Está en la página 1de 89

2,300 Días

Franck Junior Flores


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
2,300  Días  
 
Copyright  ©  2014  by  Franck  Junior  Flores  
All  Rights  Reserved  
 
 
 

2
Indice

Prefacio ................................................. Página 5.

Capítulo 1:
Hasta Dos Mil Trescientas
Tardes y Mañanas ………………...…… Página 6.
Luego del dominio de Grecia, apareció Roma ……......... Página 7.

Capítulo 2:
Las 70 semanas proféticas de Daniel 9 son parte
de los 2,300 días de Daniel 8 ................. Página 10.
Dios quería restaurarlos, no destruirlos …………...….. Página 11.

Capítulo 3:
Desde la salida de la orden, hasta el Mesías
Príncipe …………………………..….... Página 13.
Lo que dijo Artajerjes …………...…………………....... Página 14.
Lo que dijo Esdras ………...………………….……........ Página 14.
Lo que dijo Gabriel ………...………………….……....... Página 15.
Cristo confirma el Pacto predicho ………....……........... Página 16.
Día por año ………...………………….…………….…... Página 18.
¿Jesús entonces aparecería en el año 26 D.C? ……….... Página 20.

Capítulo 4:
La última semana de la profecía .......... Página 24.
Cuando fue dada primeramente la orden …….……...... Página 28.
Daniel 8 y Daniel 9 están unidos …………..……...…..... Página 31.
Tiempo del bautismo de Jesús …………...……..…….... Página 35.
Las tres pascuas del ministerio de Jesús …………......... Página 39.

3
Capítulo 5:
El Mesías Príncipe y su pueblo ........... Página 41.
Quien hace cesar el sacrificio y la ofrenda …………...... Página 42.
¿Existió Pilato en el tiempo de Jesús? ………………..... Página 44.
La profecía no está centrada en el Anticristo ………..... Página 45.
Cirenio, Judas el galileo y el censo …………...……....... Página 47.
La muerte de Esteban y la conversión de Pablo …......... Página 49.
Apedreamiento de Esteban …………...……………....... Página 54.
Pedro explicó el significado de la visión ……………...... Página 55.
La muerte de Esteban marca el inicio de
la proclamación del mensaje a otros ………….……….. Página 59.

Capítulo 6:
Los tiempos de los gentiles…................ Página 68.

La destrucción de Jerusalén …………...……………...... Página 68.


Jesús les anunció la desolación …………...…………...... Página 69.
Pisoteo del Santuario por los gentiles …………..…….... Página 75.

Capítulo 7:
1844 y el Fin ………….……..……….... Página 78.
El propósito de haberse dado los 2,300 días …………... Página 81.
Relevancia del decreto de Artajerjes……………….…... Página 84.
Repasando los puntos del Decreto de
Artajerjes en Esdras capítulo 7:12-26 …………………. Página 86.

Reflexión final ……………………………………….…... Página 88.

4
Prefacio
La profecía de las dos mil trescientas tardes y mañanas del
libro de Daniel contiene los eventos más importantes y
significantes del plan de salvación de Dios para su pueblo. Es
el cómputo profético más largo de toda la Biblia, y enfatiza la
restauración de la verdad y de la Iglesia. Lamentablemente, la
mayoría de los estudiosos y maestros de estos capítulos
rechazan el asunto en la forma que Dios lo presenta; a manera
historicista, sucesiva y unida. En cambio, arrojan todo al
pasado o al futuro, desarticulando el sólido contenido del
período. Aunque todo aparece y permanece bien unido y
detallado en un mismo conjunto de acontecimientos dentro
del tiempo divinamente predicho, ellos lo atacan punto por
punto; separándolo con otros períodos diferentes.

El propósito de este libro no es presentar la profecía y su


tiempo como comúnmente se ha hecho por varios siglos, aun
antes de que William Miller apareciera en 1844. Es más bien
una defensa de lo que ocurre dentro del cómputo, lo cual está
siendo cuestionado por todo el mundo cristiano. No es un
debate, pero sí es una respuesta a todo aquel que conoce algo,
poco o nada sobre el asunto. El entendimiento de esta profecía
es vital para todos nosotros si en verdad deseamos ser parte de
los planes trazados por Dios y vivir la escencia de ellos en el
amor y el poder de Cristo nuestro Salvador, quien es el mismo
centro de la profecía. El dijo una vez: “separados de mí nada
podréis hacer.” (Juan 15:5.) En otra parte dijo: “Si no te
lavare, no tendrás parte conmigo.” (Juan 13:8.) Y finalmente
declaró: “El que no es conmigo, contra mí es; y el que
conmigo no recoge, desparrama.” (Lucas 11:23.) Los 2,300
días son parte de Jesús como Salvador y de nosotros como
redimidos. Es vital que aprendamos bien esto, porque nadie
dará su vida por un evangelio que no comprende y que no
tiene por convicción, que venga realmente del Cielo. Que el
estudio que haremos aquí juntos, nos ayude a conocer mejor a
nuestro Dios y sus propósitos eternos, al final de los eventos
que dramáticamente se abren ya delante de nosotros.
El Autor.

5
Capítulo 1
HASTA DOS M IL TRESCIEN AS
TARDES Y M AÑANAS; LUEG O EL
S ANTUARIO SERA PURIFICADO

Al darse la profecía de la purificación del Santuario,


se usan las figuras del gran día de la expiación en el
lugar santísimo del tabernáculo de Dios en Levítico
16:1-10; 29-34. También se usan expresiones que
declaran que la profecía y su cumplimiento son “para
el tiempo del fin”, “para el fin de la ira”, o “para
muchos días” lo cual nos hace sumar “día por año”
en la cifra de las 2,300 tardes y mañanas. (Daniel
8:14; 17; 19; 26).

Se usaba un carnero por la promesa dada a Abrahán en


su descendiente, que es Cristo, y así se anunció que el
Señor moriría en lugar del hijo de Abrahán, que en
sentido espiritual nos representaba a todos los que somos
hijos de la promesa, por medio de la fe en El y que de
igual manera moriría por todos los hijos de Abrahán en
el tiempo del fin. Génesis 22:11-13. La razón de usar un
macho cabrío que era sacrificado por el pecado, es para
representar a Cristo tomando nuestra condición, y venir
a este mundo para morir expiando nuestras iniquidades.
Por eso también fue representado en un asta de madera,
como una serpiente de cobre. La misma figura se usaba
con Azazel, el otro macho cabrío que representa a
Satanás. No era sacrificado este otro macho cabrío, sino
que recibía todos los pecados del pueblo en el santuario,
y finalmente se arrojaba en un desierto. Todo esto
ocurría en el gran día de la expiación, en el lugar
santísimo del Tabernáculo; y representaba la última
interseción de Cristo, y el juicio contra el diablo, el
pecado y el perdón eterno alcanzado en victoria a favor
del pueblo de Dios.

6
Veamos estos textos que exponen el orden historicista de
la profecía:

Daniel 8:3 = "Alcé mis ojos y miré, y he aquí un


carnero."
Daniel 8:5 = "Mientras yo consideraba esto, he aquí un
macho cabrío."
Daniel 8:20 = "En cuanto al carnero que viste, que tenía
dos cuernos, éstos son los reyes de Media y de Persia."
Daniel 8:21 = "El macho cabrío es el rey de Grecia."

Luego del dominio de Grecia, apareció Roma

Daniel 8:9 = "Y de uno de ellos salió un cuerno


pequeño."

Daniel 8:23 = "Y al fin del reinado de éstos, cuando los


transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo
de rostro y entendido en enigmas." Este cuerno pequeño
es el mismo que se ve en Daniel 7:8; 19-27, el cual surge
en el cuarto reino, o sea, después del reinado de los
cuernos del tercer reino que es Grecia.

La profecía no está en el pasado con el rey griego


Antíoco Epífanes en un santuario terrenal del Antiguo
Testamento, sino en el futuro con la iglesia de Cristo; y
las doctrinas romanas que estarían en contra del
Salvador en un Santuario Celestial.

El diablo es echado fuera llevando toda la culpa de la


rebelión después que se ha alcanzado el perdón para los
que claman en arrepentimiento por sus pecados. Mateo
24:15; 2 Tesalonicenses 2:3-8.

Daniel 8:13-14 = "Entonces oí a un santo que hablaba; y


otro de los santos preguntó a aquel que hablaba:

7
¿Hasta cuándo durará la visión del continuo, y la
prevaricación asoladora entregando el santuario y el
ejército para ser pisoteados? Y él dijo: Hasta dos mil
trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será
purificado."

Daniel 8:26 = "La visión de las tardes y mañanas que se


ha referido es verdadera; y tu guarda la visión, porque es
para muchos días."

Daniel 8:17 = "Entiende, hijo de hombre, porque la


visión es para el tiempo del fin.

Daniel 8:19 = "Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha


de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del
fin."

En Mateo 24:15 Jesús anuncia la prevaricación


(abominación) desoladora no en el pasado, sino hacia el
futuro. Cuando mencionó la abominación desoladora
predicha por Daniel; ya Antíoco Epífanes había muerto
unos 200 años, pero el Señor la ubica hacia adelante en
medio de su sermón profético y en las señales del tiempo
del fin. En 2 Tesalonicenses 2:3-8 Pablo declara que es
el anticristo quien se coloca en el templo de Dios (verso
4). Lo anuncia también hacia el futuro (verso 8), tal
como el ángel declara que la visión de los 2,300 días de
la purificación del santuario es para el tiempo del fin, al
fin de la ira, y para muchos días. Los símbolos incluyen
a Satanás en la figura del macho cabrío Azazel;
probándose así que la profecía abarca todo el conflicto
de manera universal hasta su final, y no meramente
apuntando a un rey de Grecia en un cumplimiento corto
de la historia.

8
En este tiempo actual, hay un santuario válido
unicamente en el cielo; donde Jesús es ahora nuestro
Sumo Sacerdote. Hebreos 8:1-2; 5; 9:1-5; 11; 24;
Apocalipsis 11:18-19; 14:17; 15:5-8.

Daniel 8:16: "Y oí una voz de hombre entre las riberas


del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a éste la
visión."

Daniel 8:27 = "Y yo Daniel quedé quebrantado, y estuve


enfermo algunos días, y cuando convalecí, atendí los
negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la
visión, y no la entendía."

Al profeta se le pudo explicar el significado de las


figuras, pero no el tiempo de los 2,300 días que
escuchara decir que duraría la visión. Cuando dice que
no entendía por quedar quebrantado y enfermo, Daniel
se refiere al cómputo. La pregunta final fue: "¿Hasta
cuándo durará la visión…? Hasta dos mil trescientas
tardes y mañanas."

Es una profecía de tiempo tal como se ve en Daniel 7,


Daniel 9 y en Daniel 12. Todos los capítulos pertenecen
a una sola estructura en un mismo tiempo profético,
encerrada en los 2,300 días de Daniel 8:14.

Es importante estudiar el cómputo porque es dado con


un clamor de parte de Cristo, “que gritó y dijo” a Gabriel
que lo enseñara al profeta, en la rivera del río Ulai en
Babilonia; lo cual representa que es un mensaje que será
conocido por toda nación, tribu, lengua y pueblo en todo
el mundo. (Mateo 24:14.)

9
Capítulo 2

Las 70 semanas proféticas de Daniel 9 son


parte de los 2,300 días proféticos de Daniel 8

Gabriel regresa para terminar de explicar a Daniel los


2,300 días en el capítulo 9. Todas las figuras ya fueron
explicadas, pero no su tiempo de inicio y su final. Sólo
se le dijo que es para el tiempo del fin.

Daniel 9:21 = "aún estaba hablando en oración, cuando


el varón Gabriel, a quien había visto en la visión al
principio, volando con presteza, vino a mí como a la
hora del sacrificio de la tarde."

La hora del sacrificio de la tarde es la hora de la cruz.


Este es un mensaje basado en Cristo y su redención. Es
cristocéntrico. El es el Cordero del santuario que sería
inmolado.

Daniel 9:22-23 = “Y me hizo entender, y habló


conmigo, diciendo: Daniel, ahora he salido para darte
sabiduría y entendimiento. Al principio de tus ruegos fue
dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque
tú eres muy amado. Entiende, pues, la orden, y entiende
la visión.”

Se enfatiza en el número 70 porque ese es el tiempo de


vida de una generación delante de Dios. Es la mayor
fuerza del período de vida que tenemos para buscarlo y
prepararnos con El a la eternidad. Salmo 90:10; Génesis
4:23-24.

Es el tiempo de vida aproximado con que un rey


dominaba. Isaías 23:15.

10
Por eso Dios les anunció con Jeremías que el cautiverio
en Babilonia duraría 70 años, o sea, todo un tiempo de
vida que el rey Nabucodonosor tendría para dominarlos.
Jeremías 25:11-12; 29:10-14.

Dios quería restaurarlos, no destruirlos. (Jeremías


32:36-44.) No era su deseo que vivieran mucho tiempo
en Babilonia y que se olvidaran de sus promesas.
Por eso vemos como después de los 70 años, quedaron
aun sobrevivientes de aquella generación, y lloraban al
ponerse el cimiento del nuevo templo mientras que los
jóvenes gritaban de alegría. (Esdras 3:12-13). Aquella
vieja generación sabía que habían perdido la gloria
anterior que una vez gozaron; pero Dios les anunció que
la gloria postrera del templo sería mayor que la primera,
refiriéndose a la venida de Cristo a su templo, para darle
un significado y valor espiritual a todo. (Zacarías 6:12;
Malaquías 3:1-2).

La profecía es dada con el mismo número 70, pero ahora


no encerrada en 70 años, sino en 70 semanas. La
expresión: "semanas" se usa para recordarnos que el
Dios que da la profecía es el Dios de la semana de la
creación.

Por eso también los 2,300 años son dados como días,
pero con la expresión: "tardes y mañanas," porque fue la
tarde y la mañana en cada día de su creación y porque
Jesús moriría en la tarde en la cruz, pero resucitaría en la
mañana. Está basado en la obra de la creación y
redención del hombre. El cómputo también está basado
en el número 7 porque El es el Dios del Séptimo Día de
la creación y es “el Anciano de días”. Todo esto nos
señala que el tiempo y la profecía está basado en la obra
del Creador y las figuras del Santuario porque también
es nuestro Redentor y Mediador.

11
Las setenta semanas son el inicio de la visión de las
tardes y las mañanas que no pudo Gabriel terminar de
explicar a Daniel en el capítulo 8. La orden que el ángel
recibió de la voz humana de Cristo fue que le enseñara la
visión al profeta, pero en Daniel 8:27 él confiesa que no
la entendía.

O sea, no entendía el cómputo; la figura sí la


comprendió bien, pues el ángel la logró explicar en
Daniel 8:20-25, pero al querer pasar al cómputo, Daniel
se quebrantó por la visión "y no la entendía." (Daniel
8:27.) Por eso Gabriel regresa y le dice que esta véz le
dará la explicación.

Veamos de que se trata el inicio del cómputo:

Daniel 9:24 = "Setenta semanas están determinadas"


(Hebreo = kjaták = cortadas, separadas, determinadas, o
sea, implicadas en los 2,300 días; de allí se toman 70
semanas que son 490 días de años.)

"Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y


sobre tu santa ciudad." La profecía en su inicio
solamente incluiría al pueblo de Daniel, que son los
judíos según la carne, y a su santuario que es el terrenal,
en el tiempo que señalaba el ángel.

Por eso Cristo envió a los 12 apóstoles; por las doce


tribus, y luego a los 70 misioneros por las 70 semanas, y
les prohibió ir a los samaritanos o a los gentiles; sólo
irían primeramente a las ovejas perdidas de la casa de
Israel tal como estaba predicho en las setenta semanas.
Leámoslo cuidadosamente en los siguientes textos:
Mateo 10:1-7. Lucas 10:1-9.

12
Capítulo 3

Desde la salida de la orden,


hasta el Mesías Príncipe

La profecía de los 2,300 días no puede ir separada de


Cristo. Nuestro Señor Jesús, su persona y obra son el
centro de cada uno de los capítulos del libro de Daniel.
Por eso es que sabemos que las 70 semanas son parte de
la visión dada en Daniel 8, igual que los 1,260 días del
capítulo 7 van dentro del cómputo de los 2,300 años.
Tanto el capítulo 7 como el 9 van ligados a la profecía y
su largo período dado en el capítulo 8.
Las figuras y el cómputo vistos en Daniel 7 van con las
figuras y cómputo de Daniel 8 y 9.

