lo largo
de las tres semanas, me asalta de pronto el asombro de que me están pa-
gando para vivir todo esto. Seguido de la sombro, la determinación de no
Camila de Urioste
desperdiciar ni un minuto.
Esa mañana leen sus obras siete de mis compañeros. La primera es Maruja
Bustamante, la única “porteña” entre nosotros, que lee siete páginas de
una extraña historia de amor, hechizante en su simplicidad. También lee
Paloma Vidal, argentina/brasilera, que escribe la historia de un padre y
una hija que cargan un colchón por diez cuadras del centro de la ciudad,
con cortos diálogos que irradian.
Recuerdo algunas de las historias, la admiración por muchos de los traba-
jos, pero lo principal que me aqueda de esa primera mañana es el trabajo
de Tantanián, su manera de conducir siempre las opiniones de los partici-
pantes hacia lo positivo, su exigencia de que hablemos solo de lo que hay
en las páginas, no de lo que falta, no de lo que nos gustaría que estuvie-
se, no de lo que nosotros haríamos para “mejorarlo”. Crea entre nosotros
un ambiente propicio para el error, es decir para la creación. También es
memorable su forma de abordar cada trabajo desde el punto de vista del
autor, entendiendo lo que el autor quiere lograr y dándole una devolución
que lo ayude a lograrlo. Tantanián da siempre en el clavo.
Esa tarde tenemos la primera conferencia magistral con la dramaturga y
directora brasilera Christianne Jathahy. Comienza diciendo A mí me mue-
ven las fronteras. Habla de su certeza de que los espacios “entre” las cosas
(entre el actor y el espectador, entre el teatro y el cine, entre lo íntimo y
lo público), son los mejores para la creación. Así, nos presenta el mapa
de su carrera, obra por obra, explicando aquello que las une a todas: la
experimentación de las fronteras y la búsqueda de que el espectador se
LA ESCENciA 13
sienta como un testigo no-intencional. Nos muestra un video de su última
obra, “Julia”, un espectáculo que combina el cine y el teatro de modo que
el espectador ve, al mismo tiempo, la obra que transcurre en el escenario,
y proyectadas sobre telas gigantes, las mismas escenas, al mismo tiempo,
filmadas por un camarógrafo en el escenario como un personaje silencio-
so.
Al día siguiente tenemos la primera sesión de Desmontajes, y hablamos
de las obras que hemos leído con anticipación: “Fauna”, de Romina Paula,
“Si el destino viene a mí”, de Mariana Obersztern, y “La edad de Oro”, de
Walter Jacob y Agustín Mendilaharzu. Estas sesiones son una de las cosas
que diferencian el taller de Panorama Sur de otros talleres de dramaturgia;
son un espacio para pensar y analizar la dramaturgia, de contrastar esté-
ticas y búsquedas distintas, más allá de los gustos personales, y de pensar
la posible puesta en escena. En esta sesión nos enfrentamos a tres textos
distintos, cada uno con un discurso estético diferente: “Fauna”, en que hay
una historia bien contada que poco a poco se descascara y se transforma
en un juego de roles y, por momentos, en un performance lingüístico; “Si
el destino viene a mí”, una obra de lenguaje, en que las situaciones son
dadas por el lenguaje y los personajes se sostienen exclusivamente en el
lenguaje; y “La edad de oro”, una obra naturalista que cuenta la historia de
cuatro personajes obsesionados por los discos de vinilo.
Al día siguiente en el taller me toca leer. Estoy nerviosa, y no solo por el
hecho de exponer mi trabajo, no solo porque estoy rodeada de 19 jóvenes
talentosísimos y frente a uno de los dramaturgos y directores más impor-
tantes de Argentina. Estoy nerviosa porque la obra que estoy trabajando
