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La necesidad de la clase y el análisis de clase en el Perú: un marco conceptual y metodológico

Jan Lust

Resumen: Las dinámicas propias del desarrollo capitalista y la introducción del neoliberalismo en
el Perú en la década de 1990 han cambiado la estructura de clase del Perú y han causado la erosión
de las bases sociales de las organizaciones populares. Consideramos esta erosión como una de las
principales razones por la cual la izquierda peruana no ha llegado al poder estatal en los últimos
treinta y cuatro años. La evolución de la estructura de clases del Perú en el período 1980-2014 no ha
sido objeto de investigación y de una discusión política profunda en el Perú. El debate actual sobre
la clase y la estructura de clases en América Latina parece estar basado en un concepto weberiano
de clase y la teoría de la estratificación social. Aunque un análisis de la sociedad en términos de las
relaciones con el consumo, los ingresos y los grupos ocupacionales podría ser útil, sin embargo,
consideramos que el concepto marxista de clase más adecuada como la sociedad en su conjunto y su
dinámica interna se está concentrando en este concepto. Este trabajo presenta un concepto de clase
que incluye una definición de fracciones de clase y estratos sociales. Además, elabora un marco
para el análisis de clases en el Perú y criterios para operacionalizar la definición de clase
presentada.

Palabras clave: Perú, la izquierda peruana, clase, la estructura de clases, análisis de clase

Introducción

En el contexto del surgimiento de gobiernos progresistas en América Latina, en la última década, y


la decisión del actual gobierno peruano de continuar con las políticas neoliberales implementadas
por el expresidente Alberto Fujimori en la década de los noventa, aunque en una forma adaptada al
incluir proyectos que apuntan a la inclusión social, uno podría preguntarse qué ha pasado con la
izquierda peruana. Además, hay que recordar que en la campaña presidencial de 2011 el actual
presidente Ollanta Humala fue apoyado por una variedad de organizaciones, grupos e intelectuales
progresistas y de izquierda, y contó con una amplia base popular en el campo.
Las dificultades de la izquierda peruana para ganar el poder estatal o de tener una
considerable influencia en la toma de decisiones políticas a nivel gubernamental, han de buscarse
dentro y fuera del funcionamiento de las organizaciones de la izquierda como también en su
conceptualización de la realidad política, económica y social peruana. Estas cuestiones no sólo
deben ser analizadas en el contexto de la dinámica del desarrollo capitalista mundial de las últimas
tres décadas, sino también dentro de un marco peruano histórico, político, económico y socialmente
particular. Este ensayo se concentra en la base clasista de la izquierda peruana.
Consideramos que la evolución específica de la estructura de clases del Perú y el cambio en
la conciencia de clase de las clases y estratos sociales explotadas y oprimidas en el Perú, originados
en las dinámicas políticas, sociales y económicas del capitalismo, han erosionado las bases sociales
de las organizaciones populares (Roberts, 1996: 98-99).1 Este punto de vista nos insta a iniciar un
trabajo teórico y empírico, empezando con un análisis de las discusiones en relación con el
concepto de clase y el estado del arte de estos debates en el Perú. Acto seguido debemos elaborar
nuestro concepto de clase que se aplicará sobre la realidad social peruana y proceder a recoger datos
que nos permitan desarrollar la evolución de la estructura de clases del Perú en los últimos treinta y

1
De acuerdo con una encuesta de opinión en 1994, el 56% de la población peruana consideraba que el Estado
debería dejar la actividad productiva al sector privado (Parodi, 2010: 302). Lo que se denomina como la
nueva clase media, producto de la reforma agraria de la dictadura militar de Velasco (1968-1975) y la
migración en la década del setenta hasta finales del siglo 20, apoyó las medidas neoliberales de Fujimori
(Zolezzi cochano, 2003: 193 ; Sánchez León, 2003: 223, 224).
1
cuatro años, es decir a partir de 1980, el año que marcó el retorno de la democracia parlamentaria
tras 12 años de dictadura militar y el inicio de la lucha guerrillera en el Perú por el Partido
Comunista del Perú (PCP), también denominada como Sendero Luminoso.
El limitado espacio de este artículo no nos permite presentar todo lo que se ha mencionado
arriba. Por lo tanto, desarrollamos un concepto de clase y un marco concreto para la ejecución de un
análisis de clase de la sociedad peruana con el objetivo de (i) comprender la realidad social del
Perú; (ii) contribuir a un debate sobre las estrategias políticas y tácticas de la izquierda peruana en
base a la realidad del país como se menciona en (i); y, (iii) romper la dominación del muro
economicista que determina la clase en términos de categorías de ingresos en lugar de las categorías
sociológicas y políticas. Como tal, nuestra definición de la clase y nuestra conceptualización del
método de análisis de clase aplicado al Perú no sólo esperan reabrir el debate sobre la clase sino
intenta llevar el debate un poco más allá. De hecho, nuestro concepto de clase incluye una
definición de fracciones de clase y estratos sociales. Naturalmente, previo a la presentación de
nuestro concepto de clase y el marco para la ejecución de un análisis de clase, este artículo incluye
una presentación de los debates en el Perú sobre la clase y argumenta por qué usamos un concepto
marxista de clase.
Este artículo se estructura en cinco secciones. En la sección primera se presenta un esbozo
de lo que consideramos una de las principales razones de por qué la izquierda peruana no ha sido
capaz de llegar al poder estatal en los últimos treinta y cuatro años. En la segunda sección se revisa
la discusión sobre clase en el Perú y en la tercera sección se discute la pertinencia del concepto
marxista de clase. En la sección cuatro elaboramos nuestro concepto de clase y en la sección cinco
nos dirigimos a nuestra conceptualización de un análisis marxista de clases y su aplicación concreta
a la realidad social peruana. En la sexta sección se presentan las conclusiones. Las referencias de
este trabajo se encentran al final del artículo.