El carnero y el macho cabrío son parte de la purificación


del santuario que está determinada para el pueblo judío
primeramente y así mismo nosotros los gentiles para el
tiempo final. Levíticos 16:5; 16; 30-34; Romanos 11.

Daniel 9:25 = "Sabe, pues, y entiende, que desde la


salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén
hasta el Mesías príncipe, habrá siete semanas, y sesenta
y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro
en tiempos angustiosos."

Las expresiones: "desde" y "hasta" nos hacen ver un


inicio y un final. "Desde la salida de la orden para
restaurar y edificar a Jerusalén".

La orden salió con el decreto de Artajerjes Longímano o


Mano Larga, rey de los Medos y Persas, en el año 457
Antes de Cristo; que fue el año séptimo de su reinado.
Artajerjes comenzó a reinar en el 464 A.C.

13
Esdras 6:14 = "Y los ancianos de los judíos edificaban y
prosperaban, conforme a la profecía del profeta Hageo y
de Zacarías hijo de Iddo. Edificaron, pues, y terminaron,
por orden del Dios de Israel, y por mandato de Ciro, de
Darío, y de Artajerjes rey de Persia."

Esdras 7:7-8 = "Y con él subieron a Jerusalén algunos


de los hijos de Israel, y de los sacerdotes, levitas,
cantores, porteros y sirvientes del templo, en el séptimo
año del rey Artajerjes. Y llegó a Jerusalén en el mes
quinto del año séptimo del rey."

Lo que dijo Artajerjes

Esdras 7:12-13 = "Artajerjes rey de reyes, a Esdras,


sacerdote y escriba erudito en la ley del Dios del cielo:
Paz. Por mí es dada orden que todo aquel en mi reino,
del pueblo de Israel y de sus sacerdotes y levitas, que
quiera ir contigo a Jerusalén, vaya."

Esdras 7:21 = "Por mí, Artajerjes rey, es dada orden a


todos los tesoreros que están al otro lado del río, que
todo lo que os pida el sacerdote Esdras, escriba de la ley
del Dios del cielo, se le conceda prontamente."

Esdras 7:23 = "Todo lo que es mandado por el Dios del


cielo, sea hecho prontamente para la casa del Dios del
cielo; pues, ¿Por qué habría de ser su ira contra el reino
del rey y de sus hijos?"

Lo que dijo Esdras

Esdras 7:27-28 = "Bendito Jehová Dios de nuestros


padres, que puso tal cosa en el corazón del rey, para
honrar la casa de Jehová que está en Jerusalén, e inclinó

14
hacia mí su misericordia delante del rey y de sus
consejeros, y de todos los príncipes poderosos del rey.
Y yo, fortalecido por la mano de mi Dios sobre mí, reuní
a los principales de Israel para que subiesen conmigo."

Lo que dijo Gabriel

La salida de la orden fue en el 457 A.C. El ángel le dijo


a Daniel: "Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de
la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el
Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos
semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en
tiempos angustiosos." Siete semanas equivalen a 49 días,
y 62 semanas son 434 días. Esto suma un total de 483
días.

El ángel pudo haber dicho que desde el inicio de las 70


semanas, hasta la aparición de Jesús, habrían 69
semanas; pero divide 7 semanas y 62 por la razón ya
explicada anteriormente:

La restauración y reedificación de Jerusalén, su "plaza y


el muro" efectivamente se levantaron "en tiempos
angustiosos." Dice Nehemías que se les opusieron
mucho los enemigos que estaban alrededor, de entre los
cuales figuraban Sanbalat y Tobías, y los árabes, los
amonitas y los de Asdod, quienes "se encolerizaron
mucho" cuando "los muros de Jerusalén eran
preparados", "y conspiraron todos a una para venir a
atacar a Jerusalén y hacerle daño." (Nehemías 4:7-8.)

Dice entonces Nehemías 4:17-18: "Los que edificaban


en el muro, los que acarreaban, y los que cargaban, con
una mano trabajaban en la obra, y en la otra tenían la
espada.

15
Porque los que edificaban, cada uno tenía su espada
ceñida a sus lomos, y así edificaban; y el que tocaba la
trompeta estaba junto a mí."

El ángel Gabriel anunció que la obra se haría bajo


aflicción, pero notemos como declara que "se volverá a
edificar la plaza y el muro" (Daniel 9:25.)

7 semanas son 49 días. Eso les tomó terminar la obra de


restauración y reedificación de Jerusalén. O sea, 49 años.
Más o menos eso tomaba construir un templo, tal como
lo enseña Juan 2:20, donde se menciona que el templo
de Herodes, del tiempo de Cristo, tomó 46 años en
edificarse. O sea, casi unos 50 años.

Cristo confirma el tiempo predicho

El ángel Gabriel anuncia las setenta semanas para el


pueblo de Daniel y su santa ciudad. Por eso Cristo envió
a 12 apóstoles y luego a 70 discípulos al pueblo judío
solamente, “a las ovejas perdidas de la casa de Israel” y
no a los samaritanos ni a los gentiles. (Mateo 10:5-7;
Lucas 10:1; Mateo 15:24).

Gabriel le declara a Daniel que desde la salida de la


orden para la restauración y reedificación del templo,
hasta el Mesías Príncipe habrá siete semanas y sesenta y
dos semanas.

7 semanas + 62 semanas son 69 semanas en total. El


ángel lo divide así porque según él mismo declaró, la
plaza y el muro se volvería a edificar "en tiempos
angustiosos." Enfatizó los 49 años para la reedificación y
con esto también vemos que es día por año como se
cuentan.

16
Repasemos nuevamente lo aprendido:

Gabriel separa 7 y 62 semanas para anunciar al Mesías.


Siete semanas son 49 días. Pero no es posible que desde
que Artajerjes diera la orden para ir a restaurar Jerusalén
y su templo, hasta que se completara la obra, pasaran 49
días literales. Es más, Esdras 7:9 declara que salió el
primer día del primer mes y llegó a Jerusalén el primero
del mes quinto. Cinco meses pasaron sólo en su viaje
para apenas comenzar su trabajo, o sea, 150 días.
Solamente en llevar y traer a la gente y el material, se le
fueron 5 meses. No puede pues haberse edificado todo
desde la orden, en solo 49 días literales. Como ejemplo
de esto, vimos Juan 2:20, donde se menciona con los
judíos y Jesús, que el templo de Herodes de su época,
tardó 46 años en edificarse.
Por eso sabemos que Gabriel anuncia las 69 semanas,
dividiéndolas primero con 7 semanas y después agrega
las 62 semanas restantes para que aparezca el Cristo.

Destaquemos las dos razones por las que hizo esto:

1- Para dar esperanza al pueblo que regresaría, cuando


edificaran durante los tiempos difíciles de angustia.
Predice que en 49 años acabarían la obra. "Se volverá a
edificar la plaza y el muro" dijo, pero no les ocultó la
dura realidad de que lo harían "en tiempos angustiosos."

2- También puso primero 7 semanas, para hacernos ver


que la interpretación del cómputo es día por año, tal
como aparece la misma expresión en Daniel 7:9 para
mencionar al "Anciano de días" o sea, de muchos años.
1 Reyes 1:1 dice en la versión de la Reina Valera que "el
rey David era viejo y avanzado en días" pero en la
versión del Rey Jacobo (King James Version) dice:

17
"David was old and stricken in years" (David era viejo y
lleno de años.) En hebreo "yom" es día de 24 horas, pero
la expresión literal en Hebreo aquí es: "días de días" lo
que da a entender que pasaría mucho tiempo. La
traducción que hace la Septuaginta en Griego es:
"makros", que significa: “tiempos" tal como se describe
en arameo en Daniel 7:25 y en Griego en Apocalipsis
12:14.

El anticristo quebrantaría al pueblo de Dios por “tiempo,


tiempos y medio tiempo”, pensando también cambiar los
tiempos y la ley. Pero Dios es el único que “muda los
tiempos y las sazones” en su sola potestad. (Daniel 2:21;
Hechos 1:7.)

Por eso, se coloca que El como Dios, es el Anciano de


días. Todas estas expresiones de Daniel 7: “días”, y de
Daniel 8: “tardes y mañanas”, y de Daniel 9: “semanas”
nos indican que el Originador de todas las cosas es el
Dios del Séptimo Día de la semana de la creación y es el
Redentor que moriría en la última semana profética para
salvarnos.

Día por año

Dios encierra las profecías del cómputo sobre su pueblo


con la interpretación bíblica de día por año en otras
ocasiones: En Ezequiel 4:6 y en Números 14:34.

Desde que saliera la orden, hasta el Mesías, habrían siete


semanas (49 años), y sesenta y dos semanas (434 años.)
O sea, un total de 483 años. Jesús aparecía en la semana
69, a sólo 7 años para completar las 70 semanas.

18
La orden para restaurar a Jerusalén salió en el año 457
A.C, entonces sumamos 49 años adelante, y llegamos al
año 408 A.C.

Recordemos que los años antes de Cristo van


disminuyendo su numeración, o sea, va descendiendo su
conteo porque se acercan al nacimiento del Salvador.
Del 457 A.C al 408 A.C son exactamente 49 años
transcurridos.

7 semanas son 49 años.


62 semanas son 434 años.
49 + 434 = 483 años en total.

7 + 62 = 69 semanas que equivalen a 483 años.

La expresión semana significa: “siete” porque hay siete


días en una semana.

Las 7 semanas del cómputo inician en el año séptimo de


Artajerjes, cuando salió la orden para restaurar y
reedificar a Jerusalén, el cual es el año 457 A.C. (Esdras
7:7.)

457 A.C
- 49
______
= 408 A.C

En el 408 A.C, se terminó la obra de la reedificación y


restauración.

Sumemos ahora las 62 semanas, o los 434 años


restantes. Si tenemos entonces 408 años antes de Cristo,
para completar los 434 años de las 62 semanas, faltan 26
años más.

19
408 Antes de Cristo.
+ 26 Después de Cristo.
______
= 434 años en total de las 62 semanas.

62 Semanas
x 7 Semanas
______
= 434

¿Jesús entonces aparecería en el año 26 D.C?

Matemáticamente por los decimales así mismo es. Sin


embargo, hay otro detalle que debemos contemplar:
No estamos contando decimales, sino midiendo tiempo.
Hay un año antes de Cristo y un año después de Cristo, o
sea, dos años "1" (1 A.C, y 1 D.C.)
Por eso, debemos colocar 27 D.C, y no 26; pues estamos
contando los años, y no decimales.

Jesús apareció en el año 27 D.C, para ser bautizado por


Juan el Bautista y ser ungido en su bautismo.
Ese mismo 27 D.C, era el año decimoquinto del reinado
del emperador Tiberio como está escrito:

Lucas 3:1-2 = "En el año decimoquinto del imperio de


Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio
Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano
Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y
Lisanias tetrarca de Abilinia, y siendo sumos sacerdotes
Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de
Zacarías, en el desierto."

Notemos que se cuenta el tiempo con números


cardinales y no con decimales.

20
Lucas 3:21-23 = "Aconteció que cuando todo el pueblo
se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el
cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre él en
forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo
que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo
complacencia. Jesús mismo al comenzar su ministerio
era como de treinta años..." Se sabe hoy día que el año
del nacimiento de Jesús no es a partir del 1 D.C, sino que
fue de unos 3 a casi 4 años antes de lo que está
establecido por un error en el calendario gregoriano.

Algunos dicen que está separado por mucho tiempo el


inicio del ministerio de Juan en el año decimoquinto, con
el bautismo de Cristo, y que entre los versículos de
Lucas 3:1-3 y los del mismo en Lucas 3:21-23, hay otro
año de diferencia. Este argumento es falso. Lucas 3:1-3
y Lucas 3:21-23 ocurrieron en el mismo año, porque no
tiene sentido colocar el año decimoquinto de Tiberio al
principio del capítulo, y luego separar los hechos en otro
tiempo sin siquiera mencionar el otro supuesto año. Si
Cristo se bautizó en otro año distinto o después del año
decimoquinto de Tiberio, ¿por qué no se menciona
entonces el otro año en la parte final del mismo capítulo?
Notemos que Lucas siempre detalla en que tiempo del
año se dio tal discurso o acontecimiento en la vida de
nuestro Señor Jesús y de esa forma organiza los
capítulos de su evangelio. ¿Cómo pues habría de pasar
por alto el bautismo de Cristo sin decir en qué tiempo
fue? Es que no lo hizo así como falsamente lo presentan
algunos, sino que claramente lo menciona, comenzando
el relato con el año decimoquinto de Tiberio César,
como lo escribe en su capítulo 3, narrando entonces en
conjunto todos los acontecimientos. Igual lo hace con
todo lo que pasa en el capítulo dos.

21
Tal como la Biblia lo presenta en su contexto histórico
en Lucas 3, Jesús se bautizó en ese mismo año. Los 3
años antes de Cristo que es cuando nació, hacen que para
el año 27 D.C, Jesús tuviera ya alcanzados los 30 años.
Dice "como de treinta" porque no fue exactamente al
cumplirlos que inició su ministerio, sino que ya
avanzado el tiempo de sus treinta, para morir entonces
de unos 33 años de edad en la cruz. Por eso en la ley se
usaba un cordero joven para el sacrificio, como de un
año, señalando la juventud y maduréz de nuestro Mesías.
En otras palabras, si Cristo nació alrededor del 3 A.C, en
el año 27 D.C, tenía efectivamente los 30 años de edad
como lo dice Lucas 3:23.
Todo el mundo religioso y aun científico sabe que Jesús
nació alrededor del 3 A.C, porque hubo un error en el
inicio del Calendario Juliano-Gregoriano.

Hechos 10:37-38 = "Vosotros sabéis lo que se divulgó


por toda Judea, comenzando desde Galilea, después del
bautismo que predicó Juan: Cómo Dios ungió con el
Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo
éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los
oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él."

La palabra hebrea "ungido" es Mesías. Y en Griego es


Cristo. Véase esto en Juan 1:41 y Juan 4:25. Jesús es
llamado por Gabriel, "el Mesías Príncipe" o sea, el
Ungido, o el Cristo en el idioma Griego. Dios ungió con
el Espíritu Santo a Jesús por nosotros, "para que
cumplamos toda justicia" le dijo a Juan. Por medio de Él
fue ungida nuestra humanidad y los cielos nos fueron
abiertos. Vino como un Hijo, como siervo, entregado por
nosotros. Su aparición es exacta, en el período predicho
por el ángel a Daniel en las setenta semanas. Por esto
también sabemos que debemos aplicar al cómputo “día
por año.”

22
Analicemos una vez más el cómputo:

a) - Si la profecía fuera de 2,300 días literales, el ángel


no hubiera dicho al profeta que era “para el tiempo del
fin”, “para muchos días”, o “para el fin de la ira.” 2,300
días literales son solamente 6 años y casi 5 meses.

No puede por eso colocarse en la época de Antíoco


Epífanes, quien sólo profanó el templo en el pasado, en
un período de 1,080 días y ni siquiera los tales 1,150
días en que dividen algunos los 2,300 días.
Cristo coloca la abominación desoladora hacia el futuro
en Mateo 24:15 igual como lo hace Pablo en 2
Tesalonicenses 2:3-8.

b) - Si la profecía fuera de días literales, el ángel no


tenía necesidad de subdividir las 69 semanas en 7
semanas y 62 semanas; pero lo hizo para dar ánimo a
aquellos que en 49 años reedificarían en angustia.
Siete semanas son 49 días pero un templo no se puede
edificar en un mes y 19 días.

c) - Si la profecía fuera de días literales, Jesús, el Mesías


que aparecería en la semana 62, hubiera solo alcanzado
vivir en el tiempo de los Medos y Persas, pues son: 7
semanas = 49 días y 62 semanas = 434 días, un total 483
días, que a penas son un año y unos 4 meses.

Ni siquiera aparecería Jesús en el tiempo del imperio de


Grecia, sino a penas durante el reinado de los Medos y
Persas. Sin embargo, todos sabemos que Jesús apareció
en el tiempo de Tiberio César, cuando el Procurador
romano era Poncio Pilato, y Roma dominaba al mundo y
a Judea. La profecía se debe computar día por año como
se ha dicho y probado ya repetidas veces.

23
Capítulo 4

La última semana de la profecía

Veamos ahora un poco más sobre la última semana que


queda para completar las setenta semanas, en la que
aparece nuestro Señor Jesús tal como fue anunciado.
Repasando la escencia de este estudio, analicemos
brevemente los puntos principales que hemos aprendido:

1- La visión de las tardes y las mañanas es para el


tiempo del fin. (Daniel 8:26.) 2,300 tardes y mañanas
literales son 6 años y unos 5 meses.
No pudieran entonces ser para el fin de la ira (versos 17
y 19) ni para muchos días. (Verso 26). Tiene que ser
interpretado día por año.