es distinta a todo lo que he escrito antes, alejada de mi mundo interior.
Pero sé que este es el espacio ideal para tomar este riesgo, que es aquí
que recibiré la retroalimentación necesaria para encaminar este trabajo y
llevarlo a buen puerto.
14 LA ESCENciA
Tantanián insiste en la importancia para el autor de escuchar su obra en las
voces de otros, así que damos copias de nuestro trabajo a los compañeros
y hacemos un reparto de los personajes. Estoy temblando mientras leen
mi obra, pero de pronto todos ríen donde tenían que reír y escucho que
la obra fluye y, al final, los comentarios de mis compañeros y de Tantanián
son alentadores y me ayudan a entender qué es lo que he escrito y por
dónde debo seguir. Blanca, de Madrid, me dice Qué bestia. Y entiendo que
es un cumplido, y no podría estar más feliz.
Esa semana vemos cuatro obras de teatro, incluyendo las que hemos vis-
to en Desmontajes, y tenemos la conferencia magistral de Santiago Losa,
un joven dramaturgo cordobés, de los pocos que escribe y no dirige. Me
resuena cuando dice Dirigir es una labor de resucitación de muertos. Yo
agradezco profundamente a los directores que resucitan mis muertos.
Cuando llega el viernes en la mañana, Tantanián nos mira, ve nuestras
caras agotadas y pregunta ¿Qué pasa? Están destruidos. Miren que faltan
dos semanas más. Y se ríe.
La segunda semana es hermosa. De repente ya somos amigos, y hemos
entrado en un ritmo, y de repente estamos a la mitad de la experiencia y
no queremos que termine. Es interesante ver cómo las obras que estamos
escribiendo cobran cuerpo, cómo los autores incorporan las devoluciones
que les resuenan, dando rumbo a su trabajo. También es interesante ver
algunas obras que pierden el rumbo y pensar por qué y cómo recuperarlo.
Algunos autores entran en crisis y es parte del aprendizaje.
En 7 días vemos 6 obras, dos conferencias magistrales y dos charlas con
dramaturgos. De las obras, dos memorables: “The Croquis reloaded”, de
Cuqui Jerez (España), y “Villa Arguello”, de Celia Arguello (Argentina). La
primera empieza así: Entra la directora al escenario y dice Cuando pensaba
en cómo empezar esta obra, estaba haciendo esto (y se sienta en un escri-
torio y se pone a pensar). Y entonces pensé que podría empezar así (y se
sienta en la primera fila, entre los espectadores). Entonces entra una actriz
y dice Cuando Cuqui pensaba cómo empezar esta obra, estaba haciendo
esto (y se sienta en el escritorio y se pone a pensar). Y mientras ella estaba
haciendo eso, yo estaba haciendo esto (y se acuesta en el piso y se pone
a dormir). Y así continua el croquis de una obra, con muchos principios,
medios y finales, una experimentación lúdica centrada en la repetición.
La segunda es una obra de danza-teatro que evoca el mundo cordobés de
bailes, de barrios, de fernet y esa forma cantada, poética de hablar. Re-
cuerdo llorar un poco en una escena por su increíble estética, simplicidad
y calidez. Luego supe que todos habíamos llorado en un momento u otro,
conmovidos.
dijo que el sentido de Panorama Sur es, en realidad, la convivencia de 20
dramaturgos jóvenes de toda Iberoamérica, el intercambio de experien-
cias, la amistad, la afinidad que pueda haber entre nosotros y los proyec-
tos que puedan generarse a partir de eso. A dos meses de esa despedida,
las ideas ya se han tornado en proyectos de colaboración y en posibili-
dades de intercambio. La distancia ha puesto a prueba nuestra amistad
forjada en tres semanas intensas de vivir y respirar teatro en la ciudad más
intensa de América del Sur.
Y la amistad tiene todas las de ganar.