1. La erosión de las bases sociales de las organizaciones populares

En los últimos treinta y cuatro años la izquierda peruana no ha sido capaz de ganar el poder estatal a
pesar de que en la década de ochenta la lucha de clases alcanzó sus niveles más altos, un hecho que
no sólo se refleja en la extensión de la lucha guerrillera, sino también por el poder político de la
organización política legalmente funcionando, la Izquierda Unida (IU). De hecho, como señalan
McClintock y Vallas (2005: 71), en la década de 1980 la IU fue considerada como la coalición
electoral de orientación marxista más fuerte en América Latina.
Errores políticos de la izquierda peruana en combinación con el terror de Estado en la
décadas de ochenta y noventa que apuntaba a la destrucción política, social y militar de la izquierda,
y los factores internacionales como el colapso de lo que se llamó el “socialismo real” en Europa del
Este, son factores importantes a tener en cuenta y deberían ser incorporados en un análisis que
aborda las razones por las cuales la izquierda peruana no ha sido capaz de alcanzar el poder del
Estado. Estos factores, aunque importantes, no tienen un poder explicativo completo ya que carecen
de una base económica y social clara. Esto no significa que estos factores son de importancia
secundaria. De hecho, ellos son cruciales ya que son expresiones de la lucha de clases, pero con el
fin de tener un panorama completo deberíamos introducir la evolución de la base social y
económica de la sociedad peruana.
Para entender el desarrollo capitalista, deberíamos tener una comprensión de las
condiciones objetivas y subjetivas que determinan esta evolución. Las condiciones objetivas del
desarrollo capitalista de la sociedad deberían ser consideradas como el desarrollo de su estructura
económica y social (la base) como su superestructura (el estado, la ideología, etc.). Las condiciones
subjetivas del desarrollo capitalista se refieren a la lucha de clases. Las relaciones entre las
condiciones objetivas y subjetivas son relaciones dialécticas, en las que las condiciones objetivas

2
han de considerarse como los factores determinantes en última instancia.2 Ambas condiciones
deberían entenderse en un contexto histórico y determinadas por factores nacionales como
internacionales. Petras y Veltmeyer (2010: 57-58) formulan las condiciones objetivas y subjetivas
del desarrollo capitalista de la siguiente manera: “Nuestro argumento es que la dinámica del
desarrollo capitalista y el imperialismo tienen tanto una dimensión objetivo-estructural como
político-subjetiva y que un análisis de clase de estas dinámicas debería incluir ambos. Esto significa
que no es suficiente demostrar el funcionamiento del capitalismo y el imperialismo en términos de
sus condiciones objetivamente dadas que afectan a las personas y a los países según posición de
clase en este sistema. Debemos determinar las dinámicas políticas de las respuestas populares y de
la clase trabajadora a estas condiciones, a las políticas neoliberales de ajuste estructural, a las
pretendidas exigencias del nuevo orden mundial”.3
En su trabajo Violencia y autoritarismo en el Perú: bajo la sombra de Sendero y la
Dictadura de Fujimori, Burt (2011: 153), cuando refiere al libro de Cameron Democracy and
Authoritarianism in Peru: Political Coalitions and Social Change (1994), sostiene que la
persistente crisis económica y el aumento de la informalidad de la economía “minaron la base
organizativa de las identidades y las movilizaciones clasistas”. Cambios económicos estructurales
introducidos en la década de noventa debilitó, en términos de su capacidad para organizar, las bases
sociales de la IU (Burt, 2011: 153-154). Según Lynch (2014: 167), la derrota de los movimientos
sociales en la década de 1990 coincidió “con el cambio del modelo productivo” y dio lugar a la
erosión de las “tradicionales bases de la izquierda y el denominado movimiento popular”.
Portes y Hoffman (2003: 40) argumentan que el retorno de la democracia en la década de
ochenta fue acompañado por la expectativa “de una recuperación de las fuerzas sindicales. Éstas
fueron frustradas por un adversario que, aunque pacífico, demostró ser mucho más eficaz que la
represión militar. El cierre de fábricas, la precarización del empleo, la subcontratación y la creación
de enclaves con regímenes aduaneros especiales –todas partes del nuevo modelo– han debilitado
severamente al proletariado formal y con ello a su capacidad para apoyar a los partidos de clase”. A
partir de 1988, la cantidad de huelgas y de los trabajadores que participaron en la lucha obrera
comenzó a declinar (Thomas, 1999: 277). Según el periodista neoliberal Althaus Guarderas (2009:
306), el modelo económico implementado por el gobierno de Fujimori hizo que los sindicatos
perdieran fuerza como consecuencia de la eliminación de “la protección artificial a la industria y a
las empresas estatales” y la estabilidad laboral.

2. La discusión en el Perú sobre la clase

Trabajos en el Perú sobre la clase y la estructura de clases, escritos en los años 1980 y 1990, y en
referencia a estos años, son difíciles de encontrar. El trabajo del sociólogo más importante del Perú,
Aníbal Quijano, sobre el surgimiento de lo que podría denominarse como estrato marginal, “‘Polo
marginal’ y ‘mano de obra marginal’”, data de la década de 1970. El libro más famoso del sociólogo
peruano Julio Cotler, Clases, Estado y Nación en el Perú, se publicó en 1978. El trabajo Las clases
sociales en el campo de Saturnino Paredes Macedo es de 1976 y utiliza los datos del inicio de la
década de sesenta. Los trabajos del antropólogo Rodrigo Montoya A propósito del carácter
eminentemente capitalista de la economía peruana (1978) y Capitalismo y no capitalismo en el
Perú (1980) también se encuentran fuera de nuestro periodo de análisis. En su artículo “Las clases
medias en las ciencias sociales”, Fuller Osores (1998: 453) menciona a David Parker como la

