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¿Congelación global? Se avecina una mini edad de hielo de consecuencias


devastadoras
Publicado: 12 nov 2016 09:53 GMT | Última actualización: 12 nov 2016 19:01 GMT

Nos acercamos hacia un nuevo mínimo histórico de actividad solar, lo cual


provocará una bajada de las temperaturas y "la formación de hielo en las
costas de toda Europa".

El meteorólogo y astrofísico británico Piers Corbyn vaticina que la Tierra se


enfrentará en los próximos años a una mini edad de hielo que tendrá
consecuencias devastadoras para el planeta, informa el diario británico 'Express'.

Recientes estudios apuntan que la actividad solar está disminuyendo a un ritmo


más rápido que en cualquier otro momento de la historia. Los científicos
prevén que esta tendencia continúe durante los próximos cuatro años, alcanzando
un mínimo entre 2019 y 2020, y que tendrán que pasar hasta 15 años para que el
sol vuelva a tener una actividad normal.

"Nos encontramos ante un declive de la actividad solar y estamos dirigiéndonos


hacia un período de más inactividad. Esto puede causar un cambio en las
corrientes en chorro de la atmósfera y que se desplacen hacia el sur, provocando
que se enfríen las latitudes templadas, en donde se encuentran Europa, Reino
Unido y América del Norte", ha alertado el experto.

Corbyn indica que, como consecuencia, "las temperaturas bajarán, lo que


conducirá a la congelación del agua del océano y a la formación de hielo en las
costas de Europa". "Esperamos que se produzca una mini era glacial", afirma.

Devastadores terremotos
El meteorólogo ha destacado que existe un vínculo entre estos grandes cambios
en la actividad solar y la aparición de fuertes terremotos debido a una reducción
en la fuerza de los campos magnéticos que hay alrededor de la Tierra. Según él,
"Japón, EE.UU., Filipinas y las regiones propensas a los terremotos de Oriente
Medio y Asia están a punto de ponerse en alerta máxima".

Una menor cantidad de llamaradas solares se asocia con un período de


menor atracción magnética sobre la superficie de la Tierra, lo cual detiene el
movimiento de las placas tectónicas y provoca que una enorme presión se
acumule por debajo de la corteza terrestre. El resultado de esto,
explica Corbyn, es parecido a una olla a presión en la que cualquier movimiento
leve es capaz de desencadenar un terremoto masivo.

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