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Tuberculosis Genital
Tuberculosis Genital
Praxis Médica. Dra Licie Amory, Srta. Claude BEGON; Dr. Andre DURIEZ, Dr. H ELIAS, Dr.
Olivier-Albet GOTLIB, Dr. Diego GUIERREZ GOMEZ, Dr. Andre LACOSTE, Dr. Luis MARTIN
SANZ, Dr. Olivier MARTY, Pr. Ag. Lois MORAU, Dr. J. Antonio VALTUEÑA BORQUE, Dr. Oscar
VALTUÑA BORQUE, Dr. Jean VINCENT . Pág 10.350
Transcripción.- Dr. Carlos Alvia
Pertenece a.- Diagnostico X
Etiología
La invasión tiene lugar generalmente por vía sanguínea a partir de estos focos; más rara
vez por contigüidad peritoneal o por vía linfática, a partir de un foco enteroperitoneal. Se
concibe que en la clínica, la investigación en los antecedentes de una manifestación
tuberculosa constituye un punto esencial del diagnóstico. Excepcionalmente la tuberculosis
podría ser primitiva, teniendo lugar la invasión por vía canalicular, pero esta
primoinfección genital por propagación ascendente a partir de cuerpos infectantes o de
esperma tuberculoso en modo alguno está demostrada.
Anatomía Patológica
Lesiones Salpingianas.- Son las más frecuentes y latentes. Son de aspecto variable:
Formas Ulcerocaseosas o Fibrocaseosas.- Son las más clásicas. Las trompas están
aumentadas de grsor, carnosas, violceas y a veces aglutinadas a los ovarios en un
magma de pelviperitonitis que las enmascara, las adhiere al sigmoides, a la vejiga, al
intestino delgado y a veces al uréter, y engloba abscesos fríos mas o menos caseosos,
susceptibles de abrirse en las vísceras.
En este caso, las trompas están distendidas, lisas, más o menos movibles y a veces enormes
y recubiertas de varicosidades. Su apertura deja salir un líquido tan pronto claro y
turbio como hemorrágico, y a veces un juego cremoso o masilla.
Formas Miliares.- No tienen forzosamente una evolución aguda o subaguda. Son a veces
crónicas con o sin derrame peritoneal.
Las trompas aparecen rojas, turgentes, con un exudado que mana del pabellón. El peritoneo
esta salpicado de granulaciones blanquecinas o amarillentas.
- algunas son de aspecto nodular: las trompas son asiento de nódulos duros, de tamaño
variables, separados por angosturas;
- otras dan lugar a un aspecto retráctil y escleroso con estenosis tubarica bilateral.
Aspecto del pabellón.- Cierto autores han insistido en este punto, muy particularmente en
las formas con derrame; el pabellón parece evertido y abierto. Esta abertura explica
sin duda ciertos brotes evolutivos de pelviperitonitis por vómica tubarica hacia el
peritoneo y explica también la relativa frecuencia de los embarazos tubaricos en las
trompas tuberculosas.
Fig. 1.- Salpingitis tuberculosa. Esclerosis de la muscular; aumento de grosor y sínfisis de las
franjas con numerosos folículos tuberculosos (cliché Dr.Orgel)
Lesiones Uterinas.- Van muy asociadas (50 a 80% de los casos). Esta asociación es muy
importante, pues a nivel del utero los exámenes complementarios proporcionaran la
prueba histológica o bacteriológica de la tuberculosis.
Las lesiones masivas del utero, con macro o micronodulos en el miometrio, son, a decir
verdad, excepcionales.
Lesiones ováricas.- Son igualmente frecuentes. Si los ovarios son a veces normales, se les
encuentra a menudo incluidos en un magma de pelviperitonitis. Mas raramente
presentan una lesión fibrocaseosa, son groseras lesiones nodulares o también con una
fibrosis cortical intensa.
Pero, dato importante esta lesión carece de consecuencias sobre la función endocrina del
ovario.
Fig. 2.- Tuberculosis del endometrio. Vista de conjunto mostrando formaciones foliculares
desarrolladas a veces en contacto con tubos ganglionares (cliché Dr. Orgel)
Signos Clínicos
2° La forma que evoluciona bajo la máscara de una peritonitis crónica: tuberculosis con
reacción peritoneal más o menos importante.
Cuadro clínico.- Es parecido al de una salpingitis banal. Se trata de una mujer joven
con dolores pélvicos variables: simplemente un bajo vientre dolorido o dolores vivos
irradiados a los lomos y que obligan a la enferma a doblarse, aparecidos a menudo desde
las primeras relaciones sexuales y acentuándose en el curso de las reglas.
La fiebre puede subir a 38°-39° o ser nula o casi nula. La enferma se queja además de
leucorrea a menudo discreta.
El examen permite apreciar en conjunto un vientre blando y mas raramente una defensa
suprapubiana en el curso de un brote de pelviperitonitis.
Ante este cuadro banal solo se puede emitir el diagnostico de tuberculosis si se reúnen n
conjunto de argumentos.
Tales exámenes tienen el valor, es verdad, solo cuando son positivos y a veces
únicamente la intervención y el examen histológico de las piezas operatorias permitirán
obtener conclusiones, descubriendo granulaciones y lesiones tubaricas histológicamente
tuberculosas.