2
“La lucha de clases modifica las condiciones objetivas [...]. Los resultados de la lucha de clases alteran las
condiciones del “modelo”: actúan sobre la asignación de recursos, las tasas de crecimiento de la
productividad, etc.” (Amin, 2010: 27).
3
“Si la ‘estructura’ realmente es ‘dominante’; si las variables independientes son simplemente ‘dadas’, y las
variables dependientes determinados únicamente por ellos; del capital es realmente el ‘sujeto dominante’;
entonces nos quedamos sin una base material para la acción política” (Elson, 1979: 173).
3
persona “quien más exhaustivamente ha estudiado a la clase media urbana en el Perú”. El artículo
de Parker, sin embargo, se trata de los trabajadores de cuello blanco al inicio del siglo 20: “White-
collar Lima, 1910-1929: Commercial employees and the rise of the Peruvian middle class”.
Pensamos que la razón principal por la escasez de trabajos sobre la clase y la estructura de
clases en las décadas 1980 y 1990 es el hecho de que en estos años el debate académico sobre clases
en el Perú fue una aventura políticamente arriesgada, ya que situaba a uno al lado de las masas
explotadas y oprimidas y, en consecuencia, a favor de las organizaciones clasistas como las que
organizaron la lucha armada en el Perú. Según Iguíñiz (2008: 177) en su revisión de Clases sociales
en el Perú. Visiones y trayectorias editado por Plaza (2007), “las clases socioeconómicas están
indisolublemente ligadas a la realidad de la lucha de clases”. Por otro lado, habría que examinar la
cuestión si el huracán neoliberal de la década de 1990 no ha eliminado una discusión socialmente
necesaria sobre la clase. Benavides (2007: 121) afirma que la sociología peruana no ha sido muy
activa en estudiar empíricamente los problemas de la estratificación social en general o las clases
sociales en particular. Según Balbi Scarneo y Arámbulo Quiroz (2009: 299), no se ha trabajado
sobre la evolución de la estratificación social en el Perú. El libro editado por Plaza (2007) parece ser
un nuevo comienzo o una reintroducción del debate sobre la clase en el Perú (Pozo, 2009: 223).
Las pocas publicaciones y debate sobre la clase y la estructura de clases del Perú podrían
ser una de las razones por la cual uno es capaz de sostener que el Perú está en “un proceso trunco”
de una “sociedad de estatus (altamente estructurada)” hacia una sociedad de clases (Balbi Scarneo y
Arámbulo Quiroz, 2009: 287). Según Benavides (2007: 132), la sociedad peruana es “parcialmente
organizada en términos de clases”. Castro (2007: 201) sostiene que las clases y el estado, a
diferencia de los conceptos marxistas de clase y el estado, y la economía política marxista, “no
pertenecen a ámbitos comunes”.
A pesar de la escasez de trabajos sobre clase y la estructura de clase elaborados en los años
1980 y 1990, sin duda es posible tener una impresión general del debate sobre la clase en el Perú.
En 1980, por ejemplo, García Sayán (1980) desarrolló un trabajo sobre las clases sociales en el
campo peruano. En el contexto del surgimiento de la guerrilla orientada al campo, organizada por el
PCP, el texto de García Sayán es eminentemente de interés, aunque, y es una de sus principales
debilidades, el texto no proporciona datos que podrían sustentar los argumentos del autor y aclarar
los límites de clase entre las diferentes clases, fracciones de clases y estratos en el campo peruano.
En 1994, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos publicó el libro Perú: sociologia,
clases sociales y sociedad de Róger Iziga Núñez. La publicación contiene varios ensayos, escritos
por un conjunto heterogéneo de peruanos en diferentes períodos y anteriormente publicados
previamente en otro lugar. Por ejemplo, el artículo de Mac-Lean y Estenos data de 1942, el artículo
de Parodi de 1960, el ensayo de Bustamante y Rivero ya fue publicado en 1963 y el trabajo de
Carlos Delgado es de 1971.
En el volumen de Iziga Núnez, se incluyen artículos que tratan sobre temas específicos
relacionados con la clase. Por ejemplo, en su ensayo “Estrato marginal”, Quijano (1994) profundiza
en el problema de estas personas que están excluidas, más o menos continuamente, del mercado de
trabajo y no tienen ingresos suficientes para tener pleno acceso a los bienes y servicios. Sinesio
López se ocupó de lo que podría llamarse la “informalización de las clases sociales”. Según este
autor, la crisis económica peruana de la década de 1980 dio lugar a procesos de descampesinazación
sin proletarización, deproletarización y la informalización de las clases populares, y la
pauperización de las clases medias (López, 1994: 336).
En relación con el trabajo de Sinesio López, es interesante revisar el artículo “La
recomposición de las clases medias y el voto en el Perú”, publicado en 2009 en el libro Cambios
sociales en el Perú, 1968-2000 del editor Orlando Plaza. Según los autores Balbi Scarneo y
Arámbulo Quiroz (2009: 299, 300, 304), las políticas económicas heterodoxas del gobierno de
García (1985-1990) y las medidas neoliberales introducidas en la década de 1990 tuvieron efectos
devastadores para la estructura de clases del Perú. No solamente el trabajo informal aumentó

4
drásticamente, sino también había una disminución de lo que se ha denominado como la clase
“media alta”.
En 2003, la organización no gubernamental Desco publicó Perú Hoy. La clase media
¿existe? El libro contiene varios ensayos sobre la clase media peruana. Algunos de los artículos son
reediciones. El trabajo más interesante es el de Zolezzi Chocano. Él intenta caracterizar la nueva
clase media sobre la base de la identidad; esto le permite considerar a las clases populares como
parte de la clase media, sin tener en cuenta su nivel de ingresos y otros posibles elementos
pertinentes. Según el autor “la incorporación de los sectores populares con una identidad de clase
media está marcada por las relaciones sociales de producción, el consumo y la identidad de clase,
los intereses y la conciencia de clase que han desarrollado” (Zolezzi Chocano, 2003: 203). Ellos
trabajan como pequeños comerciantes, pequeños industriales, trabajadores eventuales y artesanos, y
promotores de pequeñas empresas. Esta clase no asciende, sino expande (Zolezzi Chocano, 2003:
193, 197, 204).