La tercera semana es un vértigo. Vemos cuatro obras, una conferencia y

una charla; estamos agotados y felices. Tenemos el privilegio de ver la obra
“Apátrida”, escrita, dirigida y actuada por Rafael Spregelburd. La obra está
basada en una polémica por cartas que hubo en el siglo 19 entre un pintor
y un crítico de arte y que terminó en duelo. En ella, Spregelburd cuestiona
el nacionalismo en el arte, la pertenencia, el patriotismo, y examina La
Historia con una mirada desvinculada del poder. Con él es nuestro último
taller de desmontajes, una charla de la que me llevo la siguiente frase: La
imagen es imagen cuando tiene una contradicción tal, que sería imposible
describirla con palabras.

La última semana de la clínica de obras es intensa. Ya todos nos conoce-

mos bien, conocemos nuestras fortalezas, nuestras búsquedas, y las de-
voluciones son más acertadas y menos tímidas. Algunos han entrado en
crisis y Tantanián, sereno, les asegura que es parte del proceso. Otros han
encontrado el rumbo de sus obras y es un verdadero placer leerlas y que-
remos saber cómo terminan. Por mi parte, tengo 20 páginas de una nueva
obra que me cuesta escribir y que me gusta cada vez más. El último día del
taller hay un aire de nostalgia, y cuando Tantanián da la última devolución
sobre el último texto, todos aplaudimos como para cerrar de alguna forma
esta vivencia.

Y, sin embargo, la despedida es solo el comienzo. Tantanián siempre nos

LA ESCENciA 15
 La movida teatral en La Paz
sigue creciendo con nuevas
propuestas, nuevos textos,
nuevos directores y sobre todo
con la fusión de personas de
diferentes ramas.

Una dramaturga, un periodista

cultural que hace de director,
actores que vienen del teatro
popular, y demás aspectos
que enriquecen al teatro.

Conversamos con Miguel

Vargas (Reconocido periodis-
ta cultural muy cercano al tea-
tro) sobre la obra “El Crimen”
estrenada en Septiembre de
este año, la cual dejó mucho
que hablar.

16 LA ESCENciA
1. ¿Qué te atrajo de montar un texto de Camila de
Urioste?
R.- A Camila la conocí de vista en los teatros. Cubríamos el
Fitaz y ella escribía crítica para la competencia y yo para La
Razón. Así empecé a leerla, no sólo en estas primeras críti-
cas, sino en su poesía. Poco a poco fui viendo sus preocu-
paciones estéticas y temáticas. Leí la obra cuando la lanza-
ron en la feria del Libro sin pensar nunca en que la montaría.
Al poco tiempo, fue Claudia Coronel la que me trajo el tex-
to. Estábamos trabajando juntos en ‘La Necesidad de ser
polígamo’ y me presentó esta obra que, ya con mirada de
director, terminó por seducirme. En primer lugar, práctica-
mente no había didascalias ni sugerencias sobre cómo de-
bía montarse la obra, te ofrecía la posibilidad de explorar al
máximo a los actores y el escenario. En segundo lugar, me
encanta cómo la comedia puede servir para hacer reflexio-
nes profundas, cómo puedes hablar con seriedad haciendo
reír al público con humor inteligente, no con pastelazos. Fi-
nalmente, el texto es sumamente femenino, un universo que
me encanta explorar.

2. ¿Cómo hiciste el casting para la obra?