2- Siete semanas para construir un templo es muy poco


tiempo. Sólo son 49 días, o sea, casi un mes y medio. En
el viaje de preparación se ocuparon 5 meses (150 días).
Esdras 7:7-9.

El ángel divide 7 semanas y 62 semanas en vez de decir


69 semanas de una vez, por dos razones:

a) Dar esperanza a los edificadores que en angustia


levantaron el muro y la plaza.
b) Probarnos de entrada que la interpretación es día por
año. El templo de Herodes tomó 46 años en edificarse.
(Juan 2:20.) Siete semanas para aquellos edificadores,
fueron en realidad 49 años, el tiempo que realmente les
tomaría restaurar y reedificar a Jerusalén a Esdras y
Nehemías.

3.- El Mesías aparecería en la semana 62, que son 434


días proféticos.

24
Si se interpretara en días literales, Jesús aparecería en un
año y unos 4 meses después de que saliera la orden para
edificar y restaurar a Jerusalén. Hubiera nacido Cristo en
el tiempo del reinado de los Medos y Persas, cuando ni
siquiera Grecia estaba aun en el poder y mucho menos
Roma.
Todos sabemos que el Señor apareció en el reinado de
Tiberio, bajo el gobernato del procurador romano Poncio
Pilato. (Lucas 3:1-3; 21-23.)

Hasta aquí sabemos que la interpretación es día por año;


pondré otro punto un poco más adelante, pero ahora
leamos con atención:

Setenta semanas son 490 años según hemos comprobado


ya anteriormente. Cristo apareció en la última semana, o
sea, la semana 69 (7 semanas + 62 semanas = 69
semanas.)

La semana 69 del total, o 62 de la división que hizo el


ángel de 7 + 62, inicia en el año 27 D.C. Ese año fue
cuando Dios ungió a Jesús por nosotros. Por eso el ángel
Gabriel agrega:

Daniel 9:26-27 = "Y después de las 62 semanas se


quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de
un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el
santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de
la guerra durarán las devastaciones. Y por otra semana
confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la
semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda."

Notemos en estos dos versículos como el ángel se


concentra en la última semana que es en la que aparece
el Mesías.

25
Dice primero que después de cumplidas las 62 semanas
se le quitará la vida, pero aún no detalla el tiempo.
Solamente revela su muerte por nosotros.

Es en el verso 27 donde por fin anuncia que "a la mitad


de la semana" con su muerte, "hará cesar el sacrificio y
la ofrenda." No dice que haría cesar la ley o los profetas
(Mateo 5:17-29.) Dice que haría cesar "el sacrificio y la
ofrenda", o sea, la expiación figurativa de los corderos y
víctimas inocentes del santuario terrenal; esta parte ritual
de la ley ha quedado abolida. Cristo es el Camino, la
Verdad y la Vida. Nadie viene al Padre sino es por El.
La sombra se encontró con su elemento vivo, la figura
con la realidad.

Punto número 4.- La mitad de una semana es tres días y


medio. Esto prueba nuevamente que la profecía se
interpreta día por año, pues eso mismo es lo que duró el
ministerio de nuestro Señor desde su aparición y
Ungimiento en el bautismo hasta su muerte en la cruz.
Tres años y medio. (La mitad de la semana.)
Por eso, a su muerte, el velo del templo se rasgó de
arriba hacia abajo, quitando Dios el sistema ritual que
figuraba el sacrificio supremo de su Hijo.

Mateo 27:50-53 declara que a su muerte, se rasgó el


velo del templo, hubo un gran terremoto, resucitaron
muchos cuerpos de justos y aparecieron a muchos en la
santa ciudad después de su resurección. (verso 53.)
Allí comenzó a cumplirse la profecía que dice: "Por otra
semana confirmará el pacto a muchos." (Daniel 9:27.)

Primero lo hizo en su vida y en su ministerio delante de


miles entre el pueblo judío, luego en su muerte y
resurrección; alcanzando también a nosotros los gentiles.

26
Ya no los envió a predicar como antes; tal como dijo a
los 12 apóstoles y a los 70 discípulos que enviara al
principio de las 70 semanas: No vayan a Samaria, no
vayan a los gentiles, sino a las ovejas perdidas de la casa
de Israel. Ahora, nos dice a todos: “Id por todo el
mundo” y “haced discípulos a todas las naciones”,
“predicad el evangelio a toda criatura” (Mateo 28:19;
Marcos 16:15). Pedro descendió a Samaria, Felipe
bautizó al eunuco, Cornelio el Centurión romano y su
casa, fueron bautizados en agua y en El Espíritu. Pablo
predicó a los gentiles en su ministerio llevado por Jesús.

Todo esto comenzó al final de la última semana


profética, guiados por ángeles y por los hechos del
Espíritu Santo en los apóstoles. (Hechos 8:1; 4-5; 14;
26-28; 36-38; 9:11-16; 10:1-6; 44-48).

Ya el mensaje no era más según la carne para un pueblo


llamado a recibir la promesa en la carne. Ahora entramos
todos al Pacto de Abrahán según la fe, en el Espíritu.
(Romanos 2:28-29; Gálatas 3:28-29; Romanos 10:12;
Romanos 9:6-8; Hechos 13:46.)

Sabiendo bien que Jesús apareció como el Cristo en su


bautismo en la semana 62, o sea, en el año 27 D.C,
contemos ahora 7 años para saber cuando acabó la
última semana de la profecía:

27 D.C, bautismo de Jesús.


Primer año = 28 D.C.
Segundo año = 29 D.C.
Tercer año = 30 D.C.
Cuarto año = 31 D.C.
Quinto año = 32 D.C.
Sexto año = 33 D.C.
Séptimo año = 34 D.C.

27
Del 27 D.C, al 34 D.C, son 7 años; o sea, la última
semana donde apareció el Mesías.
A la mitad de ella murió el Señor, lo que equivale a tres
años y medio después. En el día 14 del mes de Nisán,
cuando se celebraba la Pascua en el año 31 D.C, Jesús
fue crucificado.

Muchos teólogos en su mayoría, predican que Jesús fue


bautizado en el 29 D.C, y que murió en el 33 D.C. Por
varias razones equivocadas concluyen en esto, las cuales
vamos a estudiar luego.

No hay ningún terremoto registrado en Judea en el año


33 D.C, y es importante notar que antes no eran comunes
los terremotos en la tierra; sólo hubieron 15 grandes
terremotos en el primer siglo.
Pero el gran terremoto de Judea está registrado en la
historia en el año 31 D.C, y es el mismo terremoto que
ocurrió al morir nuestro Señor; tal como lo narra la
Escritura. Fue tan fuerte que las rocas se partieron.

En Mateo 28:1-2 dice que volvió a temblar la tierra


fuertemente al resucitar el Salvador. No hay ni un solo
terremoto registrado en la historia durante el año 33 D.C.
Si hubiera sido en ese año la crucifixión, Jesús tuviera
36 años de edad y no 33, pues todos sabemos que nació
en el 3 Antes de Cristo.

Cuando fue dada primeramente la orden

La salida de la orden se ejecutó con el rey Artajerjes


como ya se ha presentado ampliamente aquí;
influenciada claro está por la iniciativa del rey Ciro,
predicha en Isaías 44:28: "que dice de Ciro:

28
Es mi pastor, y cumplirá todo lo que yo quiero, al decir a
Jerusalén: Serás edificada; y al templo: Serás fundado.”

Pero no se queda con Ciro, el rey Persa el contexto del


anuncio. Miremos bien como también en Jeremías
51:28-29, se menciona a "los reyes de Media" (habla en
plural, no de un solo rey) con quienes Dios ejecutará
"todo el pensamiento" contra Babilonia.

En ese contexto Jeremías 28:12 declara que Dios


castigaría al rey de Babilonia. Por eso, aunque Ciro
ejecutó originalmente la invasión de Babilonia con el
apoyo de Darío el Medo, y fue él quien decretara
primero la salida de los judíos, fueron los otros reyes que
le sucedieron, los que terminaron de cumplir la
liberación del pueblo de Dios en ella. Así está escrito.

Esta es la razón por la que se mencionan a Ciro, a Darío


y entonces a Artajerjes en el libro de Esdras; porque la
orden no salió ya cumplida con Ciro al principio, sino
que se inició con él, y pasó también por Darío, para
finalmente ser ejecutada en su totalidad por Artajerjes.

Por eso el ángel no dijo a Daniel que se contaran las 70


semanas “desde la entrada” de la orden, sino “desde la
salida” lo cual se cumplió con el decreto de Artajerjes;
tal como lo narra el libro de Esdras, y no con los profetas
que estaban a penas anunciando desde temprano el
acontecimiento, cuando aun no sucedía. Por eso Dios
envió a otros profetas después, para confirmar
finalmente el acontecimiento con la salida de la orden en
Esdras 6:14. El primer decreto, orden o mandato fue
dado por el rey Ciro desde el principio, pero no estuvo
respetado ni cumplido por los enemigos que rodeaban a
los judíos.

29
Esdras 6:14 está interpretado en ese contexto dado en
los capítulos 4 y 5 del mismo libro, y la lucha que había
entre ellos, para que saliera por fin la orden de manera
libre y amplia.

Sin embargo, tengo que decir algo más sobre esto: No


fue con Ciro con quien Dios diera la orden inicialmente:
Fue con Daniel.

Esto prueba que no es el mundo ni sus poderes lo que


moverá los acontecimientos proféticos, sino el Espíritu
de Dios en el pueblo que esté en comunión con El por
medio de la oración.

Daniel 9:23 = "Al principio de tus ruegos fue dada la


orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres
muy amado.
Entiende, pues, la orden, y entiende la visión." Entonces
empieza el ángel a anunciar que "desde la salida de la
orden para restaurar y edificar a Jerusalén, hasta el
Mesías Príncipe, habrá siete semanas y sesenta y dos
semanas". (Daniel 9:25.)

En Daniel 9 ya Ciro había invadido a Babilonia, pero


aun no daba la orden. Para Gabriel, la orden estaba dada
por Dios desde el cielo por la oración de Daniel, y estaba
anunciándosela al profeta; pero no habría de salir, o sea,
de ejecutarse pública y oficialmente, sino hasta después,
tal como se lo indicara a Daniel y como la historia y los
libros de Esdras y Nehemías lo confirman.

La orden fue dada por Dios en “el año primero de


Darío,” unos 7 años antes de cumplirse los 70 años del
cautiverio, ya que Darío tomó a Babilonia cuando tenía
62 años de fundada, en medio de su apogeo y época de
oro como imperio. (Daniel 5:28-31; Daniel 9:1).

30
La orden fue dada desde el cielo en respuesta a la
oración intercesora que iniciara Daniel al saber del fin de
los 70 años del cautiverio de su pueblo. (Daniel 9:2-3.)

Aunque la orden fue dada al principio de su oración


intersesora, Dios no manipuló las cosas, sino que las
dirigió con amor através de sus siervos que inspiraban
con su Palabra al pueblo. El Señor lo venía anunciando y
ejecutando por medio de Daniel, de Ciro, Darío, Hageo,
Zacarías, Esdras y Nehemías; de tal manera que se
cumpliera en su totalidad al salir decretada ampliamente
con el último de los reyes mencionados, a saber,
Artajerjes. Notemos como el mismo Espíritu Santo
motivó a decir esto por medio del mismo rey,
reconociendo éste que la orden no había sido hecha aun
para Dios ni cumplida sino hasta entonces por él en su
reinado cuando dice:

"Y por mí Artajerjes rey, es dada orden...se le conceda


prontamente...Todo lo que es mandado por el Dios del
cielo, sea hecho prontamente para la casa del Dios del
cielo; pues, ¿Por qué habría de ser su ira contra el reino
del rey y de sus hijos?" (Esdras 7:21-23.)

Y miremos como el mismo Esdras declara que Dios es


quien puso esto en el corazón de Artajerjes: "Bendito sea
Jehová Dios de nuestros padres, que puso tal cosa en el
corazón del rey." (Esdras 7:27.)

Daniel 8 y Daniel 9 están unidos

Quienes tratan de separar Daniel 8 y sus 2,300 días de


Daniel 9 con la profecía mesiánica, no han leído cómo
Jesús gritó a Gabriel que le enseñara a Daniel "la visión"
(Daniel 8:16).

31
Pero pregunto ahora: ¿Entiendió Daniel la visión? Dice
el mismo Daniel que "estaba espantado a causa de la
visión, y no la entendía". (Daniel 8:27.)

Por eso, es que luego, Daniel vuelve a hacer referencia


de la llegada del ángel diciendo que "aún estaba
hablando en oración, cuando el varón Gabriel, a quien
había visto en la visión al principio, volando con
presteza, vino a mí como a la hora del sacrificio de la
tarde. Y me hizo entender, y habló conmigo, diciendo:
Daniel, ahora he salido para darte sabiduría y
entendimiento." (Daniel 9:21-22.)

Todos estos versículos dan un claro indicio de que lo que


quedó sin entender en la visión del capítulo 8 es el
tiempo de la visión, y que ahora sería explicado a
continuación en el capítulo 9 por el mismo ángel que
recibió la orden. Cuando Daniel hace referencia que lo
había visto en la visión al principio, revela que esta
reaparición está motivada porque se debe continuar con
el asunto que quedó pendiente en el capítulo 8, y que
solamente se le reveló a Daniel parcialmente en las
figuras de la visión, pero no aún en el cómputo de la
misma. Daniel sabía bien que no había logrado entender
esa segunda parte, y que Gabriel estaba viniendo para
explicársela.

Aun quedaba pendiente esto, ya que no se habla del


cómputo en el capíitulo 8; Gabriel sólo se lo empezaba a
mencionar en el verso 26, y después de haber terminado
de explicársele las figuras. En ese momento es cuando
Daniel se quebranta y cae enfermo tal como lo dice el
versículo 27. Por esto sabemos nosotros también que
aquello que había sido dicho en la visión anterior era la
razón por la que reaparece el ángel.

32
En Daniel 9, ni Gabriel, ni el profeta de Dios le dan
importancia a cuanto tiempo había pasado entre un
capítulo y el otro, simplemente los conectan por el
cómputo que finalmente se le revela, el cual no pudo
hacerle entender a Daniel en la visión al principio.
Pero entonces Gabriel declara, que “ahora” podrá
cumplir con lo que Jesús le ordenara que hiciera en el
capítulo ocho, verso 16. Notemos que en el capítulo 9 ya
no se mira a Jesús, ni se le oye al Señor ordenando nada
más a Gabriel. Sólo se ve al ángel que llega a visitar de
nuevo al profeta para cumplir el mandato que le fue dado
anteriormente. Como repaso de lo presentado, leamos
nuevamente los siguientes pasajes:

Daniel 8:16 = "Gabriel, enseña a éste la visión."

Daniel 8:19 = "Yo te enseñaré lo que ha de venir al fin


de la ira; porque eso es para el tiempo del fin."

Daniel 8 queda inconcluso, porque Gabriel no logra


mencionar nada relacionado a "lo que ha de venir al fin
de la ira" por cuanto se quebrantó el Profeta por la visión
y cayó enfermo algunos días.

Daniel 9:23 = "He venido para enseñártela" (la orden)


"entiende la visión" (hebreo = marah, la misma palabra
que usó Cristo en Daniel 8:16, cuando le ordena a
Gabriel que enseñe a Daniel la visión. (marah.)

No tiene sentido que el ángel venga a explicar un


cómputo ajeno o separado y distinto al de el capítulo 8,
pues aun le quedó pendiente iniciar el cómputo en el
capítulo 8. ¿Cómo pues le va a dar algo nuevo a Daniel
si no le ha terminado de mostrar lo que Cristo le ordenó
que le explicara en el capítulo ocho?

33
Todos los capítulos de Daniel van conectados
proféticamente sin importar cuanto tiempo haya pasado
entre uno y el otro.

Por ejemplo, Daniel 2 es lo mismo que Daniel 7,


solamente que visto con otros símbolos y de manera más
amplia y detallada.
Sin embargo, entre Daniel 2 y Daniel 7 hay más de 60
años de diferencia. Los cómputos de los capítulos 7, 8 y
9 van unidos en un solo cómputo (dentro de los 2,300
días) y como parte de una sola visión.