3. La relevancia del concepto marxista de clase

El debate actual sobre la clase y la estructura de clases en América Latina, si podemos llamar el
contexto como tal en el que diversos artículos han aparecido sobre estos temas en los primeros 14
años del nuevo milenio, parece estar basado en un concepto weberiano de clase y la teoría de la
estratificación social. Pensamos que el predominio de la ideología neoliberal en las sociedades
latinoamericanas y la orientación socialdemócrata de la izquierda, incrustada en organizaciones
como el Banco Mundial, la Organización Internacional del Trabajo y la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe, deberían ser considerados como las principales razones de la escasez
actual de trabajos académicos marxistas sobre la clase y la estructura de clases en América Latina.
De hecho, podríamos decir que ya no hay debate político y sociológico sobre el concepto de clase,
sino más bien sobre cómo ciertas clases “económicas” definidas de acuerdo a los ingresos, sobre
todo la clase media, se expresan en categorías ocupacionales, entre otros.4 El tamaño de las clases se
flexibilizó, ya que depende cada vez más de dónde se ha puesto los límites de ingresos entre las
clases (Fereira et.al, 2013; Kapsos y Bourmpoula, 2013; Castellani y Parent, 2011; Ravallion, 2010;
Banerjee y Duflo, 2007). Clase como un concepto relacional ha desaparecido en los debates
académicos y es reemplazado por un concepto gradacional.
Consideramos el concepto de clase como ha sido descrito por Marx (1973: 855-856) en el
volumen III de El Capital y posteriormente desarrollado por Lenin (1961), Przeworski (N/D),
Poulantzas (1980), Wright (1985), Carchedi (1987) y Wood (2000), y muchos otros marxistas, más
adecuado para nuestro propósito de trabajar sobre la evolución de la estructura de clases del Perú.
En el concepto marxista de clase se concentra la sociedad en su conjunto y sus dinámicas internas.
Por ejemplo, el concepto expresa las relaciones de explotación y de dominación. Estas relaciones se
basan en el modo capitalista de producción y distribución. También para la comprensión del
funcionamiento del estado capitalista el concepto marxista de clase es de una importancia crucial.
En su artículo “Marx’s use of class”, Bertell Ollman (1968) declara que si uno critica el concepto de
clase de Marx, de hecho, uno está criticando todos los supuestos y fundamentos subyacentes del
marxismo. Hunt (1981: 9-10) sostiene que el estudio de la clase y de la estructura de clases es
fundamental en cada análisis marxista ya que sobre la base de este análisis se establecen las bases
para el desarrollo de las estrategias políticas de los movimientos revolucionarios y socialistas.
La estructura de clases de la sociedad que se deriva de la totalidad de las relaciones de
producción y, expresada en el concepto marxista de clase, ayuda a entender la “esencia” del
desarrollo capitalista y sus manifestaciones como es fundamental para la elaboración de propuestas
para una transformación social de la sociedad. Por el contrario, estructurar la sociedad en grupos
ocupacionales podría ser útil para determinar la relación particular entre individuos y producción,

4
Ver por ejemplo el estudio de Toche, Rodríguez and Zeballos (2003) sobre la clase media peruana.
5
sin embargo, como se presentan una gama múltiple de ocupaciones sin que se establezca sus
relaciones con los medios de producción, con la fuerza de trabajo, con la reproducción del sistema
en su conjunto y con las relaciones entre los grupos ocupacionales particulares, es bastante difícil
determinar los intereses sociales comunes, objetivamente definidos, de las personas que a través de
la lucha social determinan exactamente el curso de la sociedad.5 Además, basando la estructura
social de la sociedad en categorías profesionales (i) “no da ninguna indicación sobre las propiedades
de capital o de riqueza”; y, en términos generales, (ii) sólo incluye la población económicamente
activa (Crompton, 1993: 51). Elaborar la estructura de la sociedad en base de la relación del
individuo con el ingreso podría ser útil al describir las diferencias en las condiciones sociales de los
diferentes estratos de la población, y tal vez con el fin de construir políticas para aliviar los
problemas sociales como la pobreza; sin embargo, no nos permite llegar a la raíz estructural de
estos problemas o erradicar sus causas. Enfocar el análisis de la estructura de la sociedad en base
del mercado y el consumo tiene la desventaja de lo que se presenta como la estructura de la
sociedad son sus particularidades o manifestaciones de una realidad determinada en un punto
determinado en la historia de una formación social dada y no somos capaces de establecer los
fundamentos sociales y económicos de estas particularidades. La teoría de la estratificación social
en general se centra en las expresiones de la realidad en lugar de lo que hay detrás de estas
expresiones. En otras palabras, toman las diferencias entre las diversas expresiones de la realidad
como algo dado. De esta manera, las categorías de estratificación social como el ingreso pueden
hacer que las clases se conviertan en algo completamente invisibles (Wood, 2000: 110).