R.- El casting fue muy simple: Camila había elegido a Claudia
para el personaje y yo había podido trabajar muy bien con
ella, así que estaba plenamente de acuerdo con la elección.
Barajamos muchos nombres para el personaje del investi-
gador de policía, pero ninguno nos convencía demasiado
hasta que Claudia nos presentó a Fernando. A la primera
lectura, nos enamoramos de su voz, sus gestos y su pasión
LA ESCENciA 17
para abordar los personajes.
3. ¿Cuáles fueron tus premisas de dirección?
R.- Ambos actores han pasado por la escuela clásica y el
teatro popular, lo que les ha dado un registro muy interesan-
te para la obra, ofreciéndoles también el reto de desmarcar-
se de los lugares comunes y proponer, proponer y volver a
proponer. Actoralmente, cada artista ha tomado la iniciativa
de retar al otro en esta persecución de gato y ratón, por lo
que hemos ido armando diferentes escenarios de confron-
tación. Viendo la fuerza de los artistas y del texto, prescindí
prácticamente de artificios para acercarme al público: deci-
dí colocarlos con una mesa en el centro del escenario, con
sillas secretariales para mostrar que en esto de los asuntos
policiales todo es vueltas y el que en un momento es per-
seguido, al otro es cazador. La música y la luz no tratan de
marcar más que elipsis, Toda la fuerza de la obra está en el
texto y la actuación.
También me deja la satisfacción de poder hacer teatro po-
pular desde lo contemporáneo: Me gustan ese registro tan
familiar para la gente y creo que es vital el proponer lo po-
pular desde lo que vivimos hoy, desde los nuevos referen-
tes. Popular no debe ser una mala palabra. Y el trabajo de
Claudia y Fernando demuestra que la contemporaneidad
se aborda también desde lo popular.
5. ¿Qué viene ahora con la obra?
R.- Pues a girar más con la obra, para que se la vea en di-
ferentes escenarios. Estamos viendo la forma de presentar-
nos en Cochabamba y Santa Cruz, el montaje está pensado
también para viajar, es casi una obra de bolsillo. En La Paz
volveremos a presentarnos para el Fitaz 2014, gracias a la
invitación de Maritza Wilde.

4. ¿Cuánto te deja este montaje?

R.- Este montaje me deja ganar de trabajar más textos de
Camila: creo que algo que te ayuda a crecer es el abordaje
del escenario con la mayor cantidad de visiones posibles.
Hacer de actor, director, productor y escritor (muy común en
nuestro medio, la mayoría de las veces porque no hay más
remedio) me parece que puede reducir las posibilidades de
una obra. Creo que puedo desarrollar mi discurso artístico
desde las palabras de otros, desde las propuestas de otros.
18 LA ESCENciA
LA ESCENciA 19
 Mabel Franco Ortega, una de las pocas
periodistas culturales que se anima a hacer
“Crítica Teatral” conversó con LA ESCENciA
sobre los aspectos que atañen a este género
muy poco explorado en nuestro País, en esta
entrevista nos comenta algunos aspectos muy
necesarios para quienes a futuro se animen a
ejercer la crítica teatral.