Entre Daniel 7:25 es donde se menciona el cómputo de


“tiempo, tiempos y medio tiempo” y es en Apocalipsis
12:14 donde se repite el mismo cómputo; pasaron más
de 600 años entre un capítulo y el otro, y sin embargo,
todo está conectado de manera armoniosa. Compárese
también las bestias de Daniel 7:1-7 y su reaparición en
Apocalipsis 13:2.

No es correcto entonces concluir que el cómputo de


Daniel 8 vaya separado del cómputo de Daniel 9 por los
11 ó 15 años de diferencia que se dice que hay entre un
capítulo y el otro.

Aun el cómputo del cuerno pequeño de Daniel 7:25 está


también ligado a los 2,300 años de Daniel 8:8-14;
aunque la diferencia es sólo de tres años entre un texto y
el otro. (Daniel 7:1 y Daniel 8:1.)

Al dar las 70 semanas, el ángel declara en Daniel 9:27


que "vendrá el desolador, hasta que venga la
consumación, (el fin de todas las cosas, la misma
palabra: ‫[ ה ָכּ ָל‬kalá] aparece en Nahum 1:9) y lo que está
determinado se derrame sobre el desolador.

34
Los eventos están todos unidos, capítulo con capítulo y
versículo tras versículo; todos desarrollan la profecía de
manera historicista delante de nosotros, desde los días en
que fue dada, viene un suceso detrás del otro hasta los
últimos eventos de la humanidad en este mundo.

Tiempo del bautismo de Jesús

La primera llegada de Cristo a este mundo para


salvarnos, también está anunciada en el libro del profeta
Daniel, tal como en todos los libros de la Biblia.

En el capítulo 2 se representa al Señor como la Roca


que desmenuza los pies de la imagen. (Daniel 2:34-35;
44-45; Mateo 21:42-44.)

En el capítulo 7 se menciona como el Hijo del Hombre


que se acerca al Anciano de días y recibe el reino.
(Daniel 7:13-14; 26-27.)

En el capítulo 8 se le llama el Príncipe de los ejércitos.


(Daniel 8:11; 25.)

En el capítulo 9 se le anuncia como el Mesías Príncipe,


que aparecería en la semana 62 del cómputo de las 70
semanas. Todo esto señala a Cristo como el Personaje
central de la profecía, en armonía y sin separación
histórica de un acontecimiento detrás del otro; desde los
días de Babilonia cuando fue dada la profecía, hasta su
llegada a este mundo en un pesebre, y su regreso
glorioso en el tiempo del fin.

Daniel 2 va en orden historicista, o sea, un imperio y un


suceso detrás del otro. Con Daniel 7 también ocurre
igual; una bestia siguiendo a la otra. Los capítulos 8 y 9
no son distintos.

35
La profecía no es preterista (poniendo al pasado todos
los acontecimientos) ni futurista (colocando hacia el
futuro todo lo anunciado sin conexión sucesiva) sino que
la Profecía del capítulo 8 va en el mismo orden
historicista: Primero surge Medo Persia, cae, surge luego
Grecia, y cae Alejandro, después surgen sus cuatro
generales, y caen, y entonces surge el cuerno pequeño y
sobrevive hasta que el Juez y Dios de los cielos y la
tierra lo quita. (verso 25.) Todo lo que Dios anuncia en
Daniel 2, 7 y 8 va en armonía con Daniel 9.

Jesús aparece en el año 27 D.C, en la última semana de


las setenta, de acuerdo al cómputo y a la salida de la
orden dada por Dios en el séptimo año del reinado de
Artajerjes. Sin embargo, muchos dicen que no es el 27
D.C, sino el 29 D.C, cuando Jesús fue bautizado; y lo
enseñan basados también en Lucas 3:1-2; 21-23.
Declaran igual que su bautismo ocurrió en el año
decimoquinto del reinado de Tiberio, pero que éste es el
año 29 D.C. Augusto murió el 19 de Agosto del año 14
D.C. Por eso el mes de Agosto lleva este nombre.
Si sumamos 15 años a partir del 14, llegamos al 29 D.C.
Esta es la forma regular con la que nosotros contamos el
tiempo; pero hay unos detalles mal comprendidos al usar
esta forma de contar el reinado de un emperador romano,
los cuales debemos aprender y explicar.

Primero descubramos que el año civil o fiscal como


hasta hoy se le conoce, no inicia a partir del mes de
Enero de nuestro calendario, sino en Octubre. Por eso
hasta hoy las elecciones se inician y se preparan en ese
mes, y se realizan en Noviembre en muchos países.
Segundo, diré que el primer año de reinado o primer
período presidencial corre a partir de la toma de posesión
o toma del poder, y después que ha pasado un año,
empieza su segundo año de gobierno.

36
Cuando el Presidente de Estados Unidos por ejemplo,
está en su primer año de gobierno, éste período se cuenta
desde el momento en que asume el poder, aunque apenas
está comenzando su presidencia. Si llega a morir por
alguna razón, es sucedido inmediatamente y sigue
corriendo el mismo año de mandato, aunque sea nueva la
persona que ha ocupado el cargo. Son costumbres que
vienen desde los días de los emperadores romanos y de
los reinos anteriores. Esto mismo es lo que sucedió con
Tiberio, el tercer emperador: Augusto murió el 19 de
Agosto del año 14. Sólo faltaban dos meses para llegar a
Octubre, el mes que iniciaba el nuevo año civil o fiscal.

Los Césares se creían dioses (Augusto quiere decir:


divino) y tenían que sucederse al mismo tiempo en que
moría el emperador anterior; tal como hasta hoy; de
igual manera hacen los papas cuando mueren, pues
pronto se busca al sucesor.

Augusto muere en Agosto, el mes que lleva su nombre, y


le sucede entonces Tiberio. Su primer año de reinado fue
de sólo 2 meses; desde Agosto, hasta que inició el nuevo
año civil en Octubre del mismo 14 D.C. Su segundo año
inició a partir de Octubre del 14 D.C. Y su tercer año
comenzó entonces a partir de Octubre del 15 D.C.

Por eso es que los arqueólogos no encuentran una sola


moneda del primer año de Tiberio. Hay monedas de todo
su período imperial a partir del segundo año, hasta su
muerte en el 37 D.C, pero ni una sola del primero. Esto
es porque sólo duró dos meses su primer año de reinado.

Miremos el cómputo ahora de acuerdo a lo explicado:

Agosto 19 del año 14 D.C = Muere Augusto y lo sucede


Tiberio.

37
De Agosto a Octubre del mismo 14 D.C, transcurre el
primer año del reinado de Tiberio que duró sólo 2 meses.
En Agosto del 14 D.C, Tiberio toma el poder y corre su
primer año de reinado. En Octubre del mismo 14 D.C,
inicia su segundo año de reinado.

En Octubre del 15 D.C, llega a su tercer año.


En Octubre del 16 D.C, llega a su cuarto año.
En Octubre del 17 D.C, llega a su quinto año.
En Octubre del 18 D.C, llega a su sexto año.
En Octubre del 19 D.C, llega a su séptimo año.
En Octubre del 20 D.C, llega a su octavo año.
En Octubre del 21 D.C, llega a su noveno año.
En Octubre del 22 D.C, llega a su décimo año.
En Octubre del 23 D.C, llega a su decimoprimer año.
En Octubre del 24 D.C, llega a su decimosegundo año.
En Octubre del 25 D.C, llega a su decimotercer año.
En Octubre del 26 D.C, llega a su decimocuarto año.

En Octubre del 27 D.C, llega a su decimoquinto año,


tal como lo dice La Biblia en Lucas 3:1-2; 21-23, es el
año del bautismo de Jesús.

Todo esto va en armonía perfecta con la suma del tiempo


desde el séptimo año del reinado de Artajerjes, cuando
salió la orden, hasta el ungimiento de Jesús. (7 semanas
y 62 semanas.)
Y armoniza también con que Jesús era como de 30 años
en el 27 D.C, tal como lo declara la Escritura en Lucas
3:23; porque sabemos que no nació en el año 1 D.C, sino
que su nacimiento fue durante el censo romano, el cual
ocurrió unos tres años antes de Cristo. (Lucas 2:1-7.)

Todo esto tiene una unidad en tiempo y acontecimiento,


sin separaciones en el tema o en la suma del cómputo.

38
Las tres pascuas del ministerio de Cristo

Continuando con las evidencias bíblicas e históricas,


notemos que después de su bautismo, Jesús pasó una
pascua al principio de su ministerio:

Primera Pascua

"Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea,


y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.
Después descendieron a Capernaum, él, su madre, sus
hermanos y sus discípulos; y estuvieron allí no muchos
días. Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a
Jerusalén" (Juan 2:11-13.)

En esta Pascua Jesús echa fuera por primera véz a los


que compraban y vendían en el templo. Es la primera
purificación que hizo del santuario en su ministerio
terrenal.

Ya había pasado su bautismo, los 40 días de tentación en


el desierto (un mes y 10 días) y empezó a llamar a sus
discípulos, de entre los cuales eligió a los doce. Todo
esto ocurrió en un lapso de unos seis meses después de
su bautismo, antes de que llegara esta primera Pascua de
su ministerio.

Segunda Pascua

Se menciona primero otra fiesta diferente en Juan 5:1, y


entonces se registra la segunda Pascua de su ministerio
en Juan 6:4. Cristo hacía estos viajes para ir a la fiesta,
de manera que pudiera alcanzar a su pueblo.

39
Tercera Pascua

En esta Pascua es que El moriría por nosotros. Se


menciona en Juan 11:55; Juan 12:1; 12; 20; Juan 13:1;
29; Juan 18:39; y Juan 19:31.

Confirmando el Pacto con Su resurrección

El bautismo de Jesús ocurre el 27 D.C, que es el año


decimoquinto de Tiberio César, tal como se ha probado
anteriormente. Luego vienen los tres años y medio de su
ministerio mesiánico que es la mitad de la semana
profética donde "se quitará la vida al Mesías, mas no por
sí" como dice la Reina Valera. Pero el ángel explica que
en esa semana confirmaría el Pacto "con muchos". Jesús
muere a la mitad de la semana, pero resucita en gloria
para confirmar su salvación; igual que lo hicieran los
que resucitaron con El. (Mateo 27:50-53; Marcos
10:45; Isaías 53:11-12.) Véase también 1 Corintios
15:3-10, donde se confirmó el pacto con nosotros los
gentiles por medio del ministerio del Apóstol Pablo.

Por esta razón se le aparece resucitado a sus discípulos y


a Tomás. (Juan 20:11-29.) También lo miró Esteban
poco antes de morir. (Hechos 7:54-60.) Y finalmente se
le apareció al Apóstol Pablo, quien entonces era Saulo
de Tarso, el perseguidor. (Hechos 9:1-9; 22:6-11; 26:9-
20; 1 Corintios 15:3-8.)
El Pacto se ha confirmado a nosotros los gentiles.
(Gálatas 3:15-29.) La última semana que completa las
70 Semanas, o 490 días proféticos, inicia en el año 27
D.C, y termina con la muerte de Esteban en el 34 D.C.
Su martirio es el acontecimiento que marca el final de
las 70 Semanas.

40
Capítulo 5

El Mesías Príncipe y su pueblo

Daniel 9:24-27 = "Setenta semanas están determinadas


sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la
prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la
iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la
visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos. Sabe,
pues, y entiende, que desde la salida de la orden para
restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe,
habrá siete semanas y sesenta y dos semanas; se volverá
a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. Y
después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida
al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que
ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin
será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán
las devastaciones.
Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la
mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda.
Después con la muchedumbre de las abominaciones
vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y
lo que está determinado se derrame sobre el desolador."

La profecía determina la suma de períodos o un


computaje. Cristo le ordenó a Gabriel enseñar a Daniel
la visión en el capítulo 8, después de mencionarse los
2,300 días. Gabriel regresa y enseña a Daniel la visión
en el capítulo 9. Ya no se oye ni se ve más a Cristo
ordenando cosa alguna a Gabriel en el capítulo 9, porque
la orden sobre el mismo asunto se la había dado
anteriormente en el capítulo 8. La visión está dirigida
primeramente a los judíos, su santuario y su ciudad, y
todo lo que tenían que hacer para no ser cortados de
acuerdo a las parábolas de Jesús y lo dicho por los
profetas y aún Pablo en Romanos 11.

41
Dios no ha desechado a los judíos; ellos serán finalmente
restaurados, pues Elías vendrá primero, y restaurará
todas las cosas, pero el mensaje y el Pacto de la promesa
ya no quedaban exclusivamente para ellos, sino también
para nosotros los gentiles. Esto lo estudiaremos más
adelante.

Quien hace cesar el sacrificio y la ofrenda

La profecía de los 2,300 días se comienza a contar con el


cómputo de Daniel 9, porque no está separada una cosa
de la otra; se da una cifra en el capítulo 8, que son los
2,300 días y se explica esa cifra en el capítulo 9 y
también está ligada con los 1,260 días de persecución y
apostasía del capítulo 7 como ya he dicho anteriormente.
Jesús es el único que hizo "cesar" el sacrificio y la
ofrenda. Su muerte en la cruz hizo que todo sea una
realidad.

Todos los capítulos de Daniel se centran en Jesús. El es


el Personaje principal de toda la profecía y no algún otro
personaje secular o político, ni alguna figura religiosa o
espiritual que viviese de manera temporal, ni aun el
Anticristo que pueda abarcar la escencia de estas cosas.

Se le habla a Daniel de “tu pueblo” y “tu santa ciudad”,


y también de "el pueblo de un príncipe que ha de venir"
o sea, los romanos enviados por el César, quienes
destruyeron la ciudad y el santuario en el año 70 D.C.
Dos pueblos y sus dos príncipes.

Sin embargo, solo se mencionan ambos acontecimientos


fuera del cómputo de la profecía, y no como parte de la
suma de ella; pues la destrucción ocurre unos 40 años
después de la muerte de Cristo; esto, porque no juega un
papel dentro de los 490 días ni tampoco para el tiempo

42
del fin, con todo el conjunto de los 2,300 días proféticos.
No es el anticristo el que movería los eventos en el
pueblo de Dios, sino Cristo.

El Cielo tampoco la incluye por la similitud que esa


destrucción tiene con la que ocurre entre nosotros al final
de la historia de la humanidad; mencionada en Daniel
11:40-45. En ambos casos se compara la destrucción con
una inundación. (Daniel 9:26.) La desolación final de la
tierra por el anticristo no está mencionada como parte
del cómputo; sino como el desenlace de lo que se
iniciara en el tiempo de Jesús. La profecía no declara el
fin del mundo, sino la purificación del Santuario al final
de los 2,300 días, "al fin de la ira" y "en el tiempo del
fin" como dice Daniel 8, pero no descarta la desolación.
Por qué no inicia el cómputo con el decreto de Ciro

Hay otros teólogos que se empeñan en contradecir


diciendo que la orden no salió con Artajerjes, usando el
decreto de Ciro como la salida. Si el cómputo se iniciara
con Ciro, (el decreto fue originado por él alrededor del
538 A.C,) no podemos llegar ni al tiempo del bautismo
del Señor en el año decimoquinto de Tiberio, tal como
Gabriel lo anuncia en las 70 semanas y como Lucas 3 lo
revela, y el Mesías habría muerto mucho antes de que
Poncio Pilato fuera gobernador de Judea. Si usamos el
decreto de Ciro, el Señor Jesús habría aparecido unos 50
años antes de que Pilato gobernara Judea; en otro tiempo
distinto al que la historia plena y ampliamente marca su
encuentro con el Gobernador en los evangelios. Y no
solamente se vería afectado su encuentro con él en ese
tiempo de la crucifixión, al final de su ministerio; sino
que también el inicio del tiempo de su ministerio, porque
su bautismo no ocuriría entonces en el año
Decimoquitno de Tiberio. (Lucas 3:1-3.)

43
En otras palabras, ni al principio, ni al final de su
ministerio Mesiánico, Cristo aparecería en el período en
que Pilato era gobernador en Judea, sino alrededor del
año 48 Antes de Cristo.

Ni aun estuviera nacido Jesús en Belén de Judea. Sin


embargo, la Biblia declara que Cristo y el Gobernador
romano que se lavó las manos antes de entregarlo, se
encontraron cara cara y éste estaba ya en Judea
gobernando cuando el Señor se bautizó de acuerdo con
Lucas 3:1.

¿Existió Pilato en el tiempo de Jesús?

La historia registrada por Flavio Josefo y Tácito declara


que Poncio Pilato existió efectivamente. Hay
excavaciones arqueológicas que lo comprueban y está
registrado en los anales de Roma, que fue gobernador
entre el año 26 D.C, al 36 D.C.