4. Un concepto de clase

Clases existen económicamente y pueden definirse como tal. Por lo tanto, no compartimos el punto
de vista de que una clase sólo se convierte en una clase en la lucha de clases o cuando los
individuos que componen una clase particular han alcanzado un cierto nivel de conciencia de clase.6
Clases actúan políticamente y pueden ser visualizados políticamente en la lucha de clases cuando la
lucha es sobre los intereses de clase (en el nivel político de la lucha de clases, ver más abajo). La
conciencia de clase surge, en primer lugar, en la lucha de clases, sobre la base de experiencias en la
lucha por los intereses sociales y económicos directos. En segundo lugar, se puede adquirir la
conciencia de clase por el trabajo intelectual o la aclaración política de las organizaciones de
trabajadores. La diferencia entre los dos “momentos” del “surgimiento” de la conciencia de clase se
encuentra en el nivel de conciencia de clase adquirida. Mientras que el primer nivel podría ser
considerado como una conciencia de clase economicista, la segunda es la conciencia de clase
política. En resumen, la clase “en sí” existe y podría convertirse en una clase “para sí”. Este
proceso, sin embargo, es muy complicado y no podemos prescindir de una variedad de factores que
contrarrestan la aparición de, por ejemplo, una conciencia de clase obrera. Estos factores pueden
encontrarse en el ámbito de la producción y distribución. El aparato del estado y la ideología tienen
también influencias importantes sobre este proceso. La formación de clase es la formación de clase
“en sí”.
El concepto de lucha de clases puede ser teorizado de manera abstracta o puede aplicarse a
las luchas concretas con el fin de obtener una comprensión completa de estas luchas. Descartar la
lucha reivindicativa porque no es una lucha de clases, en el sentido como Marx (1871, N/D) y Lenin
5
Las ocupaciones pueden ser consideradas como posiciones “dentro de la división técnica del trabajo y las
clases como posiciones dentro de la división social del trabajo” (Burris, 1980: 21).
6
Según Ossowski (1969: 197), cuando se considera las clases como algunos grupos que forman un sistema de
grupos en una estructura social, se deduce que la conciencia social no es un criterio suficiente para reconocer
un sistema de clases. “Un sistema ─en tanto que conjunto en el que cada elemento componente asume una
postura determinada respecto a los demás─ sólo puede edificarse sobre relaciones ordenadoras o sobre
relaciones de dependencia”.

6
(1913; 1899) la definieron, ya que eso no ayuda para llevarla al nivel de una lucha por los intereses
de clase. La lucha de clases puede ser conceptualizada en dos niveles: al nivel económico y político.
Mientras que en el plano económico la lucha es principalmente por los intereses directos, al nivel
político se ha convertido en una lucha por los intereses de clase, por el poder. Para conceptualizar la
lucha de clases en dos niveles diferentes hace que sea, por un lado, comprensible que las clases sólo
puedan visualizarse políticamente cuando la lucha de clases se convierte en política, y, por otro
lado, nos permite comprender la posible vía de desarrollo de la conciencia de clase de una
conciencia economicista a una conciencia política.
En lo que sigue se presenta una definición de clase que nos podría permitir aproximar la
evolución de la estructura de clases del Perú en los últimos treinta y cuatro años. Nuestra definición
de clase incluye una definición de fracciones de clase y estratos sociales. Esto puede parecer
extraño, sin embargo, mediante el uso de una definición de los estratos sociales somos capaces de
diferenciar estratos dentro de fracciones de clase. Con el fin de evitar cierta arbitrariedad en la
definición de clase, los estratos sociales están determinados por el rol y el lugar de los individuos en
la producción y la reproducción de la fracción de clase particular. El concepto de fracciones de clase
y estratos sociales dentro de fracciones de clase nos ayuda a entender la dinámica y las
contradicciones intraclase y a comprender las contradicciones entre clases concretas y las alianzas
políticas. Además, nuestra definición de clase contribuye a localizar y colocar los individuos en una
estructura social más amplia, incluyendo los que trabajan en el aparato estatal sin tener que utilizar,
como Poulantzas (1973) ha hecho, el concepto de categoría social para clasificar los individuos que
pertenecen a diferentes clases sociales pero realizan, más o menos, el mismo papel en la
reproducción del sistema. Sin embargo, se propone utilizar el concepto de categoría social con el fin
de localizar a las personas que trabajan en el aparato estatal de represión pero que ejercen un rol
subordinado en estos aparatos, por ejemplo, los soldados y los policías.
Clase puede definirse de la siguiente manera: (i) Las clases son grupos de personas que
difieren entre sí por su relación con los medios de producción y fuerza de trabajo, y por su rol
político, ideológico, económico y social en la producción y la reproducción de un sistema político,
económico y social histórico. Esta descripción tiene la ventaja de que nos permite:

a. determinar los propietarios y no propietarios de los medios de producción;


b. incluir las personas que trabajan en los aparatos del estado;
c. incluir en la clase capitalista los gerentes que en la realidad controlan los medios de producción;
d. incluir en la clase capitalista ciertos administradores públicos que trabajan en los aparatos del
estado;
e. diferenciar las fracciones de la clase intermedia de los individuos que trabajan en el aparato
estatal y en el sector privado;7
f. determinar el lugar de los trabajadores “por cuenta propia” en la estructura de clases.

La descripción de la clase no está completa si no se incluye una referencia a las fracciones de


clases y los estratos sociales: (ii) Las clases son las formas personificadas de las relaciones sociales
de producción que pueden subdividirse en fracciones de clase y estratos sociales. Fracciones de
clase pueden distinguirse sobre la base de la función económica que los individuos desempeñan en
la sociedad y por el rol y el lugar que estas personas desempeñan en la organización social del
trabajo. Los estratos sociales pueden definirse como grupos de personas que se estructuran dentro
de fracciones de clase de acuerdo a su función y el lugar dentro de la producción y reproducción de
la fracción de clase particular.8
Al añadir la descripción (ii) a la descripción (i) tiene la ventaja de permitirnos:

7
Usamos el término de la clase intermedia con el fin de no confundirnos con lo que se ha denominado como
la clase media.
8
Debe quedarse claro que al nivel de fracciones de clase nos enfocamos en la división social de trabajo.
7
a. distinguir una variedad de fracciones de clase y estratos sociales dentro de la clase capitalista y de
la clase intermedia de acuerdo a los intereses económicos y sociales, sin tener que tomar decisiones
arbitrarias en relación con, por ejemplo, el tamaño de las empresas, la cantidad de plusvalía
expropiada y/o apropiado, el nivel de ingresos, etc.;
b. determinar la relación de las fracciones de clase de la clase intermedia con la clase obrera en
términos de relaciones de dominación y dependencia.

