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LA NICOTINA

La nicotina es un veneno. Su presencia en la planta del tabaco (Nicotiana


tabacum) no es para que el tabaco sepa mejor ni para que vayas con más
frecuencia a comprar cigarrillos sino que es una forma que tiene la planta de
defenderse de los animales que quieren infestar su organismo o de los que
quieren comerse sus hojas.

La nicotina es un alcaloide, sintetizado en las raíces de la planta y transportado


a las hojas. Es uno de los compuestos químicos más adictivos que se conocen,
superiores a la heroína o la cocaína. Por eso es tan difícil dejar de fumar.
Además, casi todos los consumidores de drogas ilegales son también
fumadores.

La nicotina actúa sobre el cerebro causando efectos excitadores e inhibidores.

En los efectos inhibidores genera calma y una reducción del apetito lo que
explica también por qué muchas veces se sube de peso al dejar de fumar. La
nicotina del tabaco también genera numerosos efectos psicoactivos incluyendo
sensación de atención, de estar alerta, de mayor concentración, de mejor
memoria. Por eso es muy difícil dejar de fumar en época de exámenes.

Los fumadores conocen de una forma empírica y a menudo inconsciente esos


distintos efectos estimuladores y sedantes. Cuando quieren el efecto
estimulante -hay que tomar una decisión importante e inmediata, por ejemplo-
hacen muchas caladas cortas y rápidas. Eso genera niveles bajos de nicotina
en sangre, estimula la transmisión nerviosa y el fumador siente que el cerebro
está más ágil. Por el contrario, si quieren relajarse, hacen caladas lentas y
profundas, elevan el nivel de nicotina en sangre, se incrementan los efectos de
la serotonina y los opiáceos cerebrales y se produce un efecto sedante. Por
tanto, la nicotina es única puesto que pasa de un efecto estimulante a uno
calmante y analgésico al aumentar la dosis.

La dosis diaria de nicotina varía mucho en función del tabaco fumado, el peso
corporal, el metabolismo o la dieta pero en general varía entre 10 y 80 mg. Los
hombres metabolizamos la nicotina más rápido que las mujeres y los efectos
cerebrales parecen ser mayores en ellas que en nosotros lo que explica que, a
pesar de la fuerza de voluntad que nos demuestran todos los días, resulta más
difícil dejar de fumar a las mujeres que a los hombres.(1 )

http://naukas.com/2014/03/27/la-nicotina-y-los-cigarrillos.(1)

EL PODER DE LA NICOTINA

La nicotina es un producto tres o cuatro veces más adictivo que la heroína o la


cocaína . La capacidad adictiva de una droga no depende de que sea legal o
ilegal, cara o barata, fácil o difícil de encontrar. Depende sencillamente del
intervalo de tiempo que transcurre entre el instante en que se consume y la
percepción de sus efectos en el cerebro. Debido a que la nicotina se inhala en
forma de gases a través de los pulmones, sólo transcurren 10 segundos desde
la calada hasta que se nota el impacto cerebral. Este escaso tiempo es muy
reforzador, dado que el fumador adicto tiene una sensación de bienestar y de
tranquilidad, mientras que si se retrasa unas horas la siguiente dosis siente
todo lo contrario.

Según la Asociación Americana de Psiquiatría, los criterios científicos de


adicción a la nicotina son dos: consumo diario de nicotina durante varias
semanas, y aparición de cuatro o más de los siguientes trastornos cuando se
suspende el consumo durante 24 horas o más: falta de humor, insomnio,
irritabilidad, frustración o enfado, ansiedad, dificultad para concentrarse,
intranquilidad, disminución de la frecuencia cardiaca e incremento del apetito.

La adicción a la nicotina es tan intensa que personas con graves enfermedades


siguen fumando. Por ejemplo, vuelven a fumar la mitad de los operados de
cáncer de pulmón, el 38% de los que sufren infarto de miocardio, el 40% de los
laringuectomizados y el 30% de los pacientes con oxigenoterapia domiciliaria.

La dependencia es psicobiológica y está favorecida por el entorno social. Los


fumadores utilizan el tabaco como estrategia para afrontar todo tipo de
situaciones, tanto positivas como negativas, para trabajar, estudiar,
comunicarse, descansar, recibir malas noticias, etcétera. Estos factores
psicológicos llegan a evocar respuestas similares a los efectos farmacológicos
de la nicotina porque los procesos neuroquímicos de adicción y abstinencia
están asociados intensamente a todo tipo de situaciones.
El proceso del síndrome de abstinencia comienza a las 24 horas, suele adquirir
más intensidad a lo largo de la segunda semana sin fumar y suele durar hasta
entre seis y ocho semanas, aunque en algunos casos persiste durante años de
forma más atenuada e intermitente. Sin embargo, es más difícil resistir
fumando unos pocos cigarrillos que sin fumar ninguno. La explicación a esta
paradoja reside en la densidad de receptores de nicotina presentes en el
cerebro del fumador. Después de un tiempo sin fumar basta un cigarrillo o
incluso una calada para despertar a todos estos receptores cerebrales, que
empiezan a pedir nuevas y repetidas dosis como un nido de polluelos
hambrientos.(2)

http://elpais.com/diario/2005/03/15/salud/1110841204_850215.html (2)

LA NICOTINA: Droga Adictiva

La nicotina es un alcaloide contenido en forma natural en las hojas de la


Lobelia Nicotinae, la cual es una planta solanácea cultivada por su valor
comercial.

Las hojas procesadas de esta planta llamada "tabaco" son consumidas de tres
principales maneras; masticadas, inhalando su rapé y fumándolas. Los
cigarrillos es la forma más popular de consumo, abarcando un 95% del
mercado actual.

La nicotina es también uno de los 4,000 sustancias contenidas en el humo de


cigarrillos. Y es la responsable de la adicción al tabaco.

Es una droga psicoactiva y un potente reforzador conductual, capaz de producir


severa dependencia química en el consumidor. La nicotina se absorbe
rápidamente de la mucosa nasal, oral y respiratoria llegando al cerebro al cabo
de unos 7 a 10 segundos. Es allí donde ejerce su acción sobre el SNC así
como en el sistema nervioso autónomo. La nicotina produce efectos somáticos
tales como elevación de la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
El efecto en el cerebro es paradójico, causando una estimulación inicial y luego
depresión. Estos efectos son mediados por receptores nicotínicos y son
dependientes de la dosis.

La nicotina produce estados de ánimo similares a los producidos por


estimulantes psicomotores como las anfetaminas y la cocaína.

Las personas que consumen nicotina lo hacen buscando el efecto placentero


proveniente de la estimulación del SNC, o su efecto relajante proveniente de la
depresión subsecuente.

Los fumadores crónicos activos, realizan mejor ciertas tareas cuando están
fumando que cuando están en abstinencia. Pueden sentir que manejan mejor
el stress y las emociones.

La tolerancia se desarrolla hacia los efectos subjetivos de la nicotina y al


sentimiento de euforia del consumidor, tal como ocurre con los estimulantes y
opiáceos.

Cuando las personas dejan de fumar, los niveles sanguíneos de monóxido de


carbono y nicotina descienden rápidamente. También la frecuencia cardíaca
baja un promedio de 5 latidos por minuto bajo la basal, en el primer día de
abstinencia, y sigue bajando hasta estabilizarse mientras no se vuelva
consumir.(3)

http://www.adicciones.org/articulos/articulo002.html(3)

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