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PALABRAS DE CLAUSURA

50º Aniversario del Colegio de Sevilla


7 de Noviembre de 2008

Buenas tardes Sr. Cardenal, Don Carlos Amigo Vallejo, Hermanas,


profesores, personal no docente, padres y madres, alumnos y exalumnos,
amigos... a todos buenas tardes y bienvenidos a esta Casa, Casa de corazón
grande y de puertas abiertas para todo el que se acerque a ella. Sentidla
vuestra.
Cuando hace un año me llamó la Coordinadora de actividades del
cincuentenario, para preguntarme si podría asistir a la Clausura del cincuenta
aniversario de este “mi querido Colegio” y añadió: “Nos gustaría que lo
clausuraras tú”, me di cuenta de que les hacía mucha ilusión y de que sabían
que la que yo sentía no era menor que la de ellos y ellas. Fue para mí
gratificante y sentí una gran alegría aunque salpicada por un cierto temor a que
me traicionaran tantas emociones...
Cuando me dispuse a preparar estas palabras, después de dar muchas
vueltas, pensé que en estos casos, lo mejor es dejar que hable el corazón, pero
inmediatamente me rectifiqué. Corría el riesgo de personalizar demasiado y de
ceñirme a una etapa, preciosa etapa de 30 años de mi vida a la que debo
después de a Dios y a mi familia casi todo lo que soy.
Pero no quiero dejar de recordar mi paso por Sevilla: los días en el
Colegio, en la Parroquia, en la Residencia de Ancianos a la que íbamos todos
los sábados, en FERE, Educación y Gestión, nuestras reuniones de URPA en
San Juan de Aznalfarache. ¡Cuántos espacios compartidos! ¡Cuántas vivencias
inolvidables!
Y es que hacer memoria de nuestra Historia personal, de cómo empezó el
largo y maravilloso recorrido del Colegio es reconocer con agradecimiento el
transcurrir de la vida y el sentido profundo de la misma, memoria agradecida
creadora y generadora de vida; memoria que nos hace presente el pasado y
nos proyecta hacia un futuro esperanzador.
Tener historia, tener una historia que contar es sabernos vivos. Es
vislumbrar en nuestro recorrido una meta, conseguida paso a paso, vivencia
tras vivencia. Y todo ello tejido de relaciones humanas, de gestos solidarios, de
pequeños y grandes logros, de sufrimiento y de gozo... Y en el inicio Dios el
autor principal de nuestra historia.

Hace cincuenta años (ya 51) comenzamos nuestra andadura. No fueron


pocas las dificultades, sólo quienes fundaron el Colegio lo saben.
Cierto que entonces la situación social demandaba un estilo de educación
bien diferente al de hoy. Hace cincuenta años la educación era en gran parte

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mimética. Se aprendía repitiendo, el instrumento principal: la memoria. Esencial
la experiencia del profesor. El alumnado ideal, aquel que acataba sin
cuestionar, que obedecía sin rechistar, el que tomaba mejor los apuntes, el más
aplicado y limpio a la hora de presentar las tareas...
A finales de los sesenta y comienzos de los setenta el sistema educativo
se vio invadido por las reformas. Fue una época en la que lo inapelable entró
en conflicto con lo posible... “prohibir lo prohibido”.
Los Colegios se hicieron mixtos y tímidamente asomaban por el horizonte
las nuevas tecnologías que abrían paso a la creatividad y a los nuevos surcos
entre los que hoy nos movemos. No hay lugar para la rutina. En nuestro
presente las rutas están desdibujadas y unas veces a tientas y otras
certeramente caminamos. Nuestro mundo está herido por la desilusión, la
desesperanza; es un mundo dividido, competitivo. Las grandes diferencias
económicas se acentúan. Un mundo globalizado con sus luces y sus sombras.
Un mundo donde cada vez más se hace realidad la multi y la interculturalidad,
la interreligiosidad... Las nuevas tecnologías aportan nuevas formas de
aprendizaje con sus ventajas y desventajas. Cada vez nos encontramos con
modelos de familia más diversos, redescubrimos la misión educativa como
tarea compleja, pero apasionante que vivimos juntos como la mejor apuesta de
futuro para nuestro mundo.
En nuestro entorno, la presencia creciente de la mujer en la vida social y
laboral y los nuevos modelos de familia nos llevan de la mano hacia una
educación donde se logre la complementariedad en la cooperación. Los viejos
roles no son eficaces. Hay que crear “odres nuevos para vinos nuevos”.