Unificando las descripciones (i) y (ii) se obtiene la siguiente definición completa de la clase
(iii): Las clases son grupos de personas que difieren entre sí por su relación con los medios de
producción y fuerza de trabajo, y por su rol político, ideológico, económico y social en la
producción y la reproducción de un sistema político, económico y social histórico. Las clases son
las formas personificadas de las relaciones sociales de producción que pueden subdividirse en
fracciones de clase y estratos sociales. Fracciones de clase pueden distinguirse sobre la base de la
función económica que los individuos desempeñan en la sociedad y por el rol y el lugar que estas
personas desempeñan en la organización social del trabajo. Los estratos sociales pueden definirse
como grupos de personas que se estructuran dentro de fracciones de clase de acuerdo a su función y
el lugar dentro de la producción y reproducción de la fracción de clase particular.
La estructura de clases de la sociedad es la estructura de clases de una formación social
particular. Esta estructura de clases expresa las contradicciones (i) al nivel de la sociedad en su
conjunto; (ii) entre los diferentes modos de producción en un país; y, (iii) dentro de los diferentes
modos de producción mismo. En el caso de un país en la periferia del sistema capitalista mundial,
deberíamos añadir las contradicciones entre el centro y la periferia. Para la elaboración de la
estructura de clases del Perú nos parece importante tener en cuenta los siguientes “factores”: (i) el
rol del Perú en la división internacional del trabajo; (ii) la estructura económica del Perú; (iii) las
relaciones de dependencia política y económica entre la clase capitalista en los países capitalistas
“avanzados” y la clase capitalista en el Perú; (iv) la superposición de las relaciones e intereses
políticos y económicos entre la burguesía peruana y la clase capitalista del “Norte”; (v) las
particularidades de la fuerza laboral peruana; (vi) la estructura geográfica del Perú; (vii) la
composición demográfica de la población peruana; y, (viii) la particularidad histórica de los
acontecimientos políticos, económicos y sociales en el Perú.
En base de los “criterios de clase” que usaremos y que se presentan en la sección siguiente,
podríamos ser capaces de visualizar económicamente las siguientes clases:

 La clase capitalista o la burguesía.


 La clase intermedia.
 La clase obrera o proletariado (formal e informal).
 El campesinado y el proletariado rural.

Somos conscientes de que en el contexto latinoamericano, o más específicamente en el Perú,


podríamos encontrar una estructura de clases diferente, sin embargo, no nos parece radicalmente
distinta de las cuatro clases mencionadas. Estas cuatro clases deben ser consideradas como un
marco general para el análisis de la evolución de la estructura de clases del Perú. En otras palabras,
consideramos que es importante trabajar hacia “abajo” desde un marco general del modo de
producción capitalista hacia una formación social concreta y su vía de desarrollo particular.
Además, queremos subrayar claramente que consideramos la estructura social de una sociedad más
grande que la estructura de clases de una sociedad.

5. Un análisis marxista de las clases y un análisis marxista de clase

8
El análisis de clase se basa en un análisis estructural de las relaciones en que los individuos entran
necesariamente durante el proceso de producción según el nivel de desarrollo de las fuerzas de
producción de la sociedad. Un análisis marxista de clase se basa en un concepto marxista de clase.
En los círculos marxistas se habla con frecuencia sobre el análisis de clase. Sin embargo,
muy a menudo no se define lo que es un análisis de clase. ¿El análisis de clase es un análisis de las
dinámicas capitalistas de una sociedad concreta en la que uno se refiere a las clases antagónicas en
la sociedad? ¿El análisis de clase es un análisis de las clases? Petras y Veltmeyer (2009: 32)
sostienen que “el análisis de clase [es] un análisis materialista de las dinámicas del desarrollo
capitalista que tenga en cuenta tanto las fuerzas estructurales de la transformación productiva y
social objetivamente dadas, como la respuesta subjetiva o políticamente determinada a estas
condiciones, una interacción dialéctica de lo objetivo y subjetivo, en coyunturas particulares y en el
tiempo”. Según Wright (1989: 271), “la tarea del análisis de clase no es simplemente entender la
estructura de clases como tal, sino entender las interconexiones entre todos estos elementos y sus
consecuencias para otros aspectos de la vida social”. Przeworski (1977: 343) explica que “la
función “teórica” del análisis de clase es identificar las condiciones objetivas y las consecuencias
objetivas de luchas concretas. [...] La suposición del análisis de clase es, pues, que el desarrollo
histórico de las sociedades capitalistas se debe entender en términos del desarrollo del sistema
capitalista de producción, más específicamente, en términos del proceso de la acumulación de
capital y todos sus consecuencias acompañadas”.
Consideramos un análisis marxista de clase de la sociedad capitalista como un análisis de
las condiciones objetivas y subjetivas que determinan el desarrollo capitalista de una formación
social específica, en base del cual se erige y desarrolla una estructura de clase en particular que
influya en el desarrollo capitalista específico de la formación social y al mismo tiempo constituya la
base material para la superación del modo capitalista de producción específico de esta formación
social.
Para la determinación de las clases en el Perú hemos elaborado un conjunto de criterios que
podrían permitirnos comenzar a identificar las cuatro clases principales en la sociedad como
mencionamos en la sección 4. Para algunas clases, fracciones de clases y estratos sociales, sin
embargo, tenemos que recurrir a la estratificación social, es decir, tenemos que utilizar las
categorías ocupacionales y de ingresos para determinar los límites entre clases, entre fracciones de
clase y entre los estratos sociales.
Antes de presentar los criterios, consideramos que es menester aclarar algunos aspectos de
estos criterios: (i) un capitalista no necesariamente debe explotar fuerza de labor para ser llamado
capitalista; (ii) la opresión económica se produce cuando se extrae el plustrabajo, pero no la
plusvalía;9 (iii) las personas que pertenecen a la clase intermedia y poseen medios de producción