La Crítica Teatral
20 LA ESCENciA
 1. ¿Cómo ves la crítica teatral en Bolivia? ¿Qué tie-
ne? ¿Qué le falta? ¿Cómo se puede solucionar
los problemas?
No hay crítica teatral en Bolivia. Lo que no desmerece los pocos y
aislados trabajos que tratan de cubrir ese espacio vacío. Por qué
digo que no hay: pues porque hablar de “Bolivia” es mucho, es de-
masiado. Si algo se escribe como comentario, como reacción crítica,
es en las ciudades capitales del eje central. ¿Qué pasa en Tarija? ¿Y
en Potosí? ¿En Oruro?... ¿Será que no hay teatro en esas regiones?
No se puede afirmar que existe crítica teatral cuando es una sola voz
la que se lee; es como un monólogo, un solo punto de vista que el
lector no puede, por tanto, comparar con otros a la hora de decidir
si su propia voz encuentra eco, sea para coincidir, sea para disentir.
¿Qué hace falta? Pues muchas cosas. Espacios en los medios tradi-
cionales (tan mezquinos, tan volcados al espectáculo barato) y saber
mejor utilizarlos en los que se abren en los medios digitales. Gente
(críticos) con una formación cultural amplia y teatral en específico:
esto es, con lecturas de textos teatrales, teoría teatral y, sobre todo,
asistencia a cuanta obra teatral se pueda. Ver mucho teatro, amar
el teatro, aproximarse a los procesos de creación más que sólo al
resultado. Y entender que una sola persona no puede juzgar todas
las formas de hacer teatro… Por tanto, hacen falta más críticos en
un mismo medio y varios críticos ocupando distintos medios.
2. ¿Cómo aporta la crítica teatral al trabajo de los
artistas de teatro?
Creo que motivando la conciencia crítica del espectador. Si éste se
interesa por una obra, un director, un autor, un grupo gracias a una
crítica, gana el que crea. Gana si el público acude a la sala para cons-
tatar lo dicho por el crítico (para seguir su consejo o justamente por
lo contrario), y gana si el espectador, guiado por la forma de abordar
una obra que propone el crítico, se vuelve más exigente, está mejor
informado. Que una crítica ayude, de vez en cuando, a un director
a encauzar mejor su propuesta (bajar el volumen a la música, hacer
que el actor/actriz hablen más alto, iluminar mejor ciertas áreas),
puede ser; pero finalmente es “su” obra y el crítico no está para diri-
girla ni mucho menos.
3. ¿Cuán importante es tu vivencia al momento de
criticar una obra?
Un crítico es un ser de carne y hueso, no puede dejar sus valores y
vivencias en la puerta del teatro. Pero, si asume su trabajo respon-
sablemente, eso que se tiene que estar embebido de conocimiento.
Dice Harold Bloom, el crítico y teórico literario (un apasionado de
Shakespeare), que siempre hay en nosotros un demonio que susurra
“amo esto, odio aquello” y que es imposible callarlo. Pero sí se puede
guiarlo, de manera que aun cuando “odie” una cierta forma de hacer
teatro, sepa reconocerle los méritos. No es fácil; pero por algo te
arrogas el título de crítico, es decir, por algo te atribuyes el privilegio
de decir en voz alta lo que piensas de una obra, como el resto de los
espectadores no puede hacer. ¿Un crítico teatral llega a juzgar una
obra de teatro? ¿Por qué? Emitimos juicios de valor, ciertamente.
Quien propone una obra al público se expone a esos juicios; pero por
supuesto que éstos tienen que estar suficientemente argumentados
y no confiados a los adjetivos calificativos o descalificativos. Decir
“esta obra es buena” o “es mala” no es hacer crítica. Hay que señalar
LA ESCENciA 21
por qué, hay que tener las palabras, es decir los conocimientos que
expliquen dónde radica el acierto o el desacierto, sabiendo que lo
dicho es, de todas maneras, sólo un punto de vista más. La crítica
no es un criterio de verdad, como ya decía el padre Luis Espinal.
Es un “yo creo que” que invita, ojalá, a que otra persona exprese su
parecer, así sea nada más que en la intimidad de su mente. Para que
quede claro: un crítico no tiene ningún derecho de decidir la conde-
na o la absolución; lo que hace desde su subjetividad debidamente
formada (ojalá) es proponer un diálogo sobre ese producto artístico.
4. ¿Qué tipo de formación debe tener un crítico de
teatro?
Ver mucho, pero mucho teatro. Como ya dije antes, no puede con-
formarse con el resultado, debe seguir el proceso creativo, indagar
sobre él. Es algo que el común de los espectadores no hará, no tie-
ne por qué, pero un crítico sí. Y no hay excusa, ahora, del tipo “no
hay tanto teatro para ver”, pues en YouTube se encuentra de todo:
no es lo mismo que estar en una sala, pero ayuda. Luego, hay que
leer sobre teatro, leer textos teatrales, escuchar charlas sobre teatro
(YouTube otra vez)… Y no conformarse con esto, pues sería empo-
brecerse. El cine, las artes visuales, la danza, la literatura, todas son
fuentes para guiar a ese duende en una realidad en la que los lími-
tes, también del teatro, se diluyen.
22 LA ESCENciA
Mabel Franco Ortega (La Paz, Bolivia, 1960).- Crítica de
teatro y periodista cultural.
Estudió comunicación social en la Universidad Católica Boli-
viana de La Paz. Fue Presidenta del ‘Cine Club Luminaria’ y lue-
go de la Organización Católica Internacional del Cine (OCIC),
filial Bolivia, que organizaba el Festival ‘Llama de Plata’ en La
Paz. Se inició en el periodismo cultural en el diario ‘Presencia’
gracias a Mario Ríos Gastelú. Luego de un breve periodo en el
diario ‘Última Hora’, se integró a ‘La Razón’ como redactora de
Cultura; hace 14 años que trabaja en este periódico, donde ha
sido editora de cultura, ciudades, economía, suplemento ‘Ten-
dencias’ y Subdirectora. El área que más ha cultivado, dentro
del periodismo cultural, es el teatro, esto le valió asistir a los
festivales internacionales de Bayonne-Biarritz (1999) y Avig-
non (2003), ambos en Francia.
El año 2009, por un trabajo junto a Elías Blanco y otros perio-
distas, elaboró los productos por el Bicentenario de Chuquisa-
ca y La Paz; el periódico ‘La Razón’ obtuvo por este trabajo el
premio que otorga la Asociación de Periodistas de La Paz.
(Biografía tomada de Diccionario Cultural Boliviano)
 ¿Qué es la escena?