El cómputo mesiánico que parte del decreto de Ciro


como "la salida de la orden" para llegar “hasta el
Mesías” no abarcaría hasta su bautismo y su muerte en la
cruz. En cambio, sí abarca bien con el decreto final de
Artajerjes. Recordemos que se enseña que Cristo es
"cortado" y que es la misma palabra que se usa para
decir que fue quitada su vida, tal como lo dice Isaías
53:8 y Daniel 9:26. Una vez hecho este cómputo y al
comprobar su exactitud, vemos que el ángel declaró que
a la mitad de la semana haría el Mesías cesar el sacrificio
y la ofrenda; todo lo cual se aplica no a un rey pagano
del pasado, ni a un anticristo del futuro, sino a Aquel que
es el verdadero sacrificio y ofrenda por los pecados; todo
lo cual estaba simbolizado en el santuario terrenal del
Antiguo Pacto.

44
Solamente Cristo podía hacer cesar la figura del
santuario y sólo El puede confirmar el Pacto con ese
sacrificio vivo hecho una véz y para siempre. En el libro
de Daniel, el mensaje de un capítulo va ligado con el
otro y el cómputo y la secuencia de los eventos
predichos también. Hacer cesar el sacrificio y la ofrenda
que era conocida en los días de Daniel, con su muerte en
la cruz, lo cual es algo bien conocido hoy por todos
nosotros los que vivimos en el tiempo del fin, es algo
predicho no para gente del pasado; sino para los que
estamos estudiando en este tiempo la profecía, cuando el
libro de Daniel se abriría para ser entendido por
nosotros. (Daniel 12:8-9; Apocalipsis 22:10.)

La profecía no está centrada en el Anticristo

Aunque el santuario terrenal hubiera sido profanado mil


veces con mil cerdos en el pasado, nadie podía hacer
cesar el sacrificio y la ofrenda en su forma espiritual
señalando al verdadero sacrificio y la verdadera ofrenda.
Solamente Jesús, como el verdadero Cordero quien es el
aconteciminto de la profecía revelada y manifestada,
cumplió la profecía.

Por eso el ángel vuelve a decir de éste mismo Mesías


Príncipe ya anunciado, que El sería quien confirmaría el
pacto con muchos. Surge de nuevo entonces la pregunta:
¿Hace cesar el sacrificio y la ofrenda un príncipe pagano
y después también un príncipe pagano confirma el pacto
a muchos? ¡Claro que no! Cristo es el Ungido (Mesías)
en su bautismo (como lo dice también Pedro en Hechos
10:37-38.) Entonces, después de tres años y medio, (a la
mitad de la semana) o sea, en la tercera pascua de su
ministerio, hizo cesar el sacrificio y la ofrenda; y así se
cumplió la Escritura: "se quitará la vida al Mesías, mas
no por sí."

45
Solamente Jesús podía hacer cumplir lo que Dios juró a
Abrahán en su Descendiente que es el Cristo. (Gálatas
3:16.) Por eso, cuando el carnero estaba enredado entre
las ramas, fue tomado éste en lugar del hijo de Abrahán
y de todos sus hijos en todas las naciones. (Génesis
22:13-18.) ¡Por eso la visión inicia con un carnero en
Daniel 8! Esto ocurre por la promesa, pues Cristo se
ungió, murió y resucitó para confirmar el Pacto con
nosotros en su ministerio. Estas 3 cosas: Ungimiento,
(Mesías) luego quitársele la vida, mas no por sí (muerte
en la cruz para expiar nuestros pecados, no los suyos,
pues El nunca pecó) y confirmar el pacto a muchos.
(Resucitar para cumplir la promesa de la vida eterna en
toda la humanidad.) Estas tres cosas señalan al Señor, y
no a otro personaje. (1 Juan 2:25.)

Hablar del santuario sin mencionar a Cristo, y en vez de


señalarlo a El, aplicar la profecía a un rey pagano del
pasado, o a un anticristo tomando éste el papel principal
en un futuro distante y colocando lagunas milenarias
separando los versículos, es un grave error. Se está
pasando por alto el cómputo bíblico que apunta a la
salida de la orden, y la mención de la destrucción del
templo; todo lo cual ocurrió en el año 70 D.C. Este
pensamiento equivocado de saltar por miles de años la
última semana desde aquellos tiempos, para llegar a los
nuestros, ha sido la base de la doctrina del Rapto Secreto
creída por millares.

Miles se levantan en contra de esta sencilla


interpretación bíblica que apunta hacia Cristo y no al
Anticristo. La semana del Mesías que es la última para
completar las 70, es la base para el inicio y el final de la
profecía, y no está separada del cómputo de Daniel 8;
como tampoco lo están ninguno de los capítulos del libro
de Daniel y sus otros períodos proféticos.

46
Es Jesús quien cumplió el período, y apareció entre
nosotros para confirmar lo que había sido predicho.

Por eso, al iniciar su ministerio, decía las mismas


palabras que Juan el Bautista les diera, señalando el
acontecimiento anunciado en Daniel 9: “El tiempo se ha
cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos
y creed en el evangelio.” (Marcos 1:15.)

Cirenio, Judas el galileo y el censo

Otro detalle histórico que enmarca la aparición de Jesús


en el período de Poncio Pilato, como el Mesías Príncipe,
y que confirma el inicio del cómputo desde el decreto de
Artajerjes hasta el Cristo (y no el de Ciro como ya se ha
probado,) es el censo del Emperador Augusto y el
nacimiento de Jesús durante el mismo.

Leamos por favor cuidadosamente el texto:

Lucas 2:1 = "Aconteció en aquellos días, que se


promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo
el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo
siendo Cirenio gobernador de Siria."

Judea estaba en aquella época anexada a Siria bajo el


dominio de Roma. Aunque Augusto hizo 3 censos, se
logra ver bíblicamente que Jesús nació bajo el primero,
en el cual Cirenio era el que gobernaba a Siria. Fue
Cónsul ya para el año 12 D.C. El historiador Tácito lo
menciona diciendo que fue nombrado por Augusto como
consejero de su hijo menor, Cayo César, en Armenia;
mucho antes del censo del año 6 A.C. (éste Cayo fue
enviado con el fin de administrar Siria en el año 1 A.C, y
fue herido en la cercana Armenia en el año 3 A.C.)

47
Evidentemente, Augusto deseaba a alguien que tuviese
experiencia en la administración anterior de la región,
con el fin de que pudiese aconsejar a su hijo. Y ¿quién
mejor que Cirenio?

Flavio Josefo, también menciona que Cirenio se


convirtió posteriormente en gobernador, en el año 6 A.C.
Escribe sobre esto diciendo:

"Cirenio, un senador romano que ocupaba otras


magistraturas y había pasado por ellas antes de
convertirse en cónsul, fue nombrado gobernador de Siria
por César y además se le encomendó la tarea de asesorar
la propiedad allí, así como en Judea.” De modo que
¿quién estuvo encargado como asesor de la propiedad en
Judea durante ese primer censo? Es lo que había venido
diciendo todo el tiempo la Biblia: Cirenio.

Josefo también en: La guerra de los Judíos. Tomo 2.


Capítulo 8, y en: Antiguedades Judías. Libro XVIII,
menciona la revuelta de Judas el galileo, o Judas de
Gamala, que ofreció resistencia armada al censo.
Menciona a Quirino (Cirenio) y nos enmarca
nuevamente al tiempo señalado por Lucas en la Palabra
de Dios. Para confirmar otra véz la mención de Judas de
Galilea, miremos lo que dijo Gamaliel años después,
cuando apresaron a los apóstoles Pedro y Juan:

Hechos 5:37 = "Después de éste, se levantó Judas el


galileo, en los días del censo, y llevó en pos de sí a
mucho pueblo. Pereció también él, y todos los que le
obedecían fueron dispersados."

Todos estos acontecimientos se enmarcan en el tiempo


del censo, entre los años 6 antes de Cristo y 4 antes de
Cristo.

48
Esto también concuerda con que Jesús naciera unos
pocos años antes de lo que se marca como el 1 D.C, y
siendo así, Jesús era como de 30 años alrededor del año
27 D.C, cuando ocurriera su bautismo de acuerdo al
cómputo de las 70 semanas. (Lucas 3:21-23.)

Este censo fue el que hizo que José viajara hacia Belén
de Judea, su ciudad natal y de igual modo naciera
entonces allí nuestro Salvador. (Lucas 2:3-7.)

La muerte de Esteban y la conversión de Pablo

Las 70 Semanas proféticas terminan en el año 34 D.C,


con el apedreamiento de Esteban y la conversión de
Pablo. Muchos teólogos separan ambos eventos con uno
o más años de diferencia y alegan que no fue en el 34
que ocurrió. Probemos ahora esto con la Escritura
nuevamente: Cuando Pablo narra su conversión, declara
que después de vista la visión, pasaron 3 años:

Gálatas 1:15-18 = "Pero cuando agradó a Dios, que me


apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su
gracia, revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase
entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y
sangre, ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes
que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a
Damasco. Después, pasados tres años, subí a Jerusalén
para ver a Pedro, y permanecí con él quince días."

Pablo sigue narrando que no vio a ningún otro de los


apóstoles, ni "era conocido de vista a las iglesias de
Judea, que eran de Cristo" y que solamente oían de su
conversión. (Gálatas 1:19-24.)

49
Entonces agrega:
Esta parte en adelante estudiar para la lección de Escuela
Sabática.
Gálatas 2:1;9 = "Después, pasados catorce años, subí
otra véz a Jerusalén con Bernabé, llevando también
conmigo a Tito...y reconociendo la gracia que me había
sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados
como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra
en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos
a los gentiles, y ellos a la circuncisión."

Este encuentro está dicho también en Hechos 15:2-4.

Contemos entonces:

A 3 años después de su conversión, Pablo mira


solamente a Pedro en Jerusalén, y después de otros 14
años se encuentra con la iglesia de Judea en pleno. Allí
lo reciben los apóstoles y le confirman como apóstol de
los gentiles.

3 + 14 = 17 años en total después de la visión.

Leamos ahora Hechos 11:28-30: "Y levantándose uno


de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu,
que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada;
la cual sucedió en tiempo de Claudio. Entonces los
discípulos, cada uno conforme a lo que tenía,
determinaron enviar socorro a los hermanos que
habitaban en Judea; lo cual en efecto hicieron,
enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de
Saulo."

El emperador Claudio, fue entronizado el 24 de Agosto


del año 41 D.C, y durante su reinado hubo una gran
hambre sobre toda la tierra como lo registra la Escritura.

50
Pablo escribe entonces a los hermanos en Corinto, y les
recuerda como es que se reencontró con ellos la primera
véz, en 1 Corintios 2:1-5.

2 Corintios 1:15-16 nos revela ahora que otro segundo


encuentro ocurrió cuando Pablo iba a llevar la ayuda a
los hermanos por el hambre que había en Judea: "Con
esta confianza quise ir primero a vosotros, para que
tuvieseis una segunda gracia, y por vosotros pasar a
Macedonia, y desde Macedonia venir otra vez a
vosotros, y ser encaminado por vosotros a Judea.”

El Apóstol menciona la ofrenda que se venía recogiendo


para enviarse a Jerusalén, y vuelve a narrar que los vería
si Dios permitía, en ese tiempo. De paso, menciona a los
gálatas también bajo el mismo acontecimiento y en el
mismo tiempo en este otro texto:

1 Corintios 16:1-5 = "En cuanto a la ofrenda para los


santos, haced vosotros también de la manera que ordené
en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana
cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya
prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue
no se recojan entonces ofrendas. Y cuando haya
llegado, a quienes hubiereis designado por carta, a éstos
enviaré para que lleven vuestro donativo a Jerusalén.
Y si fuere propio que yo también vaya, irán conmigo.
Iré a vosotros, cuando haya pasado por Macedonia,
pues por Macedonia tengo que pasar."

Notemos que este donativo a los hermanos que padecían


en Judea, era recogido en privado, y guardado hasta que
llegara Pablo; no es una ofrenda dominical hecha en la
liturgia para el ministerio como la quieren colocar
algunos teólogos equivocadamente.

51
Pablo también narra el amor con que las iglesias de
Macedonia daban este donativo y les motiva a ellos a dar
igual. (2 Corintios 8:1-4; 13-15; 24.)

Entonces, narra el tiempo en el cual tuvo la visión:

2 Corintios 12:1-2 = "Ciertamente no me conviene


gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones
del Señor.
Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años
(si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé;
Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo."

Con esto sabemos que la carta fue escrita el mismo año


en que viajaría a ver a los corintios para ir a Judea con el
donativo a los hermanos y fue también cuando escribió
la carta a los Gálatas. O sea, 17 años después de la visión
de Damasco y 14 años transcurridos al regresar plena y
abiertamente a Jerusalén delante de los apóstoles.
Nos revela que luego de estos acontecimientos, habría
ahora un tercer viaje con la ofrenda para ellos llevarla a
Jerusalén en 2 Corintios 13:1. Este es el mismo año que
menciona en las dos cartas.

La iglesia de Corinto estaba apenas recién fundada y los


hermanos aun pedían a Pablo orientaciones sobre la
manera de conducirse en la vida cristiana. Ya había
ocurrido la expulsión de los judíos de Roma, y ya estaba
el hambre anunciada por Dios por medio de su profeta
Agabo en la tierra.

Claudio, a los 9 años de su dominio, en el año 50 D.C,


expulsó de Roma a los judíos para evitar revueltas.
(Flavio Josefo Ant. lud. XIX, 287.)

52
Hechos 18:1-3 = "Después de estas cosas, Pablo salió de
Atenas y fue a Corinto. Y halló a un judío llamado
Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con
Priscila su mujer, por cuanto Claudio había mandado
que todos los judíos saliesen de Roma. Fue a ellos, y
como era del mismo oficio, se quedó con ellos, y
trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer
tiendas."

En ese tiempo fue que Pablo comenzó su ministerio en


Corinto. Y Dios lograba abrir por el poder de su Espíritu,
el camino para los gentiles de ese lugar.

Todo tiene armonía y circunda en un tiempo posterior,


pero muy cercano a la crucifixión de Cristo, al contar los
17 años hacia atrás mencionados en la carta de los
Gálatas, o los 14 años mencionados en la carta de los
Corintios.

Por ejemplo, si contáramos desde el mismo año que


Claudio tomó el poder, en Agosto del 41 D.C, y
retrocedemos 14 años, llegamos así al 27 D.C. Si
retrocedemos 17 años, llegaríamos al 24 D.C, y esto
sería demasiado prematuro, pues es mucho tiempo hacia
atrás. ¡Apenas estaría por comenzar el ministerio de
nuestro Señor en la tierra!

Pero desde que Claudio toma el poder, debemos avanzar


al menos 9 años para llegar al tiempo en que expulsara a
los judíos, y para que se anunciara esa hambre; luego
esperar a que se cumpliera, y también que se recogiera el
donativo de parte de los gentiles para ayudar a los
hermanos de Judea, y entonces cumplirse el viaje de
Pablo. Tuvieron que pasar más de 10 años.

53
Notemos que Pablo declara abiertamente a los Gálatas
que pasaron 17 años desde su conversión hasta su
segunda llegada a Jerusalén, y todo esto va en armonía
con el año 50 D.C, de la histórica expulsión y entonces
la entrega del donativo por las iglesias de Judea, de parte
de las iglesias de Corinto y Galacia ya creciendo en
número de conversos.

¡Del año 34 D.C, al año 51 D.C, son 17 años! ¡Un año


después del decreto de expulsión de Claudio!
El mundo era sacudido grandemente por la rapidéz del
crecimiento de los cristianos, no hay duda que en menos
de un año ya habían muchos hermanos en Corinto y
Galacia; pero aun tiernos en la fe, porque consultaban a
Pablo sobre asuntos espirituales y de la manera en que
debían dirigir la iglesia. Todo esto está en completa
armonía con el cómputo que señala la muerte de
Esteban, juntamente con la conversión de Pablo en el 34
D.C, y por esto sabemos que ambos acontecimientos
ocurrieron el mismo año; porque fue a causa de ese
apedreamiento al mártir de Jesús que se comenzó a
predicar en otras regiones de Samaria y a los gentiles.
(Hechos 7:58-60; 8:1-2.) Los líderes de la nación judía
mataron en ese año a Esteban, y el mensaje ya no era
exclusivo para ellos. Las 70 Semanas para el pueblo de
Daniel, para aquella generación de Israel, estaban
cumplidas y el evangelio era ahora predicado a todas las
naciones.