9
Carchedi (1987: 196): “Considere el proceso de trabajo material formal. Para empezar, debemos recordar
que si la empresa improductiva no produce valor, puede apropiar su parte de valor y plusvalía sólo a través de
la redistribución del valor producido en las ramas productivas de la economía, es decir, donde las
transformaciones reales (materiales como mentales) determinan la naturaleza del proceso de trabajo y por lo
tanto del proceso de producción capitalista. Esta transferencia de valor a la empresa improductiva se lleva a
cabo forzando los trabajadores improductivos a trabajar durante más tiempo que el tiempo socialmente
necesario para reproducir su fuerza de trabajo. Ya que son expropiados de plus trabajo en forma de plusvalía,
no se puede decir que son explotados: me refiero a este tipo de expropiación del trabajo excedente como
opresión económica. Si el índice entre el plus trabajo y el trabajo necesario se llama la tasa de opresión
económica, entonces, en igualdad de circunstancias, cuanto mayor sea este índice mayor es el valor apropiado
por el capitalista. […] Es evidente que, cuanto más tiempo, o con la mayor intensidad, el trabajador
improductivo tiene que trabajar, más transacciones que él o ella va a llevar a cabo y cuanto más se apropia el
capitalista.” Marx (1973: 315): “El trabajador comercial no produce plusvalía de manera directa, pero el
precio de su trabajo lo determina el valor de su fuerza de trabajo, y por lo tanto lo que cuesta producirla. Pero
el ejercicio de dicha fuerza de trabajo, como esfuerzo, inversión de energía y desgaste, tal como en el caso de
9
explotan a sí mismas; (iv) las personas que pertenecen al campesinado y poseen medios de
producción se explotan a sí mismas; (v) la apropiación de la riqueza producida en otro lugar no
tiene nada que ver con las relaciones de explotación, sino de cómo los precios de producción y los
precios de mercado se establecen.

 La clase capitalista o la burguesía: (i) posee los medios de producción; (ii) tiene el control sobre
los medios de producción; (iii) no vende fuerza de trabajo; (iv) contrata fuerza de trabajo; (v)
explota fuerza de trabajo; (vi) oprime económicamente; y, (vii) apropia la riqueza producida en
otro lugar.

 La clase intermedia: (i) posee los medios de producción y está desposeída de todo medio de
producción social; (ii) controla y no controla los medios de producción; (iii) vende y no vende
fuerza de trabajo; (iv) no contrata fuerza de trabajo; (v) explota y no explota fuerza de trabajo;
(vi) oprime económicamente y está económicamente oprimido; y, (vii) se apropia de la riqueza
producida en otro lugar y se apropia, también, de la riqueza producida por su propia fuerza de
trabajo.

 La clase obrera o el proletariado: (i) está desposeída de todo medio de producción social; (ii) no
controla los medios de producción; (iii) vende fuerza de trabajo; (iv) no contrata la fuerza de
trabajo; (v) no explota la fuerza de trabajo; (vi) está oprimida económicamente; y, (vii) se
apropia de la riqueza producida por su propia fuerza de trabajo.

 El campesinado y el proletariado rural: (i) poseen los medios de producción y están desposeídos
de todo medio de producción; (ii) controlan y no controlan los medios de producción; (iii)
venden y no venden fuerza de trabajo; (iv) no contratan fuerza de trabajo; (v) explotan y no
explotan fuerza de trabajo; (vi) oprimen económicamente y están económicamente oprimidos; y,
(vii) se apropian de la riqueza producida en otro lugar y de la riqueza producida por su propia
fuerza de trabajo.

Sobre la base de los siete criterios anteriores no es posible definir con claridad los límites de
clase entre los no propietarios de los medios de producción que pertenecen a la clase capitalista y
los que pertenecen a la clase intermedia. También estos límites no son claros entre los
“trabajadores” que pertenecen a la clase intermedia y la clase obrera con respecto a la cuestión de la
opresión económica. Por estas diferencias tenemos que recurrir a criterios relacionados con las
funciones políticas, ideológicas, económicas y sociales para la producción y reproducción del
sistema capitalista. En este sentido podríamos, por ejemplo, diferenciar entre los ejecutivos de una
empresa y los gestores de la cadena de suministro; entre el jefe del departamento de contabilidad de
una empresa y los supervisores de trabajo; entre los administradores del Banco Central y las
personas que trabajan en el nivel ejecutivo del Banco Central; y, entre capataces y trabajadores.
Individuos que pertenecen a la clase capitalista, según nuestra descripción, no venden su fuerza
de trabajo, sin embargo, los ejecutivos de las empresas transnacionales por ejemplo que
consideramos pertenecer a la clase capitalista, no necesariamente tienen que tener la propiedad
sobre los medios de producción y podrían recibir un sueldo. También en este caso debemos recurrir
a criterios relacionados con las funciones políticas, ideológicas, económicas y sociales para la
producción y reproducción del sistema capitalista. Además, consideramos que es necesario