¿Sufrimiento o disfrute?

¿Qué sentimos cuando estamos en ella?

Preguntamos a varios compañeros de las artes escénicas para
entender un poco la visión que cada uno tiene sobre este espa-
cio en donde convivimos todos los que nos dedicamos a las artes
escénicas. Aquí algunas respuestas.

¿Qué es la Escena?
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 Si me pongo poética: la escena es un lienzo. Si me pongo loquita: la escena es el
espacio donde puedo hacer que el mundo funcione como yo quiero. Si me pongo
cuerda: la escena es el espacio donde actores, iluminadores, directores, vestuaris-
tas y demás involucrados, trabajan juntos para crear una obra de arte que inter-
pele al espectador.

Claudia Eid – Actriz/Directora/Dramaturga

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Yo creo que el hecho escénico genera una realidad ficcional que irrumpe en la
realidad cotidiana; es en esta realidad ficcional, con sus propias reglas y conven-
ciones, donde sucede la obra. La escena desde un punto de vista de la realidad
cotidiana vendría a ser los límites físicos dentro de la cual existe esta realidad
ficcional; mientras que desde el punto de vista de la realidad ficcional la escena
sería el universo mismo, universo que permite la existencia de todo ente escénico
y de sí mismo.
La escena es una realidad tejida de ficciones. Como consecuencia en la escena
puede suceder, pasar o existir cualquier cosa que la ficción sea capaz de crear.

Toto Torres – Actor/Director/Dramaturgo

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 Esa  posibilidad de ser todas las cosas que nos habitan, inquietan, cuestionan,
que  nos pican, nos incomodan, nos retuercen por  dentro. Esa necesidad  impo-
sibilitada de ser cuando le da la gana  de ser, y no poder desbordarse y salir, no
poder  manifestarse para explicar la certeza de su existencia y su inevitable nece-
sidad de ser. Todas esas  inexplicables  sensaciones  y  urgencias, tienen un lugar
maravilloso para existir; la escena.    
La escena  es un espacio donde podemos encontrar la posibilidad de ser lo que en
la vida cotidiana no nos atrevemos a ser, o ¿no deberíamos atrevernos? Por una
serie de condicionamientos y normas sociales completamente necesarias, (hay
que admitirlo).
La escena  expresa lo que en el  fondo todos somos capaces de reconocer en noso-
tros mismos;  la necesidad de liberar y extremar cosas para que los espectadores
se reconozcan también y se sientan más acompañados en este mudo en el que
muchas veces nos sentimos desamparados y atrapados en la soledad más sórdida. 
La escena casi como un regalo divino, es sin duda una responsabilidad y un traba-
jo minucioso; saber  entregar  lo justo  y no caer en el simple gusto del grito y la
catarsis personal, o en ningún hedonismo ni egocentrismo que haga que al final
nada en la escena valga la pena. Dar lo necesario, siempre y para eso, atravesar
el proceso más grato de todos  en este oficio: el  proceso de ir hacia adentro, muy
profundo…  atravesar el viaje iniciático personal y dentro de cada obra que será
muchas veces arduo, pero que  pagará  el precio para entregar  al espectador  (y
por qué no, a uno mismo), un momento maravilloso   para  reencontrarnos, reco-
nocernos y   sentirnos al menos un instante, menos solos en el mundo.                         
Camila Rocha – Bailarina/Actriz