Apedreamiento de Esteban

Auque la nación judía en su mayoría, rechazó al


Salvador, Jesús nos dio la promesa del Espíritu, y se
entregó por amor a todos en la cruz, muriendo para
salvarnos de nuestros pecados. El velo del templo se
rasgó de arriba hacia abajo, y el sistema de ritos que

54
señalaban el gran sacrificio verdadero, caducó. Un
número de santos resucitaron para confirmar la salvación
cumplida en el Señor. (Mateo 27:50-53). Jesús resucitó
y apareció a los escogidos, a aquellos que perseveraron.
La iglesia fue bautizada por el Espíritu Santo, Pedro
recibió las llaves del reino de los cielos para abrir la
puerta del evangelio tanto a judíos como a gentiles; fue
el primero en abrir la puerta a los conversos en
Pentecostés y su discurso alcanzó en el poder de Cristo
como a 3 mil almas ese día.

Luego Pedro nos abrió la puerta a nosotros los gentiles


cuando entró por primera véz a la casa de un gentil,
Cornelio, el centurión romano. (Hechos 10:28; 34.) Dios
le mostró en visión que todos los que temamos a Dios y
hagamos justicia somos slavos en la gracia de Cristo, y
que será predicado este evangelio del reino por todos los
cuatro extremos de la tierra, a todas las naciones.

Por eso el lienzo venía atado por las cuatro puntas y la


voz del cielo le decía: "Lo que Dios limpió, no lo llames
tú común."

Por ese motivo a Daniel se le dijo: "Muchos serán


limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos
procederán impíamente, y ninguno de los impíos
entenderá, pero los entendidos comprenderán." (Daniel
12:10.)

Pedro explicó el significado de la visión

Hechos 10: 28 = "Y les dijo: Vosotros sabéis cuán


abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a
un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a
ningún hombre llame común o inmundo."

55
Hechos 10:34 = "Entonces Pedro, abriendo su boca,
dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción
de personas, sino que en toda nación se agrada del que
le teme y hace justicia."

Un poco antes de este acontecimiento, La Biblia nos


narra:

Hechos 8:5 = Entonces Felipe, descendiendo a la


ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo."

Durante el ministerio de Cristo, en la última de las 70


semanas de Daniel 9:24-27, el Señor envió a 12
apóstoles y también a 70 discípulos. Los doce apóstoles
por las 12 tribus, y los 70 evangelistas por el tiempo
predicho por el ángel: Las 70 semanas.

Mateo 10:5 = "A estos doce envió Jesús, y les dio


instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no
vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id
antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel."

Pero ahora pregunto: ¿Cuándo ocurrió el cambio que


vemos con Pedro y Cornelio, y Felipe en Samaria? La
respuesta es que todo empezó con la muerte de Esteban.

Los apóstoles pidieron elegir a 7 diáconos (servidores)


para ayudar en la repartición diaria a las viudas y a las
mesas de la iglesia, con el fin de poder ellos ocuparse
enteramente en la obra de la proclamación evangélica.
Eligieron a "siete varones de buen testimonio, llenos del
Espíritu Santo y de sabiduría" (Hechos 6:3.) Entre ellos
estaba "Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo,"
"lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y
señales entre el pueblo." (Hechos 6:5; 8.)

56
Jesús había dicho:

"El que quiera hacerse grande entre vosotros, será


vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el
primero, será siervo de todos. Porque el Hijo del
Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para
dar su vida en rescate por muchos. (Marcos 10:43-45.)

Este espíritu de servicio y amor estaba en el testigo de


Cristo. Sus palabras eran las de su Maestro: "Cuando os
trajeren para entregaros, no os preocupéis por lo que
habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere dado
en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los
que habláis, sino el Espíritu Santo." (Marcos 13:11.)
Lucas 21:14-15 = "Proponed en vuestros corazones no
pensar antes cómo habéis de responder en vuestra
defensa; porque yo os daré palabra y sabiduría, la cual
no podrán resistir ni contradecir todos los que se
opongan."

Su obra fue de tal magnitud, que "se levantaron unos de


la sinagoga llamada de los libertos, y de los de Cirene,
de Alejandría, de Cilicia y de Asia, disputando con
Esteban. Pero no podían resistir a la sabiduría y al
Espíritu con que hablaba." (Hechos 6:9-10.) Compare
esto con Juan 14:23.

El que hablaba en su siervo Esteban era Cristo por medio


de su Espíritu; Dios se manifestaba en su vida y en sus
obras. La Biblia relata que lo acusaron de muchas cosas,
mintiendo; para entregarlo injustamente a la muerte. Lo
llevaron ante el concilio, le interrogaron, y entonces,
ocurrió algo impresionante delante de ellos:

57
Hechos 6:15 = "Entonces todos los que estaban sentados
en el concilio, al fijar los ojos en él, vieron su rostro
como el rostro de un ángel."

Hubo una manifestación especial del cielo en ese


momento, Esteban abrió su boca ante la pregunta
acusadora; y ya no era él quien hablaba, era el Espíritu
Santo en él. En medio de su glorioso discurso, Dios
movió el corazón de su siervo a interrumpir rápidamente
con un testimonio directo a los que ya no lo querían oir:

"¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos!


Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como
vuestros padres, así también vosotros. ¿A cuál de los
profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a
los que anunciaron de antemano la venida del Justo, de
quien vosotros ahora habéis sido entregadores y
matadores; vosotros que recibisteis la ley por disposición
de ángeles, y no la guardasteis." (Hechos 7:51-53.)

En ese momento, llenos de cólera y enfurecidos en sus


corazones, crujían los dientes contra él. "Pero Esteban,
lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio
la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de
Dios, y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo
del Hombre que está a la diestra de Dios. Entonces ellos,
dando grandes voces, se taparon los oídos, y
arremetieron a una contra él. Y echándole fuera de la
ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a
los pies de un joven que se llamaba Saulo. Y apedreaban
a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús,
recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas, clamó a gran
voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y
habiendo dicho esto, durmió. Y Saulo consentía en su
muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra
la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron

58
esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo
los apóstoles. Y hombres piadosos llevaron a enterrar a
Esteban, e hicieron gran llanto sobre él.
Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa,
arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la
cárcel. Pero los que fueron esparcidos iban por todas
partes anunciando el evangelio. Entonces Felipe,
descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a
Cristo." (Hechos 7:54-60; 8:1-5.)

Aquí se describe claramente, que con la muerte de


Esteban, comenzó Dios a dar el mensaje a los
samaritanos, cosa que no se hizo antes de su muerte,
pues Jesús antes de esto, les dijo: "en ciudad de
samaritanos no entréis." (Mateo 10:5.) Pero ahora
vemos a Felipe descender a la ciudad de Samaria y
después a Pedro recibiendo la visión del gran lienzo,
para ir al gentil piadoso Cornelio.

La muerte de Esteban marca el inicio de la


proclamación del mensaje a otros

Hechos 11:19-21 = "Ahora bien, los que habían sido


esparcidos a causa de la persecusión que hubo con
motivo de Esteban, pasaron hasta Fenicia, Chipre y
Antioquía, no hablando a nadie la palabra, sino sólo a los
judíos. Pero había entre ellos unos varones de Chipre y
de Cirene, los cuales, cuando entraron en Antioquía,
hablaron también a los griegos, anunciando el evangelio
del Señor Jesús. Y la mano del Señor estaba con ellos, y
gran número creyó y se convirtió al Señor."

El testimonio de Pablo, (su nombre romano) está ligado


al martirio de Esteban, cuando era Saulo de Tarso. (Su
nombre judío). Hechos 13:9.

59
Su conversión ocurrió durante aquella persecusión
motivada por la muerte de Esteban. No podían haber
pasado entonces un año o más. Un acontecimiento va
ligado al otro en ese mismo tiempo.

Hechos 22:17-21 = "Y me aconteció, vuelto a Jerusalén,


que orando en el templo me sobrevino un éxtasis. Y le vi
que me decía: Date prisa, y sal prontamente de
Jerusalén; porque no recibirán tu testimonio acerca de
mí. Yo dije: Señor, ellos saben que yo encarcelaba y
azotaba en todas las sinagogas a los que creían en ti; y
cuando se derramaba la sangre de Esteban tu testigo, yo
mismo también estaba presente, y consentía en su
muerte, y guardaba las ropas de los que le mataban. Pero
me dijo: Ve, porque yo te enviaré lejos a los gentiles."

Como podemos ver, para Pablo, el hecho de ir a predicar


a los gentiles por su conversión, está ligado con la
muerte de Esteban. Son cosas que van unidas aunque
algunos teólogos estén diciendo que ocurrieron en
diferente año sin tener ninguna base.

Otro punto que debemos destacar es que los cielos se


abrieron cuando Jesús fue bautizado; ahora Esteban miró
también los cielos abiertos, pero con Cristo en el trono
Celestial, a la diestra del Padre. Esto mismo fue lo que
les dijo Jesús delante del concilio que le condenaba con
Caifás, cuando este sumo sacerdote lo puso bajo
juramento a que dijera si era o no el Mesías, el Hijo de
Dios, a lo que Cristo respondió: "Tú lo has dicho; y
además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del
Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y
viniendo en las nubes del cielo." (Mateo 26:64.)

Fue por esta frase dicha, que como líderes de la nación,


decidieron darle muerte oficialmente al Señor.

60
Esto fue hecho de noche y a puertas cerradas, y por eso
se taparon los oídos y crujían los dientes, y daban
grandes voces, arremetiendo con ira contra Esteban;
porque sabían que solamente en el Espíritu podía
Esteban decir las mismas palabras que Cristo les dijera y
por las que lo condenaron en la cruz. El bautismo, la
crucifixión de Cristo y el testimonio final de Estaban,
son eventos que la Biblia une poderosamente dentro de
las 70 semanas. Las palabras de Esteban eran el último
llamado del Cielo para esa generación que condenó al
Salvador.

Tres cosas se juntaron a la muerte de Esteban y que


pasaron en la obra final de Jesús:

1. Los cielos se abrieron. Esto ocurrió en el bautismo de


nuestro Señor.

2. Lo vió a la diestra del Padre, lo mismo que les dijo


Jesús antes de morir, y causó que lo condenaran. Los tres
puntos se unieron en el momento de la muerte de
Esteban, los cuales son el cierre de la semana última de
las setenta: El Bautismo de Cristo con cielos abiertos (27
D.C,) y el rechazo, al condenar al Salvador por decir que
estaría a la diestra de Dios y que volverá con gran poder
y gloria (31 D.C,) y es entonces que estas dos cosas
manifestadas en el principio y final de su ministerio,
ahora estaban confirmadas en la hora de la muerte de su
testigo Esteban (34 D.C.)

3. Su rostro era como el de un ángel al momento de dar


el último testimonio a los líderes de la nación judía. Era
un mensaje celestial, que había sido anunciado por
ángeles y ahora confirmado por el mensajero de Cristo.
Su discurso sobre la historia de Israel era el último ruego
a la nación judía al cierre de las 70 semanas.

61
Tuvo él que interrumpirlo abruptamente, porque el
concilio no lo estaba escuchando, tal como lo vemos en
Hechos 7:51-53. Con el apedreamiento de Esteban, se
desató "una gran persecución contra la iglesia que estaba
en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de
Judea y de Samaria, salvo los apóstoles." (Hechos 8:1.)

Saulo perseguía atrozmente a los creyentes, tal como lo


describe él mismo después de su conversión:

"Perseguía yo este Camino hasta la muerte, prendiendo y


entregando en cárceles a hombres y mujeres; como el
sumo sacerdote también me es testigo, y todos los
ancianos, de quienes también recibí cartas para los
hermanos, y fui a Damasco para traer presos a Jerusalén
también a los que estuviesen allí, para que fuesen
castigados." (Hechos 22:4-5.)

Estas cartas que autorizaban a Pablo a perseguir no


pudieron haberse guardado, o tenido en sus manos por
un año o más años, sino que eran órdenes recientemente
escritas a la muerte de Esteban y por causa de la
persecución que se desató ese mismo año; fueron
escritas para ser leídas de inmediato al llegar a las
ciudades.

Es allí en esos días cuando se le apareció el Señor a


Saulo en Damasco:

“Ocupado en esto, iba yo a Damasco con poderes y en


comisión de los principales sacerdotes, cuando a
mediodía, oh rey, yendo por el camino, vi una luz del
cielo que sobrepasaba el resplandor del sol, la cual me
rodeó a mí y los que iban conmigo.” (Hechos 26:12-13.)

62
No podía ser tampoco que el Cielo esperara tanto tiempo
después de la muerte de Esteban para alcanzar el corazón
de Pablo; iba comisionado por los líderes para perseguir
a los cristianos y eso no podía tardar en cumplirse. La
Palabra de Dios revela que llevaba en sus manos las
cartas firmadas recientemente por los sacerdotes cuando
viajaba por el camino a Damasco.

Es otro grave error enseñar que la conversión de Pablo


no ocurriera el mismo año del apedreamiento de
Esteban. En todos estos textos Pablo menciona una y
otra véz a Estaban, cuando testifica de su conversión.
Con dolor en su corazón el Apóstol narraba delante de
magistrados y autoridades cómo había perseguido a la
iglesia del Señor:

"Y muchas veces, castigándolos en todas las sinagogas,


los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra
ellos, los perseguí hasta en las ciudades extranjeras."
(Hechos 26:11.)

Estuvo presente en la lapidación de Esteban, y guardaba


las ropas de los que lo mataban, consintiendo en su
martirio. Un acontecimiento va ligado al otro en el
mismo tiempo.

Estamos mirando cuanto Dios les tuvo paciencia como


su pueblo, porque Dios es un Dios de amor y
misericordia, El no mira las apariencias, sino el corazón.
(1 Samuel 16:7.)

La conversión de Saulo es el testimonio vivo de esto, y


era urgente para el Cielo que ocurriera en ese mismo
tiempo, para dar paso a la proclamación del evangelio y
que este otro varón ocupara el lugar del testigo Esteban
ahora muerto. Todo ocurrió el mismo año 34 D.C.

63
Con la muerte del Diácono, la iglesia sufrió una terrible
y grande pérdida; era un varón lleno de poder y de gracia
y del Espíritu Santo; servidor de todos y proclamador de
Cristo. El diablo se llenó de alegría con su muerte;
Esteban era el primer mártir de la era cristiana, un hijo
de Dios sacrificado por el odio y el rechazo de un pueblo
que había sido llamado a recibir la verdad. Era el
primero de los que en el tiempo de los gentiles ofrendaba
su vida por causa del Señor Jesús.

Pero poco le duraría la risa al enemigo de Dios: Allí


mismo, en aquel día, guardando las ropas de los
asesinos, estaba uno que llegaría a cumplir el propósito
de Cristo para llevar su mensaje a los gentiles.
Desde el momento que presenciara la muerte de Esteban,
Saulo se empeñó más en perseguir a los cristianos para
sofocar su conciencia.

Escuchó con gran asombro a Esteban cuando pedía


perdón por los que lo mataban, y le impactó
profundamente la fe del mártir, y oir cómo éste
mencionaba con sus labios en su oración y de rodillas,
perdón por sus acusadores y asesinos, mientras moría
apedreado: "Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de
rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les imputes este
pecado. Y habiendo dicho esto, durmió." (Hechos 7:59.)

Esas palabras no se apartaron de la mente de Saulo y lo


inquietaban. Por eso cuando se le apareció Jesús en la
visión celestial, y le dijo: "Yo soy Jesús, a quien tú
persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón."
Saulo se acordó que este es el Nombre que Esteban
invocaba, y que decía también que lo veía sentado a la
derecha del trono de la Majestad en los Cielos. Este
Jesús, cuyo Nombre él había odiado y perseguido hasta
entonces.

64
La manifestación de Cristo a Saulo nos enseña que El sí
se puede revelar a aquellos que lo quieran recibir.
Saulo se arrepintió de todo su corazón y llegó a ser el
gran Apóstol Pablo. De perseguidor, pasó a ser
perseguido. De blasfemador de Cristo, llegó a ser el
revelador de su glorioso Nombre delante de todos los
hombres. El Señor no se le apareció así al Sanedrín ni al
pueblo judío; es evidente que no es por parte de Dios
que esto no ocurriera, sino por la dureza de aquellos
corazones. La nación judía en su terquedad y en su
fanática tradición, rechazaron con odio al Hijo de Dios, y
el mensaje ahora sería proclamado a los gentiles por
medio de este siervo escogido.