cualquier otro salariado, no resulta limitado en manera alguna por el valor de su fuerza de trabajo. En
consecuencia, su salario no tiene obligatoriamente relación con la masa de ganancia que ayuda a realizar al
capitalista. Lo que le cueste a éste y lo que le rinde son magnitudes diferentes. Le rinde, no porque cree
plusvalía de manera directa, sino porque contribuye a disminuir los costos de realización de plusvalía, puesto
que efectúa un trabajo en parte no pagado.”
10
determinar los límites de ingresos para algunas categorías ocupacionales superpuestas entre la clase
obrera y la clase intermedia.
Por último, y antes de que nos dirijamos a los criterios de las fracciones de clase, tenemos que
dedicar unas palabras a las personas que trabajan al más alto nivel del aparato estatal. Estrictamente
hablando, estos individuos venden su fuerza de trabajo y, como tal, no pueden formar parte de la
burguesía. Sin embargo, ellos tienen el control sobre los medios de producción del aparato estatal,
oprimen económicamente a los empleados y contratan fuerza de trabajo, entre otros. Estos
individuos suelen ser aquellos que caen en el concepto de localizaciones contradictorias de la clase
de Wright (1985: 43-44). A pesar de que no tenemos la intención de utilizar este concepto en
nuestro trabajo, en este caso específico la posición de estos individuos en la estructura de clases está
determinada por su “localización de clase dominante”, es decir, su función política, ideológica,
económica y social específica para la producción y reproducción del sistema capitalista.
Las fracciones de clase específicas y los estratos sociales dentro de las fracciones de clase sólo
pueden establecerse sobre la base de un análisis concreto de la realidad peruana. Sin embargo, como
una especie de guía para este análisis hemos establecido para cada clase en particular los criterios
para determinar las fracciones de clase y, como ejemplo, en el caso de la burguesía nacional,
también los criterios de los estratos sociales.

 La clase capitalista o la burguesía podría ser fraccionada según (i) los sectores económicos
(agricultura, industria, comercio, finanzas, etc.); (ii) la producción principal y/o la orientación al
mercado (definiendo el capital “internacional” y “nacional”); y, (iii) el sector público o privado.
Sobre la base de estas fracciones uno es capaz de establecer las relaciones de dominación y
dependencia (entre capitalistas; empresas). La burguesía nacional o el capital nacional podría
subdividirse de acuerdo a los siguientes estratos:

(i) Empresas (capitalistas) que trabajan en el ámbito nacional.


(ii) Empresas (capitalistas) que trabajan en el ámbito regional.
(iii) Empresas (capitalistas) que trabajan en el ámbito local.
(iv) Empresas (capitalistas) que trabajan en el ámbito de los distritos.

 La clase intermedia debe dividirse, en primer lugar, en propietarios y no propietarios de los


medios de producción. El grupo de los no propietarios necesita ser fraccionado en base a la
función y el lugar en la organización social del trabajo. Este grupo debe fraccionarse aún más en
personas que trabajan en el sector privado y público.

 La clase obrera debe fraccionarse en personas que trabajan en el sector público y privado, y en
trabajadores formales e informales.10 Con el fin de ser parte de la clase obrera no es importante si
uno trabaja en el sector público o privado, ya que depende de los roles en la producción y
reproducción del sistema capitalista.

 El campesinado y el proletariado rural deben ser fraccionados en campesinos pertenecientes a las


comunidades campesinas, a las comunidades indígenas y los que no pertenecen a ninguna de
estas comunidades. Un segundo fraccionamiento tiene que llevarse a cabo con respecto a los sin
tierra o los casi sin tierra (semi-proletariado).

6. Conclusiones

10
Como parte de los trabajadores informales podríamos considerar la población “marginal” como
conceptualizada por Quijano (2014; 1994).
11
En este ensayo hemos argumentado que el cambio de la estructura social de la sociedad peruana ha
erosionado las bases sociales de la izquierda peruana. Varios autores han explicado que la estructura
social del país ha cambiado debido a la crisis económica de la década de 1980 y la introducción del
neoliberalismo en la década de 1990.
El debate actual sobre las clases en el Perú no proporciona perspicacias sobre la evolución
de la estructura de clases del Perú, ya que se centra principalmente en ciertas manifestaciones de la
clase y de la estructura de clases en lugar de la clase y de la estructura de clases propiamente dicho.
Aunque la situación de las ciencias sociales en el Perú no puede compararse con otros países de
América Latina y sobre todo no con las ciencias sociales en Europa o los Estados Unidos, sin
embargo, nos atrevemos a pensar que las características del debate sobre la clase en el Perú se
pueden generalizar al debate sobre la clase en todo el mundo.
El concepto marxista de clase mantiene su posición clave para el análisis de la estructura de
clases de las sociedades capitalistas. A medida que el concepto no puede separarse de las
condiciones objetivas y subjetivas del desarrollo capitalista, contribuye a aclarar no sólo las
expresiones de la realidad, sino también de la realidad misma.
El concepto de clase que fue presentado incluye una definición de fracciones de clase y
estratos sociales que, en combinación con las herramientas de estratificación social como categorías
ocupacionales y de ingresos, podría permitirnos el desarrollo de un trabajo que describe y analiza,
teóricamente como empíricamente, como la estructura de clases del Perú se ha evolucionado en los
últimos treinta y cuatro años. De hecho, un trabajo de esta envergadura llenaría el vacío en la
investigación académica sobre la clase y la estructura de clases en el Perú.
El marco de las cuatro clases y los criterios para operacionalizar estas clases deben
considerarse como directrices generales y herramientas de análisis. Sin embargo, somos conscientes
de que estos criterios deben especificarse aún más al entrar en el análisis concreto de la realidad
peruana. Uno de los principales problemas que deben ser atendidos es cómo definir
operacionalmente el rol político, ideológico, económico y social de los individuos en la producción
y la reproducción del sistema capitalista. Un encuentro con la realidad empírica peruano debe
arrojar luz sobre esta cuestión.

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