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¿Qué es “La escena”? Es, para mí, idéntica a ese espacio de juego que los niños
demarcan. El vacío infinito de “la tula”, la rayuela dibujada en el piso (y sus
alrededores no demarcados), las zonas de rapto y distancia del “ángel mío”, la
“tiendita” a la que entran a regatear los precios con el encargado, etc. Va más
allá de las líneas marcadas en una cancha. Es un lugar en el que se crea una
especie de campo de fuerza que permite que cada uno de los que juegan su
rol adecuadamente dentro de él, sean capaces de modificar sus características
(color, tiempo, clima, lugar, densidad) haciendo que todos adentro comprendan
y sientan esa intención. Todos saben cuándo están dentro o fuera de ese espacio.
No responde – como ya dije – a líneas trazadas o a escenarios dispuestos para
ello, ni siquiera a los círculos de público en las calles, pues estos espacios son
fáciles de romper desde adentro. Responden sólo a la intención de los que juegan
dentro de él, a la energía que invierten alimentándolo. Basta con ver a un grupo
de niños jugando para darse cuenta de lo que es.
Alejandro Pacho Gonzales – Actor/Director/Músico

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 La escena para mí, es como el Aleph de Borges. Ese punto donde se unen todos los
puntos. Es espacio desde donde veo el mundo y desde donde muestro el mundo
que veo.

Mary Carmen Monje – Actriz/Directora.

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La escena: Es donde se desarrolla una acción dramática, tanto en un texto teatral
o en un espacio escénico. Al igual la escena es un componente que se encuentra
en un acto o en una pieza teatral. Una escena puede estar compuesto por: diálo-
gos, monólogos, didascalias, uno o varios personajes, etc.

Geronimo Mamani – Actor

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El Lente en La ESCENciA
Obra: la vida inútil
lAPuesta - Grupo de Teatro
Dirección y texto de Jorge Alaniz León
Fotos de: Horus

¿Otras opciones?
¿A qué se refiere cuando dice “Otras opciones?

30 LA ESCENciA
¡Sexo!
¡Sumisión!

LA ESCENciA 31
 ¡Puedo invitar una cena romántica!

32 LA ESCENciA
¡Te tengo una Sorpresa!

LA ESCENciA 33
 Fue mi emoción de recibir la noticia y cuando me enteré de que iba a tener un hijo no pude
contener la alegría y fui gritando por todo el barrio que sería el mejor padre de toda la historia.

34 LA ESCENciA
Si hubiese sabido que el tener una familia feliz era sacrificar tantas
cosas lo hubiese pensado mil veces antes de embarazarme.

LA ESCENciA 35
 ¡No me interesan los requisitos
Yo vine a cumplir con mi trabajo!

36 LA ESCENciA
Pobre mi hijo, tuve que salvarte de tu padre que te quiere con cara de torta, pobrecito
mi niño con carita de torta, te verías tan lindo, tan mordible, así como para comérselo
a mordiscos, a ver, tan bonito, pero no es para comérselo, aunque podemos probar, a
ver, empecemos por las manitos…y las piernitas… y la cabecita…

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