Por eso antes de ir al Cielo, nuestro Señor les había


dicho a sus discípulos: “No os toca a vosotros saber los
tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola
potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido
sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último
de la tierra.” (Hechos 1:7-8.)

Pablo mismo confiesa toda esta persecusión que él


levantó en aquellos días contra los escogidos y
nuevamente relata su conversión en el mismo tiempo,
cuando escribió a los gálatas diciendo: "Porque ya habéis
oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el
judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de
Dios, y la asolaba; y en el judaísmo aventajaba a muchos
de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más
celoso de las tradiciones de mis padres. Pero cuando
agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi
madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí,
para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté
en seguida con carne y sangre." (Gálatas 1:15-16.)

65
Cuando Ananías recibió la orden de ir a ungir a Pablo y
restaurarle, este santo le consultó a Jesús sobre el odio
que Saulo tenía contra la iglesia, pero entonces el Señor
le dijo: "Ve, porque instrumento escogido me es éste,
para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de
reyes, y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré
cuánto le es necesario padecer por mi nombre." (Hechos
9:15-16.) Al encontrarse Ananías con él, le dijo: "El
Dios de nuestros padres te ha escogido para que
conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de
su boca. Porque serás testigo suyo a todos los hombres,
de lo que has visto y oído. Ahora, pues, ¿Por qué te
detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados,
invocando su nombre." (Hechos 22:14-16.) En aquel
entonces, Saulo tiene una visión y el Señor le dijo: "Date
prisa, y sal prontamente de Jerusalén; porque no
recibirán tu testimonio acerca de mí...Ve, porque yo te
enviaré lejos a los gentiles." (Hechos 22:18; 22.)

¡El mismo Jesús en persona, aparece a Saulo para


enviarlo a los gentiles! Algo irrefutable y establecido
desde los cielos. Es verdad que Cristo le predicaba a los
samaritanos y sanaba aún entre los gentiles durante las
70 semanas, como el caso del milagro al siervo del
Centurión romano o cuando sanara a la hija de la mujer
sirofenicia; pero el mensaje y el Pacto aun eran dados
para el pueblo judío como nación en ese entonces, pues
Cristo aun no había sido glorificado. Esa es la razón por
la cual nuestro Señor no envió a los 12 apóstoles a los
samaritanos ni a los gentiles, ni a los 70 misioneros
tampoco. Por eso es que puso a prueba a la mujer
sirofenicia y mencionó su fe grande al igual que la fe del
centurión romano. Fue por la fe de aquellos como
también la de los griegos que le buscaron por medio de
Felipe y de tantos miles que ya oían de El, y por el
rechazo de aquellos que profesaban guardar las verdades

66
divinas, pero no creyeron en el Salvador, que se abrió el
camino a nosotros en este tiempo para recibir a nuestro
Señor Jesús, y entrar en la Promesa dada a nuestro padre
Abrahán, como hijos del Pacto, por medio de la fe en
Cristo. Este es el inicio del tiempo de los gentiles.
Procuremos pues, como gentiles ser hallados en el
injerto de Dios, perseverando fielmente en sus promesas;
no sea que seamos cortados como lo fueron las ramas
naturales de la casa de Israel, porque escrito está:

“Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo


olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido
hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo, no te
jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú
a la raíz, sino la raíz a ti. Pues las ramas, dirás, fueron
desgajadas para que yo fuese injertado. Bien; por su
incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie.
No te ensoberbezcas, sino teme. Porque si Dios no perdonó a
las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará. Mira, pues, la
bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para
con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si
permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también
serás cortado. Y aun ellos, si no permanecieren en
incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para
volverlos a injertar. Porque si tú fuiste cortado del que por
naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste
injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las
ramas naturales, serán injertados en su propio olivo? Porque
no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no
seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha
acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya
entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será
salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, que
apartará de Jacob la impiedad. Y este será mi pacto con ellos,
cuando yo quite sus pecados. Así que en cuanto al evangelio,
son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la
elección, son amados por causa de los padres. Porque
irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.
(Romanos 11:17-29.)

67
Capítulo 6

Los tiempos de los gentiles

Al iniciar su ministerio entre el pueblo judío, Jesús


entonces predicaba diciendo: "El tiempo se ha cumplido,
y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en
el evangelio." (Mateo 1:15.) Al terminar su obra entre
ellos declaró: "¡Oh, si también conocieses, a lo menos
este día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto
de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus
enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por
todas partes te estrecharán, y te derribarán a tierra, y a
tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre
piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu
visitación." (Lucas 19:41-44.)

La destrucción de Jerusalén

"Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos,


sabed entonces que su destrucción ha llegado. Entonces
los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que en
medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos,
no entren en ella. Porque estos son días de retribución,
para que se cumplan todas las cosas que están escritas."
(Lucas 21:20-22.)

El ángel Gabriel lo dijo también en Daniel 9:26 : “y el


pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la
ciudad y el santuario; su fin será con inundación, y hasta
el fin de la guerra durarán las devastaciones.”
(Desolaciones.) (Daniel 9:26.)

68
Jesús les anunció la desolación

“He aquí vuestra casa os es dejada desierta (devastada,


desolada, vacía). Porque os digo que desde ahora no me
veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el
nombre del Señor.” (Mateo 23:38-39.)

Se anuncian los tiempos de los gentiles

Lucas 21:24 = “Caerán a filo de espada, y serán


llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será
hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los
gentiles se cumplan.”

En el año 66 D.C, el General Cestio Galo llegó a


Jerusalén para sitiarla debido a varias revueltas aun
causadas por los mismos sacerdotes judíos que se
negaban a ofrecer sacrificios en honor al emperador y a
levantamientos de guerra en los que mataban a
ciudadanos romanos. La situación era incontrolable e
intolerable. El General rodeó la ciudad con las tropas
romanas, pero cuando más oportunidad tenía de tomar la
ciudad, algo extraño sucedió: Retrocedieron y no
invadieron a Jerusalén. Una llamada de Roma hizo que
el sitio y la toma no se ejecutaran.

Esta fue la señal que Cristo había dejado a sus


discípulos: "Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de
ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado.
Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes."
(Lucas 21:20-21.) Eusebio el historiador, escribió que
"sólo los cristianos huyeron de Jerusalén." Los ejércitos
romanos se retiraron y durante el regreso, los judíos que
estaban en la revuelta se fueron detrás de ellos por varios
días; emboscando a los romanos y matando a miles de
ellos.

69
La ciudad quedó vacía y los cristianos huyeron sin
estorbo. Solamente los que creyeron en las palabras del
Salvador salieron. Los incrédulos permanecieron en la
ciudad y en Judea. Entonces, en el año 70 D.C, el
General Tito regresó a invadirlos, y esta véz no se
detuvo la destrucción. Sitiaron la ciudad por varios
meses, y sin poder hacer nada, ni lograr salir de los
muros, el hambre hizo estragos en miles dentro de ella.
Las madres se comieron a sus hijos; la gente clamaba a
Dios, pero ya no pudo venir la ayuda del cielo.

Entrados en el templo en gran número, mientras el


hambre y la desesperación los exterminaba, llegó
finalmente el cumplimiento de la profecía: Tito había
dado órdenes iniciales de no destruir el lugar ni los las
cosas preciosas que hubieran; pero el hambre, el frío, el
agotamiento y la frustración de las tropas, cambió el
curso de los propósitos iniciales. Un soldado
desesperado, arrojó fuego hacia el templo y este se
empezó a incendiar rápidamente; el clamor y los gritos
eran grandes, y en medio de la confusión se empezaron a
romper rápidamente los muros con grandes troncos.
Habían puesto estacas tal como Cristo lo profetizara y
subieron pasando el muro, cruzando al otro lado. La
matanza no se hizo esperar. Más de un millón de judíos
fueron tomados en el sitio, y miles murieron bajo la
espada, el hambre, y en el incendio inicial.

Destruyeron toda la ciudad, la desolaron toda, solo


quedó una columna y un pedazo de pared tal como lo
describe Flavio Josefo. No se dejó piedra sobre piedra
del templo, y así se cumplieron todas las palabras de
nuestro Señor. Las piedras que aun quedaron por
derribarse son el testimonio de la desolación final que
aun está por venir sobre el mundo entero.

70
Tito llegó a ser emperador de Roma en el 81 D.C. En el
famoso Arco de Tito se mira hasta hoy a los soldados
romanos sacando los utensilios del santuario cuando
tomaron la ciudad.

Los tiempos de los gentiles siguen vigentes hasta hoy, tal


como lo dice Pablo:

"Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio,


para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros
mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en
parte, hasta que haya entrado la plenitud de los
gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está
escrito: Vendrá a Sion el Libertador, que apartará de
Jacob la impiedad. Y este será mi pacto con ellos,
cuando yo quite sus pecados." (Romanos 11:25-27.)

En otra parte nos dice: "Por tanto, acordaos de que en


otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne,
erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión
hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais
sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a
los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el
mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en
otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos
por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de
ambos hizo uno, derribando la pared intermedia de
separación... porque por medio de él los unos y los otros
[judíos y gentiles] tenemos entrada por un mismo
espíritu al Padre." (Efesios 2:11-18.)
"Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no
hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en
Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente
linaje de Abrahán sois, y herederos según la promesa."
(Gálatas 3:28-29.)

71
"Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios
envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,
para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de
que recibiésemos la adopción de hijos....Ciertamente, en
otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que
por naturaleza no son dioses..." (Gálatas 4:4-5; 8.)

Colosences 1:21-23; 25-27: "Y a vosotros también, que


erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra
mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado
en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para
presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante
de él; si en verdad permanecéis fundados y firmes en la
fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que
habéis oído, el cual se predica en toda la creación que
está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho
ministro...según la ministración de Dios que me fue dada
para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la
palabra de Dios, el misterio que había estado oculto
desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido
manifestado a sus santos, a quienes Dios quiso dar a
conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre
los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de
gloria."

"Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la


circuncisión la que se hace exteriormente en la carne;
sino que es judío el que lo es en lo interior, y la
circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la
alabanza del cual no viene de los hombres, sino de
Dios." (Romanos 2:28-29.)

Pedro dice lo mismo: "Vosotros que en otro tiempo no


erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que
en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero
ahora habéis alcanzado misericordia." (1 Pedro 2:10.)

72
Los tiempos de los gentiles, inician al final de las 70
semanas por el rechazo de la nación judía, con la
pesecución que se desató en contra de la iglesia a la
muerte de Esteban, y por la conversión de Pablo al ser
llamado por Dios para predicar en todo el mundo el
evangelio. Estos tres hechos ocurridos en el 34 D.C,
como ya se han comprobado, inician los tiempos de los
gentiles mencionados por Cristo y aún por medio de su
ángel. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo
Testamento, todos los profetas y los apóstoles
mencionan este tiempo de nosotros, donde la promesa
dada a Abrahán alcanzará con plenitud a todas las
naciones. De paso hay que aclarar que la palabra:
“gentil” en el idioma griego aparece en el Nuevo
Testamento originalmente como ἔθνος (édsnos) y se
traduce también: “nación”, o “gente.” Así que los
tiempos de los gentiles es el período que Dios le ha dado
a todas las naciones de este mundo para recibir su
evangelio y entrar en su Pacto Sempiterno. (Mateo
24:14.)

Repasemos todo lo dicho anteriormente:

1. Al iniciar su ministerio, Cristo declaró que el tiempo


se había cumplido, refiriéndose a lo anunciado por
Daniel 9 y todos los profetas. ¿A quién más anunciaría
destacadamente el libro de Daniel? Solamente a Cristo
en primer lugar, pero algunos procuran poner a otro
personaje más destacado que Cristo en el capítulo 9.
Todos los capítulos del libro de Daniel contienen
profecías que mencionan reinos, reyes y pueblos, pero
no se deja de colocar en primer lugar al Hijo de Dios, al
Rey de reyes y Señor de señores.

73
En Daniel 2, Cristo es la Roca que golpea a la imagen en
sus pies y los desmenuza. (Daniel 2:34; 44-45; Mateo
21:42-44.)

En Daniel 7 es el Hijo del Hombre que se acerca al


Anciano de días. (Daniel 7:13-14.)

Jesús se llamaba así mismo "el Hijo del Hombre" unas


57 veces en los registros de los evangelios.

En Daniel 8 es la voz humana que ordena a Gabriel


explicar la visión al Profeta, y nuevamente su figura es
humana. (Daniel 8:15-17.)

En Daniel 9 es el Mesías Príncipe a quien se le quitaría


la vida antes de la destrucción del templo y la ciudad, tal
como ocurrió: Jesús murió el 31 D.C, en la cruz y
Jerusalén fue destruida en el año 70 D.C, por los
romanos enviados por el César. (Daniel 9:26; Mateo
23:38-39; 24:1-2.)

En Daniel 10, 11 y 12 es Miguel "vuestro Príncipe"


como ya se le venía anunciando con el mismo título en
Daniel 8 y 9.

2. Los judíos no conocieron que el tiempo de ellos se


había cumplido, no porque Jesús no les predicara, sino
por la dureza de sus corazones. (Lucas 19:41-44; 21:20-
22; Daniel 9:26.)

3. En Lucas 21:24 se menciona un juicio sobre la nación


judía, y los tiempos de los gentiles. Para Cristo había un
tiempo de visitación, cumplido para los judíos antes de
su muerte, después de su crucifixión y a la muerte del
primer mártir, Esteban. La conversión de Pablo entonces
trajo la predicación durante los tiempos de los gentiles.

74
Ahora en el Nuevo Pacto, ambos pueblos somos uno en
el Espíritu, si creemos en su Nombre y en su Palabra,
"hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan." Así
también lo declara Pablo cuando escribió que a Israel le
vino "endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la
plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo."
(Romanos 11:25-26.)

4. Aprendimos que ahora no es judío el que lo es según


la carne en lo exterior, sino aquel que es de la fe en
Cristo, en el Espíritu, en lo interior, y que la circuncisión
ya no es hecha de mano, sino por Dios en nuestro
corazón. (Romanos 2:28-29; Gálatas 3:28-29; Efesios
2:11-18; 1 Pedro 2:10.)

Pisoteo del Santuario por los gentiles

Sin embargo, Cristo declaró que Jerusalén sería "hollada


por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se
cumplan." (Lucas 21:24.) Aquí se refiere a todos
aquellos que siendo gentiles, no logran entrar al Santo
Pacto, porque no creen ni reciben al Hijo de Dios, ni el
amor de la verdad y de su Palabra en sus corazones. Al
principio, fueron los romanos los que destruyeron a
Jerusalén; ellos cumplieron la profecía al destruir el
templo y la ciudad. Después la siguieron pisoteando en
forma espiritual los que persiguieron a los primeros
creyentes en Roma y también aquellos que no eran
enteramente convertidos, y que introdujeron en la iglesia
falsas doctrinas y el antisemitismo que evita la
restauración de todo Israel como está escrito en
Romanos 11 y Romanos 1:16. Para ver clara esta
interpretación, Jesús menciona a la iglesia de Esmirna en
el Apocalipsis, y le dice que El conoce "la blasfemia de
los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga
de Satanás." (Apocalipsis 2:9.)

75
Esto es dicho por el Señor a la manera en que fueron
inspirados los apóstoles a describir quien es judío ahora.
Por esta blasfemia introducida en el tiempo de la iglesia
de Esmirna es que luego se declara que la bestia tiene un
nombre blasfemo, y que el número de su nombre es
número de hombre, o sea, de quienes no están en el
Pacto porque no han nacido de nuevo sino que son
movidos por el espíritu del Anticristo.

Nuestro Señor declara que estos gentiles "se dicen ser


judíos" aplicándolo de la misma forma como Pablo lo
hace en Romanos 2:28-29, o sea, profesaban ser los
creyentes espirituales en el Nuevo Pacto del mensaje
judeo-cristiano; estaban predicando a la iglesia, pero lo
hacían introduciendo doctrinas romanistas, mezclando
enseñanzas del paganismo con la sana doctrina, y son
más bien ante los ojos de Cristo, "sinagoga de Satanás."
A la iglesia de Filadelfia que logra restaurar las verdades
bíblicas en los días finales le dice: "He aquí yo entrego
de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y
no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan
y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he
amado." (Apocalipsis 3:9.)

El libro de la revelación nos explica aun más sobre este


asunto:

"Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de


medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de
Dios, y el altar, y a los que adoran en él. Pero el patio
que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas,
porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos
hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses."
(Apocalipsis 11:1-2.)

76
En este caso, “gentiles” significa “los que dicen ser
judíos y no lo son.” Por eso también dice en otra parte:
"Mas los perros estarán fuera" (Apocalipsis 22:15.)