En todo este proceso, el Colegio ha tenido siempre muy claro cuál era, es
y será nuestra meta: colaborar en la formación de la persona para que sea
agente de su propio desarrollo, alcance la madurez humana, opte libremente
por la fe y se comprometa en la construcción de una sociedad más justa y
fraterna basada en la verdad, la paz y el amor. Así la expresa nuestro Carácter
Propio.
La Congregación, hoy más que nunca, si cabe, continúa apostando por la
Educación. La siente plataforma privilegiada de evangelización con todo lo que
ello lleva consigo. La entiende como un proceso formativo, dinámico, coherente
y unificado que posibilita el desarrollo integral y armónico de la persona en
todas sus dimensiones: ser único e irrepetible, abierto a los demás y con
sentido de trascendencia (Carácter Propio, pág. 17).
El Colegio, nuestro Colegio, siempre ha intentado dar una respuesta
educativa, adaptarla a las necesidades de los alumnos/as, en el aquí y el ahora
de la sociedad.
Felicidades: Hermanas, profesores, personal no docente, trabajadores
todos (los actuales y los que dejaron el Colegio sin irse del todo), padres y
madres, alumnos, exalumnos, Iglesia, Instituciones que habéis hecho posible

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que el Colegio haya vivido una trayectoria educativo - pastoral de calidad,
intentando ser fiel a su propia identidad. Felicidades. Creo que son las mejores
bases de futuro para el Colegio: la calidad educativa y fidelidad a la identidad
del Centro.
Felicidades y Gracias. Os animo a todos/as a que sigáis colaborando en
esta magnífica tarea que juntos llevamos entre manos.

Hay retos de siempre y retos que nos plantea el hoy de cara al futuro:
Entre los RETOS DE SIEMPRE, nuestros Colegios han de tener y éste lo
tiene:
 Un rostro inequívoco: La Hospitalidad, hecha acogida y servicio
permanente. Sencillez y cercanía.
 Una clara preferencia por los más débiles.
 Una prioridad en la educación para la interioridad y para la solidaridad.
Para la primera debemos trabajar el desarrollo de las capacidades
básicas de atención, concentración, admiración, silencio como base
necesaria para escuchar e interiorizar la Palabra. Y para la segunda, la
solidaridad, hemos de favorecer actitudes básicas de servicio,
generosidad, sentido crítico, capacidad de compartir...

Ante estos retos de siempre:


 Seguid optando por la persona. El alumno/a es el Centro del Colegio.
Que siempre se sienta acogido, aceptado y amado como es. Confiad
en sus posibilidades de superación.
 Apostad continuamente y con fuerza por la vida. Potenciad lo positivo,
verbalizad en positivo, corregid en positivo. Educad para la vida.
 Seguid mimando las relaciones. Esta obra sólo es posible con la
participación y colaboración de todos. Colegio, familia y sociedad.
Padres y madres, colaborad con el Colegio. Id a una con él. Sois los
primeros educadores.
Alumnos, aprovechad a tope todo lo que el Colegio os ofrece y
decidnos también cómo podemos ayudaros mejor a crecer en cada
momento.
Exalumnos, seguid sintiendo que éste es todavía vuestro Colegio,
en el que ahora ya sois de casi todo: padres y madres, profesores,
colaboradores.
Mantened entre todos este barco en el que navegamos juntos.
Algunos/as ya hemos cortado amarras (nunca del todo), cediendo las
cuerdas a otros, a otras, encaminados hacia un mismo puerto.

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 Continuad abiertos al entorno. Que no os pasen desapercibidas las
realidades humanas y sociales que nos rodean.
 Seguid apostando por la misión compartida.

Y ante los NUEVOS RETOS:


 Valorad la multiculturalidad.
 Seguid manteniendo una postura de apertura y de respeto por lo
distinto.
 Acoged las otras culturas.
 Trabajad por que los inmigrantes se sientan en casa.
 Potenciad el diálogo interreligioso.
 Acoged, integrad y acompañad a las Familias para compartir el
proceso educativo de sus hijos.
 Abríos a los nuevos valores, las nuevas realidades, las nuevas
tecnologías, para analizar, discernir y elegir aquellos elementos que
creamos debemos incorporar en nuestra propuesta educativa.
 Continuad ofreciendo el mensaje de Jesús – Dios como respuesta
plena a las expectativas del corazón humano.
Y todo hacedlo desde la sencillez.

Que el Colegio siga siendo Casa abierta en la que todo el que llega se
sienta a gusto, feliz.
De nuevo felicidades y gracias a todos.

Deseo que el paso por el Colegio os haya ayudado y os siga ayudando:


 A entusiasmaros con la vida.
 A encontrar la plenitud en el amor.
 A aceptar vuestra vulnerabilidad y limitaciones sin enfados.
 A encontrar la recompensa en los logros.
 A aprender con los desencuentros y los fracasos.
 A experimentar que sólo la verdad nos hace libres.
 A comprometeros con la causa de la justicia.
 A apoyar lo pequeño y a los pequeños.
 A seguir creciendo siempre para desarrollar lo mejor de lo que lleváis
dentro.

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 A soñar un mañana mejor y a contagiar esperanza.
 A creer en el Dios del que fue Palabra Jesús de Nazareth y que nos
habita en lo más profundo de nuestro ser.

Y por último deseo que tengáis la certeza de que cuantos os


acompañamos entonces y ahora podemos decir, parafraseando al poeta: “Con
nosotros vais, nuestro corazón os lleva”.
Felicidades. Gracias. De manera especial a quienes habéis coordinado las
actividades de la celebración del cincuenta aniversario y también a todos los
que nos acompañáis porque sois vosotros los protagonistas de la historia que
hoy celebramos.

QUEDA CLAUSURADA
LA CELEBRACIÓN DEL CINCUENTA ANIVERSARIO DEL COLEGIO.

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