Evolución.-
Formas clínicas.-
Absceso frio o piosalpinx bilateral.- Se trata aun de una forma localizada que evoluciona
bajo el carácter de una anexitis común. Su cuadro es el de un quister bilateral del
ovario; el examen muestra dos masas redondeadas, renitentes, indolorosas, bien
limitadas y movibles; su evolucion, aparte de la fistulización, puede estar jalonada de
complicaciones particulares, tales como la versión, a la que predispone su maleabilidad
o la rotura con pelviperitonitis secundaria.
Formas con importante reacción peritoneal.- Conviene considerar dos cuadros en los que
el elemento pelviano queda oculto a menudo por la importancia de la reacción
peritoneal.
PERITONITIS TUBERCULOSA ASCITICA.- Bautizada al parecer en otro tiempo
equivocadamente con el nombre de ascitis “esencial” de las jóvenes, es con más
frecuencia secundaria a una tuberculosis anexial.
Se conoce su aspecto clínico: ascitis libre instalada solapadamente, que se prueba por la
inoculación del líquido al cobayo y por el viraje reciente de la cutirreaccion. El tacto
rectal, único permitido, pone difícilmente de manifiesto una anexitis, sin embargo
anatómicamente constante.
La evolución camina con la mayor frecuencia hacia la resolución, pero hay dos escollos:
El examen de esta forma es a menudo negativo, pues se trata con frecuencia de una forma
cicatrizal.
FORMA POSTABORTIVA O DEL POSTPARTUM.- Se trata de una tuberculosis genital
descubierta a continuación de un aborto o de un parto.
Tan pronto se trata de una evolución febril que ha quedado sin explicación hasta el hallazgo
de una endometritis o de una salpingitis tuberculosa, como de la evolución rápida de
una tuberculosis extragenital, meníngea, pulmonar o peritoneal que llega a poner en
evidencia la localización genital. En la mayor parte de los casos, la tuberculosis es
anterior a la gestación y desde luego debe ser considerada como un factor etiológico de
ciertos abortos o partos prematuros.
Formas Evolutivas.- Existen todas las formas intermedias entres las formas agudas o
subagudas, en las que domina el elemento congestivo inflamatorio de las lesiones
jóvenes con signos aparatosos y lesiones discretas y las formas “inicialmente crónicas”
en las que dominan lesiones esclerosas, poco receptivas del tratamiento, al contrario
que las anteriores.
Fecha de la toma.- Es importante: la toma debe efectuarse en tres o cuatro días que
precden a las reglas, pues esta fecha es cuando los folículos tuberculosos son mas
toxicos y mejor interpretables.
- la forma miliar: las trompas son más rojas de lo normal; en su superficie hay una
siembra de granulaciones amarillentas, que pueden extenderse a los órganos
vecinos;
- la formas nodular: está caracterizada por nudosidades tubaricas separadas por zonas
estrechadas;
- la forma adhesiva: es menos característica con sus lesiones adherenciales de la
pelvis, cuyo origen tuberculoso solo puede basarse en la presencia de algunas
granulaciones miliares;
- la forma seudosalpingitica: el aspecto producido es el de una salpingitis crónica
banal, pero la conservación de las franjas del pabellón más o menos hipertrofiadas
debe hacer pensar en la tuberculosis.
“El diagnostico debe ser precoz, pues parece claramente demostrado que ciertas lesiones
evolutivas de invasión sensibles de invasión sensibles al tratamiento retroceden
rápidamente con restitutioas integrum de la serosa peritoneal, del endometrio y tal vez
de la trompa, que muestra ser el órgano más frágil y más frecuentemente afectado”
(Bret).
Fig. 6.- Histerosalipingografia. Aspecto nebuloso de la trompa derecha; la trompa inzquierda esta
totalmente obliterada(cliché Dr. Bret).
Fig. 7.- Inyecion vascular en el curso de una histerografia en una mujer con tuberculosis tubo-
uterina(cliché Dr. Bret).
Tratamiento
Hasta su aparición, el tratamiento médico rara vez se prescribía solo constituía por lo
general el primer tiempo de un acto quirúrgico. Este último no podía ser sino radical y
ello en enfermas todavía jóvenes.
Este tratamiento se prosigue durante un mínimo de 45 días pero solo se podrá decidir la
interrupción o la continuación del tratamiento mediante una vigilancia que controle el
resultado.
Via local.- Se asocia a menudo a la vía general y entraña diversas modalidades según la
forma clínica: instilaciones uterotubaricas o inyecciones parametriales utilizando una
mezcla de 1gr de estreptomicina y 25 mg de hidrocortisona diluida en 10 cm3 de suero
fisiológico y repetidas tres veces por semana.
Vigilancia.- Debe ser sumamente rigurosa, y solo se interrumpirá el tratamiento mediante
solidos criterios de curación. Muy rápidamente, los síntomas generales, si existen, se
extinguen, los cultivos se vuelven estériles y las tomas histológicas muestran una
desaparición rápida de los folículos tuberculosos. La prueba más sensible es la
velocidad de sedimentación que debe permanecer normal durante muchos meses.
En consecuencia se impone con rigor sus profilaxis: como parece indudable que la lesión
genital sobreviene en los dos a cinco años que siguen a las primoinfecciones tardías de
la adolescencia, se ha llegado a proponer la practica de la BCG en las niñas hacia los
once años, cuando la cutirreaccion tuberculina es todavía negativa. Este método puede
reducir considerablemente en algunos años la frecuencia de la tuberculosis genital.