Cuando da la promesa a la iglesia de Filadelfia, Cristo


menciona nuevamente el hecho de no estar fuera, sino
dentro del Santuario purificado:

"Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi


Dios, y nunca más saldrá de allí; [‘y nunca más saldrá
fuera’ dice la versión Reina Valera de 1909] y escribiré
sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad
de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del
cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo." (Apocalipsis
3:12.)

Notemos que todos estos versículos mencionan


espiritualmente a dos grupos en este tiempo: Los que son
gentiles y dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten;
pues son más bien llamados por el Señor: “sinagoga de
Satanás”, y los que en verdad son judíos espiritualmente,
y adoran en espíritu y en verdad. (Juan 4:19-24.)

Un grupo está adorando dentro del Santuario, y el otro


está echado fuera del Santuario.

Por eso dice la Escritura que Jesús echó fuera a los que
compraban y vendían en el templo, y por tanto nadie
podrá comprar ni vender, sino el que esté echado fuera, y
tenga la marca de la bestia, o el número de su nombre, el
nombre blasfemo, el de la blasfemia de los que dicen ser
judíos y no lo son sino que mienten. Se refiere al
enfoque que le da el libro del Apocalipsis a los que
adoran a Dios y los que adoran a la bestia. Los que
reciben el sello de Dios y los que reciben la marca de la
bestia.

77
Capítulo 7

1844 y el fin

El Señor Jesús le muestra a Daniel una visión de figuras


(hazon), con los dos animales que se usaban para la
purificación del Santuario en día de la expiación. La
visión revela el pisoteo del Tabernáculo, de su Príncipe y
su pueblo. (El ejército.) Es quitado el continuo (tamid)
del Templo, y la verdad es echada por tierra. Cuando
surge la pregunta: ¿Hasta cuando durará la visión del
continuo...? (hebreo = tamid = la obra continua del Sumo
Sacerdote en el Santuario, quitada por la abominación
presentada en la visión) la respuesta fue: "Hasta dos mil
trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será
purificado." [nisdaq] (Daniel 8:14.)

Mientras Daniel procura entender la visión, en ese


momento, él oye el clamor de la voz humana de Cristo
dando un mandato a su ángel: "Gabriel, enseña a éste la
visión [marah]." (Daniel 8:17.) Se oyó un grito dice la
Escritura. La Divinidad deseaba grandemente manifestar
la visión al siervo amado. Pero el capítulo 8 queda
inconcluso. Gabriel le logra explicar las figuras de la
visión (hazon) pero no así el cómputo de los 2,300 días
(marah), que es para el tiempo del fin.

El Profeta declara que "estaba espantado a causa de la


visión, y no la entendía." (Daniel 8:27.) La visión en sus
figuras ya le había sido explicada (hazon), así que Daniel
no se refiere a que no entendía la visión en la parte de las
figuras y su significado: Se refiere al cómputo (marah)
que Cristo le ordenó a Gabriel enseñarle y que aún no la
entendía. Daniel 8 con Daniel 9 van ligados, no por el
tiempo que pasó entre una visión y la otra, pues pasaron

78
de 10 a 15 años según los teólogos e historiadores; más
bien van ligados los dos capítulos por el mismo mensaje
que inicia en uno, y que termina con el otro.
Desde Daniel 2, hasta Daniel 7 pasaron más de 60 años,
y sin embargo, el tópico es el mismo, y no se concluye
que son capítulos con temas distintos. Al contrario, se
sabe que van de continuo con un mismo pensamiento y
estructura; sólo que queda más amplio según se va
avanzando con la lectura del libro.

Aunque las figuras que se usan en Daniel 2 sean distintas


a las de Daniel 7, y aunque mucho tiempo pasara entre
ambos capítulos, no se salta el contenido profético dado
inicialmente en uno, y detallado así después por el otro.
Exactamente lo mismo hace el Señor en Daniel 8 y
Daniel 9. Los dos capítulos contienen el mismo conteo
dentro de la visión de las 2,300 tardes y mañanas y en
esa misma visión van ligados.

Las 70 semanas (490 años) abarcan al pueblo judío


desde la salida de la orden para restaurar y edificar a
Jerusalén en el Otoño del 457 D.C, y llegan hasta la
venida del Mesías (Ungido) con su bautismo en el 27
D.C, y se menciona su muerte a los 3 años y medio en la
tercera pascua de su ministerio del 31 D.C, y entonces la
última semana culmina con el martirio de Esteban en el
34 D.C, y la conversión del gran Apóstol de los gentiles,
Pablo el emisario, en ese mismo año.

La salida de la orden es motivada por el decreto de Ciro,


de Darío y es finalmente ejecutada por medio de
Artajerjes; todo esto queda ampliamente expuesto en la
Escritura, tal como lo hemos podido comprobar, ya que
los eventos posteriores encajan perfectamente con el
inicio del cómputo; de otra manera no sería preciso el
bautismo y la crucifixión de Cristo.

79
Los puntos de la profecía son éstos:

Salida de la orden = 457 A.C.

Finalización de la obra en las primeras 7 semanas (49


años) = 408 A.C.

LLegada del Mesías (Ungido) en la semana 62 (434


años) = 27 D.C.

Su muerte a la mitad de la semana final que destacó el


ángel (tres años y medio) = 31 D.C.

Rechazo de los judíos y apertura del Pacto Sempiterno y


el evangelio a los gentiles con la muerte de Esteban y la
conversión de Pablo = 34 D.C.

Total de años: 490, que equivalen a 70 semanas


proféticas.

De los 2,300 años de la profecía de Daniel 8 y 9, se


restan los 490 años para el pueblo judío, ya aplicados en
ella:

2,300
- 490
_________
= 1,810 años restantes.

Del año 34 D.C, cuando terminan los 490 años,


sumamos entonces los 1,810 restantes:

80
34 D.C.
+ 1,810 años que faltan.
__________
= 1,844 D.C.

Veámoslo mejor con el siguiente diagrama:

457 A.C. 27 D.C. 31 D.C. 34 D.C.


Decreto de ------- Bautismo de ----- Muerte de ----- Apedreamiento de
Artajerjes. Jesús Jesús Esteban
|__________________ 490 años (70 Semanas.)____________________|

457 A.C. ----------34 D.C. --------------------------------------------- 1844 D.C.


(490 años ó 70 Semanas.) + 1,810 años más.
|____________________ 2,300 años (Daniel 8:1______________|

La purificación del Santuario Celestial inició entonces


con Cristo en el Lugar Santísimo, para que nuestro Gran
Sumo Sacerdote pueda acabar su obra Mediadora por el
pecador arrepentido. Fue en este mismo año que se dió
el gran chasco del 22 de Octubre de 1844 con William
Miller, y surgió el don profético que estableció el
movimiento Adventista del Séptimo Día y todas las
verdades bíblicas restauradas, juntamente con los Diez
Mandamientos del Pacto. (Apocalipsis 11:18-19.)

El propósito de haberse dado los 2,300 días

Por la gracia de Dios hemos podido comprobar el


cómputo profético más largo de la Escritura: 2,300 años
desde el 457 Antes de Cristo, hasta 1844 D.C. Sabemos
bien su inicio y su final porque la primera venida de
nuestro Señor Jesucristo está en el centro, anunciado
como Mesías Príncipe, o Príncipe del Pacto. Ahora nos
toca descubrir en qué Santuario se cumpliría esta
purificación.

81
La Biblia nos dice primero en Hebreos 5:10 que Jesús
“fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden
de Melquisedec.” Entonces, al mencionar esto se nos
dice en los versículos siguientes:

“Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de


explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír.
Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto
tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar
cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de
Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de
leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que
participa de la leche es inexperto en la palabra de
justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para
los que han alcanzado madurez, para los que por el uso
tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del
bien y del mal.” (Hebreos 5:11-14.)

El Apóstol Juan nos lo presenta de una manera muy


sencilla, para hacernos comprender que Cristo intercede
delante del Padre por nosotros como nuestro
representante:

“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no


pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos
para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la
propiciación por nuestros pecados; y no solamente por
los nuestros, sino también por los de todo el mundo. (1
Juan 2:1-2.)

Un abogado es un representante legal en una corte al


haber un juicio. Su tarea en defendernos y ayudarnos a
triunfar sobre nuestro acusador delante del Juez. La
Escritura declara que “Abogado tenemos para con el
Padre, a Jesucristo el justo.”

82
Hebreos 8:1-2 nos declara nuevamente esta intercesión
de Cristo a nuestro favor, pero ahora no como un
Abogado, sino en su Ministerio Sumo Sacerdotal en un
Santuario Celestial:

“Ahora bien, el punto principal de lo que venimos


diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se
sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos,
ministro del santuario, y de aquel verdadero
tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre.”

Jesús es nuestro Gran Sumo Sacerdote delante de Dios el


Padre, en un Santuario Celestial:

“Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los


bienes venideros, por el más amplio y más perfecto
tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta
creación...” (Hebreos 9:11.)

“Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano,


figura del verdadero, sino en el cielo mismo para
presentarse ahora por nosotros ante Dios...” (Hebreos
9:24.)

“Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de


su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces,
truenos, un terremoto y grande granizo.” (Apocalipsis
11:19.) “Salió otro ángel del templo que está en el cielo,
teniendo también una hoz aguda.” (Apocalipsis 14:17.)
“Y después de estas cosas miré, y he aquí el templo del
tabernáculo del testimonio fue abierto en el cielo...Y fue
el templo lleno de humo por la majestad de Dios, y por
su potencia; y ninguno podía entrar en el templo, hasta
que fuesen consumadas las siete plagas de los siete
ángeles.” (Apocalipsis 15:5; 8 RV 1979.)

83
“El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió
una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo:
Hecho está.” (Apocalipsis 16:17.)

De la bestia de Apocalipsis 13 que se levanta en contra


del santuario celestial se dice: “Y abrió su boca en
blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de
su tabernáculo, y de los que moran en el cielo.”
(Apocalipsis 13:6.)

“Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi


Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el
nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi
Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de
mi Dios, y mi nombre nuevo.” (Apocalipsis 3:12.)

Relevancia del decreto de Artajerjes

LLegamos entonces al principio de la profecía: Ya


quedó expuesto con toda paciencia y doctrina que los
acontecimientos bíblicos sí se acercan efectivamente a
los puntos señalados por el cómputo: 457 A.C, 408 A.C,
27 D.C, 31 D.C, 34 D.C, y finalmente 1844 D.C. ¿Por
qué tiene que ser el decreto de Artajerjes y por qué lo
colocamos vigente en el Otoño del 457 D.C?

Las razones son sencillas y están expuestas en la Santa


Palabra de Dios: El decreto de Ciro cumplió la profecía
sobre Babilonia, y la promesa de Dios para liberar a su
pueblo del cautiverio. Notemos que Dios no dice que se
librarían bajo Medo Persia, sino que Ciro, el rey que
cumplió la caída del imperio opresor, les daría la libertad
a los judíos para poder volver a su tierra y edificar los
cimientos. (Isaías 44:26-28; Jeremías 25:12; 29:10.)

84
Sin embargo, no salieron todos para ir a su tierra, y
conflictos se presentaron hasta mucho después de la
muerte de Ciro, no quedando terminada la obra ni
después de la muerte de Darío, ni durante el reinado de
Artajerjes.

La Palabra de Dios sí se cumplió al final de los 70 años


de cautiverio, pues Babilonia cayó en manos de los
Medos y Persas, cuando el imperio tenía solo 62 años.
(Daniel 5:30-31.)

Daniel aun no salía de Babilonia durante el tercer año


del reinado de Ciro, y servía bajo el dominio de los
medos tal como se lee en su libro. (Daniel 10:1.)

Ciro da el decreto, pero no todos los judíos salen porque


hay conflictos; hay problemas para llevar a cabo bien la
edificación, y temores de ser atacados por muchos
enemigos que les rodeaban; de otra manera se hubieran
ido todos.

Los capítulos de Esdras relatan desde el principio, que


ya estaban trabajando en la edificación a partir del
decreto de Ciro, tal como Dios lo anunciara con Isaías;
pero no se podía oficializar la orden, o sea, no salía, no
era cumplida oficialmente delante de los reyes, ni
delante de todo el pueblo judío, ni delante de sus
enemigos; es más, la orden era ignorada por el mismo
Artajerjes, y los samaritanos y otros opositores
aprovechaban esto para acosarlos en la restauración, e
hicieron detener la obra aun prejuiciando al rey tal como
la inspiración bíblica lo presenta. (Esdras 4:21-24.)

85
Repasando los puntos del Decreto de Artajerjes en
Esdras capítulo 7:12-26

El decreto de Artajerjes le otorga a Esdras finalmente:

a) Que vayan con él tantos representantes como quieran


ir para reedificar sin más interrupciones.
b) Una cantidad inmensa de tesoros.
c) Los libera hasta de pagar impuestos y renta.
d) Se les otorga por fin el total derecho de embellecer la
casa de Dios.
e) Proporionar ofrendas para su servicio.
f) Hacer cuanto les pareciese bueno, ordenar leyes,
establecer magistrados y jueces.
g) Ejecutar castigos hasta de muerte a los opositores.
h) Restaurar todo el estado judío en lo civil y lo
eclesiástico, de acuerdo a la ley de Dios y las antiguas
costumbres del pueblo.

Y el punto más relevante:

La inspiración consideró apropiado conservarnos este


decreto final de Artajerjes en el idioma oficial del
imperio Medo Persa: Encontramos una copia exacta y
completa de él en el capítulo 7 de Esdras; decreto que
tanto desprecian otros teólogos, afirmando que no es el
con este decreto la salida de la orden. Esta copia está
originalmente escrita en Caldeo Oficial o en arameo
oriental, y no en hebreo. Todo el libro de Esdras está en
el idioma hebreo en las copias originales, a excepción de
la mención de los otros decretos dados por los otros
reyes, y las cartas de los opositores en los textos 4:8 a
6:18 que también son porciones en arameo. (Esdras 4:7
menciona el cambio de idioma al inicio del texto en el
libro.)

86
Así el decreto de Artajerjes aparece en arameo o caldeo
oficial de manera relevante. Esta es la copia que le fue
entregada a Esdras, para que la presentara a todos en su
tierra. Este siervo de Dios salió de Babilonia el día
primero del primer mes, y llegó en el mes quinto.
(Esdras 7:9-10.)

Por eso es que decimos que la orden salió en Otoño,


porque aunque ya estaba dada desde mucho tiempo atrás,
no solamente por la copia de Artajerjes, sino por la de
Darío y de Ciro primeramente, no fue hasta que Esdras
la llevara a Jerusalén y probara todo esto, y convocara al
pueblo y todos lo supieran, y se unieran y organizaran,
que todo esto iba a salir a la luz. (Esdras 7:14; 25; 27-
28.)

Así, aunque Esdras llegó en el mes quinto, la obra se


tuvo que haber iniciado oficialmente sin más
interrupción ya no de parte del imperio, sino de los que
vivían en el lugar, un tiempo después todavía; antes de la
entrada del invierno, y es lógico saber que no estaban
concentrados en esta obra durante el invierno, sino que
más bien para evitar el frío, tenían necesidad de trabajar
en el verano para sobrevivir con comida y refugio
durante el invierno. Esto lo refleja la misma copia del
decreto, en Esdras 7:12-26.

No se podía establecer todo esto al momento de llegar


Esdras en el mes quinto, pues tuvieron que pasar unos
pocos meses más para aplicarse todo sobre los que lo
recibirían, y ejecutaran entonces lo que contiene la carta.

Por eso es que se declara que la orden salió en Otoño, o


sea, entre los meses de Septiembre y Octubre, en el mes
séptimo del calendario judío, el cual es Tishri.

87
Reflexión final

Las 2,300 tardes y mañanas es la profecía más larga de


la Biblia. Es la manera en que Dios ha unido
estrechamente los acontecimientos que involucran a
nuestro Salvador Jesús y a su pueblo redimido, porque
El desea que igual, estemos unidos nosotros para
proclamar el Mensaje. Sabiendo que “si tuviese profecía,
y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si
tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los
montes, y no tengo amor, nada soy.” (1 Corintios 13:2.)
Por eso es vital estudiar bien estas cosas, aprender a
defenderlas con el amor y la verdad del cielo, y
compartirlas a otros en todo el mundo con el mismo
sentir y pensar. Espero que por la gracia de nuestro
Señor Jesucristo podamos todos cumplir con ese
propósito.

Franck Junior Flores.

88

También podría